jueves, 30 de septiembre de 2021

Eziongeber Chino Alvarez: Nadie está a salvo de la carraplana absoluta en Venezuela.

Una entrevista de José Pulido

 






Eziongeber Chino Alvarez

 

HUMORISMO CONTRA EL VIRUS Y LA CARRAPLANA

 

 

José Pulido

 

El ser humano es un animal exótico: posee un lenguaje desarrollado y se ríe. La risa es una expresión de antigüedad. Nadie ha podido explicar de manera definitiva el origen y el porqué de la risa. 

Tengo la ligera impresión de que los dioses no se reían. Creo que todavía no lo hacen. Y quizá por eso hubo épocas en que la risa fue prohibida y condenada. Aunque hay un aspecto de la risa que resulta muy beneficioso para aliviar el cuerpo de tensiones. Según los estudiosos existen dos tipos de risa: la que los dioses prohibían y la que aceptaban de un modo paternal.

Los griegos llamaban gelao a la risa considerada buena y cata gelao a la del aspecto negativo. La palabra cata se usaba para hablar de lo que se cae, desploma o derrumba y de ahí viene la palabra catástrofe. Esto lo he leído en un texto que escribió al respecto Javier Martín Camacho.

En latín risa es risus y de risus vino subridere, que significa sonreír. Y trajo como consecuencia la palabra subrisus, que significaba reírse para sus adentros, o risa secreta. Más o menos en el medioevo se logró establecer con su significado actual la palabra sonrisa. La sonrisa es una creación medieval.

Esta introducción sirve para hablar de un tema que parece increíble hoy en día: el mundo está de cama, el mundo es terrible. Y Venezuela es como un tope de mala leche que recuerda las clases de la escuela primaria de los años cincuenta: tragedia de historia, geografía, de cívica y moral, de higiene y buenas costumbres. Y sin embargo, aún existen humoristas. Aún quedan personas haciendo reír para no aceptar las tristezas que agobian.

Jaime Ballestas, Rubén Monasterios y Abilio Padrón, por nombrar tres de la vieja guardia, siguen desplegando sus alas resistentes, su humorismo de altura. Y lo más asombroso: han surgido unos cuantos nuevos humoristas que interpretan lo que ocurre usando el habla coloquial con gran tino. Nombro dos que se me vienen a la mente de manera instantánea: Golcar Rojas y Eziongeber Chino Álvarez.

Eziongeber se la pasa soñando y escribe sus sueños en las redes. Pongo un fragmento aquí, para que sepan de qué hablo:

Estás en la plaza Bolívar de Caracas a las cinco de la tarde. En el sueño sabes que esa es la hora porque los rayos del sol se van alargando como venas por las caminerías.

Allá en la banca de la esquina, un hippie de esos bien chivúos está "sacando" en cuatro aquella canción de "give me love, give me love, give me...peace on earth..."...te acercas y es el mismísimo George Harrison tocando el cuatro con las piernas cruzadas, dándole a la cholita para llevar el ritmo pero, yavá -dirías reconociéndolas-. ¡¡esas son mis cholitas pascualinas!!

-Ey, camán Mr. Harrison, deme acá mi vaina!!

-¿Exkiúse mi ser?

-¡¡Que me des mi vaina nojoda!! y lo agarras duro por la pechera en pleno sueño”.

Eziongeber no es un nombre maracucho aunque muchos lo crean. Él mismo ha dicho que el nombre viene de una región de Irak y significa "Hombre fuerte". Pero hemos averiguado y nadie se pone de acuerdo en la ubicación del lugar denominado así.

Ezión-geber fue una ciudad de la Edad Antigua, puerto de Edom sobre el mar Rojo, en el extremo norte del actual golfo de Aqaba, en lo que hoy es la ciudad jordana de Áqaba”, se dice en un lado.

De acuerdo al Libro de los Números, Ezión-geber fue una de las primeras estaciones donde los israelitas acamparon tras el Éxodo de Egipto”, señalan más allá. El asunto en realidad no importa mucho. El Eziongeber que conocemos está aquí, ahora, en esta entrevista.


El país de los Turpiales. Imagen tomada de Amazon.


 

LA PREGUNTADERA

 

-¿Desde cuándo escribes de esa manera, con ironía y humor?

 

-Desde siempre. He tenido la honrosa desfachatez de llevar mis maneras a las salas de juicio y a otros tribunales por medio de escritos y pronunciamientos orales y hasta me han retenido por "falta de respeto" por esas cosas. Pero resulta imposible para mí desprenderme de estas formas porque francamente casi todas las autoridades que conforman el actual Sistema de Justicia Venezolano me provocan una risa muy dolorosa si es que tal cosa existe. No es que me burle, simplemente es mi manera de oponerme a los dislates con que un abogado se topa en el Foro Judicial. Antes de eso ya lo venía haciendo en mis artículos políticos (fui dirigente nacional juvenil de Copei), en mi vida universitaria y en los periódicos estudiantiles de mi época liceísta. Ahora en las redes lo que son la ironía y el humor no puedo evadirlos. Me persiguen y eso me gusta. Para seguir adelante en este país, hay que apegarse al humor con mucho giro. Con ironía pues. De otra manera, corres el riesgo de mimetizarte con el inmenso enclave cargado de hostilidades que es Venezuela. El mismo Alí Primera se reiría de sus canciones si se encontrara con este desastre que nos toca vivir a los venezolanos de 2020.

 

 

 Alí Primera .Imagen tomada de Ensartaos.

-¿Cuándo supiste a ciencia cierta que eres escritor?

 

-Conciencia de escritor, con todo lo que eso comporta: en cuanto supe que para mí es mejor comunicarme escribiendo. En eso puse y pongo todo mi empeño. Supongo que eso arranca a los 17 años de edad que fue cuando entré en la carrera de Derecho. Me quedó en el tintero, enrolarme en Comunicación Social o en la carrera de Letras. Lo mío por la letra es pasión desmedida. Demencia total. No puedo vivir sin escribir a diario, aunque tan sólo fueran sonetos o décimas de mi tierra, que es Cumaná (a pesar de ser caraqueño).

 

-¿Cómo te alcanza la pobreza que vive el país?

 

-Pertenezco a ese clan exclusivo de los venezolanos con F.E, que son las siglas de "Familiares en el Exterior". Un venezolano en Venezuela cualquiera que sea su estrato social, no podría sino medio comer de no tener familia en el exterior que lo apoye. Igual se ejerce la carrera y se echa mano de la caleta que va menguando, pero es muy difícil abarcar los tres golpes todos los días. Ahora, viendo lo que pasa en las aceras de cualquier ciudad venezolana, resulta infinitamente doloroso encontrarte con gente escogiendo entre comprar pan o plátanos. O es una cosa, o es la otra. Esto tiene muchos años, pero la situación se ha agravado. De una cola inmensa en cualquier abasto o supermercado ves que la gran mayoría deja sus productos en el mostrador porque es que no se los pueden llevar. No les alcanza. ¿Ingentes cantidades de personas hurgando en la basura? ¿Amigos y colegas tuyos en esa vaina? Yo me impresiono. Yo me impresiono aun cuando eso sea cosa de cada vez que debes ir de compras. Salgo de la panadería con tres panes, pero llego a mi casa con dos. Picas aquí y allá entre algunos viajantes de aceras y lo haces porque no sabes si algún día te va a tocar. Son formas que uno adquiere para que en los Cielos se acuerden de ti, a la hora del té, digo yo. Nadie está a salvo de la carraplana absoluta en Venezuela. La desgracia tiene buena memoria.


 

Alí Primera - Ahora que el petroleo es nuestro.



-¿Cómo defines esta época?

 

-Hemos pasado muchas veces por cosas parecidas y hasta peores. En estos momentos, la Historia está en uno de sus picos más definitorios. Sistemas de creencias que parecen arrodillarse ante nuevos dioses. Corrientes de pensamiento con hambre voraz por erradicar todo lo ya conocido, como pocas veces se han visto. Siempre recuerdo la historia del musulmán Averroes y del judío Maimónides viviendo juntos e intercambiando pareceres en la Córdoba del S. XII que es la Córdoba asediada por los bereberes y almorávides. Todo mundo asustado. Todo mundo abandonando la ciudad y dejando a su suerte, su casa, sus cosas y sus familias. En resumen, es una época de definiciones. Se aprovecha el virus como arma política, se aguardan por las elecciones pautadas para este año en los Estados Unidos. Una época de "o corremos, o nos encaramamos" y ni hablar de Venezuela.

