Estimados Liponautas
Hoy compartimos con ustedes esta misiva que está a la orden del día ahora que suspendieron el premio Rómulo Gallegos por falta de dolares. Aunque no es extraño que desde hace unos años los dólares no nos alcancen. Aquí Bolaño descarga toda su hiel contra el Centro de estudios latinoamericano Rómulo Gallegos por la falta de responsabilidad y seriedad al no pagarle sus honorarios por fungir como jurado en el año 2001. Recordemos también las declaraciones de Rigoberto Lanz, el presidente, para ese momento, del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), que afirmó que el premio 'es un regalo para las casas editoriales'
Disfruten de la entrada
Por motivos de salud no pude viajar a Caracas. Mi ausencia física no significa, sin embargo, que dé carta blanca al jurado para decidir por mí. Las declaraciones del presidente del Celarg, cuya persona y nombre desconozco, ya eran motivos más que suficientes, al menos en lo que a mí respecta, para acudir, por lo menos, con una cierta reserva a mi cita en Caracas. La aparición posterior de rumores del tipo de que yo no he viajado a Venezuela porque el Celarg se negó a pagarle el pasaje a mi mujer e hijo, que más que un rumor es una calumnia o una difamación, y que en otra circunstancia sólo me haría reír, no hace sino agrandar las reservas del caso. Entre paréntesis tengo que decir que si alguien debe dinero a alguien es el Celarg a mí: tres mil dólares por haberme leído más de 250 libros y que en lo que a mí respecta, por descontado, se los pueden meter por el culo. Tal cual.
Mi paciencia frente a los neostalinistas (o frente a los mafiosillos o frente a los estómagos agradecidos) no es grande. Así que aclaremos de una vez por todas que gane quien gane, sea una buena o una mala novela, nada tiene que ver con mi criterio como lector, por la sencilla razón de que mi opinión jamás ha sido pedida ni la de ellos confrontada conmigo. Mi desvinculación con el jurado es total. El Celarg miente cuando coloca mi nombre al frente de las listas sucesivas de finalistas. Nada he tenido que ver con esa decisión. El jurado del actual premio Rómulo Gallegos está integrado por cuatro personas (integrado por el nicaragüense Sergio Ramírez, la española Carmen Ruiz Barrionuevo, la venezolana Victoria de Stefano y el puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá), no por cinco. Los comisarios neostalinistas dirán mañana cosas peores, pues tal es su oficio, pero si mi no participación en el premio queda suficientemente aclarada, lo que digan sólo provocará mi risa.
Hoy compartimos con ustedes esta misiva que está a la orden del día ahora que suspendieron el premio Rómulo Gallegos por falta de dolares. Aunque no es extraño que desde hace unos años los dólares no nos alcancen. Aquí Bolaño descarga toda su hiel contra el Centro de estudios latinoamericano Rómulo Gallegos por la falta de responsabilidad y seriedad al no pagarle sus honorarios por fungir como jurado en el año 2001. Recordemos también las declaraciones de Rigoberto Lanz, el presidente, para ese momento, del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), que afirmó que el premio 'es un regalo para las casas editoriales'
Disfruten de la entrada
*******
Por motivos de salud no pude viajar a Caracas. Mi ausencia física no significa, sin embargo, que dé carta blanca al jurado para decidir por mí. Las declaraciones del presidente del Celarg, cuya persona y nombre desconozco, ya eran motivos más que suficientes, al menos en lo que a mí respecta, para acudir, por lo menos, con una cierta reserva a mi cita en Caracas. La aparición posterior de rumores del tipo de que yo no he viajado a Venezuela porque el Celarg se negó a pagarle el pasaje a mi mujer e hijo, que más que un rumor es una calumnia o una difamación, y que en otra circunstancia sólo me haría reír, no hace sino agrandar las reservas del caso. Entre paréntesis tengo que decir que si alguien debe dinero a alguien es el Celarg a mí: tres mil dólares por haberme leído más de 250 libros y que en lo que a mí respecta, por descontado, se los pueden meter por el culo. Tal cual.
Mi paciencia frente a los neostalinistas (o frente a los mafiosillos o frente a los estómagos agradecidos) no es grande. Así que aclaremos de una vez por todas que gane quien gane, sea una buena o una mala novela, nada tiene que ver con mi criterio como lector, por la sencilla razón de que mi opinión jamás ha sido pedida ni la de ellos confrontada conmigo. Mi desvinculación con el jurado es total. El Celarg miente cuando coloca mi nombre al frente de las listas sucesivas de finalistas. Nada he tenido que ver con esa decisión. El jurado del actual premio Rómulo Gallegos está integrado por cuatro personas (integrado por el nicaragüense Sergio Ramírez, la española Carmen Ruiz Barrionuevo, la venezolana Victoria de Stefano y el puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá), no por cinco. Los comisarios neostalinistas dirán mañana cosas peores, pues tal es su oficio, pero si mi no participación en el premio queda suficientemente aclarada, lo que digan sólo provocará mi risa.
Me alegro que haya ganado Vila-Matas Aun así espero que en Caracas quede claro que yo nada he tenido que ver con esta decisión, que me parece buena, pero que, según soplara el viento, hubiera podido ser muy mala. Tal como lo decía en mi nota: la responsabilidad en la elección, acertada o desacertada, no me atañe en lo más mínimo.
Tomado de Tal Cual
Enlaces Relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario