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domingo, 8 de mayo de 2022

Los porqués de lo qué estaba pasando en América Latina en el 2019 según ocho escritores




Protesta en Venezuela. Fotografía de José Antonio Rosales.



En el año 2019 toda la América hispana era un hervidero de protestas debido a las mas diversas causa sociales, políticas y económicas vigentes en nuestros países en ese momento. Luego llegó el Covid -19 afortunadamente, para los gobiernos, que implicó aplicar una política de cuarentena que a efectos prácticos desmontó las protestas. Ahora en este 2022 es justo preguntarse si las condiciones que generaron esa eclosión de protestas aun existen... Nosotros creemos que si existen....

Atentamente 

La gerencia


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¿Qué estaba pasando en América Latina en el 2019?




¿Qué está pasando en América Latina?


Espoleadas por el populismo, la crisis económica, la corrupción, la violencia y las eternas desigualdades, las masas del continente se han lanzado a las calles en las últimas semanas. Ocho escritores nos revelan los porqués de la crisis actual en sus países.






EL CULTURAL

18 noviembre, 2019


Un nuevo fantasma recorre América Latina: alentadas por el populismo, la crisis económica, la corrupción, la violencia y las eternas desigualdades, las masas de Chile, Ecuador, Nicaragua o Perú se han lanzado a las calles en las últimas semanas dejando imágenes de un continente en combustión. La convulsa realidad latinoamericana parece aportar cada día un nuevo conflicto, pero dada la fragmentación y la heterogeneidad regional es necesario matizar las diferencias de cada una de las luchas para no caer en planteamientos apocalípticos. Pues a regímenes dictatoriales asociados a una constante y degradante violación de los derechos humanos, Venezuela y Nicaragua, se unen países donde los problemas se centran en lo económico, como Argentina y Chile, en las luchas sociales, como Ecuador, en la inestabilidad política, como Perú, o en la inseguridad y la violencia terrorista y social, como Colombia y México. Para adentrarnos en sus realidades, ocho escritores oriundos de estos países nos aportan la visión local y nos adelantan cómo acabarán reflejados estos conflictos en la ultimísima literatura.



Protestas en América Latina | Manifestaciones en Latinoamérica - En Punto


Arde Troya… o Santiago


HUESO

Curiosa es la persistencia del hueso
su obstinación en luchar contra el polvo
su resistencia a convertirse en ceniza

La carne es pusilánime
Recurre al bisturí a ungüentos y a otras máscaras
que tan sólo maquillan el rostro de la muerte

Tarde o temprano será polvo la carne
castillo de cenizas barridas por el viento

Un día la picota que excava la tierra
choca con algo duro: no es roca ni diamante

es una tibia un fémur unas cuantas costillas
una mandíbula que alguna vez habló
y ahora vuelve a hablar

Todos los huesos hablan penan acusan
alzan torres contra el olvido
trincheras de blancura que brillan en la noche

El hueso es un héroe de la resistencia



Óscar Hahn. Chile


Chile se enfrenta a un estallido social de enormes proporciones, originado en la vergonzosa desigualdad económica y social que existe en el país: pensiones bajísimas, sueldos miserables, medicamentos a precios prohibitivos, y una población endeudada hasta la asfixia. Chile tuvo un gran crecimiento económico en los últimos 20 años, pero solo unos pocos se beneficiaron y de manera abusiva, y la mayoría apenas recibió las sobras del banquete. Hasta que la gente dijo: “¡Basta!”, y ahí fue cuando ardió Troya. O Santiago, en este caso. Lo asombroso es que nadie sabe quién o quiénes conducen los movimientos de protesta. Esto redunda en que tampoco hay interlocutores válidos con quienes dialogar o negociar. Los presidentes de los partidos políticos han querido arrogarse ese rol pero carecen de credibilidad frente a los manifestantes. Ellos los ven como co-responsables de lo que ocurre, porque durante treinta años unos u otros han gobernado el país, haciendo poco o nada para resolver la desigualdad y las otras demandas que son el combustible de las protestas. En cuanto al gobierno, ha tenido una actitud vacilante y acomodaticia, demostrando que no entiende nada de lo que está pasando. Para una democracia es muy grave que el Presidente y el Congreso hayan perdido legitimidad.


La verdad es que aún es pronto para saber cómo se reflejarán en futuras obras literarias estas jornadas en las que muchos manifestantes optan por la creatividad y la alegría para manifestar sus protestas. Por lo que a mí mismo se refiere, el año pasado apareció un libro que refuta la tesis de que el tema central de mi poesía es lo fantástico. Sostiene, en cambio, que más bien es una poesía de la violencia. Recientemente hubo una marcha de trabajadores en Montevideo, y según supe, uno de los dirigentes obreros leyó mi poema “Hueso”, que tiene que ver con los detenidos-desaparecidos. Y hace unos pocos días, los chilenos y los mexicanos de Guadalajara, México, que organizaron una marcha de solidaridad con lo que estaba pasando en Chile, también leyeron públicamente ese mismo poema. Y bueno, está mi último libro, Reencarnación de los carniceros, que acaba de ser publicado por Visor. El tema central es la guerra, sobre todo el peligro de una guerra nuclear. Difícil encontrar una violencia mayor que esa, creo yo.


Protestas en Chile: cómo empezaron y qué hay detrás de la furia en "el paraíso de América Latina"


Zonas opacas, complicadas




Mónica Ojeda. Ecuador


Ecuador ha estallado por el cansancio popular ante medidas de gobiernos que se autodenominan de izquierdas pero que son neoliberales, como el de Lenin Moreno. Medidas que blindan a las personas con mayor nivel adquisitivo, y que empobrecen y limitan al sector más vulnerable de la población, el indígena, un colectivo  marginado que sufre los embates del racismo y que ha decidido levantarse porque la eliminación del subsidio a la gasolina representaba para él un coste inasumible. Una excusa, porque lo que impulsó en realidad a los manifestantes fue la intervención del Fondo Monetario Internacional en Ecuador, que le hizo un préstamo a cambio de reducir lo que ellos denominan el gasto fiscal y gasto público y que nosotros llamamos “estado de bienestar”.

Son días difíciles, pero también felices, en los que no creo que los intelectuales tengan relevancia, no en el sentido de que no sean políticamente activos, que lo son, sino en el de que no son los protagonistas; ese papel lo desempeña gente que no tiene nada que ver con la creación ni con la academia ni con la élite intelectual.

Personalmente no me interesa la literatura como instrumento político o de denuncia. La violencia y la desigualdad están presentes en mis libros pero no de forma explícita sino a través de relatos sobre la violencia sexual o la que todos podemos ejercer sobre otra persona a la que supuestamente amamos. También el tema de la desigualdad está aludido en mis novelas. Mi literatura está lejos de mi beligerancia política, de mi feminismo, de mi antiracismo, lo he querido así porque mi trabajo va directo hacia zonas de incomodidad ética y me gusta lanzarme hacia allá totalmente libre. Sin embargo, mi escritura como acto político tiene que ver con hablar sobre cosas complicadas, y  creo que esas zonas de opacidad y esas zonas donde no hay un lenguaje claro son donde me gusta habitar literariamente hablando. En cambio políticamente en mi vida diaria me gusta ser muy clara. Por eso encuentro tan distinto el lenguaje literario del de la denuncia. Distantes aunque no imposibles de encontrarse porque hay trabajos de escritores que  venero que están muy cerca de la denuncia, como Raúl Zurita.


Duros enfrentamientos en Ecuador mientras Lenín Moreno ofrece diálogo


Escribir para animar la esperanza






Gioconda Belli. Nicaragua


En Nicaragua hemos pasado a un estado de represión y de agresiones del gobierno a la población, que tienen visos de psicosis patológica de Murillo y Ortega. Para evitar que la población se manifieste despliegan enormes contingentes de policías y antimotines, cada vez más dispuestos a golpear a la gente y que no respetan nada, ni nadie porque saben que tienen garantizada la impunidad. Cuando hay misas para los asesinados o para los excarcelados, rodean las iglesias con murallas de antimotines. Cada medio día, Murillo en su alocución al país, mezcla de prédica religiosa e informe de los “logros” del estado, no ceja de incitar al odio hacia la oposición. Ese odio se expresa en amenazas de muerte pintadas en las paredes de las casas de opositores, patrullas de policía que ostentosamente se colocan frente a las casas de quienes fueron presos políticos.

El gobierno se niega a sacar a los 136 presos políticos que aún están en la cárcel, aduciendo que sus delitos son comunes. No hay calma. Lo que hay son prohibiciones, asedio y la pretensión de silenciar todas las expresiones de rechazo de la población hacia el régimen. Y, sin embargo, las protestas continúan. Hay protestas “exprés” casi a diario, pequeños grupos que salen con la bandera del país y luego se dispersan. Vivimos sin libertades, gobernados por dos personas fanáticas y capaces de cualquier atrocidad para conservar su poder. Los medios internacionales han dejado de poner atención porque las formas de matar la libertad que está usando el régimen ahora son más sofisticadas y perversas.

Afortunadamente, en mi país hay una tradición de participación política de escritores y artistas y esta vez no ha sido diferente. Muchos músicos han debido irse al exilio porque temían por su vida, pero los que nos quedamos somos testigos y voceros de ese pueblo sacrificado otra vez. Claro que es difícil crear en estas condiciones, pero a la vez es una necesidad no claudicar y denunciar con la palabra, la música y otras artes, lo que está pasando. Y animar la esperanza, la convicción de que como seres humanos tenemos derecho a una existencia con respeto y justicia.

Porque la creación es lo contrario de la violencia; es la vida contra la muerte. Uno siente el impulso de no dejar que la negrura de los corazones de quienes nos gobiernan logre apagar el impulso vital que nos hace creer que la justicia tendrá que llegar, aunque tarde. Yo escribo y promuevo, desde PEN Nicaragua, la organización internacional de escritores y periodistas que presido, la discusión intelectual, la lectura, los espacios de libertad mentales. Siempre he sido un animal político, de allí que lo que vivo, lo bueno y lo malo, sea alimento para crear y encontrarle sentido a lo que estamos viviendo. He escrito mucha poesía en este tiempo, pero no soy ajena a que el horror de lo que veo me afecte. ¿Cuántos tiranos alcanzan en una vida? dice un poema que escribí. Se necesita fuerza para no deprimirse, sobre todo cuando uno se ha pasado toda una vida luchando y ha visto morir a tantos por librar a Nicaragua de la dictadura. Es terrible pensar que se vive en el país de Sísifo. No puede ser.

Lo curioso es que es después de los años 80  hubo un momento en el que los creadores más jóvenes apostaron por el “arte por el arte”, ese vivir al margen de la calle se acabó el año pasado con la rebelión de abril. Nadie de las nuevas generaciones ha permanecido indiferente. Lo triste es que muchos se han tenido que marchar del país porque las oportunidades de trabajo, de estudio, se han reducido dramáticamente y ser joven, como cuando Somoza, ha vuelto a ser peligroso.



Ola de protestas deja más de 20 muertos y sume a Nicaragua en el caos.



¿Todo es basura y debe ser destruido?








Confieso mi asombro. Ante las violentas manifestaciones que paralizaron hace poco Bogotá (y Santiago de Chile, Quito…) me siento, como decía el añorado Carlos Monsiváis, desarmado. Sí, como él, “o ya no entiendo lo que está pasando, o ya no pasa lo que estaba entendiendo”. Por eso no creo que los literatos estén reaccionando distinto al pueblo en general: la mayoría y en especial los más jóvenes participan con entusiasmo en las protestas así sea solo celebrándolas desde Twitter. Ellos quisieran formar parte de un “nuevo orden” que derribe al establecimiento cultural. No creen que haya mérito alguno en lo conseguido por las generaciones anteriores. Todo lo que hay es basura y debe ser destruido. Y los que miramos atónitos e incrédulos sin saber qué pensar ni qué hacer, debemos ser arrasados también como carrozas viejas que forman parte del statu quo. En estos momentos el que duda y trata de entender es un enemigo más y un tibio al que hay que borrar con el ventarrón de la historia.


¿Qué provocó la ola de protestas en Colombia? | BBC Mundo.


Una crisis sostenida




Mariana Enríquez. Argentina


Me cuesta pensar en estos conflictos en términos latinoamericanos, porque cada país tiene su idiosincrasia particular y motivos diferentes para estar en problemas. Por ejemplo Chile y Ecuador tienen procesos políticos y sociales completamente diferentes que están eclosionando por motivos distintos. En Argentina, donde no hay realmente un estallido social, el problema es eminentemente económico. Es por eso por lo que esta vuelta al kirchnerismo una vez más se da porque el gobierno de Macri fue muy malo, no hay más. El anterior presidente no consiguió ninguno de los objetivos del liberalismo económico que se pretendían y las políticas de austeridad resultaron insoportables para una población que está sufriendo más inflación, pobreza y desempleo que con Cristina Kichner. Cualquier parámetro que uno tome, con Macri fue peor, así que, aunque comprendo que puede ser visto como una regresión, porque es el gobierno anterior, para la gente que votó a Alberto Fernández fue en realidad una corrección, un modo de olvidar estos últimos cuatro años.

