Es la primera
entrega de la trilogía de Nolan. Con esta película se relanza la franquicia de
Batman un poco alicaída con las anteriores entregas. Tiene momentos memorables
como el que veremos hoy, una idea-fuerza: ¿Por
qué nos caemos?
El cine es el
vehículo perfecto para que luzca con su mayor esplendor la idea-fuerza, que
también lo hace en el marketing. La idea, el comentario, la frase que conforma
la idea-fuerza debe ser breve y clara, se repetirá varias veces en la película
para que el espectador se familiarice con ella. Cada repetición debe incidir en
la misma idea y a lo sumo adornarla un poco, enriquecer ligeramente su significado,
es primordial que el espectador la recuerde. Y es en la última repetición, en
medio de la resolución del drama, cuando emerge con toda su fortaleza, con toda
su significación. Es en ese contexto cuando adquiere su condición de cita
mítica y la asociaremos por siempre a esta película. La frase de la idea-fuerza
siempre actúa como acicate al protagonista y provoca una liberación emocional en
el espectador que se vuelca definitiva e incondicionalmente con él.
"Don Jose Gregorio Hernandez bendiciendo el nacimiento de Venus", NY, 1975
Estimados Liponautas
El 19 de junio de 2020 el Papa Francisco autorizo la beatificación del doctor José Gregorio Hernández, conocido en Venezuela por los católicos como el Siervo de Dios, por esta razón compartimos hoy con ustedes estas dos piezas de arte pertenecientes a Rolando Peña y José Pulidoen este momento en donde todo en Venezuela y el mundo esta revuelto.
Esperamos las disfruten.
En la red circulan muchos bulos. Este es uno de ellos. Supuesta foto del doctor José Gregorio Hernández a Caballo saliendo o entrando a Caracas. Imagen tomada de La Patilla.
Las estampas mas conocidas del doctor José Gregorio están basadas en una fotografía que se tomó en Nueva York en 1917.
doctor José Gregorio Hernández en Nueva York en 1917. Imagen tomada de Reporte católico Laico.
A continuación compartimos con ustedes un par de estampas bastantes comunes en los hogares católicos venezolanos.
Lo puse casi clandestinamente una vez y ahora aprovecho para que entre al mar de leva, a ver si puede nadar. La fotografía, por supuesto, es de Ricardo Armas.
CREO QUE TODO SE HA REVUELTO, SEÑOR Ninguna ola es nueva la que lleva el sudor de Odiseo se eleva sin ambages y al explayarse solitaria se hunde en la mejilla verdosa y vuelve a aparecer como un beso de muerto Las señoras que tejen en el parque y en las salas de espera intuyen un maratón de sentimientos adoptando una ráfaga capaz de erizar viejas maneras tejen, y el silencio las sobrecoge como un suspiro de Penélope entre aguja y lana pero siempre y a cada rato es demasiado tarde Tuviste que salir trastabillando de la patria, ninguna rodilla raspada al margen de lo heroico será anhelo de pintores pero eso no es perder el paraíso que nadie ha visto y nadie tiene uno Si compras la manzana no compras la medicina. Sufro los hedores de las aguas negras que corren burbujeando Me apego a cualquier superficie sintiendo la maloliente presencia de mis axilas desmoralizadas Y en mi ropa, los sudores de Lázaro se elevan sin ambages El aliento amargo de mi boca debería ser noticia algo está comiéndose sus propias entrañas Si vas a solicitar milagros y no quieres molestar a los santos ajenos es mejor que no sigas diciendo que a José Gregorio Hernández nuestro santo científico lo mato un Ford no estoy defendiendo al capitalismo intrínseco ni al progreso que llegó con los motores ni a la contaminación ambiental Es que a José Gregoriolo mató un magnífico carro de la Essex Motor Company, el primer vehículo con techo que hubo en la historia, haciendo posible manejar de noche José Gregorio era un hombre a caballo, destinado a morir de pie porque los caballos se evaporaron de repente Caballo evaporado. Médico peatón. Santo en tres y dos. La santidad es caer en el barro. José Gregoriocombatía las pestes, miraba por el microscopio escudriñaba el cielo y solo le preocupaban los enfermos. Digo todo esto porque en Detroit hubo obreros que se esmeraban ensamblando carros como el del año 1918 que atropelló a José Gregorio en 1919 obreros que rezaban pidiendo salud para no dejar desamparadas a sus familias oraban y trabajaban anhelando el milagro de la salud completamente aislados del cielo porque los galpones eran altos y enormes y cubiertos -ningún galpón es nuevo- y nadie se imaginaba en la línea de producción, que iba a surgir un santo en cualquier momento pero siempre y a cada rato es demasiado tarde
Poeta, escritor y periodista, nació en Venezuela, el 1° de noviembre de 1945.
Vive en Génova, Italia.
En 1989 obtuvo el Segundo Premio Miguel Otero Silva de novela, Editorial Planeta. En el 2000 recibió el Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, por su poemario Los Poseídos. Ha publicado cinco poemarios y nueve novelas. Desde el 2018 el Papel Literario de El Nacional creó la Serie José Pulido pregunta y publica las entrevistas que ha realizado acreadores y artistas.
(Ha fundado y dirigido varios suplementos y revistas de literatura. Si se requiere información detallada sobre estas publicaciones, favor solicitarla a este correo: jipulido777@gmail.com)
Forma parte de la Antología Por ocho centurias, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Salamanca, España, entre otras.Ha sidoinvitado a festivales en Irak, Colombia, Brasil, Chile, España y Génova.Participó, en 2012, como invitado de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que se celebran en Salamanca. En el 2018 y en el 2019invitado al Festival Internacional de Poesía de Génova.
Publicaciones más recientes:
El puente es la palabra. Antología de poetas venezolanos en la diáspora.
Compilación: Kira Kariakin y Eleonora Requena, para Caritas.
Poeti Uniti per il Venezuela, Parole di Libertà (Poetas Unidos por Venezuela, Palabras de Libertad) publicado por Borella Edizioni, evento respaldado por la Associazione culturale Orquidea de Venezuela, con sede en Milán.
Poemario Heridas espaciales y mermelada casera editado porBarralibro Editores
Recuerdo esta entrevista que le hice al poeta venezolano Armando Rojas Guardia (Caracas, 8 de septiembre de 1949-Ib., 9 de julio de 2020), en su visita a la ciudad de Génova como invitado en la XXIV edición del Festival Internacional de la Poesía “Palabras abiertas”, 2018.
Estos son los versos que he seguido en mi recorrido. La realidad del viaje y el encuentro con los poemas que han marcado mi búsqueda poética: paisajes del alma y donde las curvas del Monte Grappa me llevan al lugar secreto de la poesía. En esta experiencia, se comienza a entender aquello que nos une al universo: la revelación toca los sentidos, toca todos los instantes de la vida.
Génova esta presente en la mente de muchos venezolanos, no porque sea una de las cunas probables de Cristobal Colón, si no por Marco, de los Apeninos a los Andes. Una comiquita, un anime, basado en una historia del libro Corazónde Edmondo de Amicis. La serie animada fue transmitida por el desaparecido canal televisivo RCTV.
Era el tiempo en el cual estudiaba Letras en la Universidad Central de Venezuela. Luego de conocer los grandes maestros de la poesía venezolana e internacional, seguí el estudio con atención de la poesía escrita en dos idiomas a través de la traducción.
De izquierda a derecha: Armando Rojas Guardia, Mayela Barragan, José Pulido, Hebe MuñozyClaudio Pozzanien el panel central del Festival de Poesía de Génova. Imagen tomada deActualy. es.
Ahora, en el exterior, la poesía venezolana es una salvación, una prioridad, y pienso que sea la causa de la búsqueda cultural que nos une: somos poetas en exilio, ahora más que nunca. Y como dijo el poeta Rojas Guardia en una entrevista: “Esa es la apuesta moral y estética. Vivir poéticamente es vivir en resistencia, oponerse al horror y a la barbarie, temple psíquico y capacidad de respuesta espiritual…”, repetía.
Actividad callejera del Festival Internacional de la Poesía “Palabras abiertas” en la ciudad de Génova. De traje negro el poeta José Pulido.Fotografía de Gabriela Pulido Simne.
El poeta Armando Rojas Guardia fue invitado al XXIV edición del Festival Internacional de Poesía. Palabras abiertas de Génova (2018), organizado por el poeta Claudio Pozzani, a esta ciudad encantada por el mar de la península italiana. En el Palacio Ducal, tuvimos el honor de escucharlo recitar a memoria su poema “Patria”, junto al poeta José Pulido y la poetisa Hebe Muñoz.
Erika Reginato: Dice Marina Tsvetayeva: cuando escribo poesía es como si algo o alguien dentro de mí quisiera ser… Aquel Ser desea preguntar ¿Cómo nace el uso de la palabra en el poeta Armando Rojas Guardia? ¿Quiénes fueron sus maestros?
Armando Rojas Guardia: Mi padre Pablo Rojas Guardia era un poeta. Su ejemplo fue crucial en mi vocación literaria. Una tía mía, mi tía Albertina, solía contar que a teniendo yo 4 años un día me preguntó: Armando, cuando seas grande, ¿vas a ser poeta? Y yo le respondí: No es que lo voy a ser, ya lo soy.
Esta anécdota es inexplicable sin la sombra bienestar del ejemplo paterno.
Marina Tsvetayeva, 1925. Fotografía de Pyotr Ivanovich Shumov (1872-1936) . Libro: Marina Tsvetayeva Selected Poems. M. L. 1965. Imagen tomada de Wikipedia.
ER: Pienso que la poesía nace como una explosión. Es la suma de silencios y sonidos. ¿Qué es la poesía para Armando Rojas Guardia?
ARG: La poesía es pensamiento analógico y símbolo estructurado rítmicamente. Al ser pensamiento, un tipo-otro de pensamiento no es un mero impulso irracional: es una percepción específica de la realidad. De ella da cuenta el poema.
ER: Las lecturas de poesía que recorremos desde el principio de nuestra inquietud, siempre nos dejan trazos en nuestro trabajo creativo. ¿Quiénes son sus maestros?
Un juvenil Eugenio Montejo. Fotografia de Héctor López Orihuela. Tomada del libro Rostro y Poesía del año 1995.
ER: Un estudiante busca entre los libros algún sentimiento en común con el escritor, un sentimiento en ese inquietante momento desconocido en el cual descubre su vocación o la tantea. ¿Qué le puede sugerir un poeta mayor a un joven poeta?
ARG: A un joven poeta le diría que insista en la tarea empecinada de escribir, a pesar de las vacilaciones y las dudas: tenacidad y empeño, que se traducen en inagotable y paciente capacidad de reelaborar y corregir.
ER: Esta es una ciudad de mar, un puerto de anclaje en la península itálica, escribe el poeta Ungaretti. De visita en el marco del Festival Internacional de Poesía de Génova. Palabras abiertas. ¿Cómo se siente un poeta venezolano en las calles de esta ciudad?
ARG: Creo que ya estoy enamorándome de Génova. Es una ciudad para vivir en ella: majestuosa, pulcra, repleta de rincones hermosísimos y entrañables. No todas las ciudades que uno conoce merecen esas palabras que ahora repito a conciencia: Génova es una ciudad para vivir en ella.
ER: Y para terminar, ¿me puede decir su canción preferida?
ARG: Una canción cuyo título se me olvida ahora pero que me conmueve hasta las lágrimas cuando la escucho en la voz de Nina Simone: su leit-motiv, su estribillo consiste en la repetición, obviamente en inglés, de estas palabras: «No tengo…»
Ain’t got no / I got life
Ain’t got no home, ain’t got no schoes, / Ain’t got no money, ain’t got no class,
Ain’t got no friends, ain’t got no schoolin’, / Ain’t got no wear, ain’t got no job,
Ain’t got no man… / I got my hair, i got my head …
I got my brais, I got my ears, / I got my eyes, I got my nose, /
I got my mouth, I got my smile…
Ain't Got No, I Got Life - Nina Simone cantando en vivo en Londres, 1968.
Nina Simone termina su canción con la misma humildad que nos revela el poeta, cantando en silencio lo que no posee y aquello de lo cual se adueña en su totalidad… sus sentidos y su intimidad con la palabra que sabe descifrar.
POEMA DE LA LLEGADA
Cuando tú vienes
tú el vacío el nada el ya.
el que yo no sé su nombre
ni interesa
cuando tu vienes
me siento perder voz
me seco de palabras
sueno
simplemente
como tú
sin queja sin golpe
sin crujidos
sueno como tú
Cuando tú vienes
tengo prisa
por decir
por llamarte de algún modo
por nombrarme
a mi también
para al fín reconocerme
en tu presencia
me abalanzo precipito
sacudo la quietud
mancho lo limpio
todo es tan vacío tan gota
inaprehensible
tan exactamente nada
tan silencio
Cuando tú vienes
abro ensancho acojo
me dilato
no sé decir
sino que abro
inútiles clausuras
Tú en el canto
tú el silbo el suave el que no pesas
vuelves hilos levísimos
mis nudos
me desatas
Cuando tú vienes
nada dices
y me dices
Nada pides
Qué vas a ser tú el implacable
el exterminador, el Enemigo
Nada pides
eres
Sólo oigo como eres
sólo oigo como soy
y quiero
ser
así eso que escucho
me abandono
Cuando tú vienes
hay una exacta coincidencia
te miro
en lo profundo
de aquello que deseo
qué mentira
qué imposible
qué estúpido
querer lo que no quieres
querer lo que no quiero
y entonces
ya no es sino la paz
la precisa ubicación
el ser escueto
Cuando tú vienes
no has venido
estás ya desde siempre
PATRIA
Alguna vez amamos, o dijimos amar,
la terquedad sombría de tu fuerza.
La voz del padre enronquecía
al evocar calabozos, muchedumbres,
hombres desnudos vadeando el pantano,
llanto de mujer, un hijo
y más arriba (¿dónde arriba?)
el trapo contumaz de una bandera.
Supimos, lenta y vagamente,
que lo imposible te buscaba
extraviándote los pies
-aquellos pies de Hilda obsesionaron
a mis ojos de niño: su corteza
terrosa, vegetal, desconcertada
sobre la pulitura del granito.
Tal vez una tarde, entre los campos,
la música te deletreó de pronto
al lado de algún bosque, una colina,
un lago triste que se te parece:
la misma terquedad al revelarte
ávida no precisamente de nosotros
(los efímeros, los quizá, los transeúntes)
sino de tu pátina absurda de grandeza
-esos sueños opulentos de la historia
que son más bien su horror, su pesadilla.
Ahora que te conoces vil, prostibularia,
porque tanta voluntad ecuestre
se apeó bajo el sol a regatear
y el héroe mercadeó con su bronce
y el oro solemne del sarcófago
adornó dentaduras, fijó réditos,
y no hay toga ni charretera ni sotana
que te oculten cuadrúpeda, obsequiosa
por treinta monedas ancestrales,
yo me atrevo a cubrir tu desnudez.
No es verdad que te vendiste. Tú anhelabas
dilapidarte brusca, totalmente:
un lujoso imposible.
Lo sabías,
siempre lo has sabido y como siempre
aras en el mar. Te concibieron
con voluntad precisa de fracaso.
Cómo afirmar, pasito, que hoy te quedas
en la dificultad de sonreírte
levantando los hombros, desganado,
y diciéndote con sorna, con ternura,
mañana sí tal vez. Quizá mañana…
Armando Rojas Guardia recitando el poema Patria.
Nota: Armando Rojas Guardia, (1949-9/7/2020). Era filosofo, poeta, ensayista. Su trabajo reconocido internacionalmente fue traducido a diversos idiomas. Fue uno de los fundadores del grupo Tráfico (1981). Entre sus libros publicado en Venezuela: Del mismo amor ardiendo (1979), Poemas de quebrada de la virgen (1985), Yo que supe de la vieja herida (1985), Hacia la noche viva (1989), La nada vigilante (1994), El esplendor y la espera (2000), Patria (2008), Mapa del desalojo (2014). Entre sus ensayos: El Dios de la intemperie (1985), El calidoscopio de Hermes, (1989), Diario merideño (1992), Crónica de la memoria (1999), La otra locura (2017), El deseo y el infinito (diarios 2015-2017) y Proserpina (2015). Premio del Consejo Nacional de Cultura de Venezuela (1986-1996). Premio de ensayos de la Bienal Mariano Picón Salas (1997). Miembro de la Academia del idioma español, (2016-2020).
Erika Reginato, poeta ítalo-venezolana. Reside en Italia.