domingo, 12 de enero de 2025

LA PRESENCIA DE LO EFÍMERO de David Cortés Cabán: La advertencia que le hace el tiempo a la existencia

 



7 Feb 2022


«PRESENCIA DE LO EFÍMERO», DEL PUERTORRIQUEÑO DAVID CORTÉS CABÁN. COMENTARIO DE ALBERTO HERNÁNDEZ



David Cortés Cabán en la salmantina Plaza de Anaya (foto de Luis Borja, 2019)




Crear en Salamanca se complace en publicar la reseña que, sobre el libro de poemas en prosa y mini-cuentos Presencia de lo efímero (Ediciones Boán, Arecibo, 2021), obra del destacado poeta y ensayista puertorriqueño David Cortés Cabán, ha escrito Alberto Hernández, poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). 



1.-


La fugacidad se desplaza, muchas veces, con lentitud. Se deja ver. Se deja extrañar. Es tan instante que se hace pasajera en la hora de un día. Pasa el tiempo y la vida no se entera. El diccionario encara el significado: lo que tiene corta duración, lo que dura un día, un segundo, un parpadeo, lo fugaz, lo breve.



Su presencia es tan innegable como su ausencia. ¿Cuánto dura lo que no es? ¿Y cuánto lo que habrá de ser? ¿Cuánto lo que es?


La premura del tiempo desvanece las respuestas.


Un texto efímero es una suerte de símil. Es como la agonía de un insecto. La advertencia que le hace el tiempo a la existencia es tan próxima a la muerte que también desvanece el instante: todo lo que se piensa es tiempo. Dentro de él, lo que se recuerda y luego se olvida por la brevedad del ensueño. La realidad –esa cosa que perdura mientras es nombrada- es también efímera. Más dura lo que la contiene: el tiempo es su amenaza.


Un axioma de lo breve: rebelarse contra el tiempo. Ser una demostración de eternidad. Un poema, un relato se extiende mientras dura su presencia. Es decir, el vacío de su ausencia.


Un poema, un cuento: ambos breves ausentan lo efímero. Son más que eso: el recuento de lo que no está. De lo que habrá de estar en la imaginación: los temas se desarrollan en medio de la amplitud de lo breve. Son todos los temas.



2.-

 

El libro, como lo advierte su título, contiene 28 poemas en prosa y 15 mini cuentos que, sin titubeo alguno, se cruzan para ser relatos los primeros y poemas los segundos. Los géneros se intercambian, dicen, glosan y versifican, hacen maromas, cuentan y cantan.


Publicado por Ediciones Boán en la Colección Voces de Abacoa, en Arecibo, Puerto Rico, en el año 2021, “Presencia de lo efímero”, de David Cortés Cabán, es un recorrido por algunas brevedades, por algunas eternidades cortas, recogidas en un lenguaje que atrapa al lector y lo seduce.


David Cortés Cabán es un conocido escritor que tiene lectores en Venezuela. Su recorrido verbal atiende más hacia la lírica, hacia ese yo que se ha disgregado y convertido en una pluralidad, de allí entonces que conjugue, en este volumen, poesía con cuerpo prosaico para darle fuerza al todo, envuelto en una burbuja de múltiples significados, cuyos referentes están a la vista.


Por eso dice:


Yo estoy fuera de sitio. / ¿Qué sentido tiene marcharse? ¿Qué razón tiene regresar?


Ese ir y venir en medio de las palabras lo consigue sujeto a un instante: el de no tener un sitio para ser o para dejarse estar. Y así como ´la vida pasa´: “La muerte susurra: ´te amo desde la primera vez´”.


Ese ir y venir, constante, se observa en casi todos los textos que Cortés Cabán entrega en este libro:


Si regresas ahora, qué habrás ganado cuando la vida no dé para más”,


Aforístico, axiomático, el texto se sigue revelando uno tras otro con la medida de la brevedad, de lo efímero, en presencia de muchas preguntas:


“¿Qué expresan las palabras cuando no puedo más?


 

la poesía, tan de uso diario por el autor, conjuga sus instantes, trasladable:


Miro las nubes y todo desaparece. Intento alejarme, pero estoy en el paisaje sin poder regresar”.


Por eso habrá suficiente lugar para el retorno. Siempre habrá un retorno, el mito eterno de estar en el mismo sitio sin estarlo:


Ha pasado el tiempo. Si regresas, despiértame para olvidar el/ comienzo, para recuperar el final”.


Principio y fin. La primera y la última bocanada verbal o de tierra recorrida.


3.-


Hay un cuerpo agregado. Un resumen carnal. Una voz que se calca ella misma desde un alguien invisible. El poema no se agota en el silencio:


Tu espalda es un eco si te aleja. Si alguna vez/ regresas… ¿Oirás mi eco?”.


Ida y vuelta. La lejanía, lo extremo. La presencia.



Mi corazón tiembla cuando se alejan”, habla de los árboles como seres movibles, desplazables.



La palabra persiste en repetirse: alejarse, regresar, volver, estar.


La oveja también sigue / sin regresar, sigue allá fuera esperando”.


Estar es efímero. Estar es sólo un instante. Ir o venir forman parte de ese momento, de esa brevedad.


4.-


La segunda parte del libro es una pregunta: “¿Cuál es el orden?”, y se responde con una oración rotunda: ¡Todo esto es tan gracioso!”.


Los mini cuentos que aquí se leen hablan de perros y gatos, de un gallo mientras ocurre el exilio, el amor como tenencia, las ciudades vividas en destierro, una mirada a la historia universal, un paseo por la imaginación de Alicia y su país maravilloso como una alegoría. Y así, los tantos imperios: lo efímero como un paseo que forma parte de la vida trasegada.


"Islas" David Cortés Cabán
130 visualizaciones  4 mar 2020





https://centroculturalsol.com/PRESENCIA DE LO EFIMERO - David Cortes original.pdf


 

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Alberto Hernández

Reside en Maracay, Aragua. Tiene un posgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (USB) y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado, entre otros títulos, los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonia(1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Nortes (1991),Intentos y el exilio (1996), Bestias de superficie (1998), Poética del desatino (2001), En boca ajena: antología poética 1980-2001 (2001), Tierra de la que soy (2002), El poema de la ciudad (2003), El cielo cotidiano: poesía en tránsito (2008), Puertas de Galina (2010), Los ejercicios de la ofensa (2010), Stravaganza (2012), 70 poemas burgueses (2014), Ropaje (2012). Además, ha publicado los libros de ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981) y Notas a la liebre (1999); los libros de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994), Cortoletraje (1999), Virginidades y otros desafíos (2000) y Relatos fascistas (2012), la novela La única hora (2016) y los libros de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999) y Cambio de sombras (2001). Dirigió el suplemento cultural Contenido, del diario El Periodiquito (Maracay), donde también ejerció como director, secretario de redacción y redactor de la fuente política. Publica regularmente en Crear en Salamanca (España), en Cervantes@MileHighCity (Denver, Estados Unidos) y en diferentes blogs de Venezuela y otros países. Sus ensayos y escritos literarios han sido publicados en los diarios El Nacional, El Universal, Últimas Noticias y El Carabobeño, entre otros. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano, al portugués y al árabe. Con la novela El nervio poético ganó el XVII Premio Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana (2018).


https://www.crearensalamanca.com/presencia-de-lo-efimero-del-puertorriqueno-david-cortes-caban-comentario-de-alberto-hernandez/




Presencia de Lo Efimero - D... by Dimitri Lipo



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sábado, 11 de enero de 2025

Juan Carlos Apitz B. decano de la FCJPUCV a Maduro:“Quien no ha demostrado que ganó, no puede juramentarse”

 






Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

de la Universidad Central de Venezuela


QUIEN NO HA DEMOSTRADO QUE GANÓ NO PUEDE JURAMENTARSE


En cumplimiento del artículo 1° dela Ley de Universidades, según el cual: "La Universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad (...)”, declaro:


PRIMERO: Según los artículos 144 de la Ley de Procesos Electorales y 373 de su Reglamento General, el Acto de Totalización comprende la sumatoria de los resultados contenidos en todas las Actas de Escrutinio de las Mesas Electorales. No obstante, hasta el día de hoy el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha efectuado dícho Acto de Totalización de todas las actas de escrutinio de las votaciones del 28J. Cabe aclarar, en su segundo y último boletín público del 2 de agosto de 2024, el CNE anunció el escrutinio de 20.654.431 electores, lo que equivale al 96.87 % del total de éstos.


SEGUNDO: Según los artículos 155 de la Ley de Procesos Electorales y 395 de su Reglamento General, el CNE ordenará la divulgación de los resultados de los procesos electorales con la publicación del ”Boletín Final de Totalización", el "Acta de Totalización, Adjudicación y Proclamación" y las ”Hojas Complementarias de Totalización", en forma tabulada, en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela, dentro de los treinta (30) días siguientes a la proclamación de los candidatos electos. Aun así, al día de hoy esa publicación no se ha veríficado.


TERCERO: De conformidad con el artículo 231 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: "El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presídenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucíonal, mediante juramento ante la Asamblea Nacional". Precisamente, para  determinar quién es candidato elegido en las votaciones del pasado veintiocho (28) de julio de 2024, es obligatorio que el CNE realice el Acto de Totalización de los resultados contenidos en todas (100%) las Actas de Escrutinio de las Mesas Electorales y, además, debe publicar esos resultados en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela. Nada de eso se ha hecho.


En consecuencia, el próximo diez (10) de enero de 2025 la Asamblea Nacional no debe juramentar legítimamente a nadie para el cargo de presidente de la República, y silo hiciere, tal juramentación será contraria a la Constitución Nacional y las leyes electorales vigentes.


En la Ciudad Universitaria de Caracas, a los nueve (9) días del mes de enero de 2025.


Juan Carlos Apitz B.


Decano





“Quien no ha demostrado que... by Dimitri Lipo




viernes, 10 de enero de 2025

MUJERES POR LA PATRIA LIBRE




POR LA PATRIA LIBRE


Desde los días ya lejanos de las luchas por la Independencia, la mujer se colocó al lado de los hombres que anhelaban la libertad. Y se colocó definitivamente, con clara conciencia de lo que hacía.

Entre los nombres de estas primeras luchadoras está el de Joaquina Sánchez de España, esposa de José María España, tomando entre sus manos, –la primera– la bandera de la Libertad; Isabel Gómez, madre del General Manuel Piar; la primera mujer que sufrió prisión por la libertad en Venezuela; las esclavas Margarita España, Josefina Rufina e Isidra Acosta, luchando hombro a hombro con sus amos por la libertad; Luisa Cáceres de Arismendi con sus dieciseis años encendidos de patriotismo; Doña María Antonia Padrón, la madre de los Montilla; Josefa Palacios, prisionera voluntaria en los días negros de la esclavitud; diciendo a los mensajeros de Morillo: "dígale a usted a su jefe que sin patria no quiero libertad; que yo me quedaré en la prisión hasta que lleguen los míos a darme la libertad"... Las figuras de Luisa Arambide y Leonor Guerra en Cumaná, en La Guaira, siendo azotadas en las calles; Ana María Campos, la heroína de Maracaibo, con su famosa frase: "si no capitula, monda".... Josefa Ramírez en Maturín, alentando a los patriotas y calentando los cañones de la libertad; Eulalia Ramos de Chamberlain, en Barcelona, muriendo al grito de libertad; y las valerosas madres sacrificadas en el sitio de "La Casa Fuerte" de Barcelona; y los nombres gloriosos de Doña concepción Mariño, "la magnánima señora" que trajo desde Trinidad las armas para la lucha en el año 13; y la doliente Carmen Mercié, sacrificada dentro del templo, y la dulce y rebelde Teresita Heredia, y la valerosa Josefa Camejo, desafiando al tirano que ensombrecía su patria... Y miles y miles de nombres que a través de la Patria Venezolana escribieron la página más hermosa de la historia.