 

Averroes .Imagen tomada de Educalingo.

 

-¿Qué le ha aportado tu profesión a la escritura?

 

-Mi profesión le ha dado bastante poder organizativo a mis ideas. Una demanda judicial, por ejemplo, es también una historia. Echas tu cuento, lo fundamentas y solicitas lo que consideres conveniente de acuerdo al derecho vulnerado de tu representado. El aporte ha sido grande y así como siento respeto por la escritura, lo siento por el derecho en su ejercicio y en su necesario y consecuente estudio, pero siempre prefiero el acto solitario de escribir.

  

Allan Brewer Carías

-¿Pensaste alguna vez que el país llegaría a estar cómo está?

-En muchísimos foros, reuniones y grupos de reflexión, el peligro de que algo como esto ocurriera se estudió profundamente hace más de treinta años. Por eso surgió la COPRE (Comisión Para la Reforma del Estado) y por eso se reformaron algunos Códigos como el de Procedimiento Civil. Allan Brewer Carías, por ejemplo, advirtió sobre el peligro de que "esto" ocurriera en muchos artículos de prensa y en sus textos. No fue suficiente.

 

Los partidos políticos, que estaban distraídos tomando caña sabroso y haciendo negocios en Las Mercedes, descuidaron a sus bases, se olvidaron de las pingües cositas que los barrios exigían y por allí se fue la cosa.


Las Mercedes. Imagen tomada de El Universal.


Si se hubiese atendido al menos la cuarta parte de las peticiones, no llega un avión como Chávez a convencer a nadie. No obstante, lo que nadie imaginó, fue lo que sucedió: pudrieron las débiles bases de la democracia desde adentro. Aprovecharon el "voto directo" y coronaron entre vítores al que luego vendría a destruirnos.

 

Hugo Chávez


 -¿En qué lugares de tu caminar cotidiano sientes la falta de los amigos?

 

 

-En todos. No hay recodo en que no recuerde a mis afectos. Mi caminar cotidiano es solitario. Ahora mismo no puede ser de otra manera, pero, por otro lado, tenemos muchos años caminando solos. Muchos años. No poder abrazar a mis amigos o familiares - a mi hija Ely Mercedes- es de las peores cosas por las que tránsito a diario. Duele no verlos. No escuchar el burbujeo de sus risas.  Pero, adivina qué: sobre eso escribo.

 

 

-¿Sufres la distancia, la separación de parte de la familia?

 

-Agridulce pregunta. Te lo resumo: Sufro mucho la distancia que me separa de mi hija. No sé cómo lo aguanto. Sufro mucho por eso, pero al mismo tiempo pienso en la maravilla que significa que no se esté calando esta melodía. La prefiero lejos. Con mi hijo Víctor es al revés: Vive relativamente cerca de mi casa. Lo veo a menudo. Lo tengo a monte preguntándole cómo está, si compró tal medicina, si tiene dinero suficiente, si tiene comida. Lo veo muy a menudo y su respuesta para no preocuparme - acaso está harto- es: Si papá. Estoy bien papá. Ya no me duele papá. Pero coño mano... lo quiero lejos de aquí. Lo quiero con sueños que pueda concretar. Lo quiero radiante. Sonriente como una mandarina. Aquí no podrá. Simplemente.

 

 

-He admirado la alta calidad de tu escritura, lo coloquial verdadero ¿lo sacas de tu infancia o de tu adolescencia? ¿es una manera práctica de comunicarse entre amigos? ¿es nuestra tribu?

 

-Mi manera de escribir la extraigo de mi infancia, de mi adolescencia y de todo con lo que me he topado, tanto en la profesión como en la calle. Escribo como pienso. Procuro no recargar el texto de lugares comunes o groserías, pero no por eso puedo olvidar que, sin ofender a la escritura, los venezolanos tenemos nuestras maneras. Nuestros incordios y pesares y nuestras almas festivas. Le aplicamos una a la tristeza y sobre todo eso trato de poner el acento. Somos mucho más que la simpleza, pero no por eso nos atarugamos en profundidades innecesarias. Así, aunque se ha dicho que nuestras maneras son neo carcelarias, yo abogo por el lenguaje rico en situaciones y colores y sabores que es el lenguaje en el que mejor me puedo explicar.

  

 Wallace Stevens

-¿Cuántas libros sin publicar tienes ahora? ¿Cuántos has publicado?

 

-Aquí es donde se cae la cátedra. Muchos escritos están en un archivo. Todos son crónicas. Algunos están para la revisión, pero ninguno ha sido publicado todavía. Creo que un escritor quiere ver sus obras publicadas. En este punto no me queda más remedio que mirarme en el espejo de Wallace Stevens que comenzó su carrera a los 57 años y publicó un poco más adelante. Evidentemente no hay muchos puntos de encuentro salvo que este poeta fue abogado por larguísimos años. Entonces, conforme mejoren las cosas, le iré dando más fuerza al viejo sueño de publicar el libro por el que tanto me preguntan. Supongo que será un epítome de algunas de mis notas juntadas a lo largo de todo este tiempo, pero, además, los años nos bajan las ínfulas y las urgencias. Cuando toque, será. Por ahora, sigo escribiendo como lo que soy: un demente apasionado por las letras. Un Cyrano enamorado declamando tras el arbusto.

 

Fotograma de la película Roxanne.


 -¿Cómo es tu proceso creador? 

 

-Mi proceso creativo comienza con un mapa mental y una libreta. Cosa que me llame la atención, la anoto. Sería poco más o menos como ir al abasto a comprar verduras para la sopa. Después vendría el proceso de cocción. Mejor si hay tiempo para que el texto se cocine a fuego lento. En las redes escribo rápido. Me gusta la interacción con mis panas. Pero verme en la soledad de mi cuarto pensando en cada coma o en la boludez de un párrafo que no cuadra, es más complicado. Como sea y donde sea, escribir es bueno porque te aporta el entusiasmo que tanto se requiere para un oficio tan duro.

 

 

-¿Puedes hablar un poco de tu vida? ¿De tu lugar de nacimiento y estudios?

 

-Nací en Caracas en 1964. Para esa fecha mi padre era cajero en un banco. Al poco tiempo fue ascendido a gerente de agencia con la condición de que aceptara ser trasladado al interior. Eso ocurrió más tarde. Nos residenciamos en El Tigre, Estado Anzoátegui y desde entonces hice como quien dice el "crossover" de niño capitalino a niño de provincia. Muchas de mis historias nacen a partir de ese inolvidable encuentro que por Gracia tuve con la provincia a los cinco años porque como dice la canción "Oriente es otro color". Desde que vi el primer bachaco culón de mi existencia en oriente, pasando por mi ciudad Cumaná hasta mi vuelta a la capital y luego a los Altos Mirandinos donde me casé y tuve a mis hijos, sigo pensando lo mismo: "Oriente es otro color". 


Bachaco culón. Imagen tomada de Twitter.


 

Antes de graduarme, vendí ropa infantil para pagarme mis estudios, luego vendí repuestos para carros al por mayor, trabajé en tribunales donde llegué a ser alguacil y luego secretario de un Juzgado, pero si partimos del hecho de que ejerzo el derecho desde 1987, puedo decir que casi que exclusivamente me he dedicado a los asuntos legales y sobre todo a mis casos penales. 

 

En lo personal, no todo ha sido color de rosas. Un día mi esposa y yo decidimos no seguir con el teatro y nos divorciamos. 20 años duramos y terminamos hace doce. El separarme de mis hijos ha sido la cosa más dolorosa que me ha pasado sobre todo porque en buena parte eso se debió a que también fui rumbero. Si no, ¿De dónde sacaría mis tantas peripecias en el Tío Pepe o en el Juan Sebastián Bar o el Hato Grill? Rumba y rumba caballero. Y la rumba entraña consecuencias. 

