jueves, 31 de diciembre de 2015

DESPEDIDA.

Un poema de Jorge Teillier para cerrar el año 2015






Estimados Amigos

Hoy cierra el año 2015, un año lleno de aciertos y fracasos para nosotros. Algunas cosas aprendimos y otras deberemos vivirlas nuevamente para poder sacar una enseñanza de ellas.
El día es apropiado para agradecer a todos los integrantes que hacen posible este blog, tanto a los que recolectan y redactan las entradas como a todos aquellos que gastan un poco de tiempo para leernos. Es un placer trabajar en este blog con la esperanza de que le sea útil a muchas personas, lectores que con frecuencia llegan a esta isla gracias al azar, ese lector aleatorio a veces se hace asiduo visitante y se convierte en Liponauta, un marinero del saber y de la vida.

Ya hace cierto tiempo que navegamos en este mar de silicio y no sabemos por cuanto tiempo lo seguiremos haciendo, a veces nos cuesta mantener firme el timón y amarrar las velas, pero mientras no atraquemos nuestro bajel en el puerto y que el viento de los tiempos hinche nuestras velas, si saben dirigir sus mirada podrán vernos bordeando el horizonte de este mundo soportado por microprocesadores pero alimentado con sueños.

Le obsequiamos este poema titulado Despedida del escritor chileno Jorge Teillier   (Lautaro24 de junio de 1935 - Viña del Mar22 de abril de 1996), para decirle adios a este año. Deseamos sea de su agrado.

Gracias a ustedes por la compañía.



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DESPEDIDA




...el caso no ofrece
ningún adorno para la diadema de las Musas.
Ezra Pound



Me despido de mi mano
que pudo mostrar el paso del rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.

Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían los ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.

Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.

Me despido de las Virtudes y de las Gracias del planeta:
Los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.

Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino,
y para los cuales todos los días
no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.

Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas que se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.
Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.

Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia 
-la sal y el agua
de mis días sin objeto -

y me despido de estos poemas:
palabras, palabras -un poco de aire
movido por los labios- palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.



De El árbol de la memoria, 1961
También en: Los dominios perdidos, 1992.



3 comentarios:

  1. Me despido de ti Jorge por dejarnos tan bella poesía que alegra el camino dando sentido a nuestros pasos del agobiante y pesado andar. Me despido de ti cantando en sueños felices con esa muchacha que no te preguntó que si la amabas o no la amabas,

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  2. Uno de los nuestros, sin duda. Un poeta del Decir que posee una personalidad peculiar que apreciamos sobremanera. Gracias, Richard, por recordar a Teillier en estos tiempos revueltos.

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