Ellas fueron las pioneras en la lucha; las que marcaron el camino a seguir a las generaciones venideras; las que nos enseñaron a combatir por la dignidad humana, por la justicia y por el derecho a vivir en una patria libre.

Y las mujeres de Margarita, esposas pescadores, campesinas, mujeres de hogar, haciendo turno para labrar los campos mientras el soldado defiende la Isla; o montando guardia por las noches con el fusil entre las manos, para que el soldado descanse un instante antes de la batalla... Y las ricas mujeres que en Caracas, y en Mérida y en Trujillo, dieron sus joyas para comprar las armas de la Libertad...


LA MUJER, DURANTE LA GUERRA FEDERAL

Durante los días de la Guerra Federal, encendida tras un anhelo reivindicador de las masas campesinas, las mujeres marcharon al lado de sus compañeros, impulsadas como ellos, por un hondo y arrollador anhelo de justicia, bajo la bandera gloriosa de aquel puro caudillo que se llamó Ezequiel Zamora. La historia aún no recogió sus nombres; pero ellas son representativas de este despertar de la mujer, al logro de sus más sentidas reivindicaciones sociales y económicas.


LA MUJER DURANTE EL GOMECISMO

En aquellos años oscuros y desolados del gomecismo, la mujer se puso de pié en la defensa de la libertad de su pueblo agonizante bajo una oprobiosa dictadura... En la lucha diaria, en el movimiento estudiantil, que prendió la llama de la rebelión contra el dictador, aparecieron en todos los labios y en los corazones, los nombres de las primeras mujeres que se enfrentaron valientemente a la dictadura desde la cátedra, desde la prensa clandestina, desde las reuniones sigilosas; en la ayuda a los presos en las cárceles venezolanas, porque Venezuela había devenido una larga prisión...

Y dejaron oir su voz desde la estatua del Libertador; y secundaron a los estudiantes y hablaron desde los púlpitos de los templos y en las calles de San José, y en la carretera del Este, y en las puertas de la Rotunda; y acompañaron a los estudiantes hasta las prisiones de Las Colonias y de La China y Palenque... Donde quiera estaba una mujer de pié ante los verdugos....

La lista es larga: Carmen Gil, Aurora Lefmans, Cristobalina Segovia, María Teresa Fortoul, Josefina Juliac, Carmen Clemente Travieso, Victoria Corao, Cecilia Núñez Sucre. Nieves Villegas de Córdoba. Isabel Jiménez Arráiz, Rosario, María Luisa y Totoña Blanco Meaño, Margot García Maldonado, Concha Velásquez de García, Margot y Emilia Silva Pérez, Luisa Angeli, Elena Stelling, Elba Arráiz, Ada Mibelli, Josefina y María Morales Rojas, Luisa y Alicia López Gallegos, Luisa Teresa Mandé Velutini... Eran las primeras en la lucha, las más firmes en el cumplimiento del deber hacia la patria agonizante. Merece especial mención la heroica figura proletaria de Antonia González, tabacalera, quien fué torturada y muerta en la prisión.

Fué el resurgimiento de la lucha de la mujer en su sitio de combate en la defensa de los derechos populares; en la defensa de sus libertades arrebatadas, de sus derechos conculcados....


LA MUJER EN LOS ULTIMOS TIEMPOS

Después de la muerte del Dictador, el pueblo venezolano se echó a la calle en la defensa de sus derechos conculcados. Las mujeres aparecieron a su lado: eran las mismas del año 28, las que habían iniciado la lucha y las que habrían de continuarla en los partidos políticos, en las organizaciones sindicales, en los centros culturales. Las mujeres, por la primera vez, organizaron centros de lucha para adquirir su cultura y por sus reivindicaciones específicas. Y durante el periodo del lopecismo la mujer continúa al lado del hombre, haciendo suyas sus angustias, padeciendo sus persecuciones y acompañándolo al exilio...

Y aparecen otros nombres de mujeres combativas que se unen a la lucha, entre ellas, los nombres dolidos de Lola Morales Lara y Luisa Esther Larrazábal.

La mujer, dueña ya de su conciencia, milita en los partidos políticos y logra, después de una ininterrumpida lucha de muchos años, el reconocimiento de sus derechos políticos y algunas otras concesiones en lo civil y social. Las mujeres organizadas en los partidos políticos y en las asociaciones culturales, celebran una Conferencia Pro Congreso de la Mujer, en los días de Junio de 1941, donde se pudo observar su madurez política.

Más tarde, destacadas mujeres ocuparon un sitial en la Asamblea Nacional Constituyente, y continuaron luchando por sus reivindicaciones femeninas en un plano más elevado.

La mujer venezolana, hoy como ayer, está nuevamente alerta por el logro de sus conquistas más sentidas, en el plano económico y social. Está en pié de lucha para defender, con su vida si es necesario, las conquistas obtenidas después de la feroz dictadura que sumió al pueblo venezolano en la más oscura tiranía, desde los tiempos tenebrosos de Juan Vicente Gómez.



Título: Por la patria libre

Fecha de publicación: 14-02-1958

Publicación: Revista Páginas


(*) La presente transcripción es una copia fiel del texto original. Los aparentes errores de redacción, ortografía, acentuación, concordancia y tipeo son producto del estilo periodístico y de las técnicas de edición de la época. Únicamente se corrigió la inversión de líneas. El adverbio de modo sic se empleó entre paréntesis después de aquellas palabras o expresiones con errores muy evidentes de ortografía o tipeo para asegurar que la expresión precedente es una cita textual.


http://cic1.ucab.edu.ve/cic/php/buscar_1reg.php?&base=cct&cipar=cct.par&Mfn=63

 

jueves, 9 de enero de 2025

Los ensayos fallidos de El Sistema Venezuela: Los niños de Las Brisas

 




Los niños de Las Brisas: Los ensayos fallidos de El Sistema


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Los niños de Las Brisas: un ensayo sobre El Sistema


