martes, 30 de junio de 2020

LA OTRA CARA: La novela de Manuel Acedo Sucre y Oscar Todtman Editores.








**Alberto Hernández**

1.-

Dos historias que se encuentran. Que nacen desde el comienzo. Dos historias, dos caras de una misma moneda.

Dos caras distintas que se hacen una. Una novela en la que dos relatos están conectados. Dos rostros de una tragedia, la personal y la nacional. La de un hombre y la de todo un país: el relato de un personaje y el personaje de un relato. 

Es decir, el discurso de una vida y la narrativa de un cínico.

La otra cara” (Oscar Todtmann Editores, Caracas 2016), de Manuel Acedo Sucre, se abre como un abanico a través de la existencia de Orlando Oreja, un niño que sufrió del acoso de sus compañeros de escuela, y la del relato del asesor hispanovenezolano César Requena, quien fue compañero de Oreja y formaba parte del grupo que lo maltrataba.

Ahora, Requena, en el otro tiempo de la novela, fue del equipo consultor de Maduro, como miembro del staff de profesores fracasados de la Universidad Complutense, aunque afirma no estar del lado de la logia de Monedero o demás “genios” contratados por Miraflores.


Manuel Acedo Sucre. Imagen tomada de Globedia.

Seis partes o capítulos reúnen el contenido de estas dos caras de una misma historia. En ellas, Manuel Acedo Sucre dibuja con maestría un paisaje en el que se nos muestran dos realidades apoyadas por la ficción: la primera a través de las peripecias y sufrimientos de un sujeto que termina en el suicidio, Orlando Oreja, luego de una larga travesía por el desprecio, el desapego, la asexualidad y la drogadicción, pero que guardaba casi en secreto un talento que sorprendió a su compañero de clases, que se hizo novelista y que más adelante se tropieza con Requena, quien le solicita una entrevista que, a la larga, es una de las caras de la novela: una de las tragedias que han quedado plasmadas en este tomo: la realidad de la Venezuela actual contada por un cínico que forma parte del equipo de asesores y consejeros españoles de Chávez y luego de Maduro.

El secreto de Oreja estaba fundado en su calidad como escritor. Una primera experiencia literaria nacida en el seno de su infancia, que luego se convertiría en novela y catapultaría a su autor a la fama después de muerto.

2.-

La médula de esta pieza narrativa de Acedo Sucre está en la larga entrevista con el ahora español, personaje caracterizado por una pasmosa sinceridad, que hace que el periodista, por el pasado acosador del ya mencionado César Requena, lo tenga en la mira al cierre de la conversación.
Muestras de esta sinceridad traducida en cinismo:

Te sorprendería por qué es que me pagan. Me pagan porque una cosa es la teoría y otra es la práctica. Cuando te digo que hay que identificar el target, hay que discriminar –dentro de ese target, que sabe poco de política, o del funcionamiento real de la democracia, y absolutamente nada de economía- quiénes son los que, de verdad, son capaces de creer en tu mensaje y –sobre todo- hasta dónde puede llegar esa credulidad. Dicho de otro modo, hasta qué extremos puedes inventar y llevar tu mentira, de manera que realmente tape la realidad (…) Y en esto Chávez era un fenómeno. Tenía clarísimo qué vende y qué no vende, y quién compra y quién no compra. El papel de los asesores es decirle: dale chola que vas bien. Pero pocos lo hicieron. Nosotros sí. Por eso nos mantuvimos allí tanto tiempo. El mensaje era: aunque te lo cuestionen, dilo, que funciona con ese target, que es tu target y es el único que importa. Olvídate de los demás” (p. 76).


Hugo Chávez

El target es el “pueblo”, el que Chávez y ahora Maduro soban como palabra mágica para mantenerse en el poder.

En estas páginas de Acedo el cinismo es el referente más visible y hasta conmovedor. Requena es una máquina de pensar perversidades de las cuales se aleja en tanto que dice ser “apolítico”, razón por la cual no siente el peso que llevan Monedero, Iglesias o Errejón, el otro equipo complutense que en la realidad sigue haciendo de las suyas en la topografía política venezolana.

El personaje que conversa con Méndez desliza, sin ningún desgaste emocional, su amoral confesión como consejero presidencial:

Puedes hasta insultar, maltratar y reprimir todo lo que no ese target. Chávez lo demostró. Desempolvó un resentimiento tal en la gente más pobre, que ese maltrato de él a los empresarios, la Iglesia, la burguesía y la misma clase media, tocó una tecla entre los más necesitados y le reportó más adeptos entre su target” (p. 77).

Toda la realidad vertida en palabras. Puesta en unas páginas en boca de un personaje que aún se mueve y pavonea por los pasillos de Miraflores y los ministerios de un mapa borroso.


Palacio de Miraflores

El pueblo puede tragarse cualquier cosa, buena o mala. El pueblo que no se equivoca, el pueblo culto, el juicioso, el pueblo bueno, el pueblo inocente, nada de eso existe. Es más, el “pueblo”- como entidad moral – tampoco existe. Lo que hay es moralina y adulación alrededor del uso político del concepto pueblo. El pueblo es amoral. Hitler sacó lo peor del pueblo alemán –digámoslo en venezolano- jalándole bolas a ese pueblo…” (p. 80).

Y, en efecto, para los asesores, sean militantes o no, el pueblo es una entidad amorfa que anda por ahí tirando piedras a favor del uniformado de boina o inclinándose ante el caudillo.

3.-

Toda la entrevista tiene el mismo tono: el periodista asume con rigor su trabajo. El entrevistado sonríe y responde limpiamente, como si no ha roto un plato. No asume responsabilidades, porque él sólo aconseja, no actúa. Dibuja el camino al mandón. Y a la larga, ninguno de ellos va preso, porque “Los asesores siempre caen parados y limpiecitos” (p. 89). Y define el patio: “Venezuela es un país de lealtades primitivas” (p. 93), tanto que más allá de cualquier yerro del pasado, el creador de todo el entramado militar, Chávez, personalizó la “Revolución”. De nuevo el caudillismo.

La innegable inteligencia de Requena no profana la audacia del entrevistador. Ambos se baten en un forcejeo donde al final, cuando el oxígeno de la historia llega al límite, cuando la serpiente se muerde la cola, Requena queda en evidencia por su pasado de niño acosador. Pero antes sigue:

La credulidad de las masas tiene un ingrediente emocional que en materia política es invalorable” (p. 124). Esa emocionalidad sazonada con ingredientes mágico/ religiosos convierten a Chávez en sujeto adorado. De allí el culto a la personalidad, justificado por quien lo condujo a ser lo que fue. “Ese Dios es Chávez”. Y el enemigo diabólico es el Imperialismo, la CIA, los escuálidos, el país que no piensa como él. Y con Maduro la situación se hizo más complicada.

En este sentido, “La justicia puede y debe ser, también, feroz contra los que se apartan del rebaño”. (p. 130). De allí que “El miedo es el factor que tú manejas cuando fortaleces tu capacidad militar y policial de responder frente a la protesta civil y cuando utilizas esa capacidad para reprimir salvajemente y sin cortapisas a quienes manifiestan en contra tuya” (p. 138).

La imagen del país no es menos desoladora: “Cuando todo es delito, todo el mundo delinque” (p. 139).

Bien, hasta el hartazgo. El personaje –brillante en su desempeño- termina embutido por la otra cara, la cara de su pasado, cuando Méndez, quien lo entrevista bajo contrato y condición de que se le puede añadir algo más a la entrevista sin reparo alguno, le pregunta a Requena en tono personal, íntimo:

“¿Te acuerdas de Oreja, nuestro compañero en el colegio?

¿Oreja? Me suena; pero no. No me acuerdo.

Ya te acordarás”. (p. 183).

Aparece el factor justicia en la sorpresa de Méndez.

La Editorial Azul, C.A. publicó la entrevista y le añadió todo lo relacionado con la vida dolorosa de Oreja, de la que fue responsable Requena, quien trató de desmentir la versión de Méndez legalmente: “…el Sr. César Requena intentó por la vía judicial detener su venta al público. Su argumento: la obra incluía referencias a su vida personal que no se desprendían directamente del texto de la entrevista que le hizo el autor. La autoridad judicial que conoció del caso dictaminó que el Sr. Requena autorizó expresamente el acompañamiento de la entrevista con cualquier texto escogido por el autor…”.


Nicolas Maduro

Fin de la historia.

No obstante, cabe decir que ese final podría simbolizar el tan mentado “target”, en nombre del indefenso Oreja, el cual le pasa factura al poder y a quienes de manera cínica y cobarde contribuyeron con la agonía de todo un país.



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Alberto Hernández. Fotografía de Alberto H. Cobo.


Alberto Hernández, es poeta, narrador y periodista, Fue secretario de redacción del diario El Periodiquito. Es egresado del Pedagógico de Maracay con estudios de postgrado de Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar. Es fundador de la revista literaria Umbra y colabora además en revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Ha publicado un importante número de poemarios: La mofa del musgo (1980), Última instancia (1985) ; Párpado de insolación (1989),  Ojos de afuera (1989) ganadora del 1r Premio del II Concurso Literario Ipasme; Nortes ( 1991), ; Intentos y el exilio(1996), libro ganador del Premio II Bienal Nueva Esparta; Bestias de superficie (1998) premio de Poesía del Ateneo de El Tigre y diario Antorcha 1992 y traducido al idioma árabe por Abdul Zagbour en 2005; Poética del desatino (2001); En boca ajena. Antología poética 1980-2001 (México, 2001);Tierra de la que soy, Universidad de Nueva York (2002). Nortes/ Norths (Universidad de Nueva York, 2002); El poema de la ciudad (2003). Ha escrito también cuentos como Fragmentos de la misma memoria (1994); Cortoletraje (1999) y Virginidades y otros desafíos.  (Universidad de Nueva York, 2000); cuenta también con libros de ensayo literario y crónicas. Publica un blog llamado Puertas de Gallina. Parte de su obra ha sido traducida al árabe, italiano, portugués e inglés. 






domingo, 28 de junio de 2020

El poeta venezolano José Pulido: Busco constantemente lo fulgurante, que muchas veces radica en lo sencillo.

Una entrevista de Viviana Marcela Iriart .




José Pulido: " Hago café al amanecer y dejo un poco para las cuatro de la tarde".  Café negro. Fotografía de Gabriela Pulido Simne.


PERMITAN QUE LES AGRADEZCA 

A veces parece una exageración la avalancha de felicitaciones que se desata cuando cumplo años y ejerzo la vejez. Los amigos se presentan por todos lados elevándome con su cariño, aunque sé que ando volando bajo como la canción. 
Debo decirlo: soy alguien normal cuya única virtud verdadera y comprobable es que amo la poesía desde que descubrí que existe, aunque sin saber mucho de qué se trata, buscando su siempre invisible quinta pata. Ajá. 
Esta enorme cantidad de personas generosas que nos muestran su cariño se debe a que Petra y yo tenemos más de cincuenta años conociendo mujeres y hombres, familias y pueblos: y en ese conocer los conocidos se convierten en amistades. Solo hemos dado respeto amoroso y eso nos regresan. Pero más de lo que damos. Se torna comunidad in crescendo.
Y es como algo científico mejor que estadístico: en su mayoría las personas que hemos conocido a lo largo de nuestra vida transitan con un corazón enorme. Y aquellos amigos que se han acercado por las redes, que hemos conocido y seguimos conociendo de modo virtual, también muestran ese gran corazón. La difícil nobleza es cotidiana con todos ustedes. 
Solo puedo decir gracias. Y pedir disculpas por parecer alguien con un ego enorme. Saben que de verdad los quiero. Petra y yo los queremos. Son un alimento. Como los libros y el amor. 
“Mientras estemos entre los humanos permítannos ser humanos” dijo Séneca, quien hablaba así: “Dum inter homines sumus, colamus humanitatem”.

José Pulido. 2 de noviembre de 2023

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Estimados Amigos

A esta entrevista le faltaba el párrafo inicial, ya le ha sido agregado. Nos disculpamos con la autora por la mutilación.

Atentamente 

La Gerencia.

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José Pulido, poeta, periodista, escritor: “Soy como un náufrago abrazado a su lengua”

Entrevista de Viviana Marcela Iriart, Génova, 16 de junio de 2020.





Quebrada Quintero. Imagen tomada de Pinterest


José Pulido formaba parte de una de las tradiciones más hermosas  y queribles de Caracas: domingo, comprar los periódicos, desayunar en la panadería, subir al Ávila, encuentro con las mariposas azules y el canto de la Quebrada Quintero, desparramar los periódicos entre las piedras y entonces… José Pulido y su entrevista completaban la felicidad del día. No importaba a quién entrevistaba, porque el placer era leerlo a él. Y las amigas: ¿qué dice Pulido? ¿Ya leíste lo que dijo Pulido?¡Qué maravilla Pulido! Pulido era el personaje principal. Después venía la persona entrevistada. Porque leer a José Pulido hace bien. Da alegría. Hace pensar. Porque José Pulido escribe con humor, ternura, compasión, inteligencia, amor. José Pulido el poeta,  el escritor, el periodista. El entrevistador que creó un estilo. El hombre amable, sencillo y tierno que crea puentes para que la gente se encuentre, los cruce, conozca el otro lado de su lado.
 


Quebrada Quintero. P.N. El Avila. Caracas. Venezuela



José Pulido que no se merece estar hoy en el exilio, caminando por Génova mientras anda por Caracas.

Carlos Giménez (+)


Y José Pulido es también Carlos Giménez (+), a quien él y yo amamos tanto y ese hermoso artículo suyo: Carlitos sin olvido. Y es  esa magnífica entrevista que acaba de hacerle a otro maravilloso y querible personaje caraqueño: Rolando Peña.  Una entrevista que es como un cuento escrito a cuatro manos.  Una entrevista que es como una carta de amor.

Rolando Peña. Fotografía de José Andrés Castillo. Imagen tomada de Actualy.es


Y José Pulido es este poema suyo con el que me topo mientras escribo y entonces me quedo sin palabras.


José Pulido: "Subir el Ávila es como obtener un poco más de vida. Cuando estás allá arriba respiras distinto.
Dicen que Humboldt fue el primero en subir el  Ávila. Y que Andrés Bello y un cura que lo acompañaban se quedaron a mitad de camino. Pero la verdad es que mucho antes que Humboldt subió Francisco Fajardo y unos cuántos indígenas".


EL VIEJO CANTO

Antes de que llegara la antigüedad
los pájaros que morían
se convertían en turmalina y cornalina
Juan aseguró en el apocalipsis que la cara de dios era de jaspe y cornalina
en ese rostro habrán hecho las aves uno de sus mejores cementerios

Todas las montañas se formaron con los antepasados de los pájaros

A partir de un pájaro amarillo, azul y verde
que si lo enjaulan muere y en bella furia canta
nació el cerro de Caracas ondeando aguas y ramas

el Ávila de piedras y raíces, escupido de Pléyades
es nuestra montaña más concreta

Con una escoba de sueños quisiera barrer sus caminos
limpiarlos de miserias

Es tan grande que cupo en el universo una sola vez
cuando se dilataron los cielos
para que pudieran florecer los mangos

los tucusitos del Ávila parecen inventados por Borges:
vuelan hacia atrás porque les interesa más el principio que el final

El Ávila es enorme pero no es tan difícil cargarlo en la maleta
es completamente transportable en forma de sentimiento
especialmente si has mirado sus curvaturas de sirena,
sus crestas de animal acostado
O si alguna vez has escuchado las aguas hablando en Quebrada Quintero
sobre los modos de bajar hacia el Mar Caribe sin tener que preguntar la
dirección en el valle

