miércoles, 23 de diciembre de 2015

Tres años caminando juntos con Ficción Científica.

Un prologo de Miguel Santander

Descarga aquí el libro




Estimados Amigos

Hoy tenemos el gusto de obsequiarles, recordemos que estamos a pocas horas de la Navidad, con el prólogo que el escritor español Miguel Santander hizo para la antología de la nave de propulsión volitiva (algunos le llaman  sitio web) Ficción Científica, comandada por José Antonio Cordobés, del año 2015 titulada Tres años caminando juntos.

Al final del texto tienen el hiperenlace para que puedan descargar este libro que atesora mágnificos relatos.

Deseamos disfruten de la entrada.

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Prólogo 



Dicen que la tarea del autor de ciencia-ficción es adelantarse a las nuevas tecnologías y alertar a la sociedad de los peligros que le aguardan en el camino si toma algunas malas decisiones. No en vano, muchos aspectos de la realidad social y tecnológica de hoy fueron imaginados y plasmados en papel, precisamente, por escritores de ciencia-ficción de ayer. 

Claro que, si esa fuera su única tarea, entonces la literatura de género estaría llena de predicciones fallidas que nos resultarían harto ridículas. O, en otras palabras, ¿dónde están mi coche volador y mi jetpack? Y, sobre todo, ¿dónde está el famoso monolito ese de 2001 con el que daremos el próximo paso evolutivo? (¡que me devuelvan el dinero!). No, en realidad, la ciencia-ficción —y la literatura fantástica en general— es mucho más rica y compleja que todo eso. Busca maravillarnos, transportarnos lejos en el tiempo o en el espacio para despertar en nosotros el asombro, para removernos por dentro con una historia en la que podamos ver reflejados nuestros miedos, nuestras aspiraciones, nuestra humanidad, en definitiva.

Así lo atestiguan los treinta y un relatos de ciencia-ficción, fantasía y terror que componen este libro con el que Ficción Científica —que a estas alturas no requiere presentación alguna— celebra su tercer aniversario. Una radiografía, si se quiere, de algunas cosas que nos preocupan o nos maravillan. 

Nos preocupa la tecnología, sí. Aquí leeréis historias sobre aplicaciones perversas de la ingeniería genética, o sobre cómo las futuras tecnologías pueden cambiar el panorama laboral de maneras insospechadas. Asistiréis a futuros lúgubres en los que la nanotecnología de reconstrucción celular es una realidad; atravesaréis el tiempo gracias a la hibernación criogénica para ser testigos del despertar en un mundo por completo ajeno. 

Nos preocupa también el tejido social. La vertiente social de la ciencia-ficción no es menos importante que la tecnológica, y así lo veréis reflejado en varios relatos, ya sea sufriendo la demencia senil en una realidad que uno ya no comprende, o con la incomunicación en el seno familiar, que las nuevas tecnologías quizá no consigan reparar, pese a sus promesas. Y notaréis, ya os lo aviso, el dedo de la crítica social sobre vuestro pecho en una curiosa analogía sobre el consumo de carne y la crueldad del verdugo, que solo se siente del lado de la víctima. 

Entre la vertiente más social de estos relatos no podía faltar, naturalmente, la distopía, una herramienta habitual con la que el escritor lleva a la reflexión sobre aspectos nocivos de la sociedad presente, o de aquella hacia la que nos encaminamos: en estas páginas leeréis sobre la vuelta a la esclavitud (¡no con ese nombre tan feo, por supuesto!), ya sea impuesta mediante la aplicación de la ingeniería genética o por medio de las deudas, que garantizan a los acreedores el usufructo del cuerpo del deudor como fuerza de trabajo. Incluso visitaréis una suerte de distopía totalitarista empeñada en acabar con la obesidad de manera expeditiva. 

El Apocalipsis, el final, el colapso de la civilización y la supervivencia tras éste es otro tema al que hemos sabido sacar punta. Os invito a seguir la extraña vida del último ser humano sobre el planeta, y a conocer el curioso destino de los clásicos de ciencia ficción después de que la civilización entera se haya ido a la porra. 

Nos preocupan —quizá sea más correcto decir que nos maravillan—, además, el tiempo y el espacio, que la concepción moderna de la física ha hecho flexibles y mutables, susceptibles de vueltas y revueltas que solo la ciencia-ficción ha sabido explotar para contar historias que de otro modo habrían resultado imposibles. Así, seréis partícipes de un sorprendente hallazgo arqueológico en la cuna de la humanidad, en el que pasado presente y futuro se mezclan de forma extraña y maravillosa. Viajaréis a una Cuba ucrónica en la que la historia del país y del mundo entero ha sido muy diferente (o quizá no tanto). Leeréis un curioso homenaje a Howard Phillips Lovecraft, maestro de la literatura de terror, que os narrará una escalofriante historia que explotará el suspense y la angustia propios de aquel escritor. 

El misterio de la vida, un concepto tan sorprendentemente esquivo que ni siquiera hemos sabido definir correctamente, también nos apasiona. Aquí descubriréis, siguiendo el proceso riguroso y metódico propio de la ciencia, nuevas e imaginativas formas de vida; asistiréis al nacimiento y despertar a la vida desde la perspectiva de una planta; y os horrorizará el reciclaje de cadáveres para labores militares. 

La religión, el origen de la fe, los mitos con los que explicamos el mundo que nos rodea y a nosotros mismos, son otro de los temas estrella de este género, precisamente, supongo, por la facilidad con que uno se presta a reflexionar sobre uno de los pilares de la sociedad en la que vive inmerso si le presentan el tema espinoso convenientemente «disfrazado» tras una analogía, como las vueltas de tuerca al Génesis y la creación de Adán y Eva, que encontraréis en dos relatos, en los que tienen cabida los robots, o incluso los extraterrestres.

Y el amor, claro, esa fuerza que creemos capaz de todo cuando nos embarga y que la literatura fantástica ha sabido explorar más allá de lo mundano. Sirvan de ejemplo el insólito reencuentro de dos amantes con capacidad de vislumbrar el futuro, la dualidad de un amor pasional y destructivo y sus consecuencias cuando los protagonistas son un vampiro y una bruja, el perturbador y misterioso efecto de una atracción de feria o un triángulo amoroso bastante peculiar. 

Pero eso no es todo. La guerra, con una surrealista invasión planetaria en clave de humor; el horror de ser testigo directo de la evolución de mentes peligrosamente perturbadas; el terror —existencial y físico— de que te arrebaten tu cuerpo; un insólito proceso de creación de superhéroes; o los asesinos en serie (¡humanos o incluso robóticos!); todos ellos tienen cabida en estas páginas que no dejan de atestiguar que la capacidad humana para imaginar y narrar historias es prