viernes, 31 de diciembre de 2010

"La Quinta en Salsa” para despedir el 2010



Ludwig van Beethoven



Estimados Amigos

Le deseamos a todos nuestros lectores un próspero año 2011 y creemos que la mejor manera de despedir el 2010 es con música. Hoy compartimos el primer movimiento de la quinta de Beethoven en ritmo de salsa.

Disfrutenlo




jueves, 30 de diciembre de 2010

"La Patria es una Mujer" y "Las Mariposas de la Oscuridad" dos obras de teatro para despedir el año


Elenco de "La Patria es una Mujer". Fotografía de José Antonio Rosales


El Departamento de Artes Escénicas de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo estrenó dos obras de teatro el 6 de diciembre pasado. Las obras eran "La Patria es una Mujer" y "Las Mariposas de la Oscuridad"

 "Las Mariposas de la Oscuridad", una obra de Cesar Rengifo, dirigida esta vez por  Humberto Zapata se montó en la sala de teatro "Guillermo Villamizar", del Departamento de Artes Escénicas,  a las 10:00 am ante un aforo más que aceptable. El elenco conformado por los actores: Wendy Morales, Francisco Villegas, Taidy Allayon, Horacio Pirela, Cristina Hung, Norbely Ramírez, Kenya Guzmán y Humberto Zapata,  tuvieron un loable desempeño y lograron arrancar del público sonoros comentarios.

Las Mariposas en la oscuridad está inspirada en el éxodo y el abandono de los campos venezolanos; muestra el dolor del campesinado al dejar atrás sus raíces, lo que lo lleva a supercherías tan burdas y tan grotescas dejando al presente como testigo de un pasado.


"La Patria es una Mujer", una obra de Judith Rodríguez,  se escenifico a las  3:00 de la tarde, en el Auditorio de la Facultad de Ciencias de la Educación. La dirección a cuatro manos corrió a cargo de Obel Hidalgo y Chela Palacios; ambos, directores de los grupos Taller de Formación Teatral UC y el Grupo de Teatro "Andarín Cósmico", respectivamente. El elenco está conformado por las actrices: Geraudí González, María Fernanda García y Narcisa Vargas.

Las jóvenes actrices, con su solvente actuación, lograron introducir al público asistente en la trama de manera inteligente logrando así la identificación de este con cierta problemática que aún subsiste en nuestra sociedad

"La Patria es una Mujer" cuenta la historia de Venezuela vista desde la óptica de tres mujeres de razas distintas: la esclava negra, la de sangre india y la noble aristócrata; tres mujeres que enfrentaron un momento de la historia venezolana y que posiblemente esta tierra plagada de borrones no les ha dado el lugar que merecen por toda la lucha y el esfuerzo que emprendió en vida la mujer venezolana de ayer, cuya presencia pintó digna y valientemente las páginas de nuestra historia.

Hay que reconocer la labor cultural que hace el departamento de artes escénicas, y desde este blog le felicitamos y le deseamos éxito en todos su futuros montajes. Pero le sugerimos mejorar la promoción de los eventos y no realizar estrenos de más de una obra en una misma fecha. Ya que es una práctica contraproducente porque divide al probable público asistente. 

Esperamos que próximamente vuelvan a presentar estas obras para que puedan disfrutar de ellas aquellas personas que no pudieron asistir a las presentaciones.



Richard Montenegro


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Richard MontenegroPerteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.


miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los Romanos eran más altos que los napolitanos actuales

Esqueletos de Pompeya revelan secretos de la vida familiar romana



La profesora de la Universidad de Cambridge, Mary Beard, junto a los esqueletos hallados y examinados en Pompeya


Vía: BBC News Europa | Mary Beard | 14 de diciembre de 2010 (Traducción: Guillermo Caso de los Cobos.)

Los restos de la ciudad romana de Pompeya, destruida por una erupción volcánica en el año 79 d. C., continúaa proporcionando ideas interesantes e inesperadas sobre la vida romana, desde la dieta e higiene hasta la diferencia entre ricos y pobres.


La despensa de un sótano debajo de un amplio almacén agrícola, en el pequeño suburbio de Oplontis estaba lleno de granadas. Para muchos de los pompeyanos que trataban de encontrar un refugio de la erupción del Monte Vesubio debió de parecerles fuerte y seguro.



Alrededor de unas 50 personas se refugiaron allí. Sabemos que lo hicieron, porque en 1980 los arqueólogos encontraron sus esqueletos bien conservados. No obstante, ellos se vieron vencidos por los escombros volcánicos y gases de combustión en el mismo lugar donde esperaban que se salvarían.



Sabemos cómo murió esta pobre gente y sabemos qué los mató. Pero estos esqueletos también pueden decirnos cosas fascinantes acerca de cómo vivía la gente, en realidad, en Pompeya. Hay algunas sorpresas muy simples.






La sífilis

Para empezar, a menudo nos imaginamos que los romanos, o cualquier persona en el pasado, para lo que es el caso, eran mucho más pequeños de lo que nosotros somos. Bueno, pues no es así. De hecho, en promedio, eran más altos que la población de la moderna Nápoles.



martes, 28 de diciembre de 2010

"Yo nunca he dibujado Rabanitos (Peanuts) para los niños".

Una carta de Charles Schulz a David Desmond




 Richard Montenegro


Hoy es el día de los Santos Inocentes, una fecha que en Venezuela usamos para  gastar bromas a nuestros familiares o amigos. Hoy no le tomaremos el pelo a ustedes pero tocaremos un tema  que tiene que ver con los niños. Esperamos que sea de interes para ustedes.


En 1977 Charles M. Schulz, creador de la la historieta Peanuts (conocida en español como Rabanitos) sobre la que se basó una serie televisiva conocida en Venezuela como Snoopy y Charly Brown;  recibió un a carta de un ferviente seguidor de la historieta, David Desmond, donde le preguntaba como podía escribir para los niños y a pesar de eso que la historieta le gustara a los adultos. Charles M. Schulz, como solo los grandes lo hacen, respondió amablemente que esta tira cómica no era dirigida a los niños.





A continuación pueden leer el contenido de la carta para que saquen sus propias conclusiones:

28 de Diciembre de 1977.

Estimado David:

Gracias por tu agradable carta. Fue bueno de tu parte tomarte el tiempo de escribir y decirme cuánto disfrutas Rabanitos. Espero que continúes leyéndolo por muchos años más.

La respuesta a tu pregunta de desarrollar las historietas  para agradar a los niños sin alejar a los adultos es simple. Yo nunca he dibujado Rabanitos para los niños. Siempre he dibujado la caricatura con los adultos en mente, y afortunadamente, todos han encontrado algo allí. Yo dibujo desde el punto de vista de un niño, lo cual es probablemente un factor significativo para atraer a jóvenes lectores, pero mucho del diálogo va más allá del entendimiento de un niño pequeño.

De todas formas, aprecio tu carta y tu interés,

Saludos cordiales,

Charles M. Schulz.


Fuente: Zuplemento 



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Richard MontenegroPerteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.


lunes, 27 de diciembre de 2010

"José Solanes. Una breve biografía" por Pedro Grases



Dr. José Solanes. Fotografía tomada de la revista La Tuna de Oro Nº 39


Estimados Amigos

Hoy compartimos con ustedes esta breve reseña biográfica sobre este recordado médico que  no separaba el arte de la ciencia. Josés Solanes (1909 - 1991) ademas de docente fue un colaborador habitual de la Revista Poesía. La siguiente reseña fue escrita por el Dr Pedro Grases. 


José Solanes Vilapreño



El Prof. Solanes llegó a Venezuela en 1949, después de haber permanecido unos años exiliado en Francia. Nació en el Pla de Santa María en la Provincia de Tarragona en el año 1909. Se graduó de médico en 1932 y logró su formación psiquiátrica bajo la tutela de Mira y López trabajando en el Instituto Pedro Mata de Reus (población cercana a la capital de provincia, la ciudad de Tarragona). En Francia trabajó como médico en el bando republicano y perfeccionó su formación con un grupo de destacados psiquiatras, con destacada influencia del especialista polaco nacionalizado francés Eugène Minkowski, fundador de la fenomenología psiquiátrica lo cual dio base a Solanes para su concepción del hombre como “ser fundacional”.

Fue contratado, como tantos otros, por el MSAS del gobierno venezolano, donde trabajó sin descanso en la entonces moderna colonia psiquiátrica de Bárbula (Estado Carabobo), en donde llegó a ser director hasta su jubilación en 1977. Dos años después fue llamado para ocupar la jefatura del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carabobo, convirtiéndose en un símbolo y referencia obligada de esa Universidad. Contó con numerosos discípulos y logró la implantación de variadas técnicas de atención psiquiátrica (incluida la terapia ocupacional). Patrocinó la creación de una Publicación Periódica (Nanacinder 1954-1961) en la cual se aceptaban contribuciones de todos aquellos que estuviesen dispuestos a colaborar, incluidos los pacientes. Una iniciativa que resultó decisiva para estimular la llamada introspección curativa y calificada como “una revista en el manicomio” por Carlos Yusti. No sólo impartió docencia desde la Cátedra de Psicología Médica de la Universidad de Carabobo desde 1967, sino que antes (1951-1963) lo había hecho en la Escuela de Enfermeras, encargándose de las clases de Psicología e Higiene Mental.

El Prof. Solanes alcanzó la presidencia de la Sociedad de Psiquiatría Venezolana y fue distinguido con un Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Carabobo. Fue apreciado por sus dotes de humanista y cultivó disciplinas afines a la ética, a la literatura, al arte y la semiótica. El 1989 reingresó a la Real Academia de Medicina de Barcelona. Poco después, en 1991, falleció en la Ciudad de Valencia (Estado Carabobo, Venezuela).


Para visitar la nota original pulse aqui. 

 
 

domingo, 26 de diciembre de 2010

"Nunca tuve tu amor, A la manera de Don Francisco de Quevedo y Mi padre piedra",

tres poemas de Teófilo Tortolero


Teófilo Tortolero. Fotografía de Yuri Valecillo. Esta imagen fue tomada del libro "Rostro y Poesía"



Estimados Amigos


Hoy le obsequiamos con tres textos del poeta Teófilo Tortolero que acompañaremos con una ficha bioliteraria. Los poemas fueron tomados del libro "Rostro y Poesía", selección y notas de Luis Alberto Angulo, publicado por la Universidad de Carabobo en 1996.
Este año fue bueno para recordar a Teófilo Tortolero, el grupo Voz Creativa organizó unas jornadas de creación literario en su honor y la foto que subimos a la red aparece cada vez más  en los buscadores. Esperamos que tanto el aprecio por su obra y su divulgación vayan en crecimiento.

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Nunca tuve tu amor

Nunca tuve tu amor
nunca lo tuve
y así naciendo fuimos a la nada;
por despeñados ojos y cascadas
cada uno cayó desde su altura

Se fueron estos ojos al silencio
de una carne preciosa
amaneciente,
sin perder por un rato sus despojos
del aire que nos vio
desvanecientes

Hoy me quiero mirar
y ya te miro,
ojos, pestañas, aire de mi vista
Ya estuviera en tu sangre adormecida
si la regara eterno
tu visita 


A la manera de don Francisco de Quevedo 



Me ven salir de tabernas que no existen
en estas soledades que abrasan mis ojos
a la hora de un canto de chicharras
Si pudiera probarles que no hay lupanares
ni tripas de ganado asoleándose
en arenas que han trotado tanto sobre el viento
sagrado del norte
Si pudiera mostrarles mis dedos
sin trajín de caballo; libre de los nudos
que el tiempo arrincona en los huesos de las manos
Si pudiera probarles que voy claveteado por brujas
como una suela recogida al azar, entre el viento y la bruma:
que soy el paso de una puerta a un vacío hormiguero.


Mi padre Piedra

Mi padre atiende a oscuras
sus pacientes muertos

Antes se desnuda en su lecho de enfermo,
bebe leche de vino
y cura sus llagas apestosas

Se levanta, cojea,
toma su bastón de magnolias,
aspira su café que nunca bebe
y calza sus tirantes de plata

Da tres pasos a la sala
de quienes desean nevar brillo en sus pestañas
y enciende sus ojos locos de llanto

Mira uno a uno sus enfermos
y los besa en la nuca
hurtándole la luz de sus nervios

Este es mi padre piedra
que jamás comprendió el abecedario.




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Rostro y Poesía. Poetas de la Universidad de Carabobo, 1996


José Teófilo Tortolero, mejor conocido como Teófilo Tortolero, nació en Valencia, estado Carabobo, en 1936 y falleció en el pueblo de Nirgua, estado Yaracuy en 1990. Fue director de los Departamentos de Literatura y Publicaciones de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo. En las revistas "Zona Tórrida" y "Poesía" ocupó los cargos de Jefe de redacción en la primera y corredactor de la ultima. Fue fundador de la colección Separata del Departamento de Literatura de la Universidad de Carabobo.

En 1962 su libro "Demencia Precoz" obtiene una mención de honor en la bienal de Literatura "José Rafael Pocaterra". En 1982, bajo el seudónimo de Lino Blanco, su libro "El Día Perdurable y Otros Poemas" obtiene el primer premio de esta bienal.

Egresó de la máxima casa de estudios carabobeña con el titulo de  abogado pero su verdadera vocación siempre fue la poesía.

Su obra publicada esta conformada por los siguientes títulos:
  • "Demencia Precoz", edición del autor impresa por la Editorial Arte, Caracas, 1968.
  • "Las Drogas Silvestres", Universidad de Carabobo, 1968.
  • "55 Poemas". Antología de la Revista Separata. Universidad de Carabobo, 1981.
  • "Perfuma Jaguaro". Antología Español/Esperanto. Gobernación del Estado Carabobo,1985
  • "La Última Tierra". Ediciones del Gobierno de Carabobo,1990.
  • Antología Mínima". Selección de Luis Alberto Angulo.Revista Auditorio,Nº1. Valencia,1991.
  • "El Día Perdurable".Antología mínima. Cuadernos Cabriales Nª 52. 1991.
  • "El Libro de los Cuartetos". Selección de Orlando Barreto. Ediciones La Oruga Luminosa.San Felipe. 1994.
  • "El Día Perdurable y otros Poemas".Ediciones Poesía,Universidad de Carabobo, Valencia, 1997
Permanecen inéditos de este autor los textos que conforman el libro "La Campana Desierta".

Richard Montenegro

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Richard Montenegro. Perteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 y en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica editado por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.

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ENLACES RELACIONADOS:








Teófilo Tortolero, la poesía y la llave sin cerradura

















08/09/24
06/08/2024

viernes, 24 de diciembre de 2010

"Era lo más cercano a conseguirse, en una aburrida calle de la ciudad, a un Nijinsky de luna llena"

"Cristóbal Ruíz: Hijo de La Luna "


Cristóbal Ruíz. Fotografía de José Antonio Rosales


Estimados Amigos

Este día le obsequiamos este texto de Richard Montenegro dedicado al pintor Cristóbal Ruíz.  Inicialmente este texto fue publicado en el blog Salmos Compulsivos el 10 de septiembre de 2010. Luego fue publicado en el semanario Tiempo Universitario el 4 de octubre de 2010, en Muestra sin retoques el espacio regentado por Rafael Simón Hurtado.

