La Maga. Foto de Melisa Osorio. Modelo Florence@MC2. Tomada de aqui |
Estimados Amigos
Hoy compartimos con ustedes esta carta que Julio Cortazar le dirigió a Edith Aron, la mujer que sirvió de inspiración al personaje de La Maga de esa famosa novela llamada Rayuela. Hace tiempo que la imagen de la carta circula por la red pero hasta hoy solo se conseguían fragmentos de esta misiva, porque nadie se había tomado el trabajo de transcribirla. A partir de hoy todos ustedes tienen la epístola integramente transcrita para su disfrute.
Deseamos le saquen todo el provecho posible a esta carta
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La Maga de Cortazar por Gato Barato Darwin |
"Me gustaría que alguna vez se haya acordado de mi, como yo me he acordado mucho aquí, cada vez que el recuerdo de aquel tiempo me volvía como un aire fresco"
Carta de Julio Cortazar a Edith Aron (La Maga)
Agosto de 1951.
Tengo además miedo de que a usted no le divierta la posibilidad de verme, que al contrario le fastidie este recuerdo de Buenos Aires -ya que yo soy un poco Buenos Aires, eso que usted dejo atrás -. Por eso le pido desde ahora, y se lo pido por escrito porque me es mas fácil, que no vaya a crearse problemas de “buena educación” cuando yo la busque en París. Si usted esta ya en un orden satisfactorio de cosas, le pido que me lo diga sin rodeos. Por que no? Seria mucho peor disimular el aburrimiento.
Si le choca este tono un poco vehemente, le pido perdón. Sobre todo cuando nunca le escribí una sola linea, ni hice nada por comunicarme con usted.
La verdad es que deseaba volver, no escribir; arreglar mis cosas para volver a París, y allí, un buen día, encontrármela, y seguir siendo buenos camaradas como antes. A usted no le reprocho que no me haya escrito. Me parece perfectamente natural. Demasiado intensamente estará viviendo para dedicarse a las pálidas tareas epistolares. Pero me gustaría que alguna vez se haya acordado de mi, como yo me he acordado mucho aquí, cada vez que el recuerdo de aquel tiempo me volvía como un aire fresco.
Edith, hasta dentro de poco, con el mucho afecto de Julio Cortazar.- Lavalle 376,12 C, Buenos Aires.
No se si se acuerda todavía del
largo, flaco, feo y aburrido compañero que usted acepto para pasear
algunas veces por París, para ir a escuchar a Bach a la sala del
Conservatorio, para visitar Versalles, para ver un eclipse de Luna en
el parvis de de Notre Dame, para botar al Sena un barquito de papel,
para usarle un pulover verde (que todavía guarda su perfume, aunque
los sentidos no lo perciban). Yo soy otra vez ese, el hombre que le
dijo, al despedirse de usted delante del Flore, que volvería a París
en dos años. Voy a volver antes, estaré allá en Noviembre de este
año. Y desde ahora pienso, Edith, en el gusto de volverla a
encontrar, y al mismo tiempo tengo un poco de miedo de que usted este
ya muy cambiada, sea una parisiense completa, hablando el lenguaje de
la ciudad, y los hábitos de la ciudad, y todo eso que yo tendré que
ir aprendiendo poco a poco, con cuanto trabajo.
Edith Aron |
Tengo además miedo de que a usted no le divierta la posibilidad de verme, que al contrario le fastidie este recuerdo de Buenos Aires -ya que yo soy un poco Buenos Aires, eso que usted dejo atrás -. Por eso le pido desde ahora, y se lo pido por escrito porque me es mas fácil, que no vaya a crearse problemas de “buena educación” cuando yo la busque en París. Si usted esta ya en un orden satisfactorio de cosas, le pido que me lo diga sin rodeos. Por que no? Seria mucho peor disimular el aburrimiento.
Si le choca este tono un poco vehemente, le pido perdón. Sobre todo cuando nunca le escribí una sola linea, ni hice nada por comunicarme con usted.
