martes, 9 de abril de 2013

Lea un párrafo antes de cada comida

Recétame un libro:

el poder medicinal de la literatura





Por Veronica Juárez


Según la RAE, se entiende por Terapia:

(Del gr. θεραπεία).
1. f. Med. terapéutica (‖ tratamiento).

Y terapéutica es, en su primera acepción “Perteneciente o relativo a la terapéutica”

Ok, creo que esto no queda muy claro, así que tendremos que ir a la segunda acepción ofrecida por la RAE: “Parte de la medicina que enseña los preceptos y remedios para el tratamiento de las enfermedades.”

En fin, que la RAE nunca se ha caracterizado por darnos significados claros de un primer vistazo y el 99.9% de las ocasiones tenemos que saltar de palabra en palabra hasta dar con el significado que nos da una luz en el camino; así que para no hacer más larga la introducción a este post, me voy a la siempre salvadora Wikipedia:

En medicina, tratamiento o terapia (del griego θεραπεία/therapeia = tratamiento médico) es el conjunto de medios de cualquier clase (higiénicos, farmacológicos, quirúrgicos o físicos) cuya finalidad es la curación o el alivio (paliación) de las enfermedades o síntomas. Es un tipo de juicio clínico. Son sinónimos: terapia, terapéutico, cura, método curativo.

No se debe confundir con Terapéutica, que es la rama de las ciencias de la salud que se ocupa de los medios empleados y su forma de aplicarlos en el tratamiento de las enfermedades, con el fin de aliviar los síntomas o de producir la curación.


Pero, ¿a qué viene todo esto?

Pues a que últimamente, en la era del New Age, Era del Fin del Mundo o Era de la Información (tome la que más le guste o se adecue a sus creencias), ha habido un florecimiento de terapias para la curación de distintos males ya sean físicos, mentales o espirituales y que, dicho sea de paso, parece que también están floreciendo: aromaterapia, delfinoterapia, terapias grupales, risoterapia, terapias alternativas y un largo etcétera imposible de abarcar en este post.


A lo que quiero llegar realmente con esta ya larga introducción es, si un perfume o esencia nos ayuda a curar o paliar algún dolor, ¿por qué no hemos de pensar que los libros pueden servirnos para los mismos fines? Después de todo, diversos estudios han comprobado que los libros nos ayudan de muchas formas así que, no estaría nada mal que en la consulta médica el “profesional de la salud” además de poner a trabajar a nuestro hígado con pastillas y más pastillas, nos recetara un buen libro para ayudarnos a superar nuestra enfermedad, ¿no creen?

Eso es precisamente “Books on prescription” (algo así como “Libros en las Recetas”), una iniciativa en la que participan The Society of Chief Librarians (SCL), The Reading Agency y el Departamento de Salud, anunciada el día de hoy y que entrará en marcha en mayo próximo en Inglaterra. “Books on Prescription” pretende apoyar a los pacientes con enfermedades mentales moderadas como es el transtorno de ansiedad, la depresión, ataques de pánico, etc., a superar o paliar sus síntomas a través de la prescripción médica de libros de autoayuda pues, de acuerdo con Miranda McKearney, directora de The Reading Agency, existe una “…creciente evidencia que demuestra que los libros de autoayuda pueden ayudar a mejorar a las personas con ciertos problemas de salud mental.”

Lo interesante llega cuando entra en escena la biblioteca, pues la lista de aproximadamente 30 libros recetados y que forman parte del programa estarán disponibles en todas las bibliotecas públicas de Inglaterra; además de los libros de autoayuda, se estarán recetando novelas, poesía y actividades enfocadas en la lectura, como círculos de lectura.

Por cierto, “Books on Prescriptions” es sólo una pequeña parte de Libraries of the 21st Century, la visión a futuro que The Society of Chief Librarians en Inglaterra tiene para sus bibliotecas públicas y en las que se incluyen “4 Ofertas Universales” como parte de una biblioteca pública integral: Salud, Lectura, Información y Servicios Digitales.

Ya saben entonces: la salud y los libros no están disociados, así que antes de llegar a necesitar una receta médica con libros y pastillas de por medio, mejor apliquemos la medicina preventiva con un buen libro que, aunque no sea de autoayuda, también nos va a servir.

Visto en: The Independent.

Más información en: The Society Chief Librarians.





Tomado de Uvejota.


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