miércoles, 15 de julio de 2020

Pasajeras: un libro de viajeras encerradas en muchas partes del mundo.



“Pasajeras: antología del cautiverio”, compilación de Lesbia Quintero y Graciela Bonnet.



CRÓNICAS DEL OLVIDO.

Pasajeras, varias voces.

Alberto Hernández. 


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Leo Pasajeras como si viajara con ellas en un tren. Viajo rodeado de mujeres. Las leo mientras la cuarentena cobra las cuentas, porque se trata, precisamente, de una lectura mientras el encierro nos somete y hace que ellas, poetas, narradoras, ensayistas, fotógrafas, etc., sigan el curso de sus asuntos en la casa con las ventanas como miradores y las puertas como taquilla de pago.

Pues sí, viajamos, porque ahora el lector es también pasajero. Son mujeres que escriben, que siempre han escrito y nos han escrito poemas, cuentos y hasta cartas de amor, porque de alguna manera hemos sido sus enamorados perdidos, sus admiradores y sus locos de carretera mientras el paisaje pasa y se queda pegado en las pupilas.

Lesbia Quintero.


Pasajeras es un libro de viajeras encerradas en muchas partes del mundo: en Bogotá, en México DF, en Madrid, Barcelona, la de España; en Santiago de Chile, en Buenos Aires, en Estados Unidos, en Caracas, Ontario, San Juan de los Morros, Maracay, París, en muchas partes donde ellas hoy son parte de la geografía del éxodo venezolano. Desde esos confines y desde los de aquí, escriben, como siempre lo han hecho, con belleza, con calidad, con amor, con rabia, vestidas, desnudas, perfumadas, sudadas, alegres, tristes, bravas, arrechas, sonrientes, serias, amables, simpáticas, misteriosas, transparentes. Mujeres con todas las virtudes de la escritura y de sus humanidades dispersas por casas y apartamentos que nos muestran las fotografías de sus patios, las portadas de libros, las raíces de árboles, trozos de cielo, nubes vagabundas. Sitios, pues, donde ellas trabajan, laboran, hacen de su ocio y oficios partes de la maravilla de estar vivas.



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Mencionarlas una por una es como subir un edificio de dieciséis pisos por las escaleras, porque la lista es larga, pero es bueno señalar que cada una representa nuestro espíritu y nuestro ánimo para seguir adelante. Mujeres, maravillas que nos representan como amigas, madres, hermanas, novias, poetas que escriben versos para acercarnos a sus gracias, para decirnos lo que muchos en el mundo ocultan, para descubrirnos a través de sus imágenes. Narradoras —novelistas y cuentistas—, quienes relatan la vida y la eternidad, lo secreto y lo evidente con personajes que dejan su marca en nuestro ánimo. Ensayistas, cronistas, quienes revisan el acontecer personal, colectivo, diario y remoto de nuestra realidad o fantasías.

Graciela Bonnet.

Publicado por Lector Cómplice, la tarea de hacer la “Antología del cautiverio” corrió a cargo de las también escritoras Les Quintero y Graciela Bonnet. Un trabajo arduo que bien merece el reconocimiento de todo el país de aquí y de los países de allá.

Total, son sesenta voces, un equipo de mujeres que ha sabido estar en el mundo de las letras, que ha sabido representarnos en cualquier lugar, sea escenario académico, universitario, festivo, público, privado, callejero, etc.

Desde mi encierro va el saludo a todas ellas, excelentes voces de mi tierra, la tan golpeada por el totalitarismo y por un bichito maligno que nos enviaron desde lejos.

El viaje sigue con tan inteligentes escritoras. Hasta ahora no hay parada.


 Tomado de Letralia.


Puedes descargar el libro Pasajeras, pulsando aquí.

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Alberto Hernández. Fotografía de Alberto H. Cobo.


Alberto Hernández, es poeta, narrador y periodista, Fue secretario de redacción del diario El Periodiquito. Es egresado del Pedagógico de Maracay con estudios de postgrado de Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar. Es fundador de la revista literaria Umbra y colabora además en revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Ha publicado un importante número de poemarios: La mofa del musgo (1980), Última instancia (1985) ; Párpado de insolación (1989),  Ojos de afuera (1989) ganadora del 1r Premio del II Concurso Literario Ipasme; Nortes ( 1991), ; Intentos y el exilio(1996), libro ganador del Premio II Bienal Nueva Esparta; Bestias de superficie (1998) premio de Poesía del Ateneo de El Tigre y diario Antorcha 1992 y traducido al idioma árabe por Abdul Zagbour en 2005; Poética del desatino (2001); En boca ajena. Antología poética 1980-2001 (México, 2001);Tierra de la que soy, Universidad de Nueva York (2002). Nortes/ Norths (Universidad de Nueva York, 2002); El poema de la ciudad (2003). Ha escrito también cuentos como Fragmentos de la misma memoria (1994); Cortoletraje (1999) y Virginidades y otros desafíos.  (Universidad de Nueva York, 2000); cuenta también con libros de ensayo literario y crónicas. Publica un blog llamado Puertas de Gallina. Parte de su obra ha sido traducida al árabe, italiano, portugués e inglés. 


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