La verdad es que deseaba volver, no escribir; arreglar mis cosas para volver a París, y allí, un buen día, encontrármela, y seguir siendo buenos camaradas como antes. A usted no le reprocho que no me haya escrito. Me parece perfectamente natural. Demasiado intensamente estará viviendo para dedicarse a las pálidas tareas epistolares. Pero me gustaría que alguna vez se haya acordado de mi, como yo me he acordado mucho aquí, cada vez que el recuerdo de aquel tiempo me volvía como un aire fresco.
Creo que estaré en París en la
primera semana de Noviembre. Gane una de las becas del gobierno
francés, y probablemente iré a alojarme a la Cite universitaire.
Por lo demás, estoy quemando aquí las naves, y tengo la firme
intención de quedarme en París. Algunos amigos que tengo me buscan
en estos momentos algún trabajo para completar mi presupuesto ( las
becas son miserables y no alcanzan para nada ) ; espero podre irme
arreglando.
Le podría contar muchas cosas, pero
tal vez sea mas grato hacerlo
Con toda franqueza le digo que me fue
bastante mal con sus amigos. Por supuesto que Miss Mayer fue
gentilisima, pero Gerber y yo no sintonizamos, y mucho menos con
Zubrisky. Cumplí con sus encargos, repartí las postales y lo que
usted me había dado, y me volví a mi rincón. Es evidente que no
siempre se puede simpatizar con una persona por intermedio de otra.
La simpatía es cosa directa y personal.
Por correo aparte le mando un libro
de cuentos que he publicado en estos meses. Ya me dirá si le gusta.
Jorge D'Urbano me dijo que le había encontrado en París, y que
usted estaba bien. Pero como no agrego nada mas, supuse que no había
ningún mensaje especial para mi. (Esto explica un poco el tono
inicial de esta carta, que hace reír ahora que la releo).
En fin, me gustaría verla y que
usted este igualita, y que todavía vaya a Chantecler a escuchar
suites de Bach. Me gustaría que siga siendo brusca, complicada,
irónica, entusiasta, y que un día pueda prestarle un pulover o que
usted pueda prestármelo a mi – aunque esto ultimo va a ser
trágico, porque apenas me va a llegar al estomago;
Querida Edith, no se enoje por esta
carta o si se enoja, que sea un enojo bonito y que pase pronto. Me
gustaría que le gustara – vea como repito Las palabras , y eso que
mi maestra de quinto grado se mataba corrigiéndome el vocabulario y
enseñándome sinónimos-, me agradaría que le agradara alguno de mis
cuentos. Si usted ya no esta en la dirección donde le mando mi
carta, y con todo se le hacen llegar, ?sera buena y me mandara su
dirección para que yo, una tarde, lleno de alegría, pueda...? (
!Suspenso! Lo que quiero decir es que me gustaría encontrar la casa
vacía, o que usted se mudo a Burdeos, o a Lyon, o que vive en la
tour d'Olivier de Clisson, que tanto me gusta).- ?Verdad que me va a
mandar su dirección, si ha cambiado?
Edith, hasta dentro de poco, con el mucho afecto de Julio Cortazar.- Lavalle 376,12 C, Buenos Aires.
Julio Cortazar Fragmento de Rayuela en su voz
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Actualizada el 11/06/2024
27/08/2023
Me encantooooooooooooo
ResponderEliminarGracias estimado anonimo por tu visita! Disculpa la tardanza en responderte.
EliminarMuchas gracias por este tesoro incunable
ResponderEliminarMuchas Graciela por valorar esta entrada. Y disculpa la tardanza en responderte.
EliminarQué hermoso documento. Gracias por publicarlo!!!!!
ResponderEliminarGracias por tu visita Genny y por disfurtar del documento.
EliminarNo sabía de esta carta, qué interesante percibir al genio como una persona común y corriente en su cotidianidad. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita Maria Luisa Lazzaro.
Eliminar¿Qué contenía ese vídeo que ya no está disponible?
ResponderEliminarEra un fragmento de Rayuela leido por Cortazar.
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