Argentina tiene una crisis tan sostenida en el tiempo que creo que es momento de dejar que funcione la política. Me parece que a veces el “ruido” de los intelectuales opinando constantemente en una situación tan compleja termina siendo banal. Hay muchísimos problemas sociales muy graves que exigen una resolución pronta y creo que está bien que los intelectuales nos repleguemos únicamente hacia la posición de ciudadanos, porque está probado que cualquier interpretación acerca de Argentina no funciona. Es mejor escuchar a la gente y tratar de comprender qué vota en lugar de estar opinando exaltadamente todo el tiempo, una postura un poco vanidosa.

Aunque utilizo el género de terror como una forma de pensar la realidad, porque el realismo puro no me satisface, mi literatura es bastante política. El género de terror y el fantástico reflejan la sensación de angustia y de incomprensión de un mundo que se resquebraja y la sensación de crisis permanente, que son las principales características de la realdiad. La incertidumbre, el no saber lo que va a pasar, la sensación de estar caminando sobre algo muy frágil que en cualquier momento puede desvanecerse. Todo eso, que se ha convertido en una realidad cotidiana y sostenida en mi país, tiene algo de pesadilla y se refleja en mi literatura. 

Protesta en Argentina contra Macri y el FMI. 2018.



Secuestrados por el necrocapitalismo






Antonio Ortuño. México


La crisis de violencia en México lleva años fuera de control. Sumando las dos presidencias anteriores se cuentan más de doscientos mil asesinatos. Y en esta ya van más de treinta mil. La tendencia no deja de crecer, esencialmente porque hay una impunidad total. Por colusión, por corrupción y también porque el sistema de justicia está desbordado. Lo mismo da. Como no hay castigo, el crimen organizado, que hace años que es millonario, influyente y poderoso, se convierte en casi invencible. Y crece. El gobierno actual no parece tener una idea clara de cómo enfrentarlo. Defiende que no seguirá la política agresiva de los anteriores y apuesta por discursos morales y proyectos sociales a largo plazo, pero hasta ahora el poder y las cuentas bancarias siguen tan tranquilas.

Desde Europa hay una mirada entre condescendiente y caduca de América Latina y en especial de México. Se insiste en referentes que nada tienen que ver con la realidad, una mezcla de series de televisión y romanticismo. Pero lo que pasa en México es algo casi inconcebible para quien tenga como referente solo la realidad europea: en México hay una guerra sin ideologías que se rige por parámetros de algo que podríamos llamar necrocapitalismo, donde la única victoria posible es ganar más dinero y ampliar el negocio a balazos.

Desde muchas ópticas diferentes, un buen número de artistas e intelectuales llevan años pensando y creando en medio de esta situación y hay huellas perceptibles de ello. Por ejemplo, Rulfo escribió marcado, justamente, por una época de violencia terrible, la Guerra Cristera, que se llevó a muchos de los suyos. Y destiló la zozobra de las víctimas con un talento que sigue vigente. Varias de las obras cruciales de las artes mexicanas del último decenio tienen que ver con la fricción con esa violencia intolerable y a la vez habitual en que estamos metidos.

Esta realidad es un tema crucial en lo que escribo. Mi última novela, Olinka, se asoma al salvajismo detrás del “civilizado” lavado de dinero de gente “bien” que en apariencia nada tiene que ver con el crimen. Pero no me considero un notario ni un glosador de horrores. Escribo en pie de guerra contra ellos. La literatura, decía Pound, no solo propone belleza sino también delimita la fealdad. Y escribir también es un modo de desmontar el lenguaje (oficial, social, criminal) que acuna y tolera esos horrores.


Traidores y narcisos




Alonso Cueto. Perú


En América Latina y quizá en todo el mundo se ha roto la confianza entre los líderes y la gente, que no se siente representada por políticos como Evo Morales. Los ven como traidores y narcisos. En cuanto a la experiencia del pueblo, uno puede vivir mal pero no perder la esperanza de vivir bien. La gente más pobre tiene a la más rica muy cerca y las desigualdades son incentivos a la violencia más grandes que la pobreza. Lo que diferencia a la crisis actual de las anteriores es que no tiene líderes. Es un movimiento dirigido desde las redes sociales. Todos están de acuerdo y no necesitan un liderazgo. No los mueve una ideología o una doctrina sino una sensación, la indignación, la rabia, la rebeldía. Los manifestantes no quieren imponer otro modelo sino protestar por lo que ven a su alrededor.

Porque el Perú está protegido por un gobierno que ha despertado una considerable simpatía después del cierre del congreso, algo a todas luces constitucional y políticamente necesario. Es uno de los países con más reservas internacionales, casi cero inflación y un presidente, hasta el momento, libre de corrupción. En ese caso, creo que lo importante es que mientras la gente tenga algo que proteger (una pequeña propiedad, un vehículo) va a intentar sobrevivir sin protestar. Cuando venga el cansancio por la supervivencia, habrá un estallido social pero no podemos saber cuándo ocurrirá. Por lo pronto, el gran mérito del gobierno peruano ha sido despedir la era del fujimorismo. 

Mientras, Europa considera aceptables situaciones acá que en sus propios países estimaría intolerables, quizá porque sigue mirando a América como un continente en experimentación. Y considera que toda rebelión latinoamericana es justa si viene de la izquierda. La ideología de la izquierda es una especie de garantía moral de sus líderes, lo que es absurdo. Afortunadamente, los creadores peruanos están a la altura del momento actual, empezando por Mario Vargas Llosa.

En cuanto a mi propia obra se refiere, el Perú es un país fascinante para un escritor porque es una mezcla de razas y de culturas. El conflicto natural, el resultado de esa apasionante convivencia de muchas etnias, es la materia prima de una narración. Por eso el Perú y otros países latinoamericanos producen narraciones, porque en cierto modo la literatura siempre es consecuencia de la diversidad y es hija del mal. La narrativa empezó el día en el que la serpiente entró al paraíso. Siempre he agradecido ser un escritor peruano.



Marcha tras cierre del Congreso. Peru. 2019.


Demagogia irrigada con petróleo






Karina Sainz Borgo. Venezuela


Lo que ocurre en Venezuela es de una gravedad profunda. Lo excepcional ha terminado normalizándose. La economía está completamente dolarizada, la inflación galopa y el régimen hace tiempo que ha asumido sus procedimientos dictatoriales. El contexto regional padece una mayor inestabilidad, ya no solo en Centroamérica, también en Chile y Bolivia. Eso atomifica la discusión pero agrava las consecuencias de la crisis venezolana, no olvidemos la gran cantidad de migración que produjo el éxodo. Y no hay nada nuevo. Si acaso, en Venezuela, más hambre, más pobreza, más carestía, más violencia, más impunidad y al mismo tiempo, menos democracia, menos Estado de Derecho, menos leyes y, sobre todo, una profunda sensación crepuscular en la posibilidad de convocar a elecciones. Supongo que fue inevitable: al menos en la región, Venezuela fue el primer y más intenso ciclo de populismo. Una espita de demagogia que, irrigada con petróleo, impulsó otras. Y aunque en algunos casos la naturaleza de ese populismo tiene sus propias causas, el Bolivarianismo del siglo XXI, como lo llamaban sus perpetradores, ejerció una influencia.

A menudo me preguntan si los creadores e intelectuales venezolanos han, hemos estado a la altura del momento actual. Y es difícil de contestar. ¿Cuál es la altura correcta? ¿Hablar e informar? Sin duda, creo que sí. ¿Luchar por la libertad personal y las libertades ciudadanas? También. ¿Intentar generar un relato que nos conduzca a nosotros mismos a entender los errores? También. ¿A reinventarse a pesar de la carestía interna y la diáspora? También. Las dimensiones de los tiranos que nos gobiernan han conseguido achicarnos, pero moralmente creo que aún no se los hemos permitido. Quizá por eso, la violencia, la desigualdad, tal vez no me condicionen literariamente pero sí forman parte de mi sensibilidad personal. La protagonista de La hija de la española asegura que ella nació en un lugar en el que hasta las flores depredan. Yo también. De las promociones de creadores más jóvenes que siguen malviviendo allí casi prefiero no hablar, me genera aprehensión el tema y la etiqueta generacional. Creo que cualquier ciudadano entiende que el silencio es una palada más de tierra en el funeral nacional. La creación pura y dura jamás está exenta de conflicto. Y en un régimen como el que gobierna hoy mi país, cualquier gesto de belleza e inteligencia es también un acto de resistencia.

