Estimados Amigos
Hoy le traemos el acercamiento que César Seco hace al más reciente libro de poemas de Hermes Várgas.
Deseamos disfruten la entrada.
VERBUM EBRIUM*
Hoy le traemos el acercamiento que César Seco hace al más reciente libro de poemas de Hermes Várgas.
Deseamos disfruten la entrada.
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VERBUM EBRIUM*
1 Le sobran motivos a la realidad para ser olvido. Todo es nuevo hoy y
mañana ya no es. Bergson y luego Proust se nos adelantaron en la sospecha. El
tiempo es una búsqueda de antemano perdida. El fenómeno es implícito a la
realidad desde la creación inicial, hablamos de su permanente disolución.
Algunos para referirse a ello eligen el eufemismo: sustitución permanente.
Aluden así al demostrativo verbo: supervivencia. Lo digital lo va dejando todo
de lado, interesándole del instante sólo su puerilidad, su futileza, su
violencia. Ya sabemos, más visual que escrita, más banal que trascendente. La
poesía, en todo esto, conserva su cantidad rebelde.
Henri Bergson en 1878 |
2 Se me invita a reseñar el libro de
un poeta con quien hemos recorrido, sino iguales, rutas paralelas,
celebraciones y convulsiones del tránsito. Aceptamos volver a tomar del elixir
que nos elevó alguna vez, melenudos y rimbaudianos, ayer reconocibles en el
verso de Affonso Ávila: "Los poetas fuman maconha en casa du poeta".
Esperaba el libro impreso de mi amigo Hermes Vargas. Vea que se me dijo que la
edicion era sólo digital, vea que desde esta incomodidad inicio mi lectura de
'Universo medio'. Espabilado voy a sus paginas sin poder subrayar mi asombro.
El territorio ganado por él desde entonces. Su más que certero introito.
Affonso Ávila |
3 Un poema de largo aliento y otros de trueque entre la realidad de vivir y
la de soñar. Conciencia sorbida y asumida, tomada cual trago que se vuelven
muchos hasta devenir en lúcida resaca escrita entrevista/entreoída en el poema.
Trago tras trago, trasegar, pasar a través de cada imagen cada fragmento de
vida develado y revelado en poesía. 'Borracho al dente' es ese poema debido al
tránsito. El poeta procuró no lo abortara la inmediatez, lo tuvo en la mesa de
la espera, cual copa o vaso aguardando por decir fehaciente la necesidad de
vivir y beber su recorrido: alma, carne, espíritu. Celebración y ofrenda.
Beberes de ciudadano. La construcción sostenida del poema pide degustación.
Contiene en sus bajadas y subidas de tono, en su aceleración rítmica, en sus
vaivenes expresivos, en su circundante reiteración, los niveles de la pea, como
nombramos aqui a la ebriedad. A remo suelto, secuencial, borracho barco en
flotación discursea desenfadado, se pasea, se detiene y se funde en el tiempo
que él mismo funda en contenido, en los amigos, en la determinación histórica,
en lo universal y en lo local, en los gustos y placeres, en la literatura
vuelta vida y no al contrario, en las alucinaciones de los espejeantes abismos.
'Borracho al dente', es de esos poemas donde uno puede decir, desprejuiciado,
que el poeta se las jugó todas, y que se trata de un poema definitivo en su
obra, un poema que cierra y abre una puerta en su hacer escritural:
"La dipsomania no es propia de todo el mundo,
le es ajena a quien no dinamita el espíritu;
la amargura de los restos no importa".
Advierte, dejando claro que la confesión no le es ajena, pero así mismo, que no es mera defensa de la condición, sino una dignificación celebratoria de la inclinación báquica. No de un licor en especial sino de todos los preparados, inventados y bebidos en su alquimia etílica. No sólo de borrachera suya, sino de que ésta lo es en tanto es compartida con la de otros, sus congéneres, círculo o barra, del equilibrista nocturno que es.
"La dipsomania no es propia de todo el mundo,
le es ajena a quien no dinamita el espíritu;
la amargura de los restos no importa".
Advierte, dejando claro que la confesión no le es ajena, pero así mismo, que no es mera defensa de la condición, sino una dignificación celebratoria de la inclinación báquica. No de un licor en especial sino de todos los preparados, inventados y bebidos en su alquimia etílica. No sólo de borrachera suya, sino de que ésta lo es en tanto es compartida con la de otros, sus congéneres, círculo o barra, del equilibrista nocturno que es.
4 El poeta nos traslada a la mesa tal escuchas de la noche bohemia. Nos
trae a sus vueltas por lugares donde el insomnio es sinónimo de niebla, donde
las palabras se untan a la lengua gramatical del sexo. La noche de los elixires
y substancias se acoda a la pared de un baño oloroso a vida callejera. El poeta
despliega en su libro poemas que señalan: -He aquí una poética, una poética a
pesar de mí (me parece escucharlo) una hermenéutica en que mis pasos calcan las
palabras que por seguirme me dicen y, por qué no, me desdicen: ellas, las que
me transfiguran en sujeto de mi habla, por ello esa confrontación y fundición
de substantivos y adjetivos, ese interés por devolver a las palabras su ser
abierto, múltiple, derivativo, nunca limitado a significado-. El poeta sabe que
es parte de su tarea liberar las esclusas limitantes del lenguaje con su
lenguaje.
5 En la construcción de Universo medio apreciamos una poética del
ensamblaje. Poemas emitidos unos a expensas del silencio del que se zafa la voz
del poeta en su anhelo de distinto decir, y otros llegando desde el fondo de
una filialidad sonora y lingüística (el poeta es traductor del portugués). En
un poema, 'Latonero:, lo que señalamos se hace presente:
"Un poeta se abre paso
entre escombros de valijas disecadas".
El poema transcurre en imágenes/versos aparentemente disociados, todo se desajusta, tiempo y lugar se deforman o se cojuntan en una misma duración expresiva. Para Hermes Vargas lo vital no es el verso bien cincelado que sustraiga la atención lectora y no la suelte, no, porque su búsqueda no es la belleza por la belleza misma. Vargas, obra como el artista visual que también es, sabe él que la belleza emergerá del corazón del objeto, no de su superficie, y en su corazón está él con todo su ser. Así, en sus poemas, la armazón se sostiene en el caos hasta esplender en unidad de conjunto: llegado al cierre, siempre abierto, el poema va a encontrar continuidad en otro. Digamos, hay en 'Universo medio' una propuesta de lectura no convencional: el poema no está en lo que dice sino en lo que proyecta y es capaz de devolver a la vida, desalineándo de la literatura al sujeto, el poeta abandona el decorado literario del libro y podemos seguir su sombra caminando por los aledaños de la urbe, sea Caracas o sea Mérida.
"Un poeta se abre paso
entre escombros de valijas disecadas".
El poema transcurre en imágenes/versos aparentemente disociados, todo se desajusta, tiempo y lugar se deforman o se cojuntan en una misma duración expresiva. Para Hermes Vargas lo vital no es el verso bien cincelado que sustraiga la atención lectora y no la suelte, no, porque su búsqueda no es la belleza por la belleza misma. Vargas, obra como el artista visual que también es, sabe él que la belleza emergerá del corazón del objeto, no de su superficie, y en su corazón está él con todo su ser. Así, en sus poemas, la armazón se sostiene en el caos hasta esplender en unidad de conjunto: llegado al cierre, siempre abierto, el poema va a encontrar continuidad en otro. Digamos, hay en 'Universo medio' una propuesta de lectura no convencional: el poema no está en lo que dice sino en lo que proyecta y es capaz de devolver a la vida, desalineándo de la literatura al sujeto, el poeta abandona el decorado literario del libro y podemos seguir su sombra caminando por los aledaños de la urbe, sea Caracas o sea Mérida.
6 En 'Universo medio', apreciamos algo que, si bien es reiterativo en la
poesía urbana venezolana de los últimos tiempos, sobretodo a partir de Víctor
Valera Mora, que tuvo continuidad en William Osuna y así mismo en las
propuestas iniciales de Tráfico y Guaire, en la poesía de Vargas se manifiesta
de manera distinta: la relación amor-odio del poeta con la ciudad. Como
lectores asiduos de su obra sabemos que esto, Hermes Vargas lo ha venido
explorando desde 'Aghadir' (1994), para luego profundizarlo en 'Trasegar'
(2005). y que en 'Universo medio' (2017), con una convicción mayor, sostiene:
la ciudad no está afuera, no es paisaje ni escenario, sino lugar de
transformación, adentro. En principio de exilio y extrañamiento, y ahora de
encuentro y reconocimiento de una ciudadanía poética que se manifiesta en una
verba, una lengua entre el placer y la condena, entre el desafuero y el desenfado.
El poeta baja de los edificios del alma para ascender a la montaña del
espíritu, no sin ponerse a riesgo, ser ese mismo riesgo, apartado de la
complacencia, rebelde con causa éticamente etílica, poética al principio de
todo principio, estoico.
Reynaldo Perez Só |
7 Si bien la modorra convencional de
cierta poesía venezolana, la más promocionada, la debemos a varios factores,
uno indiscutible es la excesiva reverencia de los poetas que van surgiendo a
los que les han precedido, no tanto a sus personas sino a sus modos poéticos.
En 1990 cuando Vargas hace su aparición junto a otros poetas que Miguel
Marcotigriano registra en su libro 'Las voces de la hidra' o la revista
Kalathos anuncia como una nueva generacion, la poesía breve, especificamente la
proveniente de Reynaldo Perez Só o Luis Alberto Crespo, hacia estragos, es decir la imitatio parecía
negar toda propuesta de riesgo, porque sólo le hacía afrenta cierta poesía de
inclinación sesentista u otra demorada en los viejos maestros. Pocos fueron los
poetas de esa generación que eligieron transitar caminos diferentes y
obtuvieron en pago la indiferencia, pocos fueron los lectores que se detuvieron
en sus libros. Me pregunto si esta indiferencia lejos de perjudicarlos los ha
beneficiado, pues ha permitido a sus escrituras evolucionar dentro de sí
mismas, no siguiendo la ruta impuesta desde la crítica académica o la reseña
acordada desde una cofradía. Es en este caso donde ubico al poeta Hermes Vargas
y este libro nos asegura que ha salido bien librado, que ha encontrado su
propio "le lieu et la formule", porque de ella no estuvo desprovisto:
fidelidad a sí mismo. Coraje, digamos con él.
Universo medio, Hermes Vargas. FUNDECEM, 2016.*
Universo Medio by Tarik1492 on Scribd
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César Seco.
Poeta y escritor venezolano. Sus libros de poesía publicados hasta 2006 fueron reunidos y prologados por Gonzalo Ramírez en Lámpara y silencio, Monte Avila Editores Hispanoamericana. Con El viaje de los Argonautas obtuvo el premio Bienal de Poesía Ramón Palomares (2005). Ha publicado así mismo Transpoetica, ensayos, por El perro y la rana (2007). Recién ha publicado dos libros que dan continuidad a su obra poética: La playa de los ciegos, Ediciones Imaginaria, y El poeta de hoy día, Ediciones Madriguera. Ha participado en diversos eventos literarios fuera y dentro del país, como el Festival Internacional de Poesía de Medellin (2006), su poesía ha sido parcialmente traducida al ingles, italiano, portugués y árabe sirio.
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Hermes Várgas. Foto Pablo Krisch |