Aprovechamos esta entrada para desearle a nuestros silenciosos lectores unas felices fiestas y un próspero año nuevo 2011. Quizás este nuevo año nos bendiga con nutridos comentarios por parte de ustedes.

Sin mas que agregar los dejamos con el texto. Esperemos le sea  de provecho.

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Hijo de La Luna
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En el municipio Juan José Mora, cerca de Morón  en la antesala a  los valles altos del estado Carabobo (Venezuela) en la parroquia Urama hay una población rural llamada La Luna. A pesar de ser pequeña tiene cierto encanto. Hay una peculiar y bella combinación entre cielo, tierra, frondosa vegetación y las, a veces toscas pero con personalidad, construcciones tradicionales. La disposición de las casas pareciera irregular pero esconde un orden secreto que invita al forastero a que lo descifre.

Este poblado, para muchos insignificante, posee una pequeña biblioteca “pública” ubicada en una casa vieja hecha de añejos adobes. Al revisar los estantes podrán darse cuenta de que el tema primordial es la Luna, desde libros especializados en astronomía hasta novelas de anticipación. Desde Julio Verne hasta Francisco Aniceto Lugo, un ingeniero venezolano autor  de “El primer Viaje a la Luna”. Novela que para muchos es la primera de Ciencia ficción venezolana. En un rincón podrán ver las clásicas estampas de El Libertador, Andrés Bello y el presidente de turno pero hay una fotografía que normalmente no se ve en bibliotecas públicas ni universitarias. Un retrato del insigne científico Humberto Fernández Morán (Zulia, Venezuela, 18/02/1924  Estocolmo, Suecia, 17/03/1999). Esa imagen esta allí; supuestamente porque poco tiempo antes de abandonar, decepcionado, Venezuela. El científico casualmente visitó este poblado donde lo trataron tan bien que años más tarde, después del regreso del Apolo XI, le obsequió a este caserío un trozo de piedra lunar en agradecimiento. ¡Que mejor lugar para custodiar un pedazo de nuestro satélite! Ahí guardan ese pequeño tesoro y a muy pocos le dan el privilegio de ver el obsequio. Justo en ese lugar, cruce de extrañas circunstancias, nació un personaje muy querido en Valencia, a pesar de sus salidas extremas, el pintor Cristóbal Ruíz (6/02/1950- Naguanagua, 5/02/ 2005)


Conocí a Cristóbal Ruíz  bajo la sombra de una mata de guayaba y mi conversación inaugural con él se centró en mi aversión al olor de esta fruta y de cómo este podía enmascarar otros olores. Le comenté que el patio de mi casa estaba tapizado de guayabas caídas del árbol más alto que he visto hasta ahora. Cristóbal, atento escucha, hizo referencia, entre otras cosas, a ese libro sobre García Márquez titulado “El olor de la guayaba”. Luego diversificamos el tema hasta que cada quien tomó la ruta de su preferencia después de horas de agradable parloteo. Después se hizo habitual encontrarnos en la calle, plazas, exposiciones y pasillos de tortura educativos. A veces andaba irascible buscando atención; esa que normalmente le negábamos, otras era un oasis dadivoso de historias, afortunado aquel que tuviese sed de cuentos en ese momento.

Todavía puedo verlo bailando sobre el asfalto dando giros, al atardecer, más hermosos y ligeros que cualquier discípulo de Nina Nikanorova. Casi me atrevería a decir que era lo más cercano a conseguirse, en una aburrida calle de la ciudad, a un Nijinsky de luna llena.

A veces, cuando la obscuridad reinaba con la Luna de acompañante, caminábamos desde Naguanagua hasta algún lugar del centro de Valencia, la de Venezuela y en la caminata surgían ninfas, cíclopes y fantasmas lunares al hablar. No faltaban por supuesto amores o desamores, sin distingo de género, cantados con fino encaje. Y siempre hacía hincapié en lo fugaz de la vida y de la belleza.

Era fácil ver como cambiaba con regularidad y después de un tiempo podías percibir sus fases: Cristóbal Lleno, menguante, nuevo y creciente. Y cada quien podía escoger la fase de su preferencia. También había momentos de Cristóbal con halo, ensangrentado y sus periódicos eclipses. Con paciencia quizás habríamos descifrado sus ciclos y a la manera de los Aztecas tendríamos una Piedra Lunar donde se mostraría el ascenso y caída de Cristóbal. Si la hubiese tenido quizás me habría dado cuenta de que aquella vez cuando volvimos a estar bajo la mata de guayaba y me invitó a su casa, en Trincheras, para su cumpleaños, iba a ser la última  vez que charlaríamos. Nunca sabremos que cargas soportaba en ese momento ni que pasó esa noche. Pero esa noche; la Quinta Luna cayó, quizás mañana la Luna renazca de nuevo.

Richard Montenegro


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Richard MontenegroPerteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.



jueves, 23 de diciembre de 2010

"José Joaquín Burgos o El Aire Iluminado"



José Joaquín Burgos


Julio Rafael Silva Sánchez




Conocimos a José Joaquín Burgos a mediados dé la década del sesenta, cuando, continuando nuestro periplo académico iniciado en Tinaquillo, recalamos en el liceo Pedro Gual de Valencia, en donde continuaríamos cursando el bachillerato, orientados por insignes pro­fesores como Jesús Berbín López, Pedro José Mujica, José Joaquín Estrada, Stefan Pestyk, René Falcón, José Luis Zerpa, Luis Gómez Guillén, Mercedes Quero de Dezio, Daniel Táriba y tantos otros excelentes ductores que hacían de la docencia un modo de vida y una pasión existencial.

El profesor Burgos, con su facundia intelectual y su aplomada y proverbial sencillez, saltándose el progra­ma oficial, seducía a aquella banda de ávidos adoles­centes con la lectura de autores ignorados (¿censura­dos?) por el Ministerio de Educación, como Julio Cor­tázar, Jorge Luis Borges, Ida Gramcko, José Antonio Ramos Sucre, Miguel Ramón Utrera, Adriano Gonzá­lez León, Alí Lameda, Cruz Salmerón Acosta... cuyas obras eran literalmente devoradas por nuestra inquie­ta cofradía integrada por recordados compañeros de entonces: Roger Capella, Claudio Romano, José Botello Wilson, quienes compartíamos regocijados los tex­tos de aquellos autores, al lado, por supuesto, de las obras de los clásicos (Homero, Horacio, Sófocles, Garcilaso, Cervantes, Neruda, Gallegos) profundamente amados por el poeta Burgos

Algunas veces, al salir de clases (la última hora culminaba hacia las cinco y la tertulia continuaría en las calles), bajábamos por Camoruco Viejo para con­templar los deslumbrantes atardeceres valencianos en ameno coloquio de camaradas. 

Una venteada noche de marzo, con el poeta Burgos a la vanguardia, entraríamos al Teatro Imperio (porque el cine, junto a la música, es otra de sus pasiones) para disfrutar el film Tirez sur le pianiste, de François Truffaut, basada en la novela de David Goodis.

Al salir, las deliciosas sodas con granadina, compradas al ladito, en el bar de Pablo, refrescaban nuestras gargantas fatigadas y sedientas.

Al final de esa correría nocturna, al pie del Monolito, en el centro de la Plaza Bolívar (con el fondo melodioso de aquel cuarteto de cuerdas - dos violines, viola y cello - que inventara Paúl McCartney en Yesterday, deslizándose por las ventanas del restaurante Madrid), el poeta Burgos nos sorprendería con estos versos, cuyo tono de serenidad tejía a nuestro alrede­dor sus visiones de sutil nostalgia y el esbozo de esa intimidad luminiscente que perennemente será su compañera: ... Escucho el piano de la lluvia, / o una guitarra, / o alguna simple flauta de bambú / y palabras que dicen / las mismas cosas / que se escuchaban hace cuatro siglos.  

Juego de colores 

Así ha sido siempre José Joaquín Burgos: modes­to, sencillo pero profundo, aliado fraterno de to­das las causas justas, infaliblemente dispuesto a alegrarnos la vida con la palabra acertada y el gesto solidario.

Humilde en el recuerdo de paisajes lejanos, de ciu­dades distantes, de personajes que hirieron su infan­cia y cuya silueta gusta recrear con cierto aire lumi­noso: ... Yo, amigo, / tengo un pedazo de noche / que compré hace dos mil quinientos años./
Desde entonces / ¿Cuántos sueños se han roto? / ¿Cuántos espejos han nacido? / Tus hijos / y mis hijos / los hijos de todos los hijos / siguen mirando los luce­ros. / Y aquel viejo marino / que me vendió un pedazo de su noche / sigue soñando / un sueño interminable...

En toda su extensa (e intensa) obra (no solamente en poesía, sino en su narrativa, sus ensayos, sus artí­culos de prensa, sus conferencias, sus editoriales) el poeta mantiene un tono de sobria dignidad idiomática, un dominio sublime del lenguaje, una mesura siempre proveniente de la autenticidad interior. El poeta, en un alarde de estilo que dice mucho de su for­mación académica o prusiana, como él acostumbra decir (bajo la tutela de Pedro Grases, Edoardo Crema, Luis Beltrán Guerrero, Mariano Picón Salas y otras luminarias en el viejo Pedagógico de Caracas), toma la imagen por el centro, le agarra las vértebras y la sacude hasta que expide toda su riqueza modular: ... Definitivamente / me encerraré yo mismo / en mí mismo. / Trazaré mis propios límites. / Decidiré mis oficios. / Por ejemplo, / haré un par de zapatos / con tanta perfección / como si escribiera un poema. / Le pondré suela de endecasílabos. / Haré rimar sus taco­nes / para que retumben / cuando deba cuadrarme militarmente. / Agarraré todo el arte cinético / para que las trenzas generen lecturas / insospechadas / y enrevesadas fórmulas semióticas, / si es que algún crítico llega a ponérselos.

Lo trascendente es lo que parte del hombre. Va el poeta a su encuentro y confiere a sus textos la plenitud que manifiesta un impulso desligado de toda deshu­manización. Por momentos el ritmo apresa las pala­bras, pero luego el verso recobra un camino más am­plio, desatado de moldes elegidos y gira entonces so­bre un eje que alcanza perennidad y trascendencia:... Para amarrar con artes mágicas / la eternidad / de la cayena/ será preciso / suspender/ el peso de la piedra / en el canto de un pájaro // y tatuarlo / después / como un poema / sobre la piel del sueño. // Pero es mudo el poema // y el secreto del canto /jamás se escapa de la piedra. // A veces / es inútil la magia.

Estos versos no instauran una figuración estática de las cosas, ni del paisaje, ni de su voz más íntima, sino más bien entonan y celebran el devenir: vemos los textos desfilar ante nuestra mirada, vibrar en nuestra mano, sonar en nuestra piel, guarnecidos por una belleza que nos sorprende y captura: Entonces / por qué tanto misterio, / tanto escándalo / para decir que el tiempo / ya se tragó las visceras / de los siglos que han muerto, // sí mañana / los gallos seguirán cantando, / la voz de mi mujer seguirá / como siem­pre, / abriendo rosas y cayenas, // si volaran / como siempre / los pájaros / y los crepúsculos seguirán es­condiendo / a los enamorados.




Este texto fue publicado originalmente en el periódico El Carabobeño, el 5 de diciembre de 2010.


Enlaces relacionados:




























































 


Actualizada el 24/02/2024