En la tarde la montaña abre un ojo hecho de sol
Un ojo que se adormece en la cabeza voraz de los árboles resecos
de noche se agazapa con su aliento de ardores vegetales
lista para saltar de nuevo sobre el valle asustadizo con su corazón de conejo
he ahí la montaña que se alimenta de miradas
que del lado de la playa es el Ávila de Reverón
enloquecida de luz
y del lado de Caracas es el Ávila de Cabré
con el tornasol prestado por el colibrí rutilante
y todas las Pléyades estornudan de amor al agitarse el Capin Melao,
la hierba deliciosa
y por encima y por abajo es el Ávila de todos y de nadie
una montaña igual a la Virgen de Coromoto y a la Virgen del Valle
igual a La Chinita y a la Divina Pastora
porque no tienes que conocer en persona sus senderos
para creer que representa nuestros hábitos

La montaña era dormitorio de nubes hace un millón de años
y todavía lo es.
La montaña estaba ahí elaborando guacharacas
antes que surgiera la idea de confeccionar una muralla
que llamaríamos ciudad;
ese antiguo aire es lo que me reconforta.
El Ávila es un pájaro con mastranto en las alas,
es un dolor de incendios guardados en un cofre de raíces.
El Ávila es como decir amén cuando se reza por Caracas.


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José Pulido: "Y luego ves el valle, la enormidad. Todo parece tan inofensivo y hermoso".
Vista de Caracas desde el cerro el Ávila.



Canto al Ávila popularmente conocida como Cerro El Ávila de Ilan Chester. Tema perteneciente al disco "CANCIONES DE TODOS LOS DÍAS" publicado en 1983.

Si quieres escuchar una versión en vivo interpretada por Ilan Chester en el 2015 pulsa aquí.


"Creo que el primer intento de Fundación de Caracas fue de Fajardo. Él tenía una especie de finca ganadera para partir de ahí y fundar pero los indígenas lo sacaron con sus peroles. Él subía el cerro. Era la manera más fácil de llegar a la playa, al mar".


Francisco Fajardo. Boceto de Pedro Centeno Vallenilla. 1969. Academia Nacional de Historia.

"Fajardo se convirtió en autopista y eso fue todo".



Autopista Francisco Fajardo. Caracas , Venezuela. Imagen tomada de Pinterest.


Ahora compartimos con ustedes un corto video titulado Caracas:La ciudad de las esquinas y calles con historia cumple 451 años. El video fue publicado en Youtube el 28 de marzo de 2019 así que para este  año 2020 Caracas tiene 452 años. El video habla de un emprendimiento familiar llamado Te paseo y te cuento que busca  conectar a residentes y visitantes con la ciudad tradicional y moderna y que viene haciendo recorridos guiados desde 2016. Aquí podrán apreciar a la ciudad de Caracas desde la perspectiva de un peatón. Para hoy 28 de Junio de 2020 el video tenia 348 visualizaciones esperamos contribuir un poco con su divulgación por medio de esta entrada.

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Caracas: La ciudad de las esquinas y calles con historia cumple 451 años.

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José, ¿cómo te ha tratado el coronavirus? ¿qué hiciste durante la cuarentena?

No creo que el coronavirus haya tratado bien a nadie. Afortunadamente no lo he pescado porque siempre estoy encerrado escribiendo y solo salgo a caminar a la montaña más cercana. Visito las partes pobladas cuando tengo que leer poesía en algún sitio.

José Pulido en Salamanca, España.


¿Qué fue lo primero que hiciste cuando se levantó la cuarentena?

Para mí no se ha levantado. Salgo a caminar pero con la mascarilla puesta. Aquí te multan si no la usas en la calle. No he tenido un plan para cuando esto se termine. La cerveza en la casa o en el bar me gustan igual.


 "De izquierda a derecha (los que recuerdo por su nombre) Carlos Giménez, Barbarito Diez (+) y su nieta (camisa a cuadros), Rubén Rega (+), Balzac (já!) María Teresa Castillo (+), Pablito Milanés, Miguel Henrique Otero (no recuerdo a los demás. Sé que la chica que Miguel abraza era muy eficiente en el trabajo cultural y falleció joven. Fotografía tomada en  Macondo, la casa de María Teresa. Yo José Pulido aparezco sentado".




¿Estás escribiendo en estos momentos? ¿Qué?

Poesía. Hago entrevistas para distraerme. La poesía es mi pasión constante.



José Pulido: "Mi narrador internacional favorito es James Joyce. El Ulises es en realidad un poemario enorme. Por eso me gusta apenas un poco más que Las elegías de Duino.  Es muy injusto eso de escoger uno entre muchos".



¿Cuáles son tus planes a mediano plazo?

No morir todavía para ver qué cosas han cambiado


José Pulido: "Hanni Ossot (+) esta a la altura de Anne Sexton y también hizo la mejor traducción al español de Las Elegias del Duino de Rilke".  Fotografía de Vasco Szinetar.


¿Cuándo te fuiste de Venezuela y por qué?

En el 2017. Porque la violencia en el país se volvió institucional, total.


José Pulido: "Anna Ajmátova es mi poeta extranjera preferida".


¿Te pasó algo en especial o fue el hartazgo de tantos años?

Me mantuve 17 años soportando el deterioro, las humillaciones, ver morir a tantos amigos y familiares. Los delincuentes que tienen luz verde en Venezuela, mataron a dos sobrinos y a un nieto. No tenía seguro médico que sirviera ya para mi esposa y para mí. Tampoco teníamos seguro médico para la hija menor y su hija, la pequeña nieta que se crió con nosotros. Fue un hartazgo pero también algo de sentido común. Habríamos muerto muy rápido allá. No habrías podido hacer esta entrevista.


José Pulido: "Salvador Garmendia (+) narró y comprendió un modo de ser gente sencilla.
Mi esposa 
también escribe, como sabes. Salvador Garmendia, quien era un gran amigo nuestro, escribió en una de sus jodas humorísticas que los cuentos míos los escribía Petruvska".


¿Alguna vez imaginaste que ibas a tener que dejar Venezuela?

Jamás. Todo lo que uno puede echar de menos está en donde se ha nacido y crecido.


José Pulido: "Tengo gustos musicales dispares. Desde niño escucho los joropos de Ángel Custodio Loyola a quien conocí en persona. De Ángel me gustan: Tierra Negra, el Pajarillo, María Laya, Los Caujaritos. Le escribí un poema a Loyola, porque lo llegué a ver y escuchar ensayando cuando se quedaba en una casa de nuestra familia".


¿Por qué Italia? ¿La elegiste o te eligió?

En Italia vive desde hace quince años nuestra hija mayor. Y después los poetas del Festival Internacional de Poesía de Génova me han dado mucho aliento. He sido invitado al evento dos años seguidos.



Tierra negra. Ángel Custodio Loyola.


¿Qué es lo que más te duele de Venezuela?

Que los venezolanos sufran y sufran sin que nada ni nadie pueda impedirlo. Que haya tantos ciudadanos que todavía siguen creyendo que nada malo ocurre allá, aunque vean a la gente comiendo en la basura y se tropiecen a cada rato con cadáveres, con miserias y con injusticias. 




“Anita se ríe de miedo entre la inconsciencia y la realidad. 
Un guardia dijo que haría guantes con la piel de sus nalgas 
y ella respondió que no soportaría eso, 
que prefería saber que encuadernarían libros con su piel.
 Ella quiere fumar y quiere morir”.

Pelo Blanco (fragmento), José Pulido

Colinas de Bello Monte. Fotografía tomada desde el Mirador. Fotógrafo: Vicente Quintero.




¿Qué es lo que más añoras?

Los familiares, los amigos, mi rutina en Colinas de Bello Monte. Mi gato Ron que se murió.

Arnaldo y su hermano José Pulido.


Ahora compartimos un par de poemas de José Pulido dedicados a su gato Ron:


MI GATO SOLO

Hace meses que estoy fuera de casa
y mi gato apenas deja su escondite
debe estar enroscado entre mi ropa vieja
con sus ojos perversos de amatista completamente adentro
guardados para el día que nos encontremos
espera escuchar mi voz para retornar a la sala
y subirse a mis piernas
su tiempo ahora debe ser
como la oscuridad que se ha quedado
en la fosa de los calamares
la nada cubriendo su cuerpo tembloroso
algo interminable para su concentración felina
una muerte, dos muertes, tanto miedo
debe pensar que lo he abandonado
como a los zapatos que le gusta escarbar
mi gato es todo lo contrario de la eternidad y de lo breve
porque el tiempo no se agazapa
no mira a través de la noche
no acaricia el pie no rasguña la puerta
que mi gato espere por mi durante meses
convierte la tristeza en temporada
a cada rato cree escucharme hablando
porque sueno a derrumbe de parapetos al mediodía
y se asoma a la sala
y cree que están mis piernas
pero solo hay sofá

   
Ron, el gato de José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne


MI GATO SUYO

Quién sabe cuántos siglos es un gato
de dónde habrá traído sus pasos indudables
se intuye que su alma es extranjera
y entiende todo, pero no responde

El gato tiene uñas de rosal
y ojos de sortija
hiere con ternura
y acaricia con desdén

Mi gato es el mismo gato
de tu casa
y asusta los metros cuadrados del vacío
con su cuerpo invisible

De un salto sube
al tope de los libros
y se queda mirando
la blancura del muro

no hay un insecto, no hay una ventana
pero el cuerpo felino está cazando
sus propios pensamientos
en el mediterráneo que hay en toda pared

hace un lomo de seda
de anhelo faraónico
se inmoviliza tanto que un día cae
blanco negro amarillo
y es de cerámica

La puerta que hay en los ojos del gato
debe conducir al pozo original
que mitigó su primera sed
mi gato fue tigre, leopardo y pantera.
Su lengua es tan rápida
que cuando entra al agua ya ha salido




*******


"De Alfredo Sadel me gusta todo su repertorio, aunque Una furtiva lágrima, en la ópera y Vereda tropical, son increíbles. El asunto es que Sadel cantaba todo como nadie. Era como un saxofón tenor. Sadel  me honró con su amistad. Yo lo quería y lo admiraba tanto que le escribí un poema pero nunca se lo leí".


¿Eres optimista sobre Venezuela? ¿Crees que algún día no muy lejano podrás volver para siempre? ¿Te planteas volver para siempre?

No soy optimista porque la edad me lo impide. Para siempre guardaré la ilusión de que Venezuela será alguna vez un país con decencia y justicia como elementos básicos.

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Vereda Tropical. Alfredo Sadel.

 
El poema dedicado a Sadel:


AHORA PON EL DISCO POR EL OTRO LADO


El cuerpo está hecho de todo lo que he sentido
desde que me amamantaron hasta este momento
de dormir y despertar
de escuchar el rumor de la vida 
comenzando otro día 
boca de vulgaridades y licores, de besos y de frutas 
manos de oficios y caricias, de componer escombros
Ya no pienso en trabajos de oficina
encerrado desmenuzo lo que hace el sol desde que sale
me pregunto ¿qué come? por algo nos ha dado la vida
creo que el sol mastica suavemente 
las cáscaras y el jugo de los montes, 
los élitros, el lomo de las plumas sugerentes
el temblor del sonar
los pistilos, las hierbas
y lame tu apariencia
Le dije que estaba recordando 
una conversación con el tenor
él era como un niño
su nobleza hecha en casa venía de la infancia
siempre andaba soñando que seguía agarrando
la mano de su madre
En todos los mundos habidos y por haber lo aplaudían
y le lanzaban rosas y cuando contaba estas aventuras
se aliaban en sonrisa sus ojos y sus labios  
pero una isla completa de vencida alegría
se hundía en las tinieblas de su rostro
La historia se convierte en alma cuando Shakespeare la menciona
el restaurante Henry IV ¿recuerdas? Creo que había un samán 
diagonal a la Basílica de la Chiquinquirá en La Florida, 
Caracas, Venezuela, cuna del tenor
Estábamos almorzando con Alfredo y de pronto viajaba en un tren
rumbo a un público nuevo
y una princesa lo miraba 
y entendíamos a esa princesa 
la princesa de uno de esos reinos desolados 
preguntaba por aquel pasajero
y nosotros la entendíamos porque en casa teníamos sus discos
¿Han oído cómo hablan los ángeles? 
nadie los ha escuchado 
más allá del silencio profundo que generan
Los ángeles no hablan como nosotros
él era un cachorro de ángel si es lícito decirlo
su voz reconstruía los imposibles de cualquier ternura 
era una voz extraviada en los metales de la ilusión 
en los amores sinfónicos de su sed
La princesa de uno de esos reinos desolados 
preguntaba por aquel pasajero
y esgrimía una rosa
no hay princesas ahora, te dije
pero él sigue cantando como si las hubiera
Los motores se estaban yendo, se volvían más íntimos
los perros juntaban sus dudas y coreaban una tristeza sin culpas
para que la respiración del atardecer fuera un canto gregoriano 
y yo no quisiera continuar la costumbre de cerrar los ojos

José Pulido

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¿Hace mucho que no vas?

Desde que me vine no he ido. Solo hablo por teléfono con familiares y amigos.


"Humboldt escribió sobre el Ávila y hubo una investigación de plantas, de la vegetación. Humboldt no paseaba: trabajaba". 

La silla del Ávila desde el Country Club de Caracas de Manuel Cabré. Imagen tomada del IAMVenezuela


No conozco a una ciudad en donde se ame tanto a una montaña como en Caracas. ¿Qué es el Ávila para ti? ¿Cuándo comenzaste a amarlo?

Subir el Ávila es como obtener un poco más de vida. Cuando estás allá arriba respiras distinto. Y luego ves el valle, la enormidad. Todo parece tan inofensivo y hermoso. Desde los años setenta lo subíamos cuando muy pocas personas lo hacían.

De todas maneras te respondo con un fragmento de un largo poema que le escribí al cerro:


Ese antiguo aire es lo que me reconforta.
El Ávila es un pájaro con mastranto en las alas,
es un dolor de incendios guardados en un cofre de raíces.
El Ávila es como decir amén cuando se reza por Caracas.


"Petra y yo tenemos cincuenta años de casados. La conocí cuando estaba a punto de salir del liceo. Yo era reportero y ella dirigente estudiantil. Ella es de la colonia serbia-yugoeslava que llegó a Valencia. Los serbios de Valencia era muy discretos. La guerra los llevó a Venezuela. Mi esposa es la penúltima de los hermanos, casi la menor. Todos están vivos. Pero sus padres murieron hace varios años".

José Pulido y su esposa, la periodista Petruska Simme


Cuando cumplí cuarenta años le escribí este largo poema a Petra. Yo pensé que me había comportado, al fin, un poco romántico al estilo que llaman romántico en las películas. Pero ella de una vez me atajó en mi apasionada carrera, al soltar este comentario: “¿Estás diciendo que soy vieja?”. Y yo: “No mi amor, nada de eso” y entonces traté de que olvidara la cosa. Pero por alguna razón, en todas partes donde leía poesía me pedían ese poema. Y ella estaba presente. Ay. Y se quedaba viéndome.


LOS POSEÍDOS

No mires
cuando la brisa del cerro
asalte mis pulmones
Soy poseído
por sus olores
cada vez que llueve.