 

Hoy, mi ex y yo, formamos parte de ese club que crece y crece en el cual las parejas se llevan mejor después que se divorcian. 

No, no hay sexo. Tampoco somos altísimos panas, pero sí, desde la altura de nuestros años, nos hemos perdonado en función de la amistad y de lo que más amamos que son nuestros hijos. De manera que sí: he vivido y sobre eso también escribo. Y sigo viviendo con sueños, proyectos y mucho guáramo. A todo le pongo mundo porque así es la vida. No esperaré a que otro mastique para que yo pueda tragar.

 

-¿Cuáles palabras se te quedaron grabadas de la infancia y de la época estudiantil?

 

-Palabras de niño: ¡Apéate de ahí muchachoelcarajo!

¡Se están agarrando! (Una pelea en la escuela en idioma cumanés).

¡Deja la escribidera de güevonadas y ponte a estudiar!

 

Frases y palabras de la época estudiantil: Centro de Estudiantes. Megáfono. Esténcil. Vamos a cerrar la calle. Lo que pasa es que fulano está arioto.

 

-Eziongeber…

 

-¿Sí?

 

-¿Qué es eso de “arioto”?

 

-Falto de sexo.



Tomada de Letralia.




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Eziongeber Chino Álvarez

El Chino Álvarez, como se le conoce en los medios literarios y las redes sociales es un narrador venezolano que se decanta por la veta del humorismo en la escritura. Más allá de eso, por una parte escribe crónicas memoriosas y por la otra, hace una fuerte crítica política que involucra todas las dictaduras. Y lo hace con inteligente desparpajo. Ahora, en "Humor en tiempos de crisis", explora la comunicación directa con un espectador de quién se pide compromiso, a través del discurso, como en los viejos tiempos en que la oralidad y lo teatral servían para soliviantar las conciencias. El Chino mezcla en sus crónicas el lenguaje típicamente urbano y mayormente caraqueño que resalta la calidad de sus reflexiones, cuyas referencias tocan la historia, la filosofía y la política en tono dicharachero. La risa viene a ser en su caso un vehículo. Eziongeber Chino Álvarez es un escritor y humorista venezolano nacido en Caracas, en 1964. Abogado de profesión, ha dedicado gran parte de su vida al cultivo de la lectura y la escritura, en especial de crónicas y relatos. La mayor parte de sus publicaciones se encuentran en Facebook. En los últimos tiempos, ha incursionado en publicaciones especializadas como Letralia y Actualy.es. Su primer libro es "El País de los Turpiales", publicado por Editorial Ítaca, que es su propio proyecto editorial. La segunda edición fue publicada por FB Libros. Tiene en preparación otros dos libros de crónicas, “Resistencias” y “El Cuarto de lo Imposible”. Además, está escribiendo una novela, “Malandro Viejo” En su blog eziongeberalvarezarias.blogspot.com se encuentran muchas de sus obras e información sobre el autor.


Tomada de Escritores.


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José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne


José Pulido

Poeta, escritor y periodista, nació en Venezuela, el 1° de noviembre de 1945.

Vive en Génova, Italia. 

En 1989 obtuvo el Segundo Premio Miguel Otero Silva de novela, Editorial Planeta. En el 2000 recibió el Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, por su poemario Los Poseídos. Ha publicado cinco poemarios y nueve novelas. Desde el 2018 el Papel Literario de El Nacional creó la Serie José Pulido pregunta y publica las entrevistas que ha realizado a creadores y artistas.



Forma parte de la Antología Por ocho centurias, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Salamanca, España, entre otras. Ha sido invitado a festivales en Irak, Colombia, Brasil, Chile, España y Génova. Participó, en 2012, como invitado de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que se celebran en SalamancaEn el 2018 y en el 2019 invitado al Festival Internacional de Poesía de Génova. 

Publicaciones más recientes:

El puente es la palabra. Antología de poetas venezolanos en la diáspora.

Compilación: Kira Kariakin y Eleonora Requena, para Caritas.

Poeti Uniti per il Venezuela, Parole di Libertà  (Poetas Unidos por Venezuela, Palabras de Libertad) publicado por Borella Edizioni, evento respaldado por la Associazione culturale Orquidea de Venezuela, con sede en Milán.


Enlaces Relacionados:












































Actualizada el 20/12/2023
03/11/2023

miércoles, 29 de septiembre de 2021

ADIÓS SALVADOR

 

Oscar Sjöstrand:Realmente me siento muy triste por la noticia del fallecimiento del querido Salvador Tenreiro Díaz. Un hombre de letras y gran persona. Pensé que Salvador saldría de esos males como ocurrió otras ocasiones. Esta vez no fue así, lo que más lamento es que por estar esperando " el momento oportuno ", no publiqué su dibujo. Me jacto de ser uno de esos que dice: " todo en vida, después de muerto. ..ya para que ". Nada me costaba terminar su dibujo y en vez de enviarle mensajitos diarios de aliento, haber terminado su retrato y publicarlo. Al menos eso le hubiera gustado y mi conciencia estuviera más tranquila. Así es como me siento y lo digo. Lo hice con Miguel Von Dangel y otros, porqué no a el? Me siento realmente mal, no tengo palabras y estoy muy disgustado conmigo mismo por eso. El momento es ya, ahora y no esperar el "oportuno", parece que aún no comprendo eso, cuando carrizo. ..lo voy a comprender?






LA PIEL DE LAS PALABRAS

Uno empieza siempre muy temprano

a llamar a la puerta de la primera

letra del día. Si abre, toma café

con ella y ensaya a decirla en alta voz.

Recorre sus perfiles hasta que el velo

del paladar aprueba su sabor.

Toda su arquitectura es música.

Luego empiezan a llegar

si hay suerte, sonoridades mayores.

Aquellos claros clarines del maestro

Darío son irrepetibles

en sus muchas grandezas.

Pero uno sabe que esta es la soledad

de toda escritura. La posible imposibilidad

del nombrar. Un verso no es más

que una hipótesis

de trabajo. Va haciéndose

lentamente

con la misma piel

de las palabras que escuchamos

en las calles.

Salvador Tenreiro Díaz.






Me llega la triste noticia que partiste Salvador Tenreiro Díaz. Fue maravillosa la manera que nos hiciste parte de tu tribu, y en la alquimia propia de la palabra lo que en un principio fue poesía, por ti se hizo oración. Sé que el lugar donde estás hoy todo es canto. Te recordaré siempre mi maravilloso amigo, porque contigo constate lo grande que puede ser la gentileza.


Sandy Juhasz


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Todos los días Salvador Tenreiro nos ayudaba a vivir con la fraterna sustancia de sus poemas y cuando enfermó sin remedio comenzó a morir de manera diaria, hora tras hora, pero sin dejar de regalarnos sus versos y sus palabras. Contaba, gentilmente, cómo le estaba yendo en el morir. Hombre íntegro, amigo sereno, poeta que caminaba en el tiempo. Seguiremos hablando con él, porque nos dejó su poesía. Y seguiremos queriéndolo. Oscar Sjöstrand le hizo este dibujo para mostrar ese cariño.


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Sandy Juhasz






Sandy Juhasz (Caracas). Estudió letras en la Ucab, marketing en la École de Marcel Proust, París. Se ha desempeñado como directora creativa en la industria publicitaria. Actriz, guionista y productora de programas de radio y TV. Promotora de eventos culturales. Autora del blog Historias que nunca me contaron, donde ha publicado una serie de cuentos  del libro La corteza no basta. Tallerista de Edda Armas y Armando Rojas Guardia. Autora del libro Venezuela desde un azul intenso. Su poesía  esta presente en en el libro 102 poetas. Jamming (OT Editores, 2014).


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José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne


José Pulido

Poeta, escritor y periodista, nació en Venezuela, el 1° de noviembre de 1945.

Vive en Génova, Italia. 

