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lunes, 13 de mayo de 2024

La poesía en acto de Esteban Moore en Al margen de la noche





PRÓLOGO AL MARGEN DE LA NOCHE POR DEMIAN PAREDES

 

Esteban Moore: poesía en acto

 

 

 

La presente antología recorre cuatro décadas de labores poéticas de Esteban Moore (1952), desde su primer poemario, aparecido en 1982, hasta el más reciente, publicado en 2019. Dichas labores se combinan con el trabajo en prosa, en forma de ensayos y artículos, y con la traducción, en su caso de poesía y prosas en inglés.

  

Jorge Luis Borges y Esteban Moore en 1975. Página 12.


Las lecciones, postuladas e implícitas, del alto modernismo en literatura: Ezra Pound (Make it New), James Joyce (Ulises, Finnegans Wake) y T. S. Eliot (La tierra baldía) son el trasfondo o background en el que Moore se basa, junto a las corrientes, tendencias y tradiciones locales (la gauchesca, la ciudad con sus “urbanidades” como los Cafés porteños, y elementos y “zonas” de nuestra lengua como el lunfardo, el mismo castellano rioplatense, etc.), para desarrollar su propia voz, y su propia poética. En Jorge Luis Borges (1899-1986): el escritor poeta –un ensayo publicado primero en diarios y revistas, y luego en un volumen– Moore da cuenta de los múltiples elementos que confluyen o pueden confluir para que se establezca un linaje original en una cultura. Para su concepción, “una tradición literaria debiera ser concebida como un prolongado proceso dialogal en el cual participan un conjunto de voces, propias y ajenas, las que a través de la lectura, la traducción y la reescritura, actividades que constituyen un indudable acto de interpretación y apropiación, se amalgaman en una voz posterior, adquiriendo en la fusión nuevo sentido”. Agregando: “Las poéticas no se imponen unas a otras: interactúan, cooperan, se hibridan, como en las ciencias se fundan en aquello que las precede”.

 

 

Esta cuestión de poéticas, que Moore entiende como “un debate estético que se ha extendido de diversas maneras y formas hasta nuestros días”, se puede apreciar desplegada –de la potencia al acto– a lo largo de sus libros en general, y de los de poesía en particular: desde La noche en llamas (1982), Providencia terrenal (1983) y Con Bogey en Casablanca (1987), pasando por Tiempos que van (1994) e Instantáneas de fin de siglo (1999), hasta El avión negro (2007) y Las promesas del día y otros poemas (2019). En todos estos libros se encuentra ese “acto de interpretación y apropiación” constituido por “la lectura, la traducción y la reescritura”. El presente libro intenta brindar una muestra de ello, compilando medio centenar de piezas tomadas de todas estas publicaciones. Sólo se exceptúa aquí a Partes mínimas uno / dos (2006), omitido debido a su integridad “orgánica” como obra: setenta piezas, cuyo título lo constituyen versos de poetas en otros idiomas, numeradas.

 

MI BUENOS AIRES QUERIDO - CARLOS GARDEL


Los primeros poemarios de Moore contienen, en general, versos breves y concisos, referidos a un lugar y a la identidad, como el titulado con comillas, igual que el famoso tango de Alfredo Le Pera y Carlos Gardel: “Mi Buenos Aires querido”; además, al oficio: “Encargo para el poeta”; a otras personalidades de la poesía, como “Alejandra”, dedicado a Pizarnik; e interrogaciones, exclamaciones y clamores a la “Patria”, a tono con la época de muertes e incertidumbres en la que surgen. Jorge Santiago Perednik, en Nueva Poesía Argentina durante la dictadura (1976-1983), libro publicado en 1989 y reeditado en 1992-1993, compiló allí cinco poemas de Moore: “Pregunta 2”, “Sueños del día”, “Ser somos qué?”, “Transpiraciones” y “Muerte natural”, tres de los cuales se reproducen también aquí. Con Bogey en Casablanca significa un salto cualitativo, una ampliación, afianzamiento y robustecimiento de su voz, en tonos y temas; es el poemario que más piezas aporta a la presente publicación: doce, incluyendo “Al margen de la noche”, de factura lírica breve y sencilla, pasando por “Las calles” y “El café” –tópicos a los que volverá, bajo otras formas, en un reciente volumen de ensayos: Reunión de extraños: Borges, Buenos Aires, el café, Jack Kerouac y “Con Bogey en Casablanca”otras cuestiones–, hasta , una de sus más destacadas y difundidas piezas, donde convive-combina la clásica película con –nuevamente– Carlitos” (Gardel), en cruces temporales, entre imágenes y diálogos. De ahí que colegas, poetas de generaciones y camadas anteriores y posteriores, apreciaran temprana y favorablemente la poesía de Esteban Moore, desde Joaquín O. Gianuzzi y Elizabeth Azcona Cranwell, pasando por Luis Benítez y Jorge Rivelli, filiándola a lo que ha terminado denominándose para la poesía local “generación de 1980”.

 


Los dos poemarios siguientes, aparecidos en la década de 1990, siguen incorporando temas, conjugando pasado y presente, referenciando lo urbano y lo rural, lo individual y lo colectivo, con distintas jergas y términos. Títulos como “In vitro” y “Lectura”, “Ángeles caídos” y “Breve vuelo transandino” ya indican una dirección –o, cuando menos, alguna pista o intención–, donde Moore también apela a las experiencias propias y al recuerdo, consolidando su voz, y extendiendo su poesía –a veces, a lo largo de varias carillas– en versos más extensos.

 

Otra parte.

Finalmente, los dos poemarios aparecidos en pleno siglo XXI, El avión negro y Las promesas del día y otros poemas traen nuevas referencias al ambiente rural, como en “Mirá eso, pronto no lo volverás a ver” y “Chacareros”, nuevamente apareciendo elementos autobiográficos. Esto comentó el mismo poeta en una entrevista que le hice en 2020: su infancia transcurrió en torno a la localidad de Lobos –lo que daría contraste luego, al conocer la ciudad–, de donde emergen dos “símbolos” de la cultura y la política, y de allí provienen cantidad de recuerdos. Contó: “Nací de paso en Buenos Aires, en una clínica de Palermo. Sin embargo, pasé mi infancia en las inmediaciones de Lobos, la tierra de los dos Juanes: Perón y Moreira. De aquellos días me quedan distintas imágenes: la llanura tendida de la denominada cuenca del Salado castigada por la sequía y la inundación, el oro de los campos de trigo en diciembre surcados por las grandes trilladoras, los paisanos arreando la novillada, las fiestas criollas, las carreras cuadreras y los domingos en los boliches de campaña. Pero, en 1961, con la excusa de darme una mejor educación, me enviaron a vivir a Buenos Aires a la casa de mi abuela materna. Entonces descubrí, aquello que en visitas ocasionales hasta entonces no había advertido, la gran ciudad. Quedé deslumbrado. Por eso siempre recuerdo aquellos versos de Guido y Spano, como si fueran propios: ‘He nacido en Buenos Aires/ ¡qué me importan los desaires/ con que me trate la suerte!/ Argentino hasta la muerte/ he nacido en Buenos Aires.’ Los escuché por primera vez en 1967. Mientras que, por otra parte, “Asado en la Barra de Maldonado”, por ejemplo, acude otra vez al recuerdo de una vivencia, aunque en tiempos más recientes.

 

Buenos Aires - Drone Video


Entre las poéticas y tendencias que encuentra durante y en la posdictadura, Perednik destacó, entre las revistas que se fueron consolidando hacia 1979, a Sátura, aparecido su primer número en 1980, “bajo la dirección de Fernando Kofman acompañado en los primeros números por Mariano Aufgang y luego por Esteban Moore. Y señala: “Aunque tuvo un criterio de publicación amplio, es llamativa por lo poco frecuente en un medio cultural como el argentino, afrancesado, la atracción de los responsables por la literatura anglosajona y centroeuropea”. Moore, ya se dijo, traduce la lengua inglesa –especialmente de Estados Unidos, y particularmente la poesía de los beat–, y dicha actividad, junto a los libros publicados en Argentina y varios países de América Latina, se aprecia en un buen número de revistas en donde aparece, a lo largo de las décadas. Sólo para hacer referencia al ámbito local, el Archivo histórico de revistas argentinas (AhiRA) permite una rápida pesquisa en su web, para encontrar a Moore traduciendo y publicando a Allen Ginsberg y a Jack Kerouac, escribiendo reseñas, y publicado poesía propia en revistas de Buenos Aires y otras ciudades: Contrapelo, El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol, Unicornio, La Pecera, Diario de poesía y Hablar de poesía. Ha sido y es una presencia constante en el panorama poético argentino, y, también, latinoamericano.

  



La poesía de Esteban Moore se despliega, entonces, como una voz, como una obra –lograda con arte y oficio–, de libro a libro. Dialoga, y pone en diálogo obras, culturas y lenguas, desde cada poema. Poema que, como postulara Octavio Paz en El arco y la lira (1956), constituye la poesía misma. Es esta parte integrante de una poesía nacional (o rioplatense) cuya amplitud y variedad, profundidad y vitalidad ya ostenta más de dos siglos de vida –sumándole casi un cuarto de este tercer milenio–. Moore recupera y reelabora la tradición –conserva y supera, en el sentido mallarmeano (hegeliano) del término–, se enriquece con múltiples lenguas, y genera su propia voz, poniendo en acto una “invención verbal” (como dijera Terry Eagleton), opuesta al uso cotidiano y más o menos “funcional” diario, al desgaste del idioma utilitario y corriente, y especialmente contra la presente época, en la cual campea a sus anchas el “globish”, un inglés (básico) “global”, neolengua funcional a los poderes económicos y políticos establecidos –como señala, critica y polemiza Barbara Cassin en Elogio de la traducción (2016)–, y donde el empobrecimiento del pensamiento y la expresión en todos los estamentos y sectores sociales es notorio actualmente, promovido y ultrasimplificado por acción y efecto de las plataformas y redes digitales, y el “infotainment” de los monopolios comunicacionales. Ante tanta “memización” audiovisual, ante tanto ruido y grito hueco, narcisismos y “aislacionismos”, la poesía no renuncia a sus polifacéticas capacidades y poderes. Se constituye, toma la palabra, y se ofrece a la lectura, al intercambio y al diálogo, base y fundamento para una verdadera cultura.


Al margen de la noche,contraportada

 


Leer para Comprender Esteban Moore
111 visualizaciones  25 feb 2015




Ahora podrán disfrutar de cuatro poemas extraídos de la antología "Al margen de la noche"


La Guairita.



BUENOS AIRES: TAN LEJOS, TAN CERCANA

 

Encandilados por el pasado -su  peso específico

‘el pudo haber y no haber sido’ atormentándonos

salimos del museo La Casa de la Estrella

y caminamos

bajo el límpido firmamento venezolano

las calles de la parroquia de La Candelaria,

         el barrio viejo de Valencia

donde el presente -al compás de bocinazos

        y músicas de estruendo a todo volumen-  

                                   asume sus pretensiones

 

Ya sedientos de horas al sol

                entramos a La Guairita

 

 Ordenamos sardinas a la parrilla

                             /la especialidad de la casa

         mucho limón para condimentarlas

         y bebimos Solera Verde

                                            /bien helada

 

Desde un viejo tocadiscos -gastados vinilos

desgranaban las voces de Julio Trujillo

                                                           y Felipe Pirela

 

Gardel que nunca falta a la cita

cuando se trata de acompañar a un argentino

                                                  /en tierras lejanas

cantó Mi Buenos Aires Querido

 

 


LAS PROMESAS DEL DÍA

                          

La ciudad despierta a los monótonos acordes

                      /de una música mecánica, motores y metal

                                                    en movimiento

El sol ilumina el firmamento turbio -su dilatada  paleta de grises

 las vaporosas formaciones de combustible quemado

el aire fétido, agrio, ácido

                                se acompaña

del humo oscuro de los incendiados  basurales a cielo abierto 

                                                      /que flota letal desde el sur

 

La radio entre cantantes latinos / rock chabón

                               y cumbia

críticos travestidos, historias de sexo,  secretos de alcoba, drogas, crímenes,

la vida íntima de los jugadores de fútbol

                   los implantes mamarios

                de las vedettes  -las botineras --las estrellitas de turno

transmite las últimas noticias -argumentos políticos–visiones del mundo

horneadas  en beneficio propio en la cocina

                                          /de los ‘saberes convencionales’ –q.v.:J.K. Galbraith-

concebidas por los propietarios de vidas y hacienda

quienes  tensan los hilos que guían a sus marionetas parlantes

 

La ciudad ya se entrega a la soledad de la multitud,

en las calles -restos de comida

                                     -botellas

                                     -basura

el  penetrante olor de la orina, de la mierda

                                                                  /tan humanas

 

Casa de la Estrella

 

A RUMBO ABIERTO

 

Anduve la tendida llanura de la cuenca del Salado

sus rutas -sus caminos -sus canales hinchados de agua

Dormí bajo estrellas y lunas envueltas en bruma

En el valle del  Río Negro me obsequiaron manzanas 

                                       /del tamaño de una calabaza

Apagué mi sed en las heladas aguas del Ñiriguau

Todo esto recuerdo hoy aquí a la ribera del Paraná

y también

los gemidos de un moribundo en un hospital de campaña

la furia del viento en los grandes eucaliptos

el brillo ardiente de aquellos ojos claros

Todo esto recuerdo mientras observo los buques

                       /que navegan lentos contra la corriente

y celebro en silencio:

el buen sol - la brisa suave -el vino fresco

                                                               -la palabra mar

 

 

Caracas de noche consumiendo electricidad a sus anchas. Fotografía de Andrés Azpúrua


EN LO PROFUNDO DE LA NOCHE



el agua contenida en la pava

hierve sobre el fuego

en la noche todo es silencio

cada uno de nuestros dioses goza

la otorgada quietud de la noche

en el que una multitud

de cuerpos sin rostro

se desplaza en las sombras

el ardiente metal de la pava

separa las llamas del fuego

de los borbotones del agua

los cuerpos no hacen ruido

sus pisadas

nunca retumbarán en tus oídos

en el silencio

nadie

nadie responde

a los nombres que lento repito

la multitud de cuerpos desnudos

se desliza en las tinieblas

en la negra noche eterna

siembre abismal

donde el silencio crece

como un dios

todavía desconocido.


En lo profundo de la noche (Esteban Moore, Argentina) en el Festival de Poesía de Medellín.




Capilla de la Casa de la Estrella



ÁNGELES CAÍDOS

 

 

 

                          “city of fallen angels"

                            Pintada mural/Silver lake/ Los Ángeles, California.

 

 

 

 

Borracho de alcohol

y desesperación

Dylan con sus aullidos estremece la noche

Vallejo tose en un conventillo parisino

la noche se extiende en los hemisferios

en México Lowry

oculta sus visiones zoológicas

en las abrasivas lenguas del mezcal

viajando  sobre el chirrido de un tren de carga

Kerouac canta ronco vómito tras vómito

las bondades del agrio vino californiano

Bukowski resbala y cae

en la noche brillante del Sunset Boulevard

en la trastienda de una farmacia de turno

Carver abre una botella de licor clandestino

mientras una vieja con un perro ridículo

espera el preparado

que tranquilizará sus tormentas

a esta hora de la madrugada

quizás alguien se esté preguntando

qué sucede

bajo el ardiente sol de los parajes sureños

en el extremo de Oriente pálido de luna

En una jaula iluminada por reflectores

Pound murmura palabras

que sus carceleros no comprenden

Michaux cubierto de noche

en un cementerio de Cuernavaca

se deja volar en sustancias

sin entender la magia del paisaje

en una ciudad que lo desconoce

Julio Huasi

decide por mano propia

abrazar las tinieblas

otros en el pico de una botella

apagan los exactos compases del corazón

En un sitio donde todos cantan la belleza

de las ondulantes mujeres junto al mar

alguien bebe risueño su caipira

absorbe el oscuro aroma del azúcar

el rancio perfume de pobladas axilas

la imaginada fragancia de una flor

pleno sabor deseado

nosotros desde Montevideo observamos

el cielo cargado

Los modos cambiantes del tiempo

no conocen la amabilidad de tus deseos

se desplazan imperturbables

a través de las cordilleras los océanos

las llanuras

cruzan el poniente

someterán a cada uno de aquellos

que intenten penetrar sus polos de radiación

a las pequeñas

obsesivas cuestiones cotidianas

Perlongher viaja en un  automóvil

que se desliza

hacia los suburbios

su destino

una capilla donde frente al altar

en el círculo de energía otorgada

ante los ojos

del sangrante cordero de Dios

un sacerdote administra la esperanza

sí y…

qué dones qué palabras mama

en su desesperada desilusión

en qué aguas alimenta esa fe apresurada

Padre Nuestro…

que estás en las sacrísimas alturas

comienza la  invocación inútil

su único consuelo

la voracidad de Dios

Al viento en el río

voces extrañas

en el río al viento

desconocidas almas en pena

Aquel que elige

en la pobreza del exilio

el nombre de Sebastian Melmoth

recuerda una esposa los hijos tan amados

añora ese mundo al que no podrá regresar

infantilmente recuerda la redondez

de su colección de fina porcelana

el color de Londres bajo la luz del otoño

anota en su cuaderno:

poseo la tranquilidad de los objetos perdidos/

soy un hombre que ha vivido su tiempo/

en simbólica relación con el arte/

ya no se avergüenza en las calles

cuando alguien murmura a sus espaldas

o grita Fingal O’Flahertie ooo ooooooohhhhh

él repite en voz baja mansamente:

el dolor es un momento demasiado prolongado

Tampoco imaginará de Joyce

el calembour lanzado en

The Ballad de Persse O’Reilly:

Fingal Mac Oscar Onesine Bargearse Boniface

a quién se le ocurre

Ortodebarcaza Carabonita

Las sombras

su proyección geométrica

permanecen

quién o qué

erosiona la forma que envuelve

grabará en la historia

las marcas del pudor ajeno

Alguien recuerda

el eclipse de  luna de Lu T’ung

la figura del cielo el emperador

la visión de sus ojos

apagándose en la belleza terrenal

la luna el ojo nocturno del cielo

devorada por la tremenda boca del sol

y de la terrible ejecución

de este poeta que amó las alegorías

en el 835 año del Señor

No tienen nada que decir

Pregunta una voz ajena

El gran círculo gira sobre su propio eje

Las primeras luces del alba

Penetran profundos pliegues abismales

Las imágenes fulgentes

Se repiten

Una y otra vez

En la superficie bruñida

Qué podrán decir en México

en Montevideo en Buenos Aires

que no haya sido cantado en el Occidente

en Venezuela en el extenso Brasil

en el muerto Oriente perdido

donde los magos

buscan por el firmamento

la luminosa trayectoria de una estrella

la develación del secreto

Auden

en vísperas de un nuevo año

propone un brindis alza su copa

elevo dice

en el agrio aroma del licor

el peso de los planetas

la mutabilidad del universo

no busquemos en el pasado

edenes ilusorios

menos aún

la seguridad de las jerarquías

el siglo nos presentará

las imaginadas ruinas

Rimbaud arrastrará

su gangrena de oros

El cuerpo de Alejandra

sus oscuros labios de sangre quieta

callarán la última palabra

 

               A Yeyé in memoriam

                Custozzagasse 5, Viena, 1994. 


Fotografía de Russ Allison Loar




Esteban Moore - Semana de las letras y la lectura (Angeles caídos)
248 visualizaciones  desde 16 feb 2011






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Demian Paredes (1978) es escritor y editor. Sus trabajos de crítica y ensayo fueron publicados en revistas y libros como Perspectivas regionales, Hispamérica, Zama, Historia crítica de la literatura argentina, y sus entrevistas y trabajos de periodismo cultural en Otra Parte, Escritores del mundo, Letras, Liberarte, La Izquierda Diario, Perfil y el suplemento “Radar libros” del diario Página/12. Fue parte del Instituto del Pensamiento Socialista, que desde Ediciones IPS recuperó y relanzó la obra de León Trotsky y otros pensadores marxistas. Publicó, junto a Noé Jitrik, Siete miradas. Conversaciones sobre literatura (2018).

Tomada de Alpialdelapalabra



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Esteban Moore (Buenos Aires en 1952). Poeta, ensayista y traductor. Autor de una decena de libros de poesía y varios volúmenes de poesía en traducción del inglés al castellano de distintos  autores contemporáneos en lengua inglesa. Colabora con revistas y diarios del exterior y sus ensayos han sido reunidos en libro. Ha obtenido becas del Fondo Nacional de las artes. 


Su obra ha recibido diversas distinciones entre ellas en 2012 la Orden Alejo Zuloaga, otorgada por la Universidad de Carabobo, Valencia Venezuela y en 2020 la Legislatura de la Ciudad Autóma de Buenos Aires lo declaró: Personalidad destacada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el ámbito de la cultura.


En poesía ha publicado: La noche en llamas (Buenos Aires,1982); Providencia terrenal (Buenos Aires,1983); Con Bogey en Casablanca (Buenos Aires, 1987); Poemas 1982-1987 (Buenos Aires,1988); Tiempos que van (Plus Ultra, Buenos Aires,1994); Instantáneas de fin de siglo (Graffiti, Montevideo, Uruguay, 1999, mención Honorífica Premio Municipal de Buenos Aires); Partes Mínimas (Editorial Martín, Mar del Plata, Argentina, 1999); Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003, segundo  premio de poesía, Fondo Nacional de las Artes); Antología poética (Buenos Aires, 2004, Colección Poetas Argentinos Contemporáneos, Fondo Nacional de las Artes),  Partes Mínimas -uno/dos- (Alción, Córdoba, Argentina, 2006); El avión negro y otros poemas (Buenos Aires, 2007, Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias), Veinte años no son nada (Alción, Córdoba, Argentina, 2010),  Pruebas al canto (Textos de cartón, Córdoba, Argentina, 2012), Poemas -1982-2007- (Alción, Córdoba, Argentina, 2015), Selección Poética (Selección y prólogo Jorge Rivelli, Buenos Aires, 2019) y Las promesas del día y otros poemas (Córdoba, 2019).


Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, América desierta y otros poemas, Colección de Obras Representativas de la UNESCO (Ediciones Graffiti/Unesco, Montevideo Uruguay, 1996); James Laughlin, Los poemas de amor, (Mar del Plata, Argentina, 2001); Craig Czury, Tecnología Norteamericana y otros poemas (Buenos Aires, 2003); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (México,2004);  Lawrence Ferlinghetti, Los Blues de la procreación y otros poemas ( Córdoba, Argentina, 2005); Sam Hamill, Ojos bien abiertos y otros poemas, (Valencia Venezuela, 2006); Jack Kerouac,  Buda y otros poemas (Córdoba, Argentina,2008); John F. Deane, Lejano país y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2011); Sam Hamill, Un canto Pisano (Córdoba, Argentina, 2011); Allen Ginsberg, Aullido y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2012); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2012), Raymond Carver, Vos no sabés qué es el amor y otros poemas (Córdoba, Argentina, 2015), Gregory Corso, Querido Villon y otros poemas (Córdoba, 2016), Breve selección de poesía norteamericana (Universidad de Puebla, México, 2016), Lawrence Ferlinghetti, La poesía como un arte insurgente (Córdoba, 2018); Gary Snyder, Selección Poética (Córdoba, 2021).


 En su condición de cronista urbano ha dado a conocer: Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, (Dirección de Patrimonio, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, diciembre 2003) y  Pizzerías de Valor Patrimonial de Buenos Aires, (Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Junio 2006); ambos volúmenes realizados junto al artista plástico y escritor Horacio Spinetto.


En ensayo publicó: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas, Buenos Aires, enero 2001),  ha dado a conocer en revistas y diarios textos sobre la obra de Alberto Girri, H.A. Murena, Horacio Salas, Lawrence Ferlinghetti, Allen Ginsberg y la poesía argentina contemporánea, reunidos en Versiones y apropiaciones (Córdoba, 2012), y Jorge Luis Borges: el escritor poeta (Buenos Aires, 2017) y Reunión de extraños: Borges, Buenos Aires, El Café, Jack Kerouac y otras cuestiones (Córdoba, 2020).


Ha colaborado con el ensayo ‘De la ranchería a la ciudad moderna’ en Argentina 1810-2010: Bicentenario, Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2010 y  ‘El bicentenario de la declaración de la Independencia y la tradición literaria argentina”, incluido en Independencia e integración nacional (1816-2016) Dos siglos de búsquedas, Fundación Banco Ciudad, Buenos Aires, 2016.


Ha participado los festivales de poesía: Internacional de Montevideo, Uruguay (1993); Internacional de Medellín, Colombia (1995, 2005, 2010); Rosario, Argentina (1994); Encuentro de Escrituras del Mercosur, Asunción, Paraguay (2002) Festival de Cali, Colombia (2005); Encuentro de Escrituras, Maldonado, Uruguay (2006, 2007, 2008, 2009, 2011,2012,2013, 2014), Semana de las letras y la lectura (Rosario, Argentina, 2007), Encuentro Internacional de Poesía de Valencia, Venezuela (2006, 2012); V Semana Poética Universidad de Dickinson, Carlisle, Pennsylvannia, EEUU (2007), Festival Internacional de Poesía de Bogotá, Colombia (2011); Festival Internacional de Córdoba (2012); Festival Internacional de  Buenos Aires (2012), Festival Internacional de Lima (Lima, 2013), Festival Internacional de Poesía de Venezuela (Caracas, 2015) y fue invitado en 1990 a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y en 1994, a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso  sobre poesía y traducción.


En 2005 y 2010  dictó en la Escuela de Poesía de Medellín seminarios sobre las poéticas de los Beats.


Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, francés, alemán, lituano, portugués y Albanés e incluida en diversas antologías