lunes, 20 de mayo de 2024

José Napoleón Oropeza: Un Líder Cultural del Ateneo de Valencia, la Venezuela

 



NOTAS AL 2024

¿Memorias del futuro pasado?

Estas notas fueron escritas en 2002 (según indica la fecha de creación del archivo y que, además, ha sobrevivido a la  migración a cuatro computadoras). Recuerdo que nacieron con el propósito de optar a alguna beca para cursar estudios de pregrado en Estados Unidos.

Yo ya me había graduado de ingeniero casi un año antes, pero no tenía inconvenientes incluso de cursar de nuevo la misma carrera porque el agobio del «no hay futuro», me consumía como a Sarah Connor las llamas de sus pesadillas.


Era una competencia con pocas probabilidades de éxito, sin embargo, pasé hasta la segunda ronda y en esa vuelta tocaba hacer un ensayo sobre algún líder local y exponer por qué esa persona era un ejemplo a seguir. Escogí a José Napoleón Oropeza porque en aquella época yo participaba en un taller de lectura poética en el Ateneo de Valencia (al que jamás llamaré MUVA) y me pareció, que, a pesar de todos los escollos, Oropeza había logrado mantener el Ateneo a flote sin desvirtuar su propósito.

 
Para el Reflujo, tome MUVA

Sé que este texto puede parecer demasiado amable —la gestión de Oropeza tuvo sus bemoles—, pero la suma de sus aciertos creo que fue positiva y eso es lo que quiero rescatar ahora que el escritor nos ha dejado.

Después de que nuestro Skynet local ha mantenido por años su política de tierra arrasada, seguimos aquí, construyendo desde lo íntimo, desde lo privado, en el cine, la literatura, la música, incluso en las iniciativas públicas se cuela el espíritu crítico. El propósito del ateneo de Oropeza sigue en pie, vive en quien lee, pinta o escribe sin ánimo de complacer, sino de resistir.

Así que, si estás leyendo esto, tú eres la resistencia.


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Javier Domínguez

“No sigas el camino, en lugar de eso,

ve donde no exista uno y deja una huella”

  Ralph Waldo Emerson

 

            El tema del liderazgo y los líderes ha sido estudiado desde diversos ángulos desde el siglo XX. Se pueden tener tantas definiciones como autores se consulten, ningún concepto de liderazgo parece ser concluyente,  existen puntos de coincidencia y divergencia entre los investigadores, así por ejemplo, para Antonorsi y Szilágyi el líder es un guía “persona que conduce y enseña a otra el camino, es una persona que dirige y enseña a otra para hacer o lograr lo que se propone”.1 Sin embargo, para Maxwell el líder es la persona que puede influenciar a otras: “después de más de cuatro décadas de observar el liderazgo en mi familia, y después de muchos años de desarrollar mi propio potencial, he llegado a esta conclusión: el liderazgo es influencia”.2 Aunque ambas son diferentes, las apreciaciones se complementan y de ahí se puede argumentar que el liderazgo es la capacidad de motivar y enseñar a otros a trabajar por un objetivo común. Tanto el equipo de trabajo como el líder forman una dupla simbiótica en la cual el líder conduce a la meta a través de varios pasos, según Antonorsi y Szilágyi éstos son:

 

  1. Definir la realidad. ¿Dónde estamos?
  2. Compartir una visión. ¿A dónde vamos?
  3. Armar el equipo. ¿Quiénes vamos?
  4. Guiar al equipo. ¡Vamos!
  5. Celebrar los logros. ¡Llegamos!

 

            Este es un esquema que puede verse dentro de la gestión del Dr. José Napoleón Oropeza quien se ha desempeñado como presidente del Ateneo de Valencia durante once años. Oropeza nació en Puerto Nutrias, Estado Barinas en 1950, vive en Valencia desde los quince años. De inteligencia precoz, aprendió a hablar latín fluidamente a los trece años y da sus primeros pasos en la literatura a través de la poesía. A los diecisiete recibe un  premio literario en el liceo José Rafael Pocaterra por un ensayo sobre la novela Cubagua -obra que él considera fundamental dentro de la narrativa venezolana- gracias a este reconocimiento entra a trabajar en el Ateneo de Valencia. A los diecinueve gana el Concurso de Cuentos de El Nacional, con la obra La muerte se mueve con la tierra encima. En 2002 vuelve a ganar este certamen con el cuento Entre la cuna y el dinosaurio. Obtiene su doctorado en Londres a finales de los años setenta y actualmente se desempeña como profesor de postgrado de la facultad de educación de la Universidad de Carabobo, el rol de docente ha acompañado a Oropeza durante toda su vida. A lo largo de su carrera como escritor ha publicado alrededor de doce libros y ha sido más reconocido por su labor como escritor que como gerente cultural. La intención de este ensayo es la de enseñar esta otra faceta de Oropeza como ejemplo de una gerencia pública eficiente.



