Estimados Amigos
Hoy tenemos el gusto de presentar nuevamente un atildado articulo de Joan Antoni Fernández acerca de la historieta Blacksad creado por los artista españoles Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Estos creadores se dieron a la tarea de forjar una historia del género negro en un mundo enclavado en el tiempo histórico de los 50/60 pero habitada por una animalidad antropomorfa. Quizás este recurso venga de la siempre presente influencia de Disney que no rodea pero creemos que solo es una forma de retomar el testigo de esa famosísima obra Maus de Art Spiegelman donde el historietista representaba a judíos como ratones, alemanes como gatos y polacos gentiles como cerdos. El protagonista de la historia de Díaz-Guarnido es John Blacksad un detective privado calcado de los clásicos arquetipos detectivescos de Hammet y Chandler. Curiosamente el apellido del personaje es BlackSad, quizá un juego de palabras recordandonos la caja de arena de los gatos que se convierte en el cementerio de sus deposiciones. Si se se le colocara la N respectiva Blacksad se convertiría en Blacksand y eso ería literalmente en español Arena negra y quizá una indicación de hasta donde debe sumergirse en inmundicia el detective para poder resolver los casos que se le presentan. Aunque el significado del apellido Blacksad también es curioso Tristeza negra. Otro vuelta de tuerca con el significado de las palabras en un idioma donde azul, blue también es tristeza.
Guarnido y Díaz junto a Blacksad |
No seguiremos quitándole el tiempo así que lo dejamos con otro magnifico texto de Joan.
Deseamos disfruten de la entrada.
Richard Montenegro
Joan Antoni Fernández
Resulta sorprendente, pero en mis crónicas sobre cómics famosos no suelo mencionar autores españoles del panorama actual. Y no será por falta de candidatos, desde luego. Sin hurgar demasiado en la memoria me vienen a la mente nombres del calibre de Vicente Segrelles (El Mercenario), Daniel Torres (Roco Vargas) o Sergio Aragonés (Groo) que llevan muchos años en el candelero internacional.
En esta ocasión vamos a romper moldes y dar un salto hacia delante. El presente artículo pretende ponerse al día centrándose en dos creadores autóctonos y a la vez jóvenes. Se trata de los creadores de una colección de cómics muy reciente, casi de rabiosa actualidad, no en vano el primer tomo de la serie tan sólo data del año 2001. Por supuesto me estoy refiriendo al fenómeno Blacksad. Una obra que cuenta con tres álbumes publicados hasta la fecha, aparte de un “Cómo se hizo...” y alguna edición de coleccionista, amén de un par de historietas cortas de sólo un par de páginas. Y todo ello repleto de premios nacionales e internacionales.
En efecto, los autores de esta obra tan notable son dos jóvenes españoles. Como guionista y creador del personaje tenemos a Juan Díaz Canales (Madrid, 1972), director artístico de su propia empresa (Tridente Animation) y también dibujante. Pero en la presente obra el responsable de la parte gráfica es Juanjo Guarnido (Salobreña, Granada, 1967), ilustrador que ha pasado por Forum ilustrando personajes Marvel hasta recalar en Disney París. Ambos se conocieron hace años trabajando en el estudio madrileño de animación Lápiz Azul. Allí Juan Díaz Canales ya tenía escrito y dibujado en blanco y negro un primer guión de “Un lugar entre las sombras”, la primera aventura del detective John Blacksad. Una gran amistad y la afición de ambos por el cómic les llevó a colaborar en el ambicioso proyecto de convertir Blacksad en un álbum de mayores dimensiones, desarrollando más y mejor todos los personajes de la historia, convirtiéndolos en unos subyugantes animales antropomorfos. Y tras varios años de trabajo surgió un álbum completo.
El primer volumen de Blacksad,
titulado Un lugar entre las sombras como en el guión original, contaba
con 48 páginas y fue editado por Dargaud en Francia el mes de octubre de 2000.
Apenas un més más tarde Norma lo publicaría en España y sería tal su éxito que
recibiría el Premio a la Mejor Obra Nacional y al Autor Revelación en el XIX
Salón del Comic de Barcelona. Y eso sólo en nuestro país. En todos los salones
y festivales de cómic de Europa fue dejando huella a la vez que arrancando
distinciones.
¿Cuál es el secreto de un éxito tan inmediato
y arrollador? El guión, sin ser malo, no presenta novedad alguna digna de tener
en cuenta, suena a historia archiconocida. Se trata de un episodio (el primero
de una serie a tenor del resto de volúmenes que conforman la obra) dentro del más
puro género negro, ambientado en los Estados Unidos de los años cincuenta,
repleto de arquetipos y con un desarrollo lineal que abunda en los clichés más
manidos. Si bien es cierto que bien contada y amena, nos encontramos ante una
historia policiaca sin giros ni sorpresas, sin ideas originales en su
desarrollo. Un típico relato de detectives como tantos otros.
Pero la parte gráfica sí que resulta de lo más espectacular. Juanjo Guarnido se forjó en la llamada “generación Forum”, junto a gente como Salvador Larroca o Carlos Pacheco. Pero al revés que éstos, él no dio el salto a Marvel. Tras aprender el oficio de animador en el estudio madrileño Lápiz Azul, colaborando en proyectos para Tintín o La Pantera Rosa, acabó trabajando para Disney París. Allí comenzó a realizar layouts y storyboards para películas como “Goofy e Hijo” y “El Jorobado de Notre-Dame” entre otras. Todo ello, de alguna forma, queda reflejado en el cómic de Blacksad y le confiere un aspecto cautivador, casi cinematográfico. Es como visionar un film de la Disney, pero mucho más adulto y real.
Hasta la fecha los tres tomos editados de las aventuras del detective John Blacksad son historias autoconclusivas. En ellas aparece el protagonista, un típico detective privado con las facciones de un gato negro y que resulta un trasunto de Phillip Marlowe, gabardina incluída. Los guiones son muy directos, sin grandes florituras pero manteniendo el ritmo en todo momento. Crímenes, corrupción, sexo y violencia por un tubo, sin concesiones. Que los personajes sean animales antropomorfos, dentro de un cuidado dibujo muy en la línea del mejor Walt Disney, sin duda es un buen reclamo. Según Juan Díaz Canales lo que se pretende con ello es buscar una similitud con las fábulas y la mitología, hacer que al primer golpe de vista el lector ya sepa cómo es cada personaje. Un gato siempre será agil, un perro leal, una rata traidora... Interesante mensaje, pero sin duda lo más sorprendente es que los lectores tenemos la impresión de hallarnos ante el reverso de los dibujos edulcorados de la Disney. Y sin la bobaliconería marca de la casa.
Por orden de aparición, el primer volumen de Blacksad se titula “Un lugar entre las sombras” y ya en su primera página nos presenta al personaje reconociendo el cadáver de una estrella amiga suya, todo ello narrado de una forma cinematográfica y terriblemente expositiva. Conviene resaltar que otro de los puntos clave en el dibujo de Juanjo Garnido es el color, sin duda extraordinario en todos sus matices. Resulta una auténtica borrachera para los sentidos, al igual que la minuciosidad con la que se construye cada viñeta, ambientándola e iluminándola de manera impecable.
Igualmente se nota que Juanjo Garnido
proviene del mundo de la animación. Los planos y contraplanos son soberbios,
nada tienen que envidiar a un buen film policíaco y el lector se zambuye en la
historia casi como si estuviera visionando una película interpretada por
Bogart, Robinson o Cagney. A ello también ayuda un sólido guión que, aunque en
exceso convencional en su desarrollo,
cuenta con unos diálogos bien diseñados y una fluidez narrativa que
impelen a leer con verdadera fruición hasta llegar al final. Sin duda “Un
lugar entre las sombras” es un debut apabullante que deja con ganas de más
historias, como lo muestra la gran cantidad de premios obtenidos por la obra.
El segundo tomo de Blacksad se titula “Arctic-Nation”
, fue publicado en mayo del 2003 y cuenta con 56 páginas. En esta ocasión el
personaje cambia de escenario y se enfrenta al racismo en una pequeña barriada.
El jefe de policía Karup es un oso polar blanco y al parecer está implicado en
la desaparición de una niña negra a la que Blacksad está buscando. De nuevo
detalles interesantes, como la forma de copo de nieve haciendo de enseña en las
filas racistas, una organización tipo Ku-Klux-Klan. El guión sigue sin ser
original y se presta a todo tipo de convencionalismos. Al leer tenemos la
impresión de que “ya hemos visto esa película”, pero su dinamismo y los
extraordinarios dibujos nos enganchan de nuevo.
En diciembre de 2005 aparece el tercer tomo
de la serie, “Alma Roja”, también de 56 páginas. Aquí la historia gira
hacia el desarrollo de la energía atómica y la carrera nuclear, con todo un
mundo de intereses, espionaje y corruptelas que la envuelven. Como siempre, la
ambientación resulta soberbia. El protagonista, en horas bajas, está trabajando
como guardaespaldas cuando la irrupción de un viejo profesor y conocido suyo le
hará sumerjirse en una intriga política de alcance internacional. Aunque también
conocerá a la bella escritora Alma Mayer. Última aventura hasta el momento, si
bien ya no posee el halo a novedad de los anteriores episodios continúa
destilando la magia suficiente para hacernos pasar un buen rato. Prueba de ello
es que ya existe en el mercado una edición para coleccionistas con 40 páginas
extra añadidas, repletas con fichas de los personajes, entrevistas a los
autores y detalles inéditos del making of.
Y por si fuera poco, también se ha publicado
una edición de lujo con formato especial y el aliciente de una lámina numerada
y firmada por los propios autores. Si además añadimos para los muy fanáticos
que también existe un tomo titulado “Cómo se hizo Blacksad”, sin duda
empezaremos a entender que nos hallamos ante todo un fenómeno mediático.
Sea como fuere, según aseguran sus creadores,
ya existen varios guiones escritos hasta llegar al número cinco de la serie.
Después de ello sólo el tiempo dirá hacia dónde se dirige Blacksad. De
momento ya ha sido publicado con éxito en todo el mundo, incluso en Estados
Unidos. A pesar de contar con un guión excesivamente clásico, sin duda su
dibujo y su propio estilo hacen de Blacksad uno de los cómics más
frescos y originales realizados en los últimos tiempos.
¡Si Walt Disney levantara la cabeza!
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Richard Montenegro. Perteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.
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Joan Antoni Fernández nació en Barcelona el año 1957, actualmente vive retirado en Argentona. Escritor desde su más tierna infancia ha ido pasando desde ensuciar paredes hasta pergeñar novelas en una progresión ascendente que parece no tener fin. Enfant terrible de la Ci-Fi hispana, ha sido ganador de premios fallidos como el ASCII o el Terra Ignota, que fenecieron sin que el pobre hombre viera un céntimo. Inasequible al desaliento, ha quedado finalista de premios como UPC, Ignotus, Alberto Magno, Espiral, El Melocotón Mecánico y Manuel de Pedrolo, premio éste que finalmente ganó en su edición del 2005. Ha publicado relatos, artículos y reseñas en Ciberpaís, Nexus, A Quien Corresponda, La Plaga, Maelström, Valis, Dark Star, Pulp Magazine, Nitecuento y Gigamesh, así como en las webs Ficción Científica, NGC 3660 y BEM On Line, donde además mantenía junto a Toni Segarra la sección Scrath! dedicada al mundo de los cómics. Que la mayoría de estas publicaciones haya ido cerrando es una simple coincidencia... según su abogado. También es colaborador habitual en todo tipo de libros de antologías, aunque sean de Star Trek ("Últimas Fronteras II"), habiendo participado en más de una docena de ellas (Espiral, Albemuth, Libro Andrómeda, etc.). Hasta la fecha ha publicado siete libros: "Reflejo en el agua", "Policía Sideral", "Vacío Imperfecto", “Esencia divina”, “La mirada del abismo”, “Democracia cibernética” y “A vuestras mentes dispersas”. Además, amenaza con nuevas publicaciones. Su madre piensa que escribe bien, su familia y amigos piensan que sólo escribe y él ni siquiera piensa.
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Actualizada el 02/03/2024
Como siempre brillante
ResponderEliminarSólo añadir que ya están a la venta el nº 4, "El infierno, el silencio", y el nº 5, "Amarillo". Sólo esperemos que sigan más títulos.
ResponderEliminarGracias por presentarme a Blaksad, no concocía esa publicación.
ResponderEliminar…un telescopio
ResponderEliminarTal vez la inocencia sea lo que más fácilmente se abre paso a través del fárrago de este mundo.
Franz Kafka
Once hijos
Mientras le lanzaba piedras y palos al mango que estaba en el centro del oscuro solar, en medio de la noche fría y llena de punticos de luz como los del techo de su cuarto, se quedó contemplando las estrellas, y decidió qué le pediría al Niño Jesús ese año.
Llegó el 24. Y como todos los años, se dijo y se prometió, firmemente, que este año sí lo esperaría despierto para descubrir quién era realmente el Niño Jesús. Sin embargo, siempre se quedaba dormido en la salita y amanecía en su cuarto. E inmediatamente, se asomaba debajo de la cama y encontraba lo que le había pedido, que, invariablemente, era un carrito de madera con las ruedas de chapas.
Pero este diciembre, la pequeña radio que un día su papá le había traído a su mamá, único objeto de lujo en el miserable rancho, lo distrajo y le hizo cumplir su promesa.
La madre, que se había quedado dormida, rendida por el cansancio, se despertó sobresaltada por el llanto de su hijo. Se incorporó, se dirigió hasta el rincón donde estaba el niño chorreando lágrimas que se confundían con el jugo amarillo del mango, y le preguntó: “¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?” Y el muchacho, que con una mano se estrujaba un ojo, le señaló con la otra, donde tenía una fruta a medio comer, la radio. Y le dijo, llorando: “¡Que mataron al Niño Jesús!” En el momento en que el rostro de la mujer se iluminó, como la superficie de un pozo cuando la toca cualquier partícula, con una sonrisa que desapareció apenas esbozada, como las ondas del pozo al llegar a la orilla, el locutor dijo: “¡La hora en su emisora feliz: la una y treinta de la madrigada! Repetimos la información anterior: ¡Hace pocos momentos fue muerto a balazos un hombre en el interior de una tienda! El desconocido no portaba documentación alguna. Solamente se encontró, en uno de sus bolsillos, una carta donde se le pide al Niño Jesús un telescopio… ¡La hora en su emisora feliz: la una y…!”
Del pecho de la mujer brotó un quejido corto y frágil, como si fuera el último que le quedara dentro, y cayó. Produciendo ese ruido opaco y odioso, como el de las frutas maduras al estrellarse contra la tierra húmeda del solar.
Autor: Pedro Querales. Del libro "Fábulas urbanas"