En 1989 obtuvo el Segundo Premio Miguel Otero Silva de novela, Editorial Planeta. En el 2000 recibió el Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, por su poemario Los Poseídos. Ha publicado cinco poemarios y nueve novelas. Desde el 2018 el Papel Literario de El Nacional creó la Serie José Pulido pregunta y publica las entrevistas que ha realizado a creadores y artistas.





martes, 28 de septiembre de 2021

Jorge Carrión: Lo decisivo es el saber torcido





 Somos más dispersos que nunca

Antonio Guerrero Ruiz



Jorge Carrión (Tarragona, España, 1976) es un escritor de reconocido prestigio al que debo agradecer su presencia en este espacio de difusión cultural. De él se pueden decir muchas cosas: ha recibido el premio, del Festival de Chambéry (Francia), a la mejor primera novela publicada en castellano en el año 2010, por su libro Los muertos. También ha quedado finalista, con la misma obra, en el premio Celsios de novela en el 2010, de la Semana Negra de Gijón. Es doctor en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra y da clases de literatura comparada y escritura creativa. Al mismo tiempo es crítico en publicaciones españolas e hispanoamericanas como Prodavinci, ABCD, Perfil, Letras Libres, Revista de Occidente, Quimera, etc. Y entre sus libros están Ene (Laila libros, 2001), La brújula (Berenice 2006), Gr-83 (Autoedición 2007), La piel de la boca (Libros del Zorzal, 2008), Australia: un viaje (Berenice, 2008), Viaje contra espacio: Juan Goytisolo y W. G. Sebald (Iberoamericana, 2009), Los muertos (Mondadori, 2010) y Teleshakespeare (Errata Naturae, 2011).

Con esta entrevista ha honrado a LaMiradaZurda y la ha convertido en otro lugar más de su camino. Como él mismo dijo, la literatura es un viaje de autoaprendizaje. Yo también deseo aprender algo de este encuentro.

—Todo el mundo sabe que Jorge Carrión tiene una trayectoria rica y dilatada. Sin embargo yo busco a otro Jorge Carrión, concretamente al que no conoce nadie: el de andar por casa. ¿Cuál es, a grandes rasgos, esa persona? ¿Qué aficiones y qué costumbres tiene?

—Me parece que no hay mucha diferencia entre la persona que en casa lee en su butaca blanca junto al ventanal, ve series en su ordenador portátil, cocina o escucha música, y la persona que da clases o conferencias o presenta sus libros. La ironía y la reflexión con que me enfrento a la vida cotidiana es la misma con que me enfrento a la escritura y a la docencia.

—Y sobre ese Jorge Carrión, ¿cuándo podríamos decir que nació la llama literaria y por qué?

—Me recuerdo leyendo y escribiendo desde siempre. Mi madre me daba papel y lápiz cuando aún no sabía hablar, y llenaba hojas y hojas, como más tarde llené de garabatos las paredes de mi casa. Durante la infancia iba cada día a la biblioteca municipal, a leer comics o a investigar en las enciclopedias. Era capaz de leer una novela por día. Y escribí una, de aventuras, a los diez años.


—En todo caso la literatura le ha conducido a un presente en el que disfruta de un buen momento personal. El premio en Chambéry y la mención en Celsios le van a dar una proyección internacional mayor de la que tenía. A mi juicio Los muertos es una obra maestra. Propone un mundo virtual y apocalíptico en el que se juega con muchas referencias, metas... y niveles. Es una advertencia en el fondo. Pero a mí me gustaría saber de dónde surgió la idea para el libro y cómo pensó en llevarla a la práctica.

—Los premios están ayudando, creo, a destacar la pertinencia de un proyecto, la trilogía sobre el conflicto entre memoria y ficción, en que estoy trabajando, y que seguirá próximamente con Los huérfanos. Los muertos y sus posibles continuaciones se me ocurrieron en Jordania, caminando por un parque nacional, como expansión o fuga de ciertas lecturas israelíes (como David Grossman o Yoram Kaniuk, que llegaron después de otras lecturas igual de poderosas, como Alan Moore o Walter Benjamin).




—Hay otro libro reciente: Teleshakespeare, un ensayo esta vez. Nuestra cultura da para eso y mucho más. La tesis de su nuevo trabajo editorial es: 1) Las series de éxito actual tienen elementos similares a la literatura. 2) Eso supone el triunfo de los guionistas... Han sido capaces de darle vida a los argumentos, en el tiempo, a través de los episodios y de los personajes. No obstante, y pensando que el motor de todo esto es la idea de producto de mercado, ¿es posible imaginar que estos formatos audiovisuales van a seguir evolucionando para conseguir sus objetivos? Y en ese caso, ¿hacia dónde?

—Me identifico con los personajes de los “adivinos” de Los muertos, que son capaces de leer el pasado, pero no el futuro. De igual modo, trato de leer los caminos que han llevado a la ficción cuántica actual, pero es imposible leer el futuro en nuestra época. No obstante, me atrevo con la distopía en Los huérfanos, porque la ciencia-ficción ya no tiene voluntad de predicción, sino que pretende cuestionar el presente mediante una estrategia de falsa anticipación.

—Siguiendo aún en el hilo de Teleshakespeare, como retrato del hombre de nuestro tiempo, yo siento mucha curiosidad por saber cómo describe Jorge Carrión a este individuo.

—Me parece que somos más dispersos, más múltiples que nunca. En nuestra vida cotidiana, constantemente adoptamos nombres, máscaras, identidades distintas. A Pirandello le hubiera fascinado el ser humano de hoy.

“De niño era capaz de leer una novela por día. Y escribí una, de aventuras, a los diez años”.

—Supongo que concebir obras como estas que comentamos es un ejercicio digno de admiración, al menos por mi parte. Y desde ese asombro/éxtasis le preguntaría lo justo: ¿cómo se produce día a día su actividad literaria? Es decir, ¿cómo es su plan de trabajo? ¿Cuáles son sus manías, si las hay? Y, ¿qué elementos hay en su espacio creativo?

—Escribo, leo y veo películas o series todos los días. En casa trabajo en artículos, ensayos, prólogos, es decir, en textos de no ficción y sin voluntad digamos artística. Cuando escribo una novela o un libro de viajes lo hago aislado, sin Internet, en un hotel o en una casa prestada.

—Cambiando de tema. Como sabe ha sido catalogado como miembro de la Generación Nocilla, aquella prole de la que casi ningún integrante se siente identificado con la nomenclatura. ¿Le suena mejor la etiqueta afterpop? Me gustaría saber qué tiene que decir al respecto.

—Desde principios de siglo hay una red abierta de creadores que están intentando investigar, conceptual y formalmente, en el mundo contemporáneo. Eloy Fernández Porta lo ha llamado “afterpop”, y ha definido lo que significa. Los periodistas que, en cambio, inventaron la enésima generación, lanzaron al mercado un concepto vacío. Por eso no me interesa.


—El libro de relatos, por ejemplo, ha mejorado la salud en los últimos años. ¿Su acogida va a ser mayor en lo venidero?

—No leo muchos libros de relatos, pero en efecto creo que últimamente se han publicado algunos muy buenos. Pero también se han publicado muchos libros que están entre la novela y el volumen de relatos. Y muchos libros de poemas que también son narrativos...

—Hay también un término que muchos pronuncian entre cábalas: el libro digital. Cuando desaparezcan las generaciones que hemos sido educadas en el misticismo por el formato tradicional: lectores, escritores, críticos... ¿se acabará la literatura de papel? ¿Dará eso el paso definitivo al formato digital? O, planteándolo desde otra perspectiva, ¿se trata de una cuestión económica? ¿Hablamos de estrategias y fenómenos industriales?

—Yo leo el pasado...

—Ya para terminar, y reiterando su amabilidad, ¿podría darnos una definición personal de la expresión: la mirada zurda?

—Durante muchos años estuve en el círculo de cómplices de la revista Lateral (se podría incluso hablar de una “generación Lateral” de Barcelona, si el concepto “generación” aún tuviera sentido), y en cada número se reproducía esta cita de Canetti: “A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es perceptible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido, y sobre todo, lateral”. Escribiendo Los huérfanos, donde el ajedrez es muy importante, me he acordado de ella. Y de que a mi padre, que es zurdo, mi abuelo le obligaba a escribir con la mano derecha. Lo lateral, lo diagonal, la tensión con el “centro”: ahí existe una gran fuerza creativa y creadora.

Revista Lateral .imagen tomada de Iberlibro.




Tomado de Letralia