            Como ya se señaló, Oropeza se inicia en el Ateneo a los diecisiete años, desde entonces se ha desempeñado en varios cargos dentro de la institución lo cual le permitió concebir su propio concepto acerca de la función de los ateneos y museos. Según sus propias palabras la función del ateneo es: “debe ser el gran vaso comunicante entre todas las instituciones... es el espejo de la comunidad y debe ser su gran líder” así mismo “deberían ser los espejos de la democracia en el sentido de la alternabilidad, la oportunidad de que la gerencia la efectúen miembros de la junta directiva de manera alterna.” Oropeza es electo como presidente del Ateneo en Marzo de 1991. En aquel entonces gana las elecciones con un programa muy concreto de trece puntos el cual se ha desarrollado desde el inicio de su gestión. La llegada de Oropeza no es entonces casualidad, ocurre como consecuencia de una visión muy clara de lo que se deseaba. Él logró transmitir sus esperanzas y sueños de una forma tan clara que logró hacer que los demás los tomaran como propios, entonces se puede comprobar que la influencia es ciertamente uno de los elementos fundamentales del liderazgo. Desde sus primeros días como presidente, Oropeza se fijó como misión modernizar la labor del Ateneo, porque éste permanecía anclado a una visión atrasada del quehacer cultural.  Sin embargo, mantuvo los programas permanentes como el Salón Michelena, la Bienal Pocaterra, los Cuadernos Cabriales y la biblioteca Enrique Tejera. De esta forma, se inició un proceso de cambios, conservando los logros de las gestiones anteriores. Oropeza identificó realidad del momento, decidió lo que debía modificarse y aquello que debía permanecer, cumpliendo así el primer paso del modelo enumerado al principio (¿dónde estamos?). El primer año de Oropeza al frente del Ateneo se inició con metas específicas entre las cuales se destacan:

§  Ampliación de la sede, hasta lograr la construcción de un edificio de ocho (8) niveles que albergue: biblioteca, cafetín, salas de exposición, espacio de usos múltiples, dependencias administrativas, depósito, auditórium y espacio para talleres.

§  Reorganización curricular de la casa de los talleres.

§  Reorganización de la biblioteca y restauración de los volúmenes históricos.

§  Creación del teatro infantil Cataplum.

§  Creación del circuito de títeres Correcaminos e implantación de módulos en diversos sitios del Distrito Valencia.

§  Cursos de formación y capacitación para el personal que labora en el Ateneo.

 

Con estos objetivos, el nuevo presidente fijó las metas de los próximos años, basado en ideas propias y ajenas, las cuáles transmitió a su equipo de trabajo. De esta forma, Oropeza pasa al segundo paso del esquema (¿a dónde vamos?) con metas claras y precisas.


            Luego de rodearse de un equipo de profesionales en las áreas administrativas y artísticas, formó una estructura organizacional horizontal, se rediseñaron los talleres creativos para la comunidad y así nació Fundataller, en un modesto local alquilado en la parroquia San José. Esta nueva fundación se encargaría de ser un semillero de nuevos artistas en las áreas de narrativa, pintura, fotografía, escultura, poesía. Además de ser un puente con la comunidad para seminarios literarios y de apreciación artística. Así Oropeza cumple con el tercer paso del esquema (¿Con quién vamos?) al rodearse de un equipo de trabajo que lejos de opacar su labor, ha sido la clave de su éxito dentro del Ateneo.


            En el transcurso de once años el Ateneo se ha enfrentado con el sempiterno problema del presupuesto, actualmente funciona con un gasto de doce de millones de bolívares mensuales, este ha sido el presupuesto desde 1996 (es decir, de $25,500 en 1996 a $12.500 en el 2002), sin embargo, la administración eficiente y la búsqueda de otras fuentes de financiamiento dentro de la industria privada (patrocinantes, donativos de materiales, etc) ha permitido no sólo mantener a flote la institución, sino llevar a cabo los programas de modernización. Otra solución ha sido el autofinanciamiento a través de iniciativas como la Librería Cubagua.  Esto demuestra una visión que va más allá de detenerse ante los problemas y llevarse las manos a la cabeza, la actitud del presidente ha sido la búsqueda constante de soluciones inmediatas y permanentes. La guía de los líderes en momentos difíciles es vital para mantener el entusiasmo dentro de las organizaciones. En este sentido, Oropeza ha sido un magnífico guía para el personal del Ateneo. Lo cual lo encaja perfectamente con el cuarto paso del esquema principal (¡Vamos!).



            Si bien para Oropeza aún quedan muchas metas por cumplir, es interesante hacer un balance de los avances durante su gestión, los proyectos enumerados al inicio de su programa se materializaron en el Museo Salón Arturo Michelena, finalmente inaugurado en noviembre de 2001, la estructura consta de seis pisos, salas de exposiciones, áreas administrativas, presidencia, terrazas, biblioteca y centro de documentación. La reorganización de los talleres dio como resultado la cátedra de estudios libres Ida Gramcko, Fundataller pasó a instalarse definitivamente en la calle posterior al Ateneo y ahora se conoce como la casa de los talleres. Así mismo en el año 1994 se iniciaron los cursos de apreciación artística que evolucionaron hasta permitir la creación del Centro Piloto Luis Eduardo Chávez en 1999. Este instituto tiene como misión la formación de profesionales en diversas áreas del arte y gerencia cultural, además de los talleres individuales de fotografía, dibujo, pintura, orfebrería y teatro. Sus egresados obtienen títulos avalados por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte como Técnicos Superiores Universitarios en Arte. Como líder del Ateneo, Oropeza ha llegado lo suficientemente lejos como para celebrar sus logros, cerrando así el círculo del esquema inicial (¡Llegamos!).


            En el año 1999, Oropeza fue electo como presidente de la asociación de ateneos de Venezuela, desde ahí quiso transmitir su visión al resto de los ateneos del país y así nació la visión de los Museos sin Muros, es decir, diseñar instituciones culturales con el fin de establecer una relación geográfica y ecológica con la comunidad, además de tener una estructura organizativa que facilite el contacto con el hecho cultural. Sin embargo,  debió dejar el cargo por motivos de salud.


            Oropeza se ha definido así mismo como un soñador de grandes metas, tanto en su rol de artista, gerente y maestro, ha demostrado siempre ser una persona inspiradora que ha sabido rodearse de los mejores valores humanos en cada una de las áreas de su vida. Obviamente no se amilana ante los obstáculos y prefiere superarlos manteniendo la vista fija en su objetivo. Se ha involucrado con cada uno de los empleados del Ateneo de Valencia y conoce muy bien a su equipo de trabajo. Además disfruta de sus éxitos y ha demostrado que la gerencia pública eficiente es posible. Por estos elementos se puede concluir que José Napoleón Oropeza es un líder de la difusión cultural que sin duda ha dejado una huella para ser seguida.

 





1 Antonorsi B. Marcel y Szilágyi Alejandro. Liderazgo (concepto, proceso, maestría personal).  Visión compartida. Caracas.

2 Maxwell, Jhon. Desarrolle al líder que está en usted. Editorial Caribe. 1996.



En Persona:José Napoleón Oropeza




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Javier Domínguez. Valencia. Venezuela.

Narrador. Autor de los libros de cuentos “El camino de los hilos” (2005) y “Mundos diagonales” (2015). Y la novela inédita “Crónicas del triunfo”.

2do. Lugar en el XI Concurso de cuentos de La Policlínica Metropolitana 2017. Caracas. Venezuela.



Actualmente es coordina el taller de narrativa “Escribe tu cuento” en la Fundación La Letra Voladora. Además de colaborar con microcuentos en el sitio web www.microcuentos.es



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