Me transformo en bestia
adivino sus gamelotes a lo lejos
y quiero llorar.
La naturaleza me domina
envidio a los pájaros,
sigo creyendo en las cosas del cielo.
Sé que hay millones de oscuridades
mirándonos,
animales que nos temen,
insectos que nos odian.
La ciudad es un callejón sin salida
no hay manera
de que pueda escaparme
solazarme con el oleaje
y los pétalos de la cattleya.
No puedo ir tras ese río.
estoy recostado al muro de la ciudad
y antes que lleguen los matarifes
pongo toda
la concentración sentimental
en tu persona
en el alma de tu boca
en el clítoris todopoderoso
y en el espíritu caliente de tu piel.

Pueden transcurrir todas las épocas
y emerger diamantes de la basura;
Dios puede regresar
a construir otro paraíso:
No me moveré del barrio.
Solo me interesan
tu sexo, tu voz,
tu razonamiento agredido
por mi besuqueo
tu madurez,
tu silencio infectado de sueños.
Aspiro al ejercicio de amarte.
Me siento lúgubre
cuando me miras de cerca
y me atormentas con un paréntesis.
No le tengo miedo a la cursilería
del amor a primera vista.
Constantemente recuerdo ese minuto
aunque después
te haya desencantado
una que otra fealdad mía
un mal aliento
una frase bastarda
descubrir que tengo
un espíritu jorobado
pero amarte ha sido
una pasión analfabeta
un trabajo solemne
una infancia al revés.

La ciudad sería
una tumba
sin ese viejo amor a primera vista.
Me desespero
cada vez que cierras
la puerta del baño.
Odio las intimidades
y esos minutos
en que somos extraños.
El vagón casi vacío
me refleja contra la velocidad.
Veo ojeras moradas y viejas,
y esas canas tan ajenas;
hace poco
era un muchacho agradable:
ayer o antier.

Me asombra reflejarme sin ti
y huyo de la muerte con un ticket.
Sé que tus ojos eran más hermosos
de lo que son
que no debí hacerlos llorar;
sé que tus manos de ángel salvaje
se han resecado
por mi culpa
la cocina, los platos;
sé que he debido guardarlas
para que vuelen
perfumadas,
armadas de uñas rojas
hincándose en la magia
que estaba obligado a darte
y me doy cuenta
de que tus piernas eran más delgadas
y que tu corazón era más blando:
fui un depredador contigo.

No es menos cierto que eres
la mujer que amo
yo, animal de los bulevares,
y pido perdón
por no haberte conservado
más allá de esta vehemencia,
a salvo de mis tosquedades,
pero yo creí que el amor era eso:
comerte aquí, morderte allá,
chuparte como una cayena,
almacenarte cual arena
en esta concha
lamer tu rocío
y besar tu retrato,
que la vida
es una temporada especial contigo,
que estas calles, estas películas
esas manos agarradas
somos los dos, alucinando,
esperando el atardecer
para quedarnos mirando
el lomo de los cerros
con su filo de nácar
y la luz alejándose
cual yéndonos en barco;
yo igual a un islote
cubriéndose de noche

y tú recostándote como una sirena.





Recuerdo a María Teresa Castillo (+) abriéndole a Chávez las puertas del Ateneo de Caracas (y de su casa)  y  a Chávez robándoselo años después. ¿Caíste, como ella y como la mayoría del pueblo venezolano, en la seducción de Chávez y su discurso anticorrupción o desconfiaste de él desde el comienzo?

Si lees lo que escribí en todo ese tiempo, sabrás que fui de los que no creyeron jamás en eso. Me decepcioné temprano del totalitarismo, de los desprecios de la izquierda y de la derecha hacia la decencia, la justicia, la creación, la conciencia crítica. Y no fue María Teresa quien se alió con Chávez: fue su hijo Miguel Henrique. Se equivocó como muchos y uno no se explica cómo la gente se equivoca con algo que está avisado…María Teresa ya estaba afectada por la edad y la pérdida de la memoria. Era una dama extraordinaria.

María Teresa Castillo (+)



¿No te indigna la falta de solidaridad de las personas de izquierda que tienen poder político en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, que estuvieron exiliadas en Venezuela en los 70, que recibieron la solidaridad del pueblo venezolano y que hoy le dan la espalda a ese mismo pueblo? Cuatro millones de venezolanas y venezolanos en la diáspora y aquellas ex víctimas no dicen ni pío, siguen apoyando a la dictadura venezolana. Como si Maduro fuera mejor que Pinochet o Videla. Como si el Helicoide fuera mejor que el Estadio Nacional. ¿Te indigna? ¿Te desilusiona? ¿Te da tristeza? ¿No te da nada porque nunca creíste en esas víctimas? (A mí me indigna)

No me indigna: me apena la ausencia de nobleza y de solidaridad. Pero además, no entiendo cómo pueden ser distintas una dictadura de derecha que asesine y una dictadura de izquierda que asesine. Yo me apego a los Derechos Humanos. De ahí no salgo.

Antigua sede del Ateneo de Caracas.



Elisa Lerner dijo “La soledad es la patria del escritor” (maravillosa Elisa). ¿Es esa tu patria?

Mi patria son los recuerdos que he vivido con la gente y los paisajes que he amado y sigo amando.

Elisa Lerner en 2013.


La lengua materna es también la patria de un escritor, de una escritora. Y cuando vives en el extranjero llega un momento en que empiezas a perderla, que comienzas a pensar en la lengua del país donde vives y entonces, ¿en qué idioma escribir? ¿Ya te ha pasado? ¿Ya estás pensando en italiano? 

Solo hablo el castellano. Solo escribo en castellano. Las traducciones son hechas por amigas y amigos poetas que me ayudan. No puedo apartarme ni un instante del idioma español. Soy como un náufrago abrazado a su lengua.

José Pulido en Italia.


¿No hablas italiano? ¿Cómo haces para ir a comprar el pan, tomarte un café, preguntar por una calle?

Lo que te quiero decir es que me refugio en mi idioma. Eso no significa que no hable en otros idiomas. Pero no permito que me cambien mi manera de expresarme. Por supuesto que me conduzco normalmente en la calle, que me comunico con los demás, pero no puedo dejar que se me olviden y se me confundan palabras. A estas alturas no.




“Un cangrejito casi transparente, de esos que asumen el color amarillento 
de la arena, se detiene justamente entre los muslos, en las esquinas redondas
 de las nalgas. Está vibrando de miedo o de quién sabe qué, en el fondo 
de un risco y si por casualidad su mirada es amplia y ve más allá de lo 
que su tamañito merece, quién sabe qué impresión le dará esa parte de
 arriba, donde se abren unos labios de caracola revelando una gruta.
 El cangrejito y otros más que orillan el cuerpo, huyen ante la presencia
 de los pasos que se agolpan. Esta es una mañana alteradora, de 
hormigas buscando mieles podridas y de moscardones humanos,
 zumbando por todos los ámbitos, la mala nueva de una mujer 
que amaneció desnuda, violada y muerta, 
en el ensimismamiento de la playa”.

El Bululú de las Ninfas (fragmento), José Pulido


José Pulido y Lindsay Kemp (+).


 El éxito masivo, el reconocimiento internacional masivo, te ha sido esquivo y eso es tremenda injusticia. Pero nunca es tarde. Mira Ida Vitale, le dan el Cervantes ¡a los 94 años! Bueno, yo espero que tú vivas todos los años que tú quieras pero que te premien y te reconozcan pronto, pongamos que a más tardar el próximo año. ¿Te da rabia esa indiferencia de las grandes editoriales, de los grandes premios? ¿Te hace falta una Carmen Balcells? ¿El premio Nobel entra en tus sueños?

Lo importante para mí es el placer que experimento al escribir lo que deseo escribir. Lo que más aprecio es un lector que comprenda lo que hago. Aunque sea uno solo. Lo masivo, lo que representa mucho dinero y poca sensibilidad y conciencia no me atrae. Ni siquiera sueño con un premio municipal. Creo que puedo convertirme en el único lector conectado conmigo. Eso no es garantía de calidad creadora, pero me alivia la certeza de estar produciendo algo que servirá alguna vez para otros que sientan como yo.

José Pulido, Jorge Luis Borges y María Kodama en Caracas


¿Tuviste una infancia feliz? ¿Cómo eran tu madre y tu padre?

Mi madre Victoria nos crió sola. Bueno: con su enorme familia cerca. Nuestra infancia fue feliz porque había mucha sinceridad y humildad. Estuve enfermo de tuberculosis y perdí un año de escuela primaria, pero fue una temporada muy bonita: me daban libros y me llevaban historietas.


"Hice un suplemento sobre las misses en El Nacional. Los concursos de belleza son muy antiguos: el más antiguo originó la guerra de Troya. Me gusta la belleza sin operaciones. Aunque algunas han resultado exitosas. Pero las operaciones que le arruinan la boca a la mujer o la nariz, me caen mal.
Susana Duijm Era bella, dulce, inteligente y una persona muy noble".


Ahora podrán leer un texto de José Pulido dedicado a su mamá:


LO QUE MI MADRE QUERÍA


A mi madre le bastaba una taza de café
para mantenerse activa en el sueño y la verdad
creo que podía estar un año sin morirse ni entristecerse con apenas tener una taza de café en su mano derecha pequeña y delicada a duras penas

Pero jamás sabré a ciencia cierta qué preferían sus gustos ancestrales
resguardados como joyas en su particular espíritu
que se intuía como una racha antiquísima de vapores vegetales

Ella solo hacía cosas para los demás
hervidos, frituras, dulces de lechosa, de cabello de ángel, guarapos de llantén, emplastos de sábila
remedios para el asma y para el pasmo

Su jardín era una posesión tan adorada que sembraba sin parar hasta preguntarse a veces qué mata será esta

Sé que le encantaba vivir
aunque casi nunca la vi celebrar algo porque trabajaba sin horario
y se dedicó a morir lentamente a los 94 años de edad aferrada a un enorme corazón
hinchado de bondades y por la picada de un insecto

que la conoció en su juventud y no resistió la tentación

no sé qué le gustaba más de la vida
pero cuando estaba sola
cantaba y bailaba
una vez la descubrí desde una rendija
y pensé en el acto qué canción será esa

Siendo una niña tiempo atrás lejano
con un cielo más nuevo que el de ahora
de un tosco frescor el aire entre los vientos
y un sol más libre jineteando lomos

-juegos y espejos, reflejos de agua yéndose,
charrasca del universo entre las piedras,
filigrana de ilusiones con ganas y sin ganas,
largavista para verse los dedos,
arpa de vidrio frío para callarse la cara-

le gustaba pescar en los arroyos
que la gente consideraba ríos
pescaba con sus manos esos corronchos negros de hacer sopa, corronchos feos, feos, feos y tan sabrosos
ella cocinaba desde que tenía uso de razón
y bailaba y cantaba cuando estaba sola


 

"Lo mío es aquello auténtico que desapareció y que no es posible expresar si no lo has probado: el verdadero queso de mano, la verdadera cachapa hecha  con jojoto (mazorca de maíz tierno) fresco, una arepa con chicharronada, vainas así. En Italia hay cruasán de toda índole y en todas partes; panaderías y pastelerías, pero lo que más se consume es la focaccia. Yo casi no las visito".

Chicharronada con arepa. Imagen tomada de Receta venezolana.



 ¿A qué edad comenzaste a escribir? ¿Qué?

Desde los ocho años de edad. No he parado desde entonces. Escribía poemas. Aprendí a escribir sonetos, muy estrambóticos, pero fueron buena escuela. Después llené varios cuadernos con cuentos fantásticos. Me publicaron un poema y un cuento en revistas nacionales cuando era un adolescente.


José Pulido: "Marlene Dietrich es la imagen de lo autentico".



¿Cómo llegaste al periodismo? ¿por qué el periodismo y no, por ejemplo, el béisbol?

Quería mantenerme en la escritura y el periodismo era el oficio ideal para eso. Es muy difícil escribir algo verdaderamente valioso si te dedicas, por ejemplo, al beisbol y eres profesional: debes poner todo en ese juego, no puedes hacer otra cosa. No podrías dedicarte a escribir, a dominar el arte de la escritura. No serías un buen beisbolista si no te apasionas.


José Pulido: "Los periodistas que leía fueron muchos antes de leer como loco a Talese y a Wolfe. Leí artículos y reportajes de Pete Wellington, Cornelius Ryan y Jimmy Breslin. El mejor era Breslin. Era escritor también. Breslin transformó todo. Al menos en los periódicos".

La banda que disparaba torcido, es el título de la novela de Breslin.

En la imagen Jimmy Breslin.




¿Estudiaste en la Escuela de Periodismo o te formaste en las redacciones?

Soy colegiado, de los que comenzamos en Venezuela a trabajar en periódicos antes de crearse la escuela de periodismo. Fui directivo nacional y regional del Colegio Nacional de Periodistas.


José Pulido

"Pero creo que recibí formación leyendo mucho a Faulkner, Hemingway, Capote y Graham Greene".

Imagen de William Faulkner.



¿Te dedicaste full-time al periodismo, y no a la poesía y la narrativa, porque el periodismo da estabilidad económica, y la poesía y la narrativa no, o porque de verdad te encantaba el periodismo?

No. El periodismo como oficio para mantener a mi familia no impidió jamás mi escritura de poesía y narrativa. Mas bien nutrió muchos aspectos porque en periodismo uno atraviesa por todos los dramas sociales y se conecta con la gran fuente que es la realidad.

 Eres uno de los grandes entrevistadores de Venezuela y del continente. ¿Tuviste maestros, maestras? ¿O tu estilo nació solo?

La verdad es que leí muchas crónicas de periodismo escritas por algunos periodistas norteamericanos-irlandeses que luego dieron origen a lo que se llamó el nuevo periodismo. Pero mi formación más importante fue leer a los grandes escritores. Mi estilo fue una reacción ante el cliché, la rutina. Quería emocionar y sentir que hacía algo emocionante para mí.


Jose Pulido: "Myriam Phiro es una de las imágenes más contundentes de la belleza, si alguna vez me piden una".



De toda las personas que entrevistaste, ¿qué hombres y qué mujeres te impactaron más y por qué?

El hombre que más me impactó fue un señor tan grato y sencillo que no lo podía creer: entrevisté a Garbo el espía que engañó a Hitler. Al espía que sirve de inspiración para tantas novelas y películas. Fue una lección de humildad. García Márquez también fue uno de mis preferidos porque trataba de entender mi estilo de entrevistador y eso lo sentí como un halago amistoso.

Una vez entrevisté a una mujer que habían violado varias veces, en años distintos. Era un imán para las violaciones. Muy doloroso.


"Garbo, estuvo 40 años escondido en la Shell de Venezuela como profesor de inglés. Cuando Inglaterra lo dio a conocer fue parte de la conmemoración de yo no sé cuántos años del desembarco de Normandía. Me comentó que hubo una época en que los nazis sospecharon que estaba vivo y viviendo en Venezuela. Lo buscaban para matarlo. Hablo de los grupos nazis reorganizados.... Hoover, el del FBI quería tenerlo con él y los ingleses se negaron. Cuando lo entrevisté fui el primero en Venezuela. Él fue sepultado en Choroni, porque tenía una casa ahí y  amaba ese lugar, pero vivía en Caracas.El era un hombre de corta estatura, sencillo y de origen español. Creo que tenía su oficina en el edificio que hoy ocupa la Universidad Bolivariana pero no estoy seguro".    Joan Pujol, cuando trabajaba para el MI5. Imagen tomada de Wikipedia.



También entrevisté a una actriz de teatro,  una pelirroja polaca, bellísima, de las mujeres más bellas que había visto en mi vida. No era una actriz muy conocida y he olvidado su nombre. Era de esos grupos de teatro que llegaban dos días a Caracas y se iban. Yo era muy joven. Ella me recibió en su camerino. Estaba completamente desnuda maquillándose y exigió que le hiciera las preguntas ahí mismo porque no podía perder tiempo. Sudé frío. Y le hice las preguntas tratando de no mirarla. Veía una pared. Entrevisté a una pared. Y sus respuestas eran inteligentísimas. Admiré la inteligencia de aquella actriz. Y aún siento que me corroe la frustración de no haberla visto directamente, aunque ella en ningún momento me lo prohibió.


De izquierda a derecha: Carlos Pérez Ariza, Isaac Chocrón (+), Edward Albee (+) y José Pulido, Caracas.


 Cuando trabajabas en los medios, ¿te quedaba tiempo para la poesía y la narrativa?

Siempre me levanté a las cuatro de la mañana. Sigo haciendo eso. Escribía de cuatro a siete y después me iba al periódico. La poesía y la narrativa no se cortan ni se coartan porque le dediques tiempo a un trabajo para sobrevivir: son demasiado poderosas y vehementes. Ahora, cuando puedo escribir sin tener que trabajar añoro mucho las salas de redacción.


"A nivel internacional me gusta muchísimo La dolce vita y todo lo que dirigió Fellini. El neorrealismo italiano es lo que más me ha interesado del cine. Ahí descubrí a Fellini con La Strada, aunque lo que más me interesó de él se salió del neorrealismo: Amarcord y La Dolce vita. La dolce vita con Marcello Mastroianni y Anita Ekberg convirtieron en un símbolo La fontana de Trevi. Y Fellini disfrutaba  mostrando a un personaje verdadero llamado Marcello Mastroianni".


Qué te angustia más, ¿la pregunta en blanco de una entrevista o la página en blanco de una novela o un poema? ¿O no te angustia nada?

 No me angustia escribir. Como diría Heráclito: el pensamiento es una enfermedad sagrada. Todo esto es una enfermedad sagrada. Lo verdaderamente angustiante es no tener el tiempo suficiente para seguir leyendo y escribiendo hasta dar con una cosa gloriosa que estremezca a la humanidad. Aunque la humanidad ya está estremecida.



“A su hora la neblina desciende tanto que roza los cafetos. 
Arañas, reptiles, escarabajos, alacranes, ratones, conejos
 y todos los bichos retroceden a sus nidos, y a sus cuevas ante
 el siseo de las hojas apartándose: algo sutil pero avasallante 
atraviesa en ese momento la espesura”.

Los Mágicos (fragmento), José Pulido.


"La actriz venezolana que me impresionó más fue América Alonso. Se formó haciendo buen teatro. El actor de antes Rafael Briceño. Creo que sería injusto con actrices y actores de ahora porque no los he visto actuando. Solo a Edgar Ramírez quien tiene una buena labor en el cine".
 
América Alonso en la portada de la revista Momento. Imagen tomada de Los Entrañables. Mas estrellas que en el cielo.




Supuestamente este es el primer comercial de la harina de maíz precocida Harina P.A.N.. Quizá alguno de nuestros lectores podrá aclararnos la duda.
La protagonista del comercial es la actriz América Alonso.



 ¿Cómo te nace un poema?

Siento algo y busco la palabra que lo hará visible. Cada palabra contiene una civilización, una historia, un universo. Con la sola palabra agua, o piedra, o cerveza o campana se puede escribir todo un libro. Piensa en todo lo que sabes y lo que se ocurre con la palabra agua para que veas.


"De la música anglosajona me gustan Los Beatles y el jazz. De los muchachos de Liverpool me gustan  Hey Jude, Let it Be...soy completamente normal en eso. En 1960 yo era un muchacho de quince años.
Ninguna película de los Beatles me ha parecido algo de calidad. Solo a un fan le gustaría algo así".


 ¿Cómo te nace una novela?

Se me ocurre una historia que luego solo será un pretexto.





“La vio extinguirse, como una mancha rosada sin cabeza, entre las estromelias y los acacios de la calle y se dio cuenta de que no poseía caballo ni dinero, solo sus botas y la guitarra española que ya tenía una araña viviendo en la boca”. 


Una mazurquita en la mayor (fragmento), José Pulido


José Pulido: "Creo que todas las pequeñas cosas que he apreciado y aprecio me han mejorado la existencia y lo agradezco como por ejemplo poder mirar una playa".
Playa grande
. Choroni. La parroquia  y el pueblo de Choroni están ubicados en el estado Aragua, tierra de José Pulido. Fotografía de Matthias Scholz realizada en 1999. Actualmente el turismo en Choroni ha decaído mucho en los ultimo años. Imagen tomada de Wikipedia.


José Pulido: Del poemario Peregrino de vidriera. Lo pongo para dedicarlo a los padres que verdaderamente han estado enamorados o siguen en ese oficio

PLAYERO

Borde de luz encarnada
que señala los párpados
intimidad rendida
como desmayada en el mar
huellas digitales del génesis en las conchas
maraquean en las olas espesas
pajonales en tempestad
buceo de una estación a otra
isla en el tren
el gentío apretujado me empuja
hacia la raya amarilla que se ve tan salada
cocales de gente que ni siquiera intuyen
mi vida accidentada y pueblerina
ahora si es verdad que nadie vendrá a rescatarme
ojalá que estuvieras aquí en la escalera mecánica
menos mal que tengo tu nombre en la punta del habla
y el corazón

almácigo de ti.


Calle principal del pueblo de Choroni. Imagen tomada de Pinterest




 ¿Cómo te nace una entrevista?

En el momento en que me interesa un entrevistado


"La película venezolana que más me ha interesado es Oriana, de Fina Torres, porque es una película bien dirigida, bien meditada y con un excelente guion. Desnudo con naranjas también me gustó mucho, especialmente por la actuación de Lourdes Valera".


 ¿Cómo escribes? ¿Te sientas frente a la pantalla y esperas que lluevan ideas?

Estoy lleno de ideas mediocres, como la humanidad, pero busco constantemente lo fulgurante, que muchas veces radica en lo sencillo. A veces estoy dormido y se me ocurre algo en el sueño y cuando me despierto lo escribo.

El escritor Juan Carlos Onetti (+).


Juan Carlos Onetti  dijo que hay escritores para quienes escribir es como estar con una esposa  o una amante. Para él era una amante: escribía de vez en cuando. ¿Qué es para ti?

No hay comparación: escribo todos los días como quien respira. Es un mecanismo existencial. Como quien se alcoholiza y no puede apartarse del licor. Si hubiese amado a mi esposa con la misma intensidad y persistencia y resistencia con que escribo, la habría hecho muy feliz.

"Con mi amor", escribió José Pulido debajo de esta foto: su esposa, la periodista Petruska Simme.



¿Estás escribiendo tu autobiografía?

Jamás de los jamases escribiría algo así. Me basta con la poesía.

José Pulido: "En Venezuela me fascinaban las carreras de caballos. Ver una carrera con una cerveza en la mano es inigualable".
Imagen tomada de Ultimas Noticias.

¿Eres creyente? ¿Religioso? ¿Crees en la reencarnación?

Creo que la vida es bellísima y a la muerte no le importa porque su trabajo es otro. Creo que siempre, en todo lo que se haga, es necesario partir de un punto de vista moral. Lo fantástico y lo verdadero, lo ficticio y lo real contienen bellezas y eso me basta. Creo que el lenguaje nos ha hecho lo que somos.

José Pulido: "En el béisbol me ha gustado entusiasmo indeclinable de David Concepción".

Cuando no estás escribiendo, ¿qué te gusta hacer?

Me gusta leer poesía a montones y narradores raros. En Venezuela me fascinaban las carreras de caballos y subir el Ávila. Aquí camino, subo la montaña y me pregunto por qué en Italia no son amantes de los hipódromos. Ver una carrera con una cerveza en la mano es inigualable. El beisbol también me gusta.

Truman Capote (+)

 Los poetas, y también  muchos escritores, suelen ser bastante trágicos o pesimistas o nihilistas o soberbios –creen que están por encima de la media sólo por escribir- y algunos llegan incluso a decir que escribir es un castigo: “Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo. Para autoflagelarse” dijo Truman Capote, qué frase tan hermosa pero… ¿de veras?

Sin la tragedia estaríamos fritos. Y lo que dijo Capote es una verdad que muchos no enfrentan. Se trata de ser humildes para poder escribir algo importante. Porque si eres humilde sabes en qué fallas, en donde te equivocas, y qué tamaño verdadero tienes. El buen creador, el que domina el arte de la escritura, sabe que solo puede sentirse ofendido el lector que no entienda su nivel interior. A veces un libro es demasiado grande para un lector y el lector tiene que crecer para disfrutarlo o entenderlo. A veces el libro es muy pequeño y el lector tiene que hacer que el escritor crezca.

La poesía es aparte. Es un modo de ser y de vivir. Es de un nivel muy elevado que exige también al lector la humildad suficiente para aceptar que debe escalar una cuesta y que eso no es un sacrificio.

José Pulido: "Me Gustan los Yankees de Nueva York y los Atléticos de Oakland".


 Tú escribes con  humor, compasión, ternura. En tu escritura  pareces siempre deslumbrado por la vida. Curioso. Leerte hace bien. Da esperanza. Tú pareces un carajito (niño, muchacho,chico) maravillado por las pequeñas y grandes cosas de la vida. ¿Eres un carajito de 74 años?

Sí. Tengo 74 años por fuera, pero por dentro, extrañamente, me quedé en los dieciocho años. A veces no entiendo por qué me canso si hace poco, en 1970, corría veinte kilómetros todos los días…

Admiro las grandes cosas de la vida, como todos. Empezando por la vida y por el lenguaje que alcanza su tope en la poesía. Pero creo que todas las pequeñas cosas que he apreciado y aprecio me han mejorado la existencia y lo agradezco. Poder mirar una playa. Tener un mango en las manos. Escuchar cantando a Myriam Phiro o a Marlene Dietrich cantando Lili Marleen con su voz oscura.



Myriam Phiro. Petite fleur.

 En las fotos de los últimos años, sin embargo,  te ves… ¿melancólico? A veces miras a la cámara molesto, como diciendo “pero bueno chica, ¿en qué momento Caracas se convirtió en Génova?”. Pero tu mirada no tiene la derrota ni la tristeza del exiliado: es desafiante.  Pero no hay alegría. Tu cara es lo opuesto a tu narrativa. José, ¿cómo te sientes? ¿es muy duro vivir en Génova?


José Pulido. Imagen tomada de Tiberíades.

Tienes razón. Sabes mirar y me conoces. Soy un melancólico irredento. Pero no soy infeliz. Cualquier cosa me hace sentir alegría. Me alegro con una sopa, una cerveza, un café, una conversación. Siempre he sido así porque me criaron mujeres y una enorme familia muy sencilla. Nunca dejo de ser yo aunque no sea la gran cosa.



José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne

¿Cómo te gustaría ser recordado? ¿El poeta José Pulido, el escritor, el periodista, el humanista?

Soy poeta. Pero con que me olviden sin rencor me conformo. Que lo recuerden a uno es lo más relativo que hay. Cuando toda la gente que me ha conocido se muera, será difícil que me recuerde alguien. A menos que les caiga ante los ojos un poema o un escrito cualquiera de los míos y sienta que ahí hay algo interesante.

Marlene Dietrich. Lili Marleen



¿Qué pregunta que no te hice te hubiera gustado que te hiciera?

Solo me gustan las preguntas de los amigos. Como tú. No hay una pregunta en particular que quiera escuchar. Las cosas suceden y uno no puede detenerlas. Yo creo en lo que hago pero no puedo obligar a la gente a creer en mí.

Julio Cortázar. Imagen tomada de Viviana Marcela Iriart.


En 1979 Julio Cortázar, exiliado,  dijo en Caracas: “Un día en mi vida es siempre una cosa muy hermosa, porque yo me siento muy feliz de estar vivo. No tengo ninguna intención de morirme, tengo la impresión de que soy inmortal” (maravilloso Cortázar). ¿Te gustaría ser inmortal?

Me gustaría ser inmortal para que los días no importaran un carajo. Pero soy mortal y eso hace que cada día valga su peso en besos.


"Renny Ottolina era un hombre del espectáculo que tenia una conciencia ciudadana positiva y promovió buenos artistas" Viejo Anuncio publicitario de Café el Peñón. En el anuncio aparece el animador número 1 de Venezuela Renny Ottolina. Imagen tomada de Retro



Muchas gracias, querido José, un placer hablar contigo. Y que la próxima entrevista sea con un negrito, con leche o marrón, en cualquier panadería de Caracas. Y con un cachito, claro. Y las cornetas de los carros y el calor aturdiéndonos. Y el Ávila, siempre nuestro Ávila.  En Caracas. La próxima vez en Caracas.



José Pulido: "Los cachitos con jamón me gustan como a cualquier venezolano pero no me enloquecen" 

 Cachito de jamón.  Imagen tomada de Migración Culinaria


Eso sería tan hermoso y fabuloso que podría convertirlo en uno de mis sueños. Gracias, querida y admirada amiga.


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Ahora el blog cerrará la entrevista con un recorrido aéreo de la ciudad de Caracas. Este video no aparece en el montaje original de la entrevista al igual que muchas de las imágenes comentadas por José Pulido. Esperamos sea de su agrado.


Caracas City:





La Concha Acústica de Bello Monte esperando el retorno de Rolando Peña,  de José Pulido y de todos aquellos que huyeron de una realidad que machaca, quizá debamos decir machuca para darle color local, el respirar junto con la llegada de un presente promisorio para Venezuela.


©Viviana Marcela Iriart
16 de junio de 2020
Contacto: escritorasunidas@gmail.com

Todas las fotos cortesía de José Pulido

José Pulido: Página web  / Facebook

Twitter: @josepulido2015

Instagram: jose.pulido.777 

Tomada de Viviana Marcela Iriart.


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Poeta, escritor y periodista, nació en Venezuela, el 1° de noviembre de 1945.

Vive en Génova, Italia. 

En 1989 obtuvo el Segundo Premio Miguel Otero Silva de novela, Editorial Planeta. En el 2000 recibió el Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, por su poemario Los Poseídos. Ha publicado cinco poemarios y nueve novelas. Desde el 2018 el Papel Literario de El Nacional creó la Serie José Pulido pregunta y publica las entrevistas que ha realizado a creadores y artistas.



Forma parte de la Antología Por ocho centurias, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Salamanca, España, entre otras. Ha sido invitado a festivales en Irak, Colombia, Brasil, Chile, España y Génova. Participó, en 2012, como invitado de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que se celebran en SalamancaEn el 2018 y en el 2019 invitado al Festival Internacional de Poesía de Génova. 

Publicaciones más recientes:

El puente es la palabra. Antología de poetas venezolanos en la diáspora.

Compilación: Kira Kariakin y Eleonora Requena, para Caritas.

Poeti Uniti per il Venezuela, Parole di Libertà  (Poetas Unidos por Venezuela, Palabras de Libertad) publicado por Borella Edizioni, evento respaldado por la Associazione culturale Orquidea de Venezuela, con sede en Milán.


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Viviana Marcela Iriart

Escritora argentino-venezolana (1958). Reside desde 1979 en Caracas, Venezuela. Ha publicado los libros Lejos de casa (novela), Puerta abierta al mar (teatro), Gente a vista (teatro) y Esquina con malvones (teatro), en edición limitada hecha por la autora. En 2007 se estrenó en Caracas su obra de teatro Puerta abierta al mar, protagonizada por Rosalinda Serfaty y Fedra López. Fue coeditora de las revistas Intermedio y Primera Fila (1984-86, Venezuela) y editora de la revista subterránea de cultura Machu Picchu (1978, Argentina).


Tomada de Letralia 

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