Sergio Quitral |
Poemas de Sergio Quitral
GIMNASIO
En la vidriera iluminada del gimnasio
gente que corre
gente que pedalea en sus máquinas
afuera
la noche sabe que sus vidas
no irán a ninguna parte
corren
pero la noche es más rápida
¿cómo podrán escapar de un cuarto negro
y del encierro de sus vidas
y del viejo televisor
cuando ya sean viejos?
La noche es más rápida
corren
pero la noche afuera sabe
que la muerte
viaja sentada en nosotros
LOS AMANTES Y EL ARBOL
DE LA ABUNDANCIA
gente que corre
gente que pedalea en sus máquinas
afuera
la noche sabe que sus vidas
no irán a ninguna parte
corren
pero la noche es más rápida
¿cómo podrán escapar de un cuarto negro
y del encierro de sus vidas
y del viejo televisor
cuando ya sean viejos?
La noche es más rápida
corren
pero la noche afuera sabe
que la muerte
viaja sentada en nosotros
LOS AMANTES Y EL ARBOL
DE LA ABUNDANCIA
Los amantes se desvisten
igual que los mercados que abren
sus tiendas de noche
y salen los jardines del cemento
los melones y corazas se muestran abiertos
y como el amor las legumbres
que habían estado dormidas despiertan
y lo que está oculto emerge de las tinieblas
y el pescado escondido en el mar
cae sobre las mesas
y todo lo robado
al mar y a la tierra
comienza a existir a gritos
del árbol derribado de la naturaleza
solo el corazón del hombre queda oculto
y su amor enterrado
quizá nunca halla madurado demasiado
y permanezca palpitando
inflado y vacío
y sea como la fruta que se pierde
y comen los pájaros
al cerrar los camiones de la carne
bajo el árbol invisible de la abundancia
EN LA GUAIRA
igual que los mercados que abren
sus tiendas de noche
y salen los jardines del cemento
los melones y corazas se muestran abiertos
y como el amor las legumbres
que habían estado dormidas despiertan
y lo que está oculto emerge de las tinieblas
y el pescado escondido en el mar
cae sobre las mesas
y todo lo robado
al mar y a la tierra
comienza a existir a gritos
del árbol derribado de la naturaleza
solo el corazón del hombre queda oculto
y su amor enterrado
quizá nunca halla madurado demasiado
y permanezca palpitando
inflado y vacío
y sea como la fruta que se pierde
y comen los pájaros
al cerrar los camiones de la carne
bajo el árbol invisible de la abundancia
EN LA GUAIRA
En la Guaira todos llevan calladas sus tragedias
y aunque el mercado grita
las calles quieren unión
y estrechan a los dolientes
y aunque las piedras no recuerdan haber rodado
las estatuas miran el mar suspendidas y pálidas
Aquí la tierra quiere perder la memoria
y la virgen extiende los brazos
con el bebé perdido
y la gente al caminar siente un muñón o
una pierna que les falta
y todos sienten algo que olvidaron
o dejaron en casa
todos llevan grietas y si el viento grita
nadie responde
y el suelo se sostiene imperturbable y solemne
cubriendo a los muertos
y aunque el mar no recuerda
aquellos que recuerdan
no quieren recordar
Sergio Quitral nació en 1964, en Chile, residenciado en Venezuela desde 1980. Profesor egresado de la Universidad de Carabobo en Ciencias Sociales. Ensayista en temas de arte y poesía, colaborador de "Tuna de Oro" y revista "Poesía" en la UC. Profesor de Arte del Centro Piloto Luis Eduardo Chávez, del Ateneo de Valencia. Libros publicados: "La promesa que nos hace la Noche", 1er. Premio Bienal "Roque Muñoz", editado por Secretaria de Cultura Gobierno de Carabobo, en la colección María Clemencia Camarán (2002). "La balsa de Medusa" Colección Primer Libro Poesía de la Universidad de Carabobo (2002). "Aquel Viento sin Nombre", edición personal Hermana Poesía (2004). "Sobre tigres, hombres y sueños" Premio Conac, Poesía Concurso Nacional de las Artes, edición "Cada día un libro" (2006) “El reino del pájaro silencioso”, Colección Breves Contemporáneos, editorial El Perro y la Rana, 2009.Caracas. El fuego protector", editorial El Perro y la Rana, 2013,Caracas.
y aunque el mercado grita
las calles quieren unión
y estrechan a los dolientes
y aunque las piedras no recuerdan haber rodado
las estatuas miran el mar suspendidas y pálidas
Aquí la tierra quiere perder la memoria
y la virgen extiende los brazos
con el bebé perdido
y la gente al caminar siente un muñón o
una pierna que les falta
y todos sienten algo que olvidaron
o dejaron en casa
todos llevan grietas y si el viento grita
nadie responde
y el suelo se sostiene imperturbable y solemne
cubriendo a los muertos
y aunque el mar no recuerda
aquellos que recuerdan
no quieren recordar
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Sergio Quitral nació en 1964, en Chile, residenciado en Venezuela desde 1980. Profesor egresado de la Universidad de Carabobo en Ciencias Sociales. Ensayista en temas de arte y poesía, colaborador de "Tuna de Oro" y revista "Poesía" en la UC. Profesor de Arte del Centro Piloto Luis Eduardo Chávez, del Ateneo de Valencia. Libros publicados: "La promesa que nos hace la Noche", 1er. Premio Bienal "Roque Muñoz", editado por Secretaria de Cultura Gobierno de Carabobo, en la colección María Clemencia Camarán (2002). "La balsa de Medusa" Colección Primer Libro Poesía de la Universidad de Carabobo (2002). "Aquel Viento sin Nombre", edición personal Hermana Poesía (2004). "Sobre tigres, hombres y sueños" Premio Conac, Poesía Concurso Nacional de las Artes, edición "Cada día un libro" (2006) “El reino del pájaro silencioso”, Colección Breves Contemporáneos, editorial El Perro y la Rana, 2009.Caracas. El fuego protector", editorial El Perro y la Rana, 2013,Caracas.
Brillante, buena poesía para tiempos de crisis.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y aporte Eduardo.
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