Por Geoffrey Baker | 26 agosto 2022



Geoff Baker (Oxford, 1970), quien lleva años estudiando procesos musicales asociados con la pedagogía y la inclusión social en zonas periféricas, nos ofrece una crítica de la película Los niños de Las Brisas, de Marianela Maldonado (2022), un documental recientemente estrenado en Londres que narra la vida de tres jóvenes que luchan por consagrarse dentro de El Sistema, la famosa organización musical venezolana. Baker considera la obra de Maldonado como una pieza excepcional, lejana de todo el relato propagandístico que suele acompañar a El Sistema, en el que –quizás por primera vez en el cine– se pone en cuestión esa especie de discurso mágico-religioso según el cual el acceso a la música orquestal constituye un “pasaporte al éxito”, la llave maestra para acabar con la pobreza en regiones desfavorecidas. “A las familias empobrecidas –dice Baker– se les vendió un relato social sin conclusión. Se priorizó la educación sobre el empleo posterior o incluso las necesidades básicas, inundando a una sociedad con miles de violinistas en un momento en el que luchaba por alimentar a sus hijos”.


Dissandra, protagonista de Los niños de Las Brisas (2022). Foto: Carolina Burbano. Brisas Film.



La inmensa riqueza espiritual que engendra la música en sí misma termina por vencer la pobreza material. Estas palabras, o variaciones de las mismas, del fundador de El Sistema, José Antonio Abreu, se repiten con reverencia en innumerables retratos mediáticos del mundialmente famoso programa musical venezolano, incluyendo una serie de documentales propagandísticos que comenzaron con Tocar y luchar (Arvelo, 2006). Por fin, sin embargo, hay un documental que los pone a prueba: el notable Children of Las Brisas (Los niños de Las Brisas) de Marianela Maldonado (2022), que, en su sutil exploración de la complejidad y la ambigüedad de El Sistema en particular y del poder de la música en general, deja en la sombra a todos sus predecesores. “No se trata de un filme sobre El Sistema”, dijo el co-productor en el estreno en Londres; y sin embargo, ofrece una visión mucho más profunda del programa que las películas que han intentado abordar el tema frontalmente.



A pesar de la advertencia del co-productor, la primera mitad sigue de cerca el patrón de los documentales sobre El Sistema. Tres jóvenes músicos talentosos ascienden en las filas del programa. Declaran su amor por la música en términos conmovedores. Conocemos a sus familias, aprendemos sobre sus dramas domésticos, vemos de cerca la vida diaria en Las Brisas, un barrio popular del sur de la ciudad de Valencia, y nos asomamos al interior de la escuela de música de El Sistema en esa ciudad, que se ha convertido en un nodo central en sus vidas. Compartimos sus triunfos: Dissandra entra en la Orquesta Nacional Infantil y viaja a Salzburgo para tocar bajo la dirección de Simon Rattle; Wuilly entra en la Orquesta Juvenil de Caracas, otro ensamble muy prestigioso. Abreu hace su habitual aparición oratoria, sermoneando sobre el poder de la música, y las experiencias de los estudiantes parecen confirmar su visión. La película está demasiado bien hecha para caer en el cliché, pero su primera parte resultará familiar a cualquiera que conozca las representaciones mediáticas de El Sistema



Un poco más adelante, sin embargo, el viaje de los héroes se interrumpe bruscamente. Cuando el sueño de un sueldo en El Sistema se desvanece, Wuilly se ve obligado a tocar en la calle para sobrevivir; e incluso durante un tiempo tiene que vivir en ella. Dissandra toca música de fondo en un restaurante, pero esto no es suficiente para llegar a fin de mes. Debe tomar una decisión más radical. Edixson, sometido a una intensa presión financiera como los demás, decide alistarse en el ejército, una elección claramente dolorosa, dada su aversión al gobierno venezolano. Tras haber empezado a recorrer un camino conocido, los realizadores siguieron adelante cuando la historia tomó un giro más oscuro. Su objetivo no era cuestionar a El Sistema, pero la realidad se encargó de hacerlo por ellos.



Los niños de Las Brisas es una historia conmovedora de lucha individual y colectiva, de conexión y separación, que alcanzará las emociones de un amplio público. La pieza es también un retrato detallado de la crisis venezolana. Es una obra densa y rica en matices que opera en múltiples planos y amplía el horizonte de comprensión incluso del público más especializado. Se trata del fracaso y la decadencia de un país y de su símbolo cultural más famoso. A través del relato somos testigos del desmoronamiento de Venezuela y, al mismo tiempo, de El Sistema. La película pone en cuestión el idealismo que ciertas narrativas han impreso a la educación musical a través de la lente de uno de sus ejemplos más vistosos. No se trata de una historia romántica del triunfo sobre la adversidad, ni del poder de la música para cambiar el mundo. El Sistema no detiene la decadencia del país. De hecho, a través de su incorporación como herramienta de propaganda se convierte en parte del problema. Es incapaz de proporcionar un salvavidas a nuestros tres protagonistas, y mucho menos al país en su totalidad. 



Si la película comienza con las palabras de Abreu sobre la riqueza espiritual de la música como herramienta para superar la pobreza material, termina con una dosis de fría realidad: sus protagonistas –los tres tienen talento y han seguido obedientemente la prescripción de Abreu de “trabajo y estudio”– luchan por sobrevivir económicamente. Dissandra incluso se pregunta en voz alta si todos esos años de dedicación exclusiva a la música clásica, de “tocar y luchar”, tal como reza el eslogan de El Sistema, han merecido realmente la pena. Esto es algo inédito en los documentales sobre El Sistema: las dudas sobre la validez de los mantras del programa. Deshechos así los sueños de superación, fama y fortuna a través de la música clásica, la película cierra con la conocida retórica de Abreu convertida en añicos. 


Un elemento crucial de esta historia es uno que suele ser minimizado o ignorado en los relatos de los medios y en la propia propaganda del programa: el dinero. Los tres estudiantes tenían que entrar (o permanecer) en una de las tres orquestas juveniles “profesionales” de El Sistema para poder seguir adelante. Lo extraordinario de El Sistema en su época de esplendor era que ofrecía un salario decente a un pequeño porcentaje de sus estudiantes (los más talentosos, no los más necesitados, ya que el acceso al salario ocurría a través de una audición), y este salario (o la aspiración de alcanzarlo) jugaba un papel importante para mantener a los estudiantes motivados y los engranajes institucionales en movimiento. En los primeros años de El Sistema, Abreu atrajo a estudiantes de música de otros proyectos y escuelas de música ofreciéndoles becas. En privado, los estudiantes bromeaban diciendo que el lema de El Sistema debía ser “tocar y cobrar”. En otras palabras, la verdadera historia de El Sistema no tenía tanto que ver con el poder salvador del arte como con los recursos sin precedentes del programa y su distribución, una historia que tenía tanto que ver con el poder del dinero como con el poder de la música. 





Este punto de vista de la película aparece en escenas fugaces pero cruciales. Sin duda, los estudiantes hablan con cariño de la música. Pero en un momento, Edixson muestra a su madre su viola: “Esto va a dar plata.” La madre de Dissandra le dice: “La música es tu pasaporte al éxito”. Olvídense de la riqueza y transformación espiritual: para estos jóvenes y sus familias la música no era más que una estrategia de superación económica o profesional. Olvídense de cambiar el mundo: en el fondo se trataba de la promesa de movilidad social para unos pocos individuos talentosos. No obstante, El Sistema tenía todas las cartas en sus manos. A través de su brillante aunque dudosa gestión financiera, Abreu había creado una burbuja económica de la música clásica en Venezuela basada en los ingentes ingresos del petróleo (¿en qué otro lugar del mundo se pagaban salarios de adulto a músicos de orquestas juveniles?). La monopolización de la escena musical venezolana había dejado la mayor parte del poder en manos de El Sistema y muy poco en las de sus estudiantes, lo que generó una cultura de dependencia. La música o la viola no podían mantener a estos estudiantes en Venezuela; sólo el patrocinio de El Sistema podía hacerlo. Muchos documentales han retratado el interior de la burbuja sin reconocer su real naturaleza. Los niños de Las Brisas nos muestra la vida afuera, y luego, en rápida sucesión, lo ocurrido tras el estallido de la burbuja. 


Las palabras de la madre de Dissandra: “la música es tu pasaporte al éxito”, vuelven a resonar en la película, no sólo porque el éxito resulta ser esquivo, sino también porque las posibilidades de su hija dependen finalmente de un pasaporte; pero un documento de identidad real, no uno artístico imaginado. Resulta que para Dissandra, la música, sin el documento legal, es un pasaporte a la nada. No deja de sorprender como en esta película lo ideal se ve repetidamente superado por lo real.


Gran parte del interés del documental proviene de su cuestionamiento implícito al tipo de eslóganes y aforismos conmovedores que sustentan El Sistema y su influencia en el campo internacional de la música. Uno de los momentos más impactantes de la película pone uno de ellos en tela de juicio, aunque de una forma tan sutil que los espectadores no versados en la materia probablemente lo pasen por alto. Con la necesidad económica presionando a su familia, Edixson se alista en el ejército. O, como nos dice la película, cambia su viola por un fusil. Esto es suficientemente llamativo por sí mismo, pero la resonancia es aún mayor para aquellos que detectan su inversión de otro lema de El Sistema que es famoso no sólo en Venezuela, sino en toda América Latina: “un niño que empuña un instrumento jamás empuñará un arma”. Tal vez los realizadores de la película deberían haber explicitado este punto para los no iniciados; pero una vez más, demuestran que la realidad es bastante más compleja que los famosos lemas de Abreu.



De manera conmovedora, Edixson reafirma su amor duradero por su viola hacia el final de la película, mientras lucha por ganarse la vida fuera de la música. La escena me recordó algo que me dijo un alumno de El Sistema en 2010. “El programa se preocupa poco por los individuos”, dijo, todos son fácilmente reemplazables. “Puedes querer a El Sistema, pero El Sistema no te quiere a ti”. Los niños de Las Brisas narra precisamente esa historia de amor no correspondido entre la música, El Sistema y muchos jóvenes que se integran en sus filas.


A un nivel más cotidiano, la película capta con precisión los detalles y el ambiente de El Sistema. Hay mucha camaradería entre los alumnos, vemos el espacio de sociabilidad que proporciona la escuela de música, la formación de una nueva “familia” ahí. Pero también hay destellos de una organización autoritaria dominada por hombres (hay muchos maestros), de la cultura institucional arbitraria e intimidante (nadie sabe cuándo tendrán lugar las audiciones cruciales en Caracas, y Wuilly es convocado a una, frente a veinte profesores, con solo un día de antelación), y el espíritu de supervivencia del más fuerte que se esconde tras la cortina de humo discursiva de la “inclusión social” (los estudiantes compiten constantemente entre sí en las audiciones, y se presta poco interés a los “fracasados”). 



Dissandra y Wuilly llegan a los niveles más altos del programa, para luego ser expulsados. Una vez que empiezan a perder su brillo, también lo hace su “familia” adoptiva. A pesar de todo lo que se dice sobre el colectivo, en El Sistema los alumnos suben solos y caen solos. Cuando las cosas van bien, se trasladan a Caracas desde su ciudad natal, dejando atrás a sus familias reales y adoptivas. El Sistema, muy centralizado, es un caso de estudio de la música que desbarata los vínculos sociales existentes al mismo tiempo que crea otros nuevos. Las escenas de camaradería con Wuilly tendrán un toque especial para cualquier espectador que conozca su ruptura pública con El Sistema y sus compañeros músicos poco después (también recuerdo bien cómo sus antiguos compañeros le atacaron sin piedad en las redes sociales). Al final, los tres protagonistas están solos.


La película no está exenta de críticas. Es demasiado reverente en su tratamiento de Abreu, siguiendo esa tendencia errónea de culpar del declive de El Sistema a su apropiación por parte de Hugo Chávez, pasando por alto la complicidad de Abreu. Fue José Antonio Abreu el creador de esa especie de “populismo musical” de El Sistema, para atraer los oídos de los presidentes de Venezuela. Fue Abreu quien se acercó a Chávez, no al revés. En 2014, el periodista de El Nacional, Diego Arroyo Gil, describió al fundador de El Sistema como un adulador en serie de los líderes políticos, uno que a menudo aparecía a su lado, “sonriendo, como el invitado especial del César”. Abreu no fue víctima de nadie. El colaboracionismo político fue su modus operandi, y la reducción de El Sistema como herramienta de propaganda política tan solo una consecuencia de su pacto fáustico. 

Los Niños de Las Brisas - Tráiler oficial


En su afán por criticar al gobierno venezolano, la película subestima no sólo los defectos de Abreu, sino también los de su programa. Al fin y al cabo, fue el darwinismo de El Sistema el que supuso el punto de inflexión en la vida musical de los protagonistas. Los rasgos problemáticos del programa (como el autoritarismo, la arbitrariedad, la opacidad, el sesgo de género y el acoso sexual) son legión y están cada vez mejor documentados. Es más, han estado en el ADN de El Sistema desde su propia creación, a juzgar por las entrevistas que realicé con músicos veteranos en Venezuela. Algunos problemas fueron señalados por evaluadores externos a finales de la década de 1990, antes de que Chávez llegara al poder, así que no se pueden achacar a la llamada Revolución Bolivariana. La noción de que El Sistema era un programa ejemplar hasta que llegó Chávez y lo arruinó se ha vuelto popular en Venezuela. Pero esto no es más que una fantasía construida sobre una implacable operación de relaciones públicas y el silenciamiento de las voces críticas. 



Curiosamente, el sitio web de la película es bastante más directamente crítico con El Sistema que la propia película: “a las familias empobrecidas se les vendió un relato social sin conclusión. Se priorizó la educación sobre el empleo posterior o incluso las necesidades básicas, inundando a una sociedad con miles de violinistas en un momento en el que luchaba por alimentar a sus hijos”. Probablemente estas críticas hayan acabado en el suelo de la sala de montaje.



No obstante, estas son solo pequeñas objeciones a un documental excepcional. Mucho más importantes que ellas son las grandes cuestiones que plantea. Recuerda al clásico documental estadounidense Hoop Dreams (James, 1994), otra película que va mucho más allá de su tema aparente, en este caso, el baloncesto. Ambas se centran en la sombra del fracaso que se cierne sobre los talentos en mundos altamente competitivos como el deporte y la música clásica. Un tipo de historias que se cuentan muy pocas veces, pues la mayoría de los escritores y cineastas se limitan al relato fantástico de los casos excepcionales del éxito que tanto gustan al público, creando con ello una suerte de “porno de inspiración musical”. Sin embargo, estas historias pueden reflejar las experiencias de la mayoría. Cientos de miles de niños venezolanos han crecido soñando con ser Gustavo Dudamel. Pero ¿cuántos Dudameles hay hoy? ¿Y cuántos Dissandras, Edixsons y Wuillys? Jóvenes que tocan en las esquinas de las calles dentro y fuera del país o se ven obligados a abandonar sus ambiciones de ser músicos profesionales. Si Hoop Dreams expuso las fallas y el carácter elusivo del sueño americano, Los niños de Las Brisas hace lo propio, de forma hermosa, aunque dolorosa, con el sueño orquestal venezolano de El Sistema


Hoop Dreams - Official Trailer



©Trópico Absoluto


Geoffrey Baker (Oxford, 1970) estudió literatura e idiomas modernos en la Universidad de Oxford, Master en Musicología (Royal Academy of Music), y doctor en musicología (Royal Holloway Universidad de Londres). Actualmente es profesor de musicología en Royal Holloway Universidad de Londres y Director de Investigación en la organización benéfica de música Agrigento. Es autor de cuatro libros sobre música en América Latina, incluyendo El Sistema: Orchestrating Venezuela’s Youth (Oxford University Press, 2014) y Replanteando la Acción Social por la Música (Open Book Publishers, 2022).



https://tropicoabsoluto.com/2022/08/26/los-ninos-de-las-brisas-una-critica-ensayo-sobre-el-sistema/



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José Antonio Abreu: “Educación artística se afirma como eminente derecho social de nuestros pueblos”


miércoles, 8 de enero de 2025

Corrupción,Maduro y Dudamel: Las -SS- Sombras del Sistema

 


Corrupción, abuso, propaganda: es hora de que nos desentendamos de El Sistema

Mientras la orquesta insignia de Venezuela y su director Gustavo Dudamel llegan a Londres, ¿el plan una vez admirado que los nutrió se ha convertido en una fachada de un estado criminal?





Gustavo Dudamel conducts the Simón Bolivár Youth Orchestra of Venezuela at the BBC Proms in 2007



SISI BURN

Jessica Duchen


Lunes Enero 06 2025, 7.30pm GMT, The Times


"Dance at the Gym" (Mambo) - West Side Story 1961/2021 Supercut



"¡MAmbo!” La Orquesta Juvenil Simón Bolívar, vestida con sus colores nacionales, bailando y gritando, estaba interpretando las Danzas Sinfónicas de West Side Story de Leonard Bernstein en los Proms. El público estaba extasiado. ¡Qué jóvenes músicos tan maravillosos, recién salidos de la educación musical transformadora de El Sistema (ES)! Nos enamoramos de ellos. ¿Quién no lo haría?


Eso fue en 2007, el mismo año en que Simon Rattle dijo de ES que era “nada menos que un milagro… Desde aquí, veo el futuro de la música para todo el mundo… Ha salvado muchas vidas y seguirá salvándolas”.


Desde entonces, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (OSBV), como se convirtió en la Orquesta Juvenil original, ha crecido y su director principal, Gustavo Dudamel, se ha convertido en una superestrella internacional. Es director musical de la Filarmónica de Los Ángeles y en 2026 se convertirá en director musical y artístico de la Filarmónica de Nueva York.


La SBSO y Dudamel darán dos conciertos en el Barbican de Londres durante una gira europea de tres semanas para celebrar el 50º aniversario de ES. Pero sólo cinco días antes, el 10 de enero, Nicolás Maduro será reinaugurado como presidente de Venezuela para un tercer mandato, después de una elección de la que ha sido acusado de haber robado. El director ejecutivo de ES, Eduardo Méndez, hablando conmigo desde Caracas, describe el hecho de que la gira de aniversario coincida con la de ES como una “coincidencia”.


Desde las elecciones del 28 de julio, en las que se prohibió a la líder de la oposición, María Corina Machado, presentarse como candidata, Dudamel ha sido blanco de protestas por el “lavado de cara al arte” de un régimen bajo el cual Venezuela ha enfrentado el colapso económico, el hambre y la violencia. La Corte Penal Internacional está llevando a cabo una investigación sobre presuntas violaciones graves de los derechos humanos en Venezuela. Alrededor de una cuarta parte de la población se ha ido. En lugar de hablar de “la situación”, los venezolanos han comenzado a hablar de “la represión”.



Cuando Dudamel dirigió la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela (NCSOV) en el Carnegie Hall de Nueva York el 2 de agosto, un grupo de protesta llamado Human Rights Foundation colocó un camión afuera con carteles que decían: “Maduro robó las elecciones” y “Gustavo Dudamel, ¿por qué estás en silencio? ¿Hasta cuándo servirás como títere y secuaz de Maduro?”. Protestas similares tuvieron lugar más tarde en Los Ángeles y nuevamente en Nueva York en noviembre.


Sin embargo, en 2017, el director publicó un artículo de opinión en The New York Times en el que se pronunciaba contra la violencia en Venezuela después de que un joven músico fuera asesinado por las fuerzas de seguridad. ¿El resultado? El desprecio público de Maduro y, días después, la oficina del presidente canceló la gira de Dudamel y el NCSOV por Estados Unidos.


Cartelera de protesta por el silencio del director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel sobre el régimen de Nicolás Maduro.The Human Rights Foundation lorry in New York


Pero para ES y sus orquestas, la música y la política son inseparables. ES, que recibe más de dos tercios de su financiación del gobierno nacional, es parte del Estado venezolano y se gestiona desde la Oficina del Presidente. A partir de 2018, su junta directiva está dominada por figuras importantes del régimen, entre ellas el hijo de Maduro, Nicolás Maduro Guerra (que fue flautista infantil en ES), y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez.


En los últimos doce años, las orquestas de ES han viajado con frecuencia en misiones políticas, por ejemplo a la ONU, acompañando a políticos de alto rango. Maduro ha elogiado las giras de las orquestas por “enamorar al mundo”, y si eso no es propaganda, no sé qué lo es.



El papel de propaganda se remonta a décadas atrás. Fundada en 1975 por José Antonio Abreu, el músico y político fallecido en 2018, ES tenía una misión idealista: brindar educación musical gratuita a los niños, afirmando que los ayudaría a salir de la pobreza a través de la creación musical, en la que también aprenden a aspirar, trabajar duro y ser compañeros. Llegó a cerca de un millón de jóvenes. Abreu fue elogiado como un gran humanitario.


Hasta que de repente dejó de serlo. En 2014, el académico británico Geoff Baker, tras años de investigación en Venezuela, publicó un libro que exponía el lado oscuro de ES. Ahora Abreu quedaba desenmascarado como “el ogro filantrópico”.


El arquitecto Frank Gehry con Maduro y Dudamel en 2014

Los problemas se extendieron de arriba abajo. Según varios ex músicos de ES, exiliados y que hablaron anónimamente, la idea de que ES saca a los niños de la pobreza era principalmente “un mito”: la mayoría eran de clase media. “Cuando salíamos de gira por Europa, la gente nos preguntaba: ‘¿Cómo escaparon de las calles?’”, dice uno, describiendo su origen como “realmente normal”. El supuesto elemento de transformación social, señala otro, se introdujo sólo bajo el predecesor de Maduro, Hugo Chávez, que llegó al poder en 2002, como un medio para asegurar la financiación.


Otro músico dice: “No les importaba el desarrollo de los niños. Usaban a los niños mayores para enseñar a los más pequeños, por lo que muchos sufrieron lesiones debido a la mala enseñanza”. Numerosas denuncias de abuso sexual en ES surgieron en artículos, blogs y redes sociales durante la explosión del movimiento #MeToo.


Y todos los músicos dijeron que si alguien intentaba irse, Abreu lo consideraría como una “traición”. Una vez que huyeron de Venezuela, no podrían regresar. Cuando se les preguntó qué temían que pasara si lo hacían, uno dijo: “Cualquier cosa, hasta que los mataran”.



Gustavo Medina dirigió la Orquesta Nacional Infantil durante ocho años antes de Dudamel. Ahora está exiliado. Abreu, dice, era experto en manipular a la gente, explotando sus debilidades: “Sus objetivos se aplicaban con una idea maquiavélica: el fin justifica los medios. Cuando la gente escucha a la orquesta tocando tan hermosamente, es difícil imaginar el precio insoportablemente alto que se pagó para llegar a eso”. ¿Para qué fue todo eso? Medina sugiere: “Quería ganar el premio Nobel de la Paz”.



El compositor y guitarrista Alfonso Montes, también exiliado, relata: “Yo era director de asuntos culturales internacionales de Venezuela cuando Chávez llegó al poder. El ministro de Cultura me preguntó si podía hacer un documento denunciando a Abreu. Le dije: ‘Puedo, pero no quiero que se destruya la idea de que los niños de Venezuela hagan música’.


Chávez buscaba formas de deshacerse de Abreu. Entonces alguien le aconsejó que usara ES a su favor, ya que daba una buena imagen. Por eso Chávez decidió quedarse con él. Abreu solía decir que la música salvaría al mundo y te haría una mejor persona, pero las prácticas que aplicaba en su organización eran todas corruptas”.


Gustavo Dudamel y José Antonio Abreu sonriendo juntos antes de un concierto.2008. REUTERS/JORGE SILVA

Los músicos con los que hablé habían disfrutado de su infancia en ES y recuerdan las lujosas giras de hace 15 o 20 años. “Se alquilaban aviones y acompañaban a los miembros de la familia del personal o a sus glamorosas 'secretarias'”, dice uno de ellos.


Otro asegura que había “jets privados para el conductor”. “Todos se alojaban en hoteles de cinco estrellas”, dice un tercero, “y recuerdo que en el Festival de Lucerna cenamos con unas 200 personas en un restaurante, donde todos pidieron langosta. Fue un gasto desorbitado. Eso creó la imagen de que en Venezuela todo estaba bien”.


Todo eso se ha marchitado. Pedro M. Burelli es un ex miembro del directorio ejecutivo de la empresa petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA. “La industria petrolera solía ser un pilar de Venezuela, creando un gobierno rico”, dice. “Cuando los precios del petróleo eran altos, Chávez inyectó dinero en El Sistema. Pero bajo Maduro, el sector petrolero ha sido destruido. La corriente principal que ahora mantiene al gobierno en marcha son las actividades ilícitas: producción de narcóticos y minería ilegal a un nivel de ecocidio en sitios de patrimonio mundial de la Unesco. El dinero que tiene el estado proviene de fuentes ilegales.


“Es casi una farsa que cuando la gente en Venezuela tiene hambre, o está en la cárcel, o se va del país, se diga: 'Miren esta música tan buena'. Pero incluso El Sistema está diezmado. Miles de jóvenes que participaron se han ido de Venezuela. Ahora América Latina está llena de ellos, tocando sus instrumentos en las esquinas de las calles”.

Gabriela Montero: “Ya no es moralmente aceptable acoger orquestas propiedad de estados rebeldes y operadas por ellos”. Anders Brogaard


La pianista y compositora venezolana Gabriela Montero lleva 15 años sin poder regresar a su país. “Mi país está secuestrado por un régimen de criminales transnacionales, sujetos a sanciones internacionales y a una investigación en curso por parte de la CPI”, afirma.


“Se enriquecen mientras la mayor parte del país apenas sobrevive, robando elecciones para aferrarse al poder. A lo largo de los 25 años de vigencia del proyecto chavista, nuestros músicos han sido reclutados por el mismo aparato estatal para presentar una imagen internacional convincente de cohesión social interna. Pero esto oculta una sociedad que sufre los horrores del fracaso estatal y el exilio masivo. Hoy en día, ya no es moralmente aceptable albergar orquestas propiedad de estados rebeldes y operadas por ellos como mecanismos de poder blando e influencia”.



¿Estaban justificadas las protestas estadounidenses contra Dudamel? Burelli opina que “Dudamel tiene una reputación internacional y debería haber alzado la voz para alertar al mundo sobre lo que está sucediendo”.


El director se encuentra en una posición imposible: condenado si no habla, cancelado, o peor aún, si lo hace. Cuando se le pidió un comentario, un representante de Dudamel dijo: “Gustavo no representa al gobierno actual de Venezuela de ninguna manera, y la Fundación de Derechos Humanos no ha proporcionado ninguna prueba de sus afirmaciones en ese sentido. Al igual que Gabriela Montero, Gustavo siente profundamente por quienes sufren en Venezuela. Sin embargo, a diferencia de Montero, cree que El Sistema es una de las fuerzas más poderosas de cambio positivo en su país y en todo el mundo”. ¿


La gira de la orquesta tiene como objetivo blanquear el régimen con arte?, le pregunto a Méndez. “Todos los que asistan a nuestros conciertos no solo verán cómo tocamos Mahler”, responde. “Sentirán esta energía del pueblo latinoamericano, estos venezolanos que vienen aquí. Y creo que eso es lo que la gente quiere ver”.


ES, añade, se ha tomado muy en serio las acusaciones de abuso sexual y de otro tipo y ha introducido medidas de protección, incluida la formación del personal: “Cada núcleo [organización local] de ES tiene ahora una oficina de reparación y protección, compuesta por gente de la comunidad. Tenemos conexiones con Unicef ​​y otras ONG que ayudan”. Mientras tanto, varias organizaciones internacionales inspiradas en El Sistema o que llevan su nombre no están afiliadas a Venezuela y muchas consiguen buenos resultados.


Hay pocas señales de que los locales o promotores internacionales estén dispuestos a reconocer que puede existir un problema. La empresa de gestión musical Askonas Holt (AH), con sede en Londres, ha organizado giras para las orquestas y coros de ES desde 2007.


Gustavo Dudamel & Simon Bolivar Symphony Orchestra – Bernstein: West Side Story: Mambo



En respuesta a la reciente petición de Montero de que la compañía deje de trabajar con ellos, un portavoz de AH dijo que la gira actual “comenzó su andadura mucho antes de cualquier plan para una inauguración en Caracas y no hay ningún vínculo entre ambos eventos”.


También se refirieron a trabajar con “salas de conciertos de toda Europa que quieren presentar El Sistema y que no ven sus presentaciones como un reflejo de un gobierno o partido”. Las protestas de la compañía sobre el momento parecen ingenuas, dado que todas las tomas de posesión presidencial en Venezuela en los últimos 25 años han tenido lugar el 10 de enero, cada seis años, la última en 2019.


Queda una última pregunta: ¿cómo puede considerarse eficaz una reivindicación de décadas de transformación social a través de la educación musical cuando esa sociedad se acerca al colapso? El Sistema, las orquestas y Dudamel pueden ser grandes anuncios publicitarios para Venezuela, pero ¿es Venezuela realmente un buen anuncio para ellos?


No podemos seguir vendiendo la idea de que la música transforma la sociedad mientras ignoramos convenientemente el papel que la propaganda musical juega en la misión ideológica de Venezuela”, concluye Montero. Es difícil no estar de acuerdo.


"Hasta Cuando?" Gabriela Montero, piano


https://www.thetimes.com/culture/classical-opera/article/corruption-abuse-propaganda-the-case-against-dudamel-and-el-sistema-9c9gj07gd