domingo, 24 de febrero de 2008

JOSÉ CARLOS DE NÓBREGA Y SUS SALMOS COMPULSIVOS POR LA CIUDAD: "CADA ENSAYO ES UN PRETEXTO PARA CONVERSAR SOBRE LAS OBSESIONES". NÉSTOR RIVERA



José Carlos De Nóbrega y sus Salmos compulsivos por la ciudad

“CADA ENSAYO ES UN PRETEXTO PARA CONVERSAR SOBRE LAS OBSESIONES”.

-Néstor L. Rivera Urdaneta-

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Ya se encuentra disponible en la reconocida www.letralia.com/ed_let/salmos el libro digital Salmos compulsivos por la ciudad (Editorial Letralia, Colección Ensayo, Internet, enero 2008) del prolífico ensayista y narrador caraqueño José Carlos De Nóbrega. El material literario fue presentado recientemente en Librerías del Sur con palabras de Guillermo Cerceau, miembro del Grupo de Incursiones Culturales y Científicas Li Po.


La obra fue escrita mientras De Nóbrega cursó la escolaridad de la maestría en literatura latinoamericana, persuadido de que “cada ensayo es un pretexto para conversar sobre las obsesiones”. Considera el trabajo resultante su respuesta como lector frente a los aportes de los venezolanos Rufino Blanco-Fombona, Guillermo Meneses, Andrés Mariño Palacio, Salvador Garmendia e Israel Centeno, aunque también indagó sobre las tendencias del peruano César Vallejo y el chileno Vicente Huidobro en los albores del Siglo XXI, incluso la poesía proveniente del Brasil. Este conjunto de textos culmina con diez aforismos sobre poética.


Para Cerceau todo essais (Montaigne, 1533-1592) es “una aproximación personal sin límites precisos”, además de un género difícil porque “está rodeado de controversias”. Asegura que aún incursionando en temas complejos, De Nóbrega no escatima en una ensayística fácil de abordar, en primera persona, “no con la pedantería de quien necesita reafirmarse, sino porque esa es su experiencia personal ante la lectura”. Para él, las tres coordenadas de Salmos se palpan en el hecho de que este ensayista no se atrinchera en un universo de significaciones prefabricadas, aborda autores con los cuales “es difícil no sentirse bien” y posee la habilidad de volver obvias “las relaciones que antes estaban latentes”.


Los textos de Salmos se construyeron sobre un tono cercano al narrativo, mas no al del tradicional ensayo plagado de tecnicismos inaccesibles. En el análisis a La balandra Isabel llegó esta tarde (1934) de Meneses, nuestro autor analiza y describe:


“Martinote no es más que un sucedáneo de Segundo Mendoza, víctima en pos del cuerno de la abundancia allende el mar, victimario de las románticas aspiraciones de Esperanza en cuanto a redimir su vida atada aún al catre del lenocinio. La masa de meretrices y marineros bailan danzones y boleros toda la noche, embriagados en la esperanza fútil de amores correspondidos y fortunas por venir” (pág 18).


Abanderado de la promoción del hecho literario regional - tal y como lo refleja su ensayo Inserción de la revista “Poesía” en el panorama poético venezolano de los últimos treinta años (Palabras de anunciación y de otras adyacencias, Publicaciones de la Alcaldía de Valencia, noviembre 2006)-, De Nóbrega se asume cual muro desde donde se proyecta el eco de los escritores e investigadores de todos los tiempos en afán de acercarnos las letras idas:


“Es un imperativo reivindicar el esfuerzo de escritores como Santiago Key Ayala (1874-1959), quien tuvo a bien componer biografías de revistas venezolanas desaparecidas tales como El Seminario de Caracas, la curiosísima El Canastillo de Costura, El Zulia Ilustrado o América Ilustrado y Pintoresca, publicaciones periódicas del siglo XIX. La hemerografía puede deparar grandes sorpresas en el estudio de la obra de un determinado autor, al punto de descubrir textos desconocidos de un inapreciable valor artístico”(pág 34).


Ahora acentúa tal vocación difusora poniendo al alcance de todos, y sin valor comercial, su propia producción.



(Valencia, febrero 23 de 2008)

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