viernes, 18 de enero de 2013

GENIO A SU BOTELLA, por Régulo Castro









GENIO A SU BOTELLA



Cuando hayas alcanzado tu propia habitación,

 sé amable con los que han escogido puertas distintas

 y con aquéllos que aún están en el pasillo.    








Los Genios vienen al mundo en botellas,

resulta así más fácil su administración.





Los Genios deben administrarse  a cuenta gotas

su uso indebido puede tener consecuencias  desastrosas,

como que la verdad sea dicha.





Mientras mira en la mesa el dátil y el pedazo de pizza,

el Genio piensa en el hermano de la lámpara

y su ladrón.



 

Los beduinos afirman que la soledad y la tristeza

son cosa de palacio,

y que entre ellos nadie padece de tal cuestión.

El Genio les escucha y asiente en silencio.





En realidad el Genio no está solo,

en sus milenios de existencia ha sido admirado por mucha gente.





El Genio envidia a los mortales,

viven poco y  rompen el cristal hasta por accidente.





Es curioso que se condene a muerte a los mortales y  a la eternidad a los eternos,

pensó el Genio, revisando la yema de su pulgar sin huella.





El Genio lo ha visto todo,

del otro lado del cristal.





El Genio llegó a saberlo todo, en castigo,

por dos mil años fue libre.



 

Una vez el Genio no pudo contenerse

y creó dinosaurios para los paleontólogos

brujas para los inquisidores

tribus para los misioneros

y operas arias para directores judíos.





Una vez el Genio logró liberarse,

por ello fue condenado a conceder deseos.





Una vez el Genio se enamoró,

y concedió un cuarto deseo.





Una vez el genio fue mujer

y  quiso concederlo todo.





Una vez el Genio se hizo rubia

y caminó entre nosotros.



  

Una vez el Genio llegó a creer que todo era un sueño,

su gran monólogo es aún recordado.





José conoció al Genio e interpretó sus sueños milenarios,

recostado en su butaca, desde su propia botella.





Una vez el Genio halló la piedra filosofal

y  la reventó intentando romper la botella.





El Genio imita las costumbres de los mortales,

usa ropas , cruza los brazos frente al pecho y ríe.

Sin embargo las piernas le resultan imposibles,

por eso prefiere un rabo de nube.





Solo para entrelazarlas en el tango y la cama

optó el Genio alguna vez por las piernas.

Sorprendentemente los dioses callaron.







2 comentarios: