miércoles, 6 de noviembre de 2024

Laura Lorenzoni, bióloga venezolana en la NASA: Del espacio y del mar me atrae la inmensidad de lo que hay por conocer

 


Estimados Liponautas 

Hoy tenemos el agrado de hacerles llegar una entrevista hecha en el año 2021 a la bióloga de la NASA, Laura Lorenzoni. Laura nació en Venezuela y se graduó  en la Universidad Simón Bolívar USB


Imagen tomada de Em Órbita



Lorenzoni es parte de la misión PACE (acrónimo de Plancton, Aerosol, Nubes y Ecosistema Oceánico). 


Lanzan con éxito la misión 'Pace' de la NASA | Noticias Telemundo



El satélite fue lanzado a bordo del cohete de SpaceX, el Falcon 9, en Cabo Cañaveral, EE. UU, el 8 de febrero.






*******


Laura Lorenzoni, explorando mundos dentro de nuestro mundo


  Noelia González


JUN 08, 2021





Laura Lorenzoni. Cortesía Laura Lorenzoni


Laura Lorenzoni, originaria de Venezuela, hoy se desempeña como científica de programa en el Programa de Biología Oceánica y Biogeoquímica de la sede de la NASA.

cortesía Laura Lorenzoni



La carrera profesional de Laura Lorenzoni ha ido al ritmo de su curiosidad. La atracción por el espacio exterior y los mundos que este contiene marcaron el compás de sus primeros años de estudio universitario en Venezuela, a pesar de que en ese entonces no imaginaba hacia dónde la llevaría su pasión por el cosmos.


Resulta que Lorenzoni no es de las personas que se fijan en algo que piensan que quieren hacer. Su fórmula para avanzar ha sido menos predecible: prefiere seguir sus pasiones, atravesar las puertas que se abren frente a ella, y nunca dejar que le digan que no. Todo eso, mientras recibe el apoyo de su familia; la combinación perfecta para cumplir sueños que a simple vista parecen demasiado lejanos.


Lorenzoni amaba el espacio y sabía que quería ser científica, pero tenía que adaptarse a lo que tenía disponible. En su país no existe la carrera de ingeniería aeroespacial, pero pronto entendió que había otra manera de explorar otros mundos, sin necesidad de salir del planeta Tierra.


Qué es lo que me atrae del espacio: lo desconocido que puedes conocer. Y ciertamente conocemos más de nuestra Luna, y estamos en camino a conocer más de Marte, de lo que conocemos de nuestro océano”, dice. Profundidades impensables, especies jamás vistas, interacciones vitales; el reto de explorar lo desconocido del océano la llevó a dar la siguiente brazada.

Biblioteca de la Universidad Simón Bolívar


Estudió biología en la Universidad Simón Bolívar, en Caracas. Allí empezó a conocer nuevas caras del océano.



Recuerda tener que adentrarse en el mar de noche para recolectar muestras de zooplancton. “Y mira, por más familiar que yo hubiese estado con esa playa, entrar al mar de noche, con tu linternita, arrastrado tu red de plancton allá al fondo, te inspira respecto. Eso me quedó grabado”, recuerda Lorenzoni, que también solía hacer buceo nocturno. “El mar de noche es absolutamente fascinante. Si alguien quiere ir a otro planeta, debería bucear y bucear de noche”, dice.


Allí, un profesor la ayudó a conseguir una pasantía en un centro de detección remota con satélites. De pronto, ya estaba más cerca del espacio, y de la NASA.


Laura Lorenzoni. Cortesía Laura Lorenzoni


Hizo su tesis de grado en teledetección y otra puerta se abrió allí en Venezuela: la posibilidad de estudiar la Fosa de Cariaco, una de las principales cuencas anóxicas del planeta. Anóxica significa que no tiene oxígeno; aun así, en Cariaco hay vida microbiana. Esta fosa “ha sido utilizada para poder entender qué tipo de organismos pudieran existir en océanos de otros planetas”, explica Lorenzoni. Trabajar con Cariaco le dio la oportunidad de hacer la maestría y después el doctorado en Florida.

Mapa de la Cuenca de Cariaco


El sueño se terminó de completar cuando se abrieron para ella las puerta de la NASA. Hoy es científica del Programa de Biología Oceánica y Biogeoquímica (OBB, por sus siglas en inglés) en la Dirección de Misión Científica de la sede de la agencia. El programa OBB se centra en describir, comprender y predecir las condiciones biológicas y biogeoquímicas, las interacciones y los cambios en la capa superior del océano, a través de los datos de detección remota y los obtenidos en el campo.


Es muy curioso porque si tú le preguntas a chiquillos o a la persona normal qué hace la NASA, te van a decir ponen el rover en Marte o estudian galaxias lejanas”, dice Lorenzoni, que señala que muy poca gente “se da cuenta de que la NASA tiene un programa extremadamente robusto de ciencias de la tierra”.


Es que la agencia observa y estudia nuestro planeta desde adentro y desde afuera, con una flota de satélites que brindan una perspectiva única de nuestro mundo, y que dan “una cantidad increíble de información” que va mucho más allá de ayudar a pronosticar el clima de mañana, explica Lorenzoni.


Por lo general, “el espacio se lleva todo el glamour”, aun cuando la tecnología que posibilita la exploración de otros mundos haya sido desarrollada, en principio, para estudiar la Tierra. En ocasiones, nuestro océano es un buen lugar para probar estas tecnologías, que a su vez harán posible las investigaciones científicas. “El océano es un ambiente muy rudo. Tienes presiones absurdas, tiene condiciones que de verdad llevan al límite la tecnología que nosotros tenemos”, dice Lorenzoni. Por eso, explica, si funciona en las partes más profundas de nuestro océano, es probable que también funcionen en otros mundos.


Laura Lorenzoni. Cortesía Laura Lorenzoni


La exploración de la Tierra y la exploración espacial van de la mano; la primera viene antes que la segunda. Según Lorenzoni, conocemos muy poco sobre lo que hay en nuestros mares, “y si nos ponemos a pensar que la vida como nosotros la conocemos salió del océano, pues es fundamental entender qué es lo que tenemos aquí en este planeta para poder extrapolar qué posiblemente pudiera haber en otros lados”, comenta.


Conocer mejor nuestro océano también nos ayudará a responder varias preguntas importantes, explica Lorenzoni: qué va a pasar con el ciclo del carbono a medida que aumente el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y los mares se calienten; qué pasará con la cadena alimenticia en el océano.


En eso ha trabajado la campaña de campo oceanográfica de la NASA llamada Procesos de exportación en el océano desde la teledetección (EXPORTS, por sus siglas en inglés), que busca entender mejor cuál es el papel del océano en el ciclo global del carbono. Lorenzoni supervisa este programa.


Durante el despliegue más reciente de EXPORTS en mayo de este año, tres buques navegaron el Atlántico tomando medidas y recopilando datos de forma continua con plataformas de alta tecnología, incluidos varios vehículos autónomos. El siguiente paso es vincular esos datos con los satélites.


Esto permitirá entender qué está pasando con el fitoplancton, que es clave para la producción de oxígeno hacia nuestra atmósfera, y es la base de la cadena alimenticia de los ecosistemas acuáticos. Pero no solo eso: también ayudará a conocer qué está sucediendo con toda esa cadena trófica, lo cual es importante porque esta secuestra el carbono a la parte profunda del mar, ayudando a sacar CO2 de la atmósfera. Y eso “contribuye a frenar un poco el calentamiento global”, explica Lorenzoni.


Saber qué está pasando en el océano también ayuda a entender hasta dónde está llegando la huella del ser humano, incluso en los rincones más remotos. Recuerda lo que sintió cuando se enteró de que habían encontrado una bolsa plástica en la Fosa de las Marianas, en el Pacífico: fue aleccionador. Con más de 10 mil metros de profundidad, esta fosa es considerada el área más profunda de los océanos. “Pensar que hasta ese sitio ha llegado la huella humana es un poquito triste”, dice Lorenzoni, que dice que esto es “un recordatorio de lo interconectados que somos y lo importante que es cuidar de nuestro planeta en general”.

