miércoles, 6 de mayo de 2020

PORQUÉ ESTUDIAR INGLÉS Y LA CULTURA ANGLOSAJONA



Imagen tomada de aquí.



A veces uno se encuentra en extrañas encrucijadas y no hablo del confinamiento o reclusión (según el nivel de exquisitez lingüística que usemos, y esta entrada va de lenguas, vaya de idiomas) del Cobi D19 (sí ya sé que no se escribe como la mascota de Barcelona 92 pero me da igual). 



Heme aquí, sin que me llamarán ni mis hermanos, ni mis hermanas me encontré pergeñando el texto que estas breves letras introducen. Como buen samaritano me dispuse a la tarea y como ya me viene ocurriendo disfruté más con la fase de documentación que con la ardua parte de escribir, que para mí siempre es un trance doloroso. De forma voluntaria no habría hollado ese sendero y no habría disfrutado del premio del camino. Me considero afortunado, pues el que da sin esperar siempre bien pagado está.


PORQUÉ ESTUDIAR INGLÉS Y LA CULTURA ANGLOSAJONA






Dice el Antiguo testamento Génesis 11:1-9:


1 En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra.
2 Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron.
3 Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla.
4 Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra».
5 Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo,
6 y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr.
7 Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos».
8 De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad.
9 Por eso a la ciudad se le llamó Babel,[a] porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.

Ya sea por el temor divino a que la humanidad le hiciera sombra o por otras razones menos relacionadas con el ego divino: La lingua franca, (lengua franca) es un fenómeno que se manifiesta desde la antigüedad, como mínimo desde el siglo IV antes de Jesucristo que es cuando algunos dotan la caída de las torres gemelas, perdón de la Torre de Babel (en que  estaría yo pensando). Actúa como segunda lengua (tras la materna) y permite a personas e instituciones con distinta lengua materna comunicarse, entenderse, comerciar, firmar la paz y a veces, por desgracias, declararse la guerra. Se adopta de forma implícita y es un reflejo del poderío político-económico-militar y cultural de la sociedad que la usa como lengua materna.


En nuestro entorno cultural la lengua franca que nos ha dejado un mayor y visible impacto fue el latín que ejerció su reinado hasta el siglo XIV. Luego la sustituye el español. En otros entornos geográficos son otras lenguas la que ocupan ese honor. Pero en el siglo XIX el inglés sustituye a todas las lenguas francas que coexistían. Su hegemonía sigue indiscutida a día de hoy. En un primer momento fue la vigencia del imperio inglés el que la sostuvo, pero a partir de la segunda guerra mundial son los Estados Unidos de Norteamérica los que respaldan su privilegiada posición.


Países donde más del 50% de la población habla inglés

Mal nos pese si queremos viajar por países anglosajones o al resto del mundo, la lengua que nos abrirá más puertas es el inglés. Si necesitamos profundizar en los últimos avances de cualquier ciencia deberemos leer las últimas revistas científicas escritas, invariablemente, en inglés. Si queremos relajarnos escuchando el último éxito musical, mejor saber inglés para entender la letra.

Los tiempos han cambiado y algunas veces incluso a mejor, afortunadamente ya no hay tantas guerras. Una lengua sin su contexto, sin su historia y sin su literatura es una herramienta imperfecta, como bien saben los japoneses que en su primer intento de rendición a los norteamericanos[i] tras la primera bomba atómica de Hirosima no consiguieron hacerse entender… y aún lloran en Nagasaki.


El ministro de exteriores japonés Mamoru Shigemitsu firma el Acta de Rendición de Japón a bordo del USS Missouri, mientras el general Richard K. Sutherland observa, 2 de septiembre de 1945.


Ciertamente las cosas han cambiado, pero los países hegemónicos siguen imponiéndose al resto. Indudablemente los EE.UU. nos imponen su cultura. Sólo hay que mirar cualquier cartelera o la oferta de series de las plataformas televisivas para verificar que la inmensa mayoría de lo ofrecido tiene su origen en los EE.UU. Nuestra cultura está impregnada hasta la médula de productos culturales anglosajones. Para disfrutarlos, criticarlos, catalogarlos o simplemente convivir con ellos, haremos bien en estudiar su sociedad: su historia, su lengua, su literatura, en suma: su cultura.

Las cosas cambiarán, siempre lo hacen, pero no parece que vaya a ser mañana. Por lo que mejor saber cómo piensa, que siente y que intriga al pueblo que votó como presidente del país más poderoso del mundo, a alguien como Donald Trump cuyo ego rivaliza con el del mismo Dios… la vida nos va en ello. Ya vivimos un Babel por ego divino ahora nos exponemos a otro de origen más... mundano.

Málaga 7 marzo 2020





[i] Aunque no existe consenso al respecto existen algunas voces que exponen que los telegramas tras el ataque de Hirosima (el 6 de agosto 1945) y antes del de Nagasaki (el 9 de agosto) del ministro de exteriores japonés a los aliados donde se anunciaba que Japón se rendía no consiguieron su objetivo: parar la guerra. Algunos achacan que los EE.UU. no entendieron que se rendían, pues tan sutiles eran las formas de la rendición en el idioma japonés, que en la traducción al inglés se perdió, por lo que no se dieron por enterados. Otras voces sin embargo, achacan al deseo norteamericano de una rendición incondicional de Japón, vaya una humillación del emperador y una apertura del régimen. En cualquier caso, el 9 de agosto murieron entre 39 y 80 mil japoneses más. El 15 de agosto Japón se rindió y los Aliados así lo entendieron. El 2 de septiembre se firmó el Acta de Rendición.  

*******




by PacoMan en extasis


by PacoMan.
En 1968 nace. Reside en Málaga desde hace más de cuatro lustros.

Economista y de vocación docente. En la actualidad sobrevive como puede: lo que viene siendo malvivir.



Aficionado a la Ciencia Ficción desde antes de nacer. Muy de vez en cuando sube posts a su maltratado blog.

Y colabora con el blog de Grupo Li Po

1 comentario:

  1. Querido amigo, permiteme un detalle.
    Cuando hablas de que despues del latín el idioma predominate fue el español, no creo que sea acertado ni correcto.
    El español siglo XV no existia el español así como no existia España. Era el Reino de Castilla y el castellano.
    Lo digo porque esa impregnación de lo monolitico en España que ha llegado hasta nuestros dias, es excluyente.

    Sabes bien lo que pienso de la unidad de la "patria" (lo cual quiere decir que no hay unidad), pero no favorece en nada a un teorico proyecto común (España), imponer una "falsa lengua" (español) por encima del resto de las lenguas de ese teorico proyecto común.

    Lo correcto es afirmar que el castellano despues del latín tomo la hegemonia de las lenguas en el mundo.

    ResponderEliminar