sábado, 30 de mayo de 2020

Pandemia y Cuarentena: la casa necesita mis manos.


Luz Machado



Bajo el sol silencios de abril y con la complicidad de la luna cumplimos estoicamente una cuarentena melancólica que poco a poco, catapulta sentires y añoranzas cargadas de incertidumbre.




Al abrir una gaveta cubierta con polvo de olvido aparece victorioso un cuaderno edición 59 de cuadernos cabriales, una edición de la antología mínima de Luz Machado que lleva por nombre "La casa junto al mar




Tal vez no se trate de una epifanía o de un dejavu pero es desde los pasillos laberínticos de cada hogar donde en cuarentena debemos cohabitar con nuestros miedos y frustraciones por eso como de día la poeta luz machado en uno de sus versos "la casa necesita mis manos".

Quedarte en casa en estos momentos convulsos que bostezan muerte y transpiran horror es un acto justiciero que llevara por buen camino el vago peregrinar de nuestra existencia y cultivar nuestra alma en comunión mística con nuestra carne indecisa, Ante la batalla cotidiana del hastío.

Aunque un rayo de luz pandémico y seductor se asome insinuante por las ventanas invitándote a explorar la quietud del jardín debes aplacar la furia del encierro con las gotas sabias de la razón,hasta que algún pájaro traiga en su regazo un trozo de olivo indicando que ya puedes entrar en contacto directo con el horizonte. 

José Gregorio Medina 



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martes, 26 de mayo de 2020

Ingreso Mínimo Vital un spin-off del impuesto negativo sobre la renta


Presumiblemente este viernes 29 de mayo de 2020 se apruebe en el consejo de ministros del gobierno de España, lo que viene llamándose el ingreso mínimo vital. Programa encaminado a aliviar la pobreza y evitar que los residentes en nuestro estado sufran estrecheces económicas. Evidentemente la oposición ha montado en cólera, que me atrevería a definir como un Dies Irae. Me he sentido tentado e incluso me han llegado a pedir que explicara en qué consiste este programa, que la mayoría de nuestros socios de la Unión Europea ya disfrutan. Pero me he resistido. He hecho algo mucho más productivo releer a uno de los grandes y citarlo, nada podría aportar que estuviera a la altura. 



“... Se ha propuesto un programa de transición que podría acrecentar la responsabilidad individual, acabar la división actual del país en dos clases, reducir el gato gubernamental y la masiva burocracia actual, y que al mismo tiempo proporciona una red de seguridad a cada ciudadano de este país, de modo que nadie necesitase sufrir personales estrecheces.
( … )
Esta reforma de conjunto hará de un modo más eficaz y humano lo que en la actualidad nuestro sistema de bienestar consigue con tan escasa eficacia pero tan inhumanamente. Proporcionaría un mínimo asegurado a todas las personas necesitadas dejando aparte las razones que lo han provocado, al tiempo que afectaría lo menos posible su carácter, independencia o incentivo para mejorar su propia condición.
La idea básica del impuesto negativo sobre la renta es simple (…) Bajo este impuesto, una persona puede percibir ciertos ingresos sin pagar ningún impuesto. La cifra exacta depende del número de miembros de su familia, su edad y de si particulariza las deducciones.
( … )
Tomado de Eldiario.es

Si los ingresos superan las deducciones, esta persona pagaría impuestos en una cantidad que dependería del tipo de gravamen que se aplica a las distintas cantidades de ingresos. Si el caso fuera el contrario, recibiría una subvención, cuyo importe estaría en función del tipo que se aplicara a los diferentes importes de las deducciones no utilizadas.
El impuesto negativo sobre la renta permitiría la fluctuación de los ingresos, como en nuestro ejemplo, pero éste no es su objetivo principal. Más bien la finalidad primera consiste en obtener un medio directo para asegurar a cada familia una cantidad mínima, al tiempo que evita la existencia de una burocracias masiva, manteniendo y preservando una gran parte de la responsabilidad individual, incentivo para que los individuos trabajen y ganen lo suficiente para pagar impuestos en vez de recibir subsidios.
( … )
Como cualquier otra medida destinada a aliviar la pobreza, reduce el incentivo de los individuos que reciben la asistencia a ayudarse a sí mismos. Sin embargo, si mantenemos el tipo de subvención a un nivel razonable, no elimina este incentivo en su totalidad. Cada dólar de más que se gana significa siempre más dinero disponible para gastarlo. …”
Cita extraída de Libertad de Elegir (Free to Choose, 1979) de Milton Friedman y Rose D. Friedman. Capítulo 4: De la cuna a la tumba, páginas 170 a 174 de la de 1983 de Ediciones Orbis, traducción  de Carlos Rocha Pujol.

La cita está tomada de las páginas 170 a 174 de esta edición.


Friedman es el más consistente pilar del neoliberalismo económico, el más capaz y pedagógico de sus defensores. Premio Nobel de Economía en 1976 su pensamiento ha influido notablemente en su tiempo y posteriormente. Pero Milton a parte de escribir bien (su esposa Rose es muy culpable de ello) es inteligente. No suelo estar de acuerdo con su pensamiento, pero siempre es enriquecedor no sólo escucharlo, sino estudiarlo.

Los Friedman


Para mí no tiene más sentido este debate que cerró, hace 41 años, el líder intelectual de los conservadores. El resto mundanal ruido de fondo.
by PacoMan


by PacoMan en éxtasis 


En 1968 nace. Reside en Málaga desde hace más de cuatro lustros.

Economista y de vocación docente. En la actualidad sobrevive como puede: lo que viene siendo malvivir.



Aficionado a la Ciencia Ficción desde antes de nacer. Muy de vez en cuando sube posts a su maltratado blog.

Y colabora con el blog de Grupo Li Po



domingo, 10 de mayo de 2020

MATERNIDAD



El regreso de Perséfone


   

Graciela Bonnet



Nada hay más simple que lo que no tiene explicación. Así, hay un caudal común a todos los que estamos en vida, seamos humanos, plantas o animales; temas corrientes, sobreentendidos, que por naturaleza son esenciales a cada uno de nosotros desde el mero comienzo de lo que es.

Hablamos, por supuesto, de la vida, la muerte, el amor, esas cosas que todos conocemos y hemos experimentado de alguna manera, que compartimos y no explicamos a nadie porque es lo básico, el punto de partida para entendernos.

Pero a los humanos nos encanta hablar y analizar estas cosas, nos extendemos con deleite en revisar una y otra vez y desde muy diversas perspectivas, esos temas que no se pueden explicar, pero que a lo mejor, por eso mismo, resultan tan fascinantes.

La maternidad, nos parece, está entre esos temas, tan cercano o tal vez tan adentro de ellos que es probable que sea el puro origen de todo.

Cuando nombramos la palabra maternidad, la imagen que se nos viene a la mente es la de una mujer con un niño en brazos. Eso sería sólo un caso particular de maternidad, la maternidad biológica: la hembra ha procreado un ser a su imagen y semejanza. Qué maravilla, en esto la madre es como Dios, comparte con El la capacidad de crear, de hacer existir a otras criaturas semejantes a ella misma.  

Este ser se ha formado en el vientre de la madre y ha sobrevivido allí cuarenta semanas, protegido, nutrido, socorrido en la tibieza y el cobijo más perfectos que haya de experimentar jamás.

Creemos que el paraíso terrenal que leemos en La Biblia, donde existe todo lo necesario para una vida feliz, es el vientre materno. Allí la criatura está protegida contra todo mal y no sufrirá ninguna carencia. Pero esta situación, como ninguna situación de felicidad y establidad, no es constante, al cumplir las cuarenta semanas la criatura estará preparada en teoría, para enfrentarse a otra realidad muy diferente.

Para seguir en la perspectiva mística, la expulsión del Paraíso sería entonces el nacimiento a este mundo. Con el nacimiento la criatura se incorpora a una vida llena de gravísimos peligros y retos, aunque también posiblemente llena de gozo, alegría y éxito. Sobre todo debe enfrentarse a una existencia perentoria, sólo dispondrá de un cierto número de años para lograr lo que decida hacer con su vida.

Ese momento del nacimiento, o de la expulsión del paraíso, marca un cambio decisivo en el futuro de la madre y del hijo, porque todo será diferente en un instante. La niña se convertirá en adulto, dejará atrás su condición de receptora y solicitante y será proveedora, su creación dependerá de su cobijo y de su cuidado para poder quedarse en esta vida. Biológicamente la hembra está preparada para engendrar, procrear, parir, nutrir y proteger. Muy importante es tomar en consideración que para proveer no necesita moverse de sitio, no necesita salir a cazar ni a buscar nada, porque todo lo que necesitan ella y su criatura está vivo y perfecto dentro de ella misma. El sólo hecho de pensar en esta verdad indiscutible debería ser argumento suficiente para explicarnos que madre y criatura están indivisiblemente unidas desde el comienzo.

La ciencia ha clasificado extensamente la conducta de la madre, porque como sabemos, no siempre la madre, individuo inmerso en una organización social imperfecta, con frecuencia no tiene la posibilidad de actuar acorde a lo que la naturaleza le dicta; y es que las circunstancias influyen sobre los actos de nuestra vida, muchas veces vemos aparentemente roto el lazo que une a la madre con su hijo por exigencias meramente circunstanciales pero que pesan hasta el punto de modificar la sustancia de las cosas. De modo que no será suficiente con la expulsión del Paraíso para que se cumplan las profecías.

Tenemos como primera reflexión ante los hechos, que ni la felicidad, ni el amor nutriente y protector, ni aún la vida a la intemperie son perdurables.

Dijimos al comienzo que la maternidad biológica era solo un caso particular en el extenso sentido que esa palabra conlleva.  Hay otras maternidades que se expresan en distintos ámbitos y de las que también participamos todos. Nos referiremos a la maternidad básica, la que no necesita explicación, y no es, precisamente, la biológica, aunque ésta la contiene y forma parte de ella. Es importante partir de premisas básicas, por ejemplo, estamos de acuerdo en que maternidad es cobijo, abundante providencia y seguridad, es amparo y asistencia, es comprensión y guía, es espacio cálido. De la maternidad recibimos siempre, es imagen de brazos abiertos y seno protector, es refugio impenetrable contra las fuerzas nefastas. La idea de hogar, de serena tranquilidad, de nutrición y calmado reposo es básicamente maternal y quiero decir que es femenina, desde los comienzos de la civilización y aún antes, por ser la hembra la que lleva en su seno a la criatura en formación y luego del nacimiento está habilitada físicamente para nutrirla de tal modo que su creación no muera en la hostilidad del mundo al que ha ingresado; es la hembra la que desarrolla (y trae por instinto) los medios de atención y protección y esto, una vez establecidos y organizados los humanos en sociedad, ha tendido a prolongarse mucho más allá de la primera infancia. Observando a cualquier especie mamifera y otros pequeños animales como los pájaros, veremos que la crianza y estancia del hijo bajo la protección materna sólo dura unos meses. Pronto la cría tiene que aprender a valerse por sí sola en un ambiente que, aunque no sea la ciudad, igualmente tiene mucho de peligroso reto. Los humanos somos más complicados, aunque no completamente diferentes, porque nos organizamos en sociedad y para subsistir todos juntos tenemos que acatar leyes, cumplir con educación, trabajo, y otras convenciones.

Suponemos que esta reflexión sería muy diferente si estuviese escrita por un hombre, quiero decir, por un ser humano biológicamente diferenciado como macho. A pesar de las muchas discrepancias cada día más crecientes, la diferenciación biológica tiene indiscutibles tendencias muy definidas hacia las actitudes que tenemos frente a nuestra creación. Si la madre muere físicamente, el padre (clásicamente) busca otra mujer para que la reemplace. Y las madres, aunque los hijos crezcan (y porque la vida es así) terminen formando otros núcleos y se vayan de casa, nunca cambiará su perspectiva como dadora de nutrientes y cobijo. Los ejemplos están a la vista de todos. Las abuelas se repotencian como madres frente los nietos y los abuelos reafirman su voluntad de proveedores externos. La nutrición de la madre puede llamarse congénita e intrínseca, ya que el feto se desarrolla adentro de su cuerpo, y desde su propio cuerpo puede nutrir a la criatura una vez nacida. Esta experiencia no puede ser compartida ni experimentada por la contraparte masculina. Hay gestos maternales en hombres, como brindar abrigo, cariño, protección, alimento a sus hijos y nietos, pero la experiencia gestatoria o de amamantar no está a su alcance y esto no es meramente un aspecto formal, esto crea lazos vitales y psicológicos indestructibles pase lo que pase luego en la vida de cada una de estas partes.

En La Biblia podemos leer que una de las promesas más reiteradas y valiosas de Dios hacia sus criaturas es que los reproducirá y sus descendientes serán tantos como las olas del mar.

En este punto queremos hacer referencia a la visión bíblica de maternidad. En tres ocasiones, por lo menos, un ángel de Dios se presenta ante una mujer estéril, la mujer es estéril por haber superado la edad de concebir, caso de Sara (esposa de Abraham, Hebreos, 11:11)  o de la madre de Sansón (Jueces, 13:1-22)  o por ser muy joven y no ha conocido varón, como es el caso de la Virgen María. En los tres casos el ángel les anuncia que tendrán un hijo y que esta criatura será la señal de la bendición de Dios. En esta promesa se vislumbra una noción de eternidad. El que engendre criaturas no morirá jamás. La parte masculina crea la semilla y la femenina es la tierra en la que la semilla cae. Algunas veces el creador de la semilla no llega a saber que su semilla germinó y de ella salió un fruto, no se entera que de la unión con la mujer quedó un germen del que nació una criatura. Esta es la condición masculina, la fugacidad. Para la parte femenina es imposible ignorar la fecundación. No nos referimos a los casos en que la mujer decide no seguir adelante con un embarazo, o no hacerse cargo del niño ya nacido. Esos son casos particulares que exceden a lo que nos estamos refiriendo.  

Dejaremos por un momento a los humanos para ver a nuestro alrededor, con la sospecha de que la maternidad es una condición que existe más allá de los seres vivos. Donde? En la tierra. La tierra es básicamente fertilidad. Si se entierra un grano en su seno y se le brinda agua y luz, es muy probable que al poco tiempo tengamos un brote verde que se convertirá en planta que florecerá a su tiempo y dará frutos y esos frutos tendrán semillas que caerán en la tierra o serán repartidas muy lejos por el viento, las abejas, los pájaros o las mariposas y continuarán con el ciclo de la vida hasta el infinito.

Hemos dicho que la maternidad es femenina, y que las caracteristicas de feminidad, (no las desarrolladas por las culturas, sino las que marcan los instintos),  son estrictamente continentes, si lo masculino es expansión y multiplicación, lo femenino es contención y reserva, lo femenino interioriza y calla, previene y ahorra, reune y es paciente. Estas características, más allá de lo humano, están presentes en la naturaleza. Las culturas milenarias (nos referimos a la época precristiana, los Celtas, los Galos y los Etruscos, de los que han perdurado elementos para establecer registros de memoria,  rindieron culto a la diosa terrestre como la protectora y dadora de alimentos, cobijo y protección. Las festividades paganas celebran la unión de los dioses, masculino y femenino, para la procreación, pero es la tierra femenina la proveedora de vida y es a ella que recurren las civilizaciones en busca de protección ante las inclemencias de la vida.

En la mitología griega la diosa primordial es Gaia, la tierra, que está muy cercana a la madre, diríamos que es lo maternal de la naturaleza, que cuando se representa en el estado humano, se convierte en el arquetipo de madre que ha desarrollado principalmente Carl Jung, sin perder ninguna de sus características, aunque tal vez, incorporando algunas desviaciones o errores que la naturaleza no comete, pero los humanos sí.

Deméter o Demetra, también conocida como Ceres (para los romanos),  divinidad griega de la tierra cultivada, es esencialmente la diosa del  trigo. Nótese que para que esté presente la maternidad, la tierra debe ser fértil. Sus leyendas se  han extendido prácticamente a todas las regiones del mundo occidental donde se usa  este cereal como alimento cotidiano. Los lugares donde se desarrolló su culto con mayor énfasis son los llanos de Eleusis y Sicilia, pero también es visible en Creta, Tracia y a todo lo largo del Peloponeso.

La diosa Deméter, vista desde la leyenda o en el culto, existe sólo junto a su hija, la diosa Kore o Perséfone, ya que las dos se retroalimentan y son las dos caras de la maternidad. Cabría preguntarse si puede existir la maternidad sin una de estas dos caras. Es posible la maternidad sin la madre o el hijo?

Recapitularemos el cuento de Deméter y Perséfone, porque constituye el mito central del culto nutricio, es decir, la esencia materna.

Los misterios eleusinos (así se llaman los referentes al cuento de Deméter y Perséfone) eran ritos de iniciación anuales dedicados al culto a estas diosas y se celebraban en Eleusis (ciudad agrícola a 30 km de Atenas), en la antigua Grecia.

Los ritos, así como las adoraciones y creencias del culto, eran guardados en secreto, el significado de este mito era revelado en la iniciación a los misterios de Eleusis. Por qué en secreto? Creo que toda nuestra existencia tiene una base misteriosa y secreta, algo que debe ser aceptado sin más. Volvemos a lo del comienzo, lo simple, lo que es. 

Los ritos eleusinos en honor a las diosas fueron los más importantes entre todos los que se celebraron en la antigüedad, y decimos esto porque eran las celebraciones fundacionales, de donde parte cualquier otra cosa, celebraban la vida. Estos mitos y misterios se extendieron posteriormente al Imperio romano.

Los misterios eleusinos celebraban el regreso de Perséfone, pues éste era también el regreso de las plantas y la vida a la tierra. Perséfone había comido semillas (símbolos de la vida) mientras estuvo en el inframundo (el subsuelo, como las semillas en invierno) y su renacimiento es un símbolo del renacimiento de toda la vida vegetal durante la primavera y de toda la vida sobre la tierra.


Los misterios de Eleusis tienen su origen en la diosa maternal de la Tierra, hija de Crono y Rea, diosa del grano, la diosa Deméter. Ella creó estos misterios como agradecimiento por haber vuelto a encontrar a su hija Perséfone, quien había sido secuestrada por Hades, el dios de la muerte y los infiernos. Como muestra de agradecimiento por el retorno de su hija,  la diosa del grano regaló a la humanidad los cereales, así como los Misterios de Eleusis.

Deméter perdió a su hija, la ninfa Kore, que había ido a recoger flores y no volvió porque fue raptada por Hades, dios de los infiernos para hacerla su esposa.  

Los lamentos y gemidos de Deméter se escucharon durante días en toda la extensión del universo. Condolido, Helios, el sol, quien todo lo ve, le anunció que Hades, señor de la noche, raptó a Kore y se la llevó al mundo subterráneo de los muertos para hacerla su reina. Desde aquí Kore ya no será la jovencita que conocimos y  será ahora conocida como Perséfone.

Deméter, la diosa de las cosechas, monta en cólera ante esta afrenta y su venganza es detener la fertilidad de la tierra, los campos se secan, la vida se agota y el verde se convierte en ocre. Lleno de desesperación ante el avance de la muerte, Zeus  propone un acuerdo entre Deméter y Hades en el cual Perséfone pasará la mitad del año sobre la tierra con su madre y la otra mitad como reina de las tinieblas junto a su esposo – lo que significa el origen de las estaciones. Cuando Perséfone está con Hades, la tierra se empobrece por la tristeza de Deméter, que se expresa en el invierno. Cuando Perséfone regresa a la tierra para alegría de su madre, la vida renace y la tierra se llena de abundancia y de luz y buenas cosechas.

Mientras Deméter buscaba a su hija, habiendo tomado la forma de una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalaria bienvenida de Céleo, el rey de Eleusis en Ática. Céleo le pidió que cuidase a sus dos hijos Demofonte y Triptólemo,  que había tenido con Metanira. Como regalo, Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, pero no pudo completar el ritual porque Metanira, la madre, se asustó al ver a su hijo caminando sobre el fuego y gritó.

En otras versiones es Eleusis o Eleusino el héroe epónimo de la ciudad de Eleusis y sería él quien descubriría a su hijo Triptólemo sobre el fuego. Deméter lamentó que los mortales no entendiesen el concepto de ritual y decidió enseñar a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. Triptolemo cruzó el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban maternalmente de él.

A lo largo de milenios, Eleusis fue el centro espiritual más importante de la antigüedad Griega. En los misterios eleusinos se enseñaban una serie de reflexiones sobre la vida y la muerte;  como ejemplo usaban el mismo grano del centeno, que es plantado en la tierra y muere allí para dar pie a nueva vida, de donde se generarán otros granos que cumplirán el mismo ciclo desde el inicio.

En la base del rito había una promesa de inmortalidad dentro de un marco que apunta más bien a una modalidad de muerte y renacimiento místico.

Como se ve, estos mitos nos llaman reiteradamente a la reflexión acerca de lo que todos vivimos. En la actualidad, organizados en ciudades, modificados los impulsos instintivos, la naturaleza continúa imponiendo su verdad como base de la existencia y no podemos ignorar los arquetipos universales ni el inconsciente colectivo, como lo llamó Jung. Madres e hijos, aun rodeados de una ensordecedora realidad de aparatos electrónicos, música, imágenes ficticias, emergencias, obligaciones y angustias creadas por la vida de nuestra época, básicamente continúan el mismo comportamiento eterno de retroalimentación y equilibrio compartido. El ciclo no termina jamás y en esto nos detendremos nuevamente, porque se puede ver que, de manera admirable, la creación es como un espiral que tiene su base en la vida, y la vida es fugaz y eterna, aunque esto parezca contradictorio. Es fugaz porque tenemos un tiempo limitado para ejercer todo lo que hayamos de hacer en esta realidad, y es eterna porque lo que sembramos permanece en un ciclo idéntico al de las semillas, la tierra y los frutos. El equilibrio logrado entre la multitud de elementos que nos componen y componen el universo es lo que nos sostiene por siempre.

La unión madre-hijo es indestructible precisamente por ser la base de este equilibrio. No pensemos en la madre humana nada más, pensemos en la madre insecto, en la madre árbol, en la madre célula, en la madre nube y en la madre arena del desierto y gota del mar. No pensemos en el hijo humano nada más, pensemos en los hijos que son la creación de una figura materna. Un artista por ejemplo, engendra, alimenta y cría a su obra. Busca los materiales propicios para que su creación sea perfecta, tal como la imaginó y la deseó.

Un movimiento en falso haría que todo se destruyera, pero eso no ocurrirá, porque todo se está sosteniendo, uno con otro, por el orden universal que es la vida misma. Así, existe la madre sin hijos, porque el concepto de maternidad excede y sobrepasa el mero hecho de la gestación material, ya que aunque ésta no se haya hecho efectiva jamás, la protección nutriente está en el instinto de la mujer o la hembra animal, y buscará un sujeto (incluso inanimado) para ejercer a plenitud su sentido biológico, psíquico y espiritual. 



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Graciela Bonnet

 Nació en Córdoba, Argentina, en 1958. Es Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela (1984). Ha trabajado 25 años como correctora de pruebas y supervisora de ediciones por contrato para todas las editoriales venezolanas, entre ellas Monte Avila, Planeta, Biblioteca Ayacucho, ediciones de la Casa de la Poesía, Pomaire, Eclepsidra, Santillana, Editorial Pequeña Venecia, La Liebre Libre. Experiencia de tres años como redactora free lance para una editorial de libros de autoayuda. Escritora fantasma (sin firma) realizó investigaciones para crear libros, novelas, tesis y monografías. Es dibujante amateur. En 1997 el grupo editorial Eclepsidra publicó su poemario "En Caso de que Todo Falle." En 2013 editorial Lector Cómplice editó "Libretas Doradas, Lápices de Carbón" En el año 2000 participó del encuentro de Mujeres Poetas en Cereté, Colombia.













miércoles, 6 de mayo de 2020

PORQUÉ ESTUDIAR INGLÉS Y LA CULTURA ANGLOSAJONA



Imagen tomada de aquí.



A veces uno se encuentra en extrañas encrucijadas y no hablo del confinamiento o reclusión (según el nivel de exquisitez lingüística que usemos, y esta entrada va de lenguas, vaya de idiomas) del Cobi D19 (sí ya sé que no se escribe como la mascota de Barcelona 92 pero me da igual). 



Heme aquí, sin que me llamarán ni mis hermanos, ni mis hermanas me encontré pergeñando el texto que estas breves letras introducen. Como buen samaritano me dispuse a la tarea y como ya me viene ocurriendo disfruté más con la fase de documentación que con la ardua parte de escribir, que para mí siempre es un trance doloroso. De forma voluntaria no habría hollado ese sendero y no habría disfrutado del premio del camino. Me considero afortunado, pues el que da sin esperar siempre bien pagado está.


PORQUÉ ESTUDIAR INGLÉS Y LA CULTURA ANGLOSAJONA






Dice el Antiguo testamento Génesis 11:1-9:


1 En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra.
2 Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron.
3 Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla.
4 Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra».
5 Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo,
6 y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr.
7 Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos».
8 De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad.
9 Por eso a la ciudad se le llamó Babel,[a] porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.

Ya sea por el temor divino a que la humanidad le hiciera sombra o por otras razones menos relacionadas con el ego divino: La lingua franca, (lengua franca) es un fenómeno que se manifiesta desde la antigüedad, como mínimo desde el siglo IV antes de Jesucristo que es cuando algunos dotan la caída de las torres gemelas, perdón de la Torre de Babel (en que  estaría yo pensando). Actúa como segunda lengua (tras la materna) y permite a personas e instituciones con distinta lengua materna comunicarse, entenderse, comerciar, firmar la paz y a veces, por desgracias, declararse la guerra. Se adopta de forma implícita y es un reflejo del poderío político-económico-militar y cultural de la sociedad que la usa como lengua materna.


En nuestro entorno cultural la lengua franca que nos ha dejado un mayor y visible impacto fue el latín que ejerció su reinado hasta el siglo XIV. Luego la sustituye el español. En otros entornos geográficos son otras lenguas la que ocupan ese honor. Pero en el siglo XIX el inglés sustituye a todas las lenguas francas que coexistían. Su hegemonía sigue indiscutida a día de hoy. En un primer momento fue la vigencia del imperio inglés el que la sostuvo, pero a partir de la segunda guerra mundial son los Estados Unidos de Norteamérica los que respaldan su privilegiada posición.


Países donde más del 50% de la población habla inglés

Mal nos pese si queremos viajar por países anglosajones o al resto del mundo, la lengua que nos abrirá más puertas es el inglés. Si necesitamos profundizar en los últimos avances de cualquier ciencia deberemos leer las últimas revistas científicas escritas, invariablemente, en inglés. Si queremos relajarnos escuchando el último éxito musical, mejor saber inglés para entender la letra.

Los tiempos han cambiado y algunas veces incluso a mejor, afortunadamente ya no hay tantas guerras. Una lengua sin su contexto, sin su historia y sin su literatura es una herramienta imperfecta, como bien saben los japoneses que en su primer intento de rendición a los norteamericanos[i] tras la primera bomba atómica de Hirosima no consiguieron hacerse entender… y aún lloran en Nagasaki.


El ministro de exteriores japonés Mamoru Shigemitsu firma el Acta de Rendición de Japón a bordo del USS Missouri, mientras el general Richard K. Sutherland observa, 2 de septiembre de 1945.


Ciertamente las cosas han cambiado, pero los países hegemónicos siguen imponiéndose al resto. Indudablemente los EE.UU. nos imponen su cultura. Sólo hay que mirar cualquier cartelera o la oferta de series de las plataformas televisivas para verificar que la inmensa mayoría de lo ofrecido tiene su origen en los EE.UU. Nuestra cultura está impregnada hasta la médula de productos culturales anglosajones. Para disfrutarlos, criticarlos, catalogarlos o simplemente convivir con ellos, haremos bien en estudiar su sociedad: su historia, su lengua, su literatura, en suma: su cultura.

Las cosas cambiarán, siempre lo hacen, pero no parece que vaya a ser mañana. Por lo que mejor saber cómo piensa, que siente y que intriga al pueblo que votó como presidente del país más poderoso del mundo, a alguien como Donald Trump cuyo ego rivaliza con el del mismo Dios… la vida nos va en ello. Ya vivimos un Babel por ego divino ahora nos exponemos a otro de origen más... mundano.

Málaga 7 marzo 2020





[i] Aunque no existe consenso al respecto existen algunas voces que exponen que los telegramas tras el ataque de Hirosima (el 6 de agosto 1945) y antes del de Nagasaki (el 9 de agosto) del ministro de exteriores japonés a los aliados donde se anunciaba que Japón se rendía no consiguieron su objetivo: parar la guerra. Algunos achacan que los EE.UU. no entendieron que se rendían, pues tan sutiles eran las formas de la rendición en el idioma japonés, que en la traducción al inglés se perdió, por lo que no se dieron por enterados. Otras voces sin embargo, achacan al deseo norteamericano de una rendición incondicional de Japón, vaya una humillación del emperador y una apertura del régimen. En cualquier caso, el 9 de agosto murieron entre 39 y 80 mil japoneses más. El 15 de agosto Japón se rindió y los Aliados así lo entendieron. El 2 de septiembre se firmó el Acta de Rendición.  

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by PacoMan en extasis


by PacoMan.
En 1968 nace. Reside en Málaga desde hace más de cuatro lustros.

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