Protestas violentas en Venezuela.


Venezuela alcanzó un récord de manifestaciones en 2019.




Karina Sainz Borgo: "Vivimos tiempos de cierta cursilería ideológica"



Tomado de El Cultural.




miércoles, 30 de marzo de 2022

Cuando Ernesto Cardenal recibió el Reina Sofía



Imagen tomada de El Nuevo Diario


Ernesto Cardenal recibe el Reina Sofía

Por Harold Alvarado Tenorio

Ernesto Cardenal (Granada, 1925) fue uno de los líderes de la llamada Generación de 1940 que recoge las experiencias del grupo de Vanguardia, y a la que pertenecen otros grandes poetas como Carlos Martínez Rivas, y Ernesto Mejía Sánchez, a quienes tanto calcaría Álvaro Mutis. Su poesía, la de Cardenal, representó, desde sus inicios, una reacción contra las tradiciones literarias nicaragüenses. Aun cuando escribiera poemas amorosos o luchara contra la dictadura de Somoza, quería siempre una poesía lúcida y objetiva, que pudiera  y que debía caracterizarse por su interés en la  realidad de la vida cotidiana de Centro América.


Ernesto Cardenal - Premio Reina Sofía de Poesía 2012


Cardenal hizo la primaria en un colegio de los Hermanos Cristianos de León y luego ingresó al Colegio Centroamericano de Granada. Estudió humanidades en la Universidad de México (1944-1948), donde recibió título de Maestro con la tesis Ansias y lengua de la nueva poesía nicaragüense. En 1947 fue a New York donde estudió poesía inglesa y norteamericana en Columbia University (1948-1949), con Lionel Trilling y Karl Van Doren. Luego vivió por dos años en Europa. Regresó a Nicaragua en 1952 participando, desde entonces, en política. Muchos de sus amigos murieron durante la Conspiración de Abril de 1954, un fallido intento para derrocar a Anastasio Somoza. El dictador sería asesinado en 1956. Durante estos años Cardenal atravesó por una profunda crisis emocional y espiritual que le llevó a ingresar, en 1957, al monasterio Trapense de Nuestra Señora de Gethsemaní en Kentucky, donde se hizo novicio bajo la dirección de Thomas Merton. Luego de dos años allí, los rigores del régimen monacal debilitaron su salud, continuando sus estudios en el monasterio benedictino de Santa María de la Resurrección en Cuernavaca y luego (1961-1965) en el Seminario de Cristo Sacerdote de La Ceja en Colombia. En 1965 se recibió de sacerdote en Nicaragua. Al año siguiente fundó en una remota isla del archipiélago de Solentiname una pequeña comunidad religiosa que luego sería destruida por las fuerzas del último de los Somozas. La comunidad pretendía seguir los lineamientos paulinos de una vida cristiana primitiva. No había reglas específicas que seguir, pero estaba organizada a la manera de una comuna o colonia donde religiosos, artistas, artesanos e intelectuales trabajaban unos al lado de otros. Cardenal fue nombrado ministro de educación con el triunfo de los Sandinistas, cargo que desempeñó por varios años. Hoy en un acérrimo enemigo de los hermanos Ortega.

Durante su permanencia en la Universidad de Columbia entró en contacto con la poesía y las teorías de Ezra Pound, un descubrimiento decisivo para el desarrollo de su obra. Cardenal comparte con Pound y algunos otros poetas norteamericanos [Eliot, William Carlos Williams] la convicción que hay poesía en cada aspecto de la experiencia humana, desde la economía y la política hasta la historia y la filosofía, y que las estructuras del poema pueden asimilarse, como lenguaje coloquial, a formulaciones estadísticas, artículos de periódico, fragmentos de cartas, crónicas históricas, sátiras, parodias, anécdotas, y cualesquiera clase de otros elementos tradicionalmente considerados extraños al poema. El mismo ha incorporado a su poesía el método ideográfico de Pound, derivado de la creencia de que los conceptos generales pueden ser mejor expresados a través de la agrupación de conjuntos de individuos. Como en los ideogramas chinos, donde para significar rojo se combinan caracteres que signifiquen rosa, cereza, o flamenco, Cardenal usa dos o más imágenes específicas (sacerdote-Mercedes Benz) para sugerir la corrupción de la clerecía. Un lenguaje poético ausente de hermetismos, con predominio de la función referencial.
Estas consignas poundianas son evidentes en Epigramas (1961), una colección redactada en los primeros años cincuenta, que circularon clandestinamente entonces. El libro se compone de treinta y cuatro traducciones de Catulo y treinta y nueve de Marcial, junto a cuarenta y nueve textos originales, desde poemas amorosos hasta ardientes sátiras políticas.

Hora O (1960), considerado uno de sus mejores poemas revolucionarios, fue concluido antes de su conversión religiosa. Trata de los padecimientos de Nicaragua como república bananera y sus inacabables dictaduras, escrito bajo los dictados de las consignas poundianas, haciendo cortes frecuentes entre pasajes y con un uso deliberado de prosaísmos para contrastar tanto las líricas evocaciones de la naturaleza, como el tratamiento épico de eventos históricos. Vívidos recuerdos de la propia participación del poeta en la revolución surgen en el texto.

Como novicio trapense en Gethsemani, a Cardenal le fue prohibido escribir sobre las cosas de este mundo, un acto de auto-renunciación que aceptó con agrado, como su maestro Merton había hecho antes. Llevó, sin embargo, un diario espiritual que luego llamaría Vida en el amor, que concluiría en Cuernavaca, pero no sería publicado hasta 1970, con un prólogo de Menton. El libro, que tuvo una enorme importancia e influencia entre los católicos progresistas del continente, es, en su doctrina, una reminiscencia del neoplatonismo agustiniano, pero está espiritualmente ligado a las visiones franciscanas del mundo, al sostener que es por el amor que el mundo existe.

Las rápidas anotaciones que hizo en Gethsemani, fueron ampliadas para dar cuerpo a los poemas de Gethsemani Ky (1960). Luego de su conversión, los temas de su poesía variaran poco. Cardenal seguirá repudiando un mundo regido por la violencia institucionalizada y por el concepto de propiedad privada, a los cuales apenas agregaría el místico amor de Dios. Su visión del mundo se hará más y más apocalíptica. Los poemas religiosos de este libro recuerdan sus primeros trabajos en la simplicidad de su imaginería y el énfasis en los detalles externos, en contraste con las abstracciones y las íntimas percepciones de muchos de sus versos religiosos. Los poemas de Salmos (1969), especie de Sermones de la Montaña, denuncian el despotismo y los sistemas opresivos creados por el capitalismo a través de sus instituciones y organizaciones secretas, sistemas de tortura y medios de exterminio. En uno de ellos dice:

Líbrame Señor
de la SS de la NKDV de la FBI de GN
Líbrame de sus consejos de guerra
de la rabia de sus jueces y sus guardias

La misma crítica directa a la avaricia y degradación de los valores se encuentra en Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), una elegía de sobrecogedor pathos y compasión. El suicidio de la actriz es visto como símbolo del vacío espiritual y de la culpa colectiva del hombre moderno. El estrecho dudoso (1966), es un largo poema épico que describe la evolución social y política de Centro América, desde la conquista española hasta los inicios del siglo XVII, con comentarios amargos sobre el presente. Homenaje a los indios americanos (1969), ofrece poemas que celebran la simplicidad y el sentido comunitario que hay en el pasado indígena, criticando el capitalismo contemporáneo. El volumen incluye poemas con intrincada estructura sobre temas mayas, incas y de los indios norteamericanos.

Entre las obras más notables de Cardenal figura Coplas a la muerte de Merton (1969), una elegía al poeta norteamericano, y Oráculo sobre Managua (1973), que pretende reconciliar la imagen benevolente de Dios con el horror de la devastación que dejó el terremoto de Managua, ese año, en plena navidad. En Cuba (1972), es un recuento en prosa de los tres meses que vivió en la isla en 1970. Su punto de vista sobre el gobierno de Castro es de simpatía, una visión ingenua del desarrollo de la revolución.
Cardenal ha dicho que su misión como hombre y como poeta es la de un revolucionario de Dios, que interpreta las enseñanzas de Cristo como esencialmente políticas y sociales. Cristo y Gandhi son los modelos en su lucha no-violenta contra el mal y las injusticias. Cardenal cree, todavía, que la Iglesia Católica de Roma tiene un importante papel que jugar contra la inequidad social y las injusticias políticas en América Latina.

Cardenal – ha dicho Eduardo Escobarmerece un lugar entre los grandes poetas en castellano. Es injusto pedirles a los grandes poetas obras maestras todos los días. Los poemas débiles forman parte del tránsito a los hallazgos. Y son muestras de la fidelidad a la vocación en todo caso. El estrecho dudoso y los salmos y las armazones minimalistas de La Trapa, donde los tractores tienen tanto derecho como los grillos a figurar en el poema, hacen a Cardenal digno de respeto, admiración y atención.”

Managua 6:30 P.M.


En la tarde son dulces lo neones
a las luces de mercurio, pálidas y bellas …
Y la estrella roja de una torre de radio
en el cielo crepuscular de Managua
es tan bonita como Venus
y un anuncio ESSO es como la luna

las lucecitas rojas de los automóviles son místicas

(El alma es como una muchacha besuqueada detrás de un auto)
¡TACA BUNGE KLM SINGER
MENNEN HTM GOMEZ NORGE
RPM SAF OPTICA SIELECTA
proclaman la gloria de Dios!
(Bésame bajo los anuncios luminosos oh Dios)
en muchos colores
deletrean tu Nombre.
la noticia …»
Otro significado
no lo conozco
Las crueldades de esas luces no las defiendo
Y si he de dar un testimonio sobre mi época
es éste: Fue bárbara y primitiva
pero poética






Oración por Marilyn Monroe


Señor
Recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de Marilyn Monroe
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche especial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Time )
ante una multitud postrada, con la cabeza en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también son algo más que eso …
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el Hijo del Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor
en este mundo contaminado de pecado y radioactividad
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
Que como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos
-el de nuestras propias vidas- y era un script absurdo.
Perdónala Señor y perdónanos a nosotros.
Por nuestra 20th Century
por esa Colosal Superior-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes,
para la tristeza de no ser santos se le recomendó el psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje -insistiendo en maquillarse en cada escena-
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.

Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fué irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.

Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y apagan los reflectores!
y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el director se aleja con su libreto porque la escena ya fue tomada.
Y como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del duque y la duquesa de Windsor vistos en la salita del apartamento miserable.

La película termino sin el beso final
la hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan sólo la voz de un disco que le dice: WRON NUMBER
O como alguien querido por los gánster
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamo (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Angeles)
¡contesta Tú el teléfono!



Véase Arellano, Eduardo: Panorama de la literatura nicaragüense, Managua, 1982. Borenson, Paul: The Poetry of Ernesto Cardenal, Chapell Hill, 1977. García, Fernando: Ernesto Cardenal poeta de la liberación latinoamericana, Buenos Aires, 1975. Gonzalez, J.L.: Ernesto Cardenal, poeta, revolucionario, monje, Salamanca, 1978. Oviedo, José Miguel: Ernesto Cardenal, un místico comprometido, en Imagen, nº 35, Caracas, 1968.

Harold Alvarado Tenorio



XXI PREMIO REINA SOFÍA DE POESÍA IBEROAMERICANA.



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Escritor colombiano (Buga, Valle del Cauca, 1945). Doctor en letras por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Dirigió el Departamento de Español y las Latin American and Spanish Writers Series del Marymount Manhattan College (Nueva York, EUA), así como el Comité de Redacción de la revista China Hoy (Beijing, China). Es profesor titular de la Cátedra de Literaturas de América Latina y director del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional de Colombia. Dirige la editorial Arquitrave y la revista de poesía homónima. Ha publicado Summa del cuerpo (2002); Fragmentos y despojos (2002); Literaturas de América Latina (1995); Ensayos (1994); Poemas chinos de amor (1992); La poesía de T. S. Eliot (1988); Espejo de máscaras (1987); Una generación desencantada: los poetas colombianos de los años setentas (1985); Kavafis (1984) y Cinco poetas españoles de la Generación del Cincuenta (1980). Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y el Internacional de Poesía Arcipreste de Hita. Su obra ha sido publicada en inglés, francés, italiano, griego, chino, alemán y portugués


Tomado de Letralia.


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 Actualizada el 20/08/2023