Laura Lorenzoni. Cortesía Laura Lorenzoni


Lorenzoni no pierde el optimismo. Ve “la preocupación honesta” de la gente en general sobre el problema de la contaminación por plásticos en los océanos y por la salud del ecosistema. En su hogar, enseña a su hijo de 10 años a pensar en la conservación. Dice que lo hace a través del ejemplo: ya sea enseñándole a respetar a una medusa o una estrella de mar que encuentran en la orilla, o transmitiéndole la fascinación por el buceo (su esposo también bucea). El hijo de Lorenzoni quiere ser arqueólogo submarino y espera con ansias cumplir los 12 años para poder bucear. “Compartir la pasión creo que es la cosa más efectiva para que él entienda lo importante que es nuestro océano y lo importante que es respetar sus recursos”, dice Lorenzoni.


Con el ejemplo de su trabajo, también busca inspirar y apoyar a la siguiente generación de científicos y exploradores. Lo siente como un “grandísimo honor”. “La parte más emocionante es esa: no solo poder darle pie a la ciencia que es buena, sino también tener la oportunidad de estar en una posición como en la que estoy y conectarme con chiquillos, y chiquillas sobre todo, que tal vez tengan el deseo, como lo tuve yo cuando era chiquita”, explica.


Dice que se siente privilegiada de haber contado siempre con el apoyo de su familia para lograr sus metas, y es consciente de que no todos los niños y niñas tienen ese apoyo disponible. “Mi recomendación para las chiquillas es: ¿quieres perseguirlo? Hazlo, no dejes que nadie te diga que no”.


También es importante no decirse que no a una misma, aclara Lorenzoni. Cuenta que aunque era “terrible en matemáticas”, pronto aprendió que “lo importante es capitalizar en nuestro fuerte”. Explica que perseguir lo que nos apasiona y en lo que somos buenos de verdad ayuda no solo a la autoestima sino también a desarrollar esa pasión. “Entonces”, concluye, “te conviertes en lo mejor que puedes ser”.


Por Noelia González


Centro de Vuelo Espacial Goddard, Greenbelt, Maryland



https://ciencia.nasa.gov/gente-de-la-nasa/laura-lorenzoni-explorando-mundos-dentro-de-nuestro-mundo/





martes, 5 de noviembre de 2024

ADHELY RIVERO EN SOL DE SED

 



EN SOL DE SED

POR REYNALDO PÉREZ SÓ

 

Si una de las características, manidas, ha sido el derramarse en palabras, el canto superficial, llamativo, florido, sobre el Llano, este libro de Adhely Rivero (1954) es más bien todo lo contrario. El Llano, los esteros, las soledumbres del mediodía, la concepción del tiempo circular, vuelto de pronto innovamiento, en donde el hombre va siendo testigo de sucesos interiores/ exteriores, pero siempre aferrados al ojo vigilante con la mirada altiva del alcaraván, eremita de las planicies que juega con su nido en los terrenos estériles de los sembradíos, rasgando con su chillido la presencia extraña. 

Aunque nada de paisaje de postal o vernáculos enseñoreos donde la defor-mación fuera la única agua bebible. Adhely Rivero nos recrea su infancia de a caballo, vaquerías, cujíes y chaparros en nombre del sagrado rincón no dé la hacienda, hato o fundo sino de la inmensa soledad de los medio días, canículas, inviernos que para el hombre de El Llano podrían ser la de los desiertos saharianos o de las mismas Pampas del Sur.

Hombres más que estampas, seres con sueños de animales perseguidos, devorados eternamente en el paisaje de dos dimensiones: la humana, la natural. Difícil acceso con la herramienta de la palabra concentrada, cuando todo está en su contra: incendios, humaredas infinitas, lluvias inacabables, mares de estación, aves e insectos vueltos nubes. Reducir el canto locuaz a la sugerencia contenida para dar con la tierra, para reconocerse, reconocernos, parece ser el deseo de Rivero, poeta vertical, no espectador a distancia, que es la vía fácil.

Para la descripción engañosa que oculta, generalmente, la merma creativa. Quizá, por estas razones, en guardia como cualquier buen poeta, el autor busca, mediante la experiencia requintada, para evitar los tonos altos, la palabra exacta de los mismos hechos que en versos como estos se sienten, de roce, que afirman la gravedad del verbo versus las etéreas resonancias del engaño: La fuerza del toro / se inclinaba / mientras la palma / pasó / sobre la yerba. Y nunca, claro está, a ciegas, o al desgaire: Me voy por la luz / de linterna / a donde no hay nadie / en el fondo.

Con En Sol de Sed, Adhely Rivero nos inicia, lectores de la distancia, para un universo todavía silvestre y, más que todo, auténticamente latinoamericano, de fondo y no de forma.



EN SOL DE SED by Dimitri Lipo


*******




Adhely Rivero nació en Arismendiestado Barinas,  Venezuela en 1954. Está residenciado en Valencia desde 1970. Licenciado en Educación mención Lengua y Literatura por la Universidad de Carabobo. Fue Jefe del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo, donde dirigió la Revista Poesía y coordinó el Encuentro Internacional Poesía de Universidad de Carabobo. Ha obtenido varios premios por su trabajo poético, entre ellos el Premio de Poesía Facultad de Ciencias de la Educación (dos años consecutivos) U. C. Premio ‘Miguel José Sanz’ de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo. Premio de Poesía de la Universidad de Carabobo. Premio de Poesía Universidad ‘Rómulo Gallegos’. Premio de Poesía ‘Cecilio Chío Zubillaga’ de Carora. Premio Único de Poesía 40 Aniversarios de la Reapertura de la Universidad de Carabobo. Ha publicado los libros: 15 Poemas (1984); En sol de sed (1990); Los poemas de Arismendi (1996); Tierras de Gadín (1999); Los Poemas del Viejo (2002); Antología Poética (2003); Medio Siglo, La Vida Entera (2005); Half a Century, The Entire Life, (2009): versión al Inglés de Sam Hamill y Esteban Moore. Poemas (Antología editada en Costa Rica) (2009): Compañera (2012). Poesíe Caré, Poemas queridos (2016), Versión al italiano de Emilio Coco, publicado en Colombia. Está representado en varias antologías nacionales y en la antología italiana La Flor de la Poesía Latinoamericana de hoy, tomo I, II, editada en Italia, 2016. Ha participado en diversos e importantes Festivales de poesía a nivel nacional e internacional, entre ellos, el Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia, en 2007 y 2016. Festival Internacional de Poesía Al-Mutanabi en Suiza. 2008. Festival Internacional de Poesía de Bogotá, Festival Internacional de Poesía del Mundo Latino, México. Festival Internacional de Poesía de los llanos Colombo-Venezolano en Yopal, Colombia. Feria Internacional del Libro de Bogotá, Colombia, Feria Internacional del Libro de Caracas, Venezuela. Festival Internacional de Poesía de Venezuela. Festival Internacional de poesía de los llanos colombo-venezolano en Arauca, Colombia. Encuentro Internacional Poesía Universidad de Carabobo, Feria Internacional del Libro Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela. Bienal Internacional de Literatura “Mariano Picón Salas”, Mérida, Venezuela. Sus poemas han sido traducidos al inglés, portugués, italiano, alemán, francés y árabe. La revista POESIA le rindió homenaje en su número 156.


*******



Reynaldo Pérez Só. Caracas, 1945 – Valencia, 2023. Poeta, ensayista, traductor, editor, profesor y médico. Se desempeñó como Jefe del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo. Fue co-fundador de la revista Poesía, la cual dirigió durante varios años. Entre sus libros de poesía destacan: Para morirnos de otro sueño (1971); Tanmatra (1972); Nuevos poemas (1975); 25 Poemas (1982); Matadero (1986); Reclamo (1992); Px (1996); Solonbra (1998) y Rosae rosarum (2011). Su vida y su trayectoria literaria fueron reconocidas por el Festival Mundial de Poesía de Venezuela y el Encuentro Internacional POESIA Universidad de Carabobo. Pérez Só es Premio Nacional de Literatura (2019 – 2020).


Tomado de la Revista Poesía.


 Enlaces relacionados:

El poeta Adhely Rivero estará hoy, 28/06/2024, a las 11 AM en el programa radial "Mejor Vivir" de Arnaldo Rojas



Adhely Rivero: Cumplir 70 años... venirme a poner viejo ahora que me está gustando habitar bajo este cielo.




DAS SEELENFEL - CAMPO DEL ALMA. Un poemario bilingue Aleman-Español de Adhely Rivero




DAVID CORTÉS CABÁN: EL LIBRO DE CANOABO, DE ADHELY RIVERO proclama mediante la palabra bondadosa un sentido más lúcido y humano de la vida




UN HOMBRE SILBA CON LA BOCA SECA EN LA FRONTERA INVISIBLE DE ADHELY RIVERO



Disfruten el video del "Recital de Poesía" con los poetas Enrique Mujica, Carlos Ochoa y Adhely Rivero



"Recital de Poesía" con los poetas Enrique Mujica, Carlos Ochoa y Adhely Rivero el 7 de diciembre




La honda gratitud de Adhely Rivero hacia el entorno natural en su Mundo Poético



El poeta Adhely Rivero será homenajeado en la Filuc 2023



Los Poemas Queridos de Adhely Rivero



III Concurso literario de la Facultad de Derecho “Miguel José Sanz” en 1980



SEPARADOS EN EL TIEMPO Y EN EL ESPACIO (3)


lunes, 4 de noviembre de 2024

Fritz Küper, artista plástico a Marisol Pradas: La virtud de las plumillas, es la magia implícita en el arte del trazo solitario

 



Fritz Küper: Luego de un largo trecho de experiencias, en la búsqueda permanente de canales expresivos



domingo, 13 de julio de 2008


Fritz Küper, artista plástico: El dibujo es la esencia de toda la obra"


Hasta el próximo domingo 20 puede apreciarse en el Gabinete del Dibujo y de la Estampa la exposición de Fritz Küper, "Entre plumillas y carboncillo", muy visitada por la maestría que a través del tiempo ha mostrado este trabajador incansable, que con dominio conquista una técnica difícil de ejecutar.




Entrevistar a Küper es hacerlo como artista plástico pero también como diseñador gráfico, periodista, escritor e historiador que no olvida la memoria de las ciudades, hoy en día presas de una gran indiferencia e inclusive abandono por parte de las instituciones que deberían conservarlas y resguardarlas.



¿Qué es la expresión visual?

El dibujo toma forma sobre el papel. Espacio vacío, donde el blanco es color. Absoluto, definitivo. Las lineas en negro tejen las tramas de la imagen. Se cortan, se expanden, se multiplican. Se unen o se desprenden en desbocada invasión de lineas.



Sombras intrincadas. Grisados de media luz. Blancos donde estalla la nada. Todo conforma una expresión visual, una imagen surgiendo de la mano, rasgando la textura, con un sonido seco, casi imperceptible.



¿El ojo se acostumbra al blanco y negro?

Sí. No existe otra posibilidad y entre ese debate de absolutos, surgen los matices, los contrapesos, y equilibrios. Más lineas, menos líneas, trazos curvos, cortos, largos; sobrepuestos, unos sobre otros, entonces la gama de grises se expande. Pero no son grises. Aparentan, sugieren o insinúan un color inexistente.



¿Esa es la virtud de las plumillas?

La virtud del dibujo, la habilidad de una técnica antigua, el secreto, la magia implícita en el arte del trazo solitario.


¿Se debe entender la lucha entre el blanco y el negro?

Es una diatriba convertida en alianza para ocupar espacios y generar imágenes cognoscibles al entendimiento de unas pupilas atentas. Expresiones de una realidad llena de colores, pero transformada por el artista en blanco y negro.


¿No resulta difícil?

Es un proceso visual extremadamente complicado, donde la capacidad del cerebro, actúa en sentido contrario. El color de la naturaleza ya no es color, es pura sombra o es pura luz. Y entre la sombra y la luz se desgaja la extensa variedad del claroscuro.


¿No busca invadir el color?

Cuando el dibujo en blanco y negro deja espacios, vericuetos, rincones abiertos, surge la posibilidad del color como elemento invasivo, casi como un extraño visitando los predios de la nada.




¿Cómo nace la mezcla entre plumillas y acuarelas?

El pincel traba una batalla con la pluma de tinta negra. Los colores de la acuarela se van colando bajo las lineas duras, van transparentando una imagen para conformar otra sobre aquella. A veces, es el mismo tema repitiéndose en color; a veces, es el tema parecido confrontándose entre sí. En la realidad, es una sucesión de temas iguales pero distintos, donde el ojo pasa del negro o del blanco al rojo, al amarillo, al verde o al azul con la rapidez inigualada de la mente. Al unísono apreciamos la acuarela mezclada con el dibujo quitándole espacios o agregándole valoraciones imposibles de lograr con la escueta línea.



¿Acaso hay un desplazamiento de alguna de las técnicas?

En esa mezcla provocada, cada imagen conserva su autonomía, pero a su vez contribuye a una composición armoniosa con un nuevo mensaje creativo, se produce un trastoque de la realidad, un desplazamiento de la verdad hacia una virtualidad, solo perceptible por los sentidos.



Todo esto conduce a otras experiencias, insospechadas y nuevas, donde el dibujo se complementa con el color, sin ceder su preponderancia, pero enriqueciendo la obra.



¿Continúa el dibujo sosteniendo la obra a pesar del color de la acuarela?

Al lado de ese proceso, la acuarela va tomando absoluta libertad como vía expresiva de vieja data, con historia y memoria. De esta forma, los pinceles cobran vida y el paisaje blanco y negro se transforma en multicolor, con un tratamiento complejo, mas allá de la simple mancha, buscando el detalle de cortas pinceladas, puntos intermedios y sobreexposición de oscuros y claros.



Luego de un largo trecho de experiencias, en la búsqueda permanente de canales expresivos, de estados de sentimiento, sin improvisar, ni en el tema, ni en la técnica, se retoma la acuarela.

El dibujo como esencia y sostén de toda la obra, se mantiene incólume, convirtiéndose en la base creativa de todo el proceso creador, para desembocar en el color del paisaje y en el detalle anecdótico.



¿Por qué nos recuerdan las plumillas a los antiguos viajeros de otras épocas?

Tanto en el dibujo a plumilla como en la acuarela se conjugan la influencia macerada con la experiencia y la capacidad de observación de las obras de aquellos dibujantes, acuarelistas y grabadores viajeros de los siglos XVIII u XIX en América. Sus extraordinarias obras, reflejan la maravilla de la luz y en el color de estas tierra de gracia. Quizás algún polen de aquellas aventuras artísticas, se instaló por estos predios del siglo XXI y están rondando mis dibujos.



¿El paisaje es un personaje?

Humboldt llegó a llamar "fisonomía del paisaje", esa impresión, ese análisis, esa toma de conciencia de la naturaleza como sujeto, con vida propia, como reflejo de nuestro propio ser.



¿Cómo se recuerda al paisaje?

El paisaje se desplaza ante los ojos de distintas maneras. Alguna vez suele ser idílico, suave rememorativo, hasta bucólico. En otras solo son presencias. Fugaces, vibrantes, solitarias imágenes en búsqueda de la dimensión propicia para transmutarse en otros planos, donde la fractura y el desgarro asumen protagonismo. Son trozos angustiados del mundo interior, traídos a la realidad por la fuerza profunda de una revelación que dormida y silenciosa, solo necesitó un estimulo, un sonido, una palabra, una circunstancia para surgir del letargo inaprensible del sueño.

JARDÍN DE ANTAÑO. "LA CERCA" Tinta china, acuarela/papel. 2005




Fritz Küper es individuo de numero de la Academia de Historia del estado Carabobo, abogado, columnista, historiador y diseñador gráfico. Su obra está representada en la Academia de Historia de Carabobo, en el Colegio de Abogados de Carabobo, en el Congreso Nacional de Venezuela, en la Universidad de Carabobo, en Seguros Carabobo, en la Biblioteca Pública "Manuel Feo La Cruz", en la Biblioteca Nacional de Estonia, en la Colección Topel-Capriles, Induval y colecciones privadas. Ha participado en innumerables exposiciones tanto colectivas como individuales y desarrolla una tesis de postgrado sobre los alemanes en Carabobo (Notitarde, 12/07/2008, Confabulario).-

Lugar: Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia

Detras de la plaza Andrés Eloy Blanco.Avenida 104.

Urb. Santa Cecilia, avenida 104A cc calle 123, #11 Valencia, Carabobo, 

Teléfonos: +58-4144371971

correo electrónico: gabinetedeldibujo@gmail.com

Twitter:@gdev2006



https://azulfortaleza.blogspot.com/2008/07/fritz-kper-artista-plstico-el-dibujo-es.html


Enlaces relacionados:



CRUZ-DIEZ, artista cinético venezolano: No se inspira, reflexiona




Gabino Matos a Marisol Pradas: Debemos dejar de ser venezolanos por accidente




Oswaldo Vigas: Venezuela tiene ahora una muy mala política cultural




José Napoleón Oropeza, narrador y ensayista venezolano: Yo soy un poeta de la vida, porque yo le pongo pasión a todo lo que hago




Valencia memoriada, poema libro de Marisol Pradas y Anna Fioravanti



Ricardo Benaim, creador del Banco del Cóndor a Marisol Pradas.: El arte tiene fuerza y luz propia en la medida que penetre en otros ámbitos



Enrique Mujica, poeta a Marisol Pradas: Un poema debe ser claro y convincente, como un golpe de hacha...





La masticada lucidez de Reynaldo Pérez Só




Harry Almela a Marisol Pradas: Mis enemigos políticos dicen que soy un buen lector...




Domingo González Melet a Marisol Pradas: La sociedad venezolana lee poco"




José Antonio Rosales, fotógrafo a Marisol Pradas: Los venezolanos nos equivocamos eligiendo y el remedio fue peor que la enfermedad




SOBRE LA AZUL FORTALEZA DE MARISOL PRADAS




Orlando Chirinos, escritor, a Marisol Pradas: Beso de lengua me agarró por el cuello y me sentó.




Josefina Fierro a Marisol Pradas: Ser investigador bibliográfico es tener la voluntad de sentarte a bajar y proyectar la información de otros.




Ramón Oswaldo González Quiñones a Marisol Pradas: A nadie le van a enseñar a hacer poesía en un taller. Esa vena la carga uno encima.




Libro para Valencia Horizontal de Lis Villamediana y Emiro Ojeda




Luis García a Marisol Pradas:El proyecto Camoruco es un espacio alternativo y abierto a la educación, investigación y difusión del patrimonio vegetal del estado Carabobo




Javier Téllez a Marisol Pradas: "Ya no soy un artista venezolano, soy un artista que pertenece a una nueva república..."




Ulises Contreras: La danza es una maravillosa isla que únicamente te ofrece nadar perennemente





Luis Cedeño, cuentero valenciano a Marisol Pradas: "Yo no puedo traicionar el cuento".





Sergio Quitral a Marisol Pradas: Los grandes poetas venezolanos no tienen mayor repercusión fuera del país.





Luis Alberto Angulo, poeta venezolano a Marisol Pradas: "Pienso que hay un problema de autoestima en la acción cultural venezolana"





Pedro Téllez a Marisol Pradas: Asumí la escritura como militancia y no al revés en esta Valencia contradictoria





José Antonio Scovino el editor de la revista "Ojos de Perro Azul", a Marisol Pradas: "El arte es patrimonio de la humanidad".





Julio Rafael Silva, escritor a Marisol Pradas: Yo escribo por afecto y por celebración




ANDRÉS CERCEAU A MARISOL PRADAS: "CREO EN LA HORIZONTALIDAD DEL CONOCIMIENTO, QUE LA CULTURA LLEGUE A UN PÚBLICO MÁS AMPLIO". 





FUR: "PASIÓN POR LO MARGINAL"




Guillermo Cerceau a Marisol Pradas: La intelectualidad venezolana es medio autista