Estimados Amigos
Hoy tenemos el gusto de presentar otra magnífica reseña de nuestro amigo Joan Antoni Fernández sobre una obra maestra de la historieta japonesa, aunque normalmente los puristas de nuestro país prefieren utilizar el término japones manga para denominarlas. Fernández nos adentra en Monster obra del dibujante Naoki Urasawa. Debemos reconocer que cada vez que Joan hace una reseña aumenta nuestro tren lecturas con un nuevo vagón. Esta vez agregó a la cola de lecturas esta obra que ya algunos amigo me habían comentado con anterioridad pero cuyos comentarios no lograron enganchar mi interés como si lo lo hizo esta reseña de Joan Antoni Fernández.
No seguiremos retardando la lectura de la reseña y deseamos disfruten de la entrada y que le sirva de aperitivo a esa escalofriante historia que nos llega desde el país del sol naciente.
Richard Montenegro
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MONSTER DE NAOKI URASAWA
Sin el menor género de
duda el manga es el estilo de historieta que, a día de hoy, se halla más
extendido por todo el mundo. No descubrimos nada nuevo al afirmar que gran
parte del mercado editorial de cómics se sustenta gracias a las jugosas
ventas que promueve entre sus fervorosos seguidores. A tal punto ha llegado su
éxito que incluso tiene un salón aparte, escindido del resto de historietas,
para uso y disfrute de la infinidad de aficionados a tan peculiar arte de
origen japonés. Y aunque ciertos entendidos cultos ni siquiera lo
consideran digno, llegando incluso a deleznar su estilo al que acusan de simple
e infantil, sería injusto no reconocer que en el seno del manga, un
enorme saco donde todo cabe, también existen grandes artistas.
Tal es el caso del autor
Naoki Urasawa, nacido en Tokio el año 1960, y dado a conocer por obras
muy populares, entre las que sin duda destaca Yawara!, las
aventuras de la joven judoka Ginger Inokuma de las que también se
hizo una serie anime bastante famosa, ofrecida en algunas televisiones
de nuestro país bajo el título de Cinturón Negro. Una historia
que, sin ser mala, ni de lejos llega al grado de madurez alcanzado con Monster,
sin duda su obra cumbre. Mucho más interesante resulta la
posterior 20th Century Boys, creada en 1999 y
posteriormente alargada en una réplica calcada. Porque cuando ya todo parecía
contado, tras estirar la trama en una especie de bucle repetitivo, el autor
siguió publicando nuevas aventuras de Kenji Endo y compañía contra el
misterioso Amigo, esta vez en dos tomos bajo el nuevo título de 21th
Century Boys. Algunos consideran esta obra incluso superior a Monster,
el manga que aquí se reseña, pero no es tal mi opinión. Para mí, aún
siendo muy bueno, 20th Century Boys resulta en parte fallido
y en exceso repetitivo. Su argumento se halla falto de la frescura y
profundidad existentes en la obra anterior.
Pero a pesar de algún
pequeño altibajo Naoki Urasawa es un gran talento en plena ebullición. Muchos
ya le consideran el digno sucesor del desaparecido mangaka Osamu Tezuka,
quien es conocido en el mundillo como el “Dios del manga”. Prueba de
ello es su trabajo Pluto, una obra de homenaje a Tezuka que el
propio Urasawa ha creado con maestría. En ella el autor da un enfoque nuevo a
la famosa historia El mejor robot sobre la faz de la Tierra, de la
reconocida serie Astroboy, publicada por el gran Tezuka en los
años 50. Aquí Urasawa es fiel a su dibujo realista y cambia el estilo infantil
del original, hasta el punto de jugar con una premisa que sin duda se halla
mejor desarrollada en Monster: la de que los sentimientos y el carácter
de una persona pueden ser algo impuesto, construido de forma externa y en
cierto modo ajeno al propio individuo.
Esta es tal vez la mejor
definición de Monster, un extenso manga que podemos catalogar sin
rubor como genuina obra de arte. Se trata de una historia bien dibujada y mejor
narrada, sin fisuras ni concesiones en su profundo argumento, todo un auténtico
lujo para el buen aficionado al género. Creado como un thriller complejo,
brillante y absorbente, es capaz de clavar al lector en su butaca,
conduciéndole a lo largo de una historia inteligente, envuelta en una densa
atmósfera repleta de misterio y con unos personajes muy atractivos. Una
auténtica gozada dirigida a lectores adultos, concebida por uno de los mejores mangakas
de todos los tiempos.
La historia de Monster
fue publicada originariamente en Japón, dentro de la revista quincenal Big
Comics Original entre los años 1991 y 2001. Aunque en España fue editada
por Planeta en 36 números (la obra original se compone de 18 episodios), parece
que en la actualidad está volviendo a reeditarse en volúmenes más gruesos.
Según parece, será un total de diez tomos al precio de 15 euros cada uno. A
pesar del alto precio, sin duda vale la pena. En el propio Japón ya desde el
primer momento la obra se convirtió en un auténtico best seller entre el
público adulto. Prueba de ello es que en el año 2004 se realizaría un excelente
anime, con 74 episodios de gran calidad, donde se recrea la historia con
todo lujo de detalles y no desmerece en absoluto del manga original, siendo
su visionado muy recomendable para todo buen aficionado.
El argumento, a grandes
rasgos, empieza contándonos la historia de Kenzou Tenma, un brillante y
joven neurocirujano japonés que ejerce en un prestigioso hospital alemán de
Dusseldorf. El hombre parece ser un claro triunfador en la vida, apreciado y
envidiado por sus colegas de profesión, prometido con la bella Eva, hija
del director-jefe del hospital, y a punto de ser nombrado jefe de sección de
cirugía. Pero un aciago día de 1983 todo cambiará para siempre. Un niño es
ingresado en el hospital con una herida de bala en la cabeza, junto a su
hermana gemela que permanece en estado de shock. Los padres de ambos han sido
hallados muertos de forma misteriosa. El doctor Tenma está apunto de
operar al crío cuando el alcalde de la ciudad también es ingresado de
urgencias, pues acaba de sufrir un derrame cerebral.
Por supuesto, a Tenma
se le ordena en el acto que deje al niño y opere al alcalde, un personaje mucho
más influyente que puede ser de gran ayuda al hospital. Pero el médico
desobedece, negándose al trato de favoritismo, y decide operar al crío,
aduciendo que éste llegó primero. Operado por otro médico el alcalde muere,
mientras que la operación practicada por Tenma es todo un éxito. Pero a
pesar de ello el médico japonés será responsabilizado de la muerte del alcalde,
al haberse negado a practicar su intervención. Desde ese momento su estrella
decae, en el hospital es apartado de todo cargo importante, su novia le
abandona y los jefes le desprecian.
Días más tarde los niños
gemelos desparecen sin dejar rastro, a la vez que empiezan a producirse una
serie de muertes en el hospital. El director-jefe y el jefe de sección de
cirugía son los primeros en morir, allanando el camino de Tenma hacia la
dirección, lo cual le convierte en el principal sospechoso. El obsesivo
inspector Lunge se convencerá de su culpabilidad e intentará atraparle,
sin importar el precio. Nueve años más tarde, Tenma descubrirá
horrorizado la verdad de lo acontecido y entonces y se planteará que tal vez no
tomó la decisión correcta. Para enmendar su error tal vez deba matar al niño a
quien entonces salvó la vida. Tal vez deba matar al monstruo. Y esto sólo es el
principio de tan apasionante historia.
Lo primero que llama la
atención en Monster es la pulcritud de su dibujo, simple pero elegante,
con un blanco y negro muy adecuado a la trama. Su estilo se muestra alejado del
clásico manga y nos presenta a unos personajes con rasgos netamente
europeos. Su obsesión por el realismo queda manifiesta en múltiples detalles,
como por ejemplo en el hecho de prescindir de dibujar en el rostro de sus
personajes esas gotas de sudor tan presentes en otros mangas y que
sirven para indicar que alguien está nervioso o asustado. El autor se esfuerza
en ser real y no acepta nada que huya de semejante premisa. Digamos que
sin llegar a alcanzar el virtuosismo de un Hergé, Urasawa muestra gran
precisión por el detalle.
Los decorados de las
escenas también están desarrollados de forma laboriosa, nos muestran una
Alemania, y parte de la República Checa, tal vez excesivamente gótica, pero sin
duda genuina. Otro tanto puede decirse de la inmensa galería de personajes,
entre principales y secundarios, pues cada uno de ellos sabe brillar con luz propia.
Perfectamente definidos, tanto en su plano físico como en el psicológico,
resulta apabullante la humanidad que desprenden. Lo mismo da que sean hombres o
mujeres, viejos o niños, generosos o despiadados, honrados o criminales, todos
ellos (todos sin excepción) transmiten autenticidad y enganchan al
lector. Se comportan de acorde a su propia personalidad, y dada la cantidad de
individuos que recorren las páginas de tan extenso manga, hay que
descubrirse ante la capacidad de su autor.
Sin duda tanto el dibujo
adulto y elegante de Urasawa, así como su inmensa capacidad en crear infinidad
de personajes, son motivos más que suficientes para saborear tan espectacular manga.
Igualmente conviene señalar su estilo netamente cinematográfico, donde las
viñetas sirven de auténtico storyboard que señala la acción a un ritmo
vigoroso, atrapando al lector. Pero si Monster llega a ser una auténtica
obra maestra es porque, además de todo ello, también se basa en un argumento
extraordinario, potente y sin fisuras.
El guión de la obra es
una auténtica maravilla, funciona con la precisión de un engranaje bien
ensamblado. Prueba de ello es que todos los personajes que recorren sus
páginas, así como las historias paralelas desarrolladas durante la trama, van
confluyendo a veces de forma subterránea y sorpresiva hacia la historia
principal, encajando en ella hasta conformar un gigantesco mosaico. Nada queda
al azar, todo se halla conectado de alguna forma y al final acaba
proporcionando magnificencia al relato. Por otra parte el dominio narrativo
resulta total, y a pesar de su extensión el relato apasiona en todo momento.
Gran parte del éxito de Monster
se basa en la sabiduría de Urasawa al dosificar los tempos y las atmósferas
que existen dentro de la obra. Sin duda se trata de un thriller absorbente,
donde se hace omnipresente la figura de Johan, la personificación de una
de las mentes asesinas más bien trazada y compleja que se haya escrito jamás;
pero lo cierto es que en la historia también hay ciertas dosis de humor,
incluso de amor, así como un gran componente de crítica social que le confiere
un valor añadido al relato.
Sorprende la acerada
visión que Urasawa nos ofrece de la sociedad alemana, en especial de su
relación de necesidad/odio con la actual emigración turca. Ya desde el
principio, en las primera páginas de la historia desarrolladas en el hospital,
asistimos a una crítica feroz y nada complaciente de ese pensamiento racista
que late oculto en la mente colectiva. Un racismo que luce en toda su
intensidad durante los sangrientos episodios que acaecen en el barrio turco.
Organizaciones neo nazis se dan de la mano con experimentos secretos de la
antigua Alemania comunista, mostrando los laberintos insondables en los que
puede caer no sólo una persona, también una sociedad entera. Esta obra sin duda
hacer reflexionar al lector, algo muy poco frecuente en una historieta.
Así resultan
apasionantes las andanzas del doctor Tenma a través de Alemania y parte
de Chequia, siempre huyendo de la policía, a la vez que persiguiendo al esquivo
y peligroso Johan. Es un formato que puede recordar series añejas de
televisión como El fugitivo o Los invasores, pero con una mayor
tensión argumental. Así seguiremos al protagonista a través de multitud de
lugares, le veremos evolucionar conforme vaya descubriendo datos nuevos,
conoceremos a gente fascinante e iremos descubriendo poco a poco el pasado y
las motivaciones de Johan, un personaje cuya complejidad es incluso
superior a la de iconos del terror actual como pueda ser Hannibal Lecter. Tampoco
podía faltar en la galería de protagonistas el clásico policía implacable,
obsesionado en la caza del médico fugitivo. Este personaje es uno de mis
preferidos, pues está trazado con gran originalidad pese a ser todo un cliché
en el género. El inspector Lunge se nos presenta como un individuo frío
y calculador, de memoria fotográfica capaz de introducir en su mente infinidad
de datos haciendo teclear sus dedos en una máquina ficticia. Solitario, incapaz
de relacionarse con su familia que acaba abandonándole, tan sólo vive para
resolver sus casos y cazar al culpable.
Realmente sería
inacabable relacionar a todos los personajes que aparecen en la obra. Es tal la
riqueza de su galería, máxime cuanto hasta el secundario más modesto tiene gran
profundidad y aporta algo a la trama, que sólo una atenta lectura puede situar
a cada cual en su sitio. Baste señalar como mero apéndice de los personajes
principales al protagonista obvio de la historia, el doctor Tenma, a su
fascinante adversario, el siniestro y subyugante Johan, al ya mencionado
inspector Lunge y a la hermana gemela del adversario, Anna Libert, alias
Nina Fortner, quien es el ying del yang que conforma junto a la figura
de Johan.
Tampoco podemos dejar de
mencionar a otro de los personajes clave en la trama: me refiero a Eva
Heinemann, la antigua prometida de Tenma. Trazada con gran
complejidad, la veremos caer desde lo más alto de su soberbia hasta el
alcoholismo y la promiscuidad, moviéndose siempre entre su amor por el
protagonista y un odio visceral que la impulsa incluso a desear su muerte. En
realidad, casi cualquiera de los personajes secundarios tiene tanta fuerza que
podría ser protagonista de su propia serie.
¿Qué más decir de tan
fascinante obra? Mucho puede escribirse sobre ella, de su calidad gráfica y su
soberbio argumento. Una historia adulta con sus reflexiones sobre la
manipulación, el engaño, la marginación social y racial, el fascismo latente de
la sociedad, la fría crueldad de los gobiernos, terribles experimentos
secretos... pero nada es comparable al placer de leerla. Se trata de una
historia adulta, bien narrada y que sabe atrapar la atención del lector. Sin
duda merece estar en todas las bibliotecas, y en un destacado puesto de honor.
Joan Antoni Fernández
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Richard Montenegro. Perteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.
Joan Antoni Fernández nació en Barcelona el año 1957, actualmente vive retirado en Argentona. Escritor desde su más tierna infancia ha ido pasando desde ensuciar paredes hasta pergeñar novelas en una progresión ascendente que parece no tener fin. Enfant terrible de la Ci-Fi hispana, ha sido ganador de premios fallidos como el ASCII o el Terra Ignota, que fenecieron sin que el pobre hombre viera un céntimo. Inasequible al desaliento, ha quedado finalista de premios como UPC, Ignotus, Alberto Magno, Espiral, El Melocotón Mecánico y Manuel de Pedrolo, premio éste que finalmente ganó en su edición del 2005. Ha publicado relatos, artículos y reseñas en Ciberpaís, Nexus, A Quien Corresponda, La Plaga, Maelström, Valis, Dark Star, Pulp Magazine, Nitecuento y Gigamesh, así como en las webs Ficción Científica, NGC 3660 y BEM On Line, donde además mantenía junto a Toni Segarra la sección Scrath! dedicada al mundo de los cómics. Que la mayoría de estas publicaciones haya ido cerrando es una simple coincidencia... según su abogado. También es colaborador habitual en todo tipo de libros de antologías, aunque sean de Star Trek ("Últimas Fronteras II"), habiendo participado en más de una docena de ellas (Espiral, Albemuth, Libro Andrómeda, etc.). Hasta la fecha ha publicado siete libros: "Reflejo en el agua", "Policía Sideral", "Vacío Imperfecto", “Esencia divina”, “La mirada del abismo”, “Democracia cibernética” y “A vuestras mentes dispersas”. Además, amenaza con nuevas publicaciones. Su madre piensa que escribe bien, su familia y amigos piensan que sólo escribe y él ni siquiera piensa.
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Actualizada el 03/03/2024
Magnífico artículo. Muy completo e interesante. El mundo del Manga merece la pena tenerlo en cuenta. Lo más complicado es saber escoger las historias debido a la gran cantidad de obras publicadas. Una que destacaría es "El árbol que da sombra" de Osamu Tezuka. El estilo es diferente, seguramente más sencillo que el de Naoki Urasawa, pero el guión es extraordinario; desarrolla una historia, con un delicioso humor, y en la que no dejan de pasar cosas y permite conocer las costumbres japonesas.
ResponderEliminarPor supuesto, ya escribo en mi artículo que Osamu Tezuka es llamado "el Dios del manga". Sin duda fue el mejor.
EliminarGracias Josep Ruiz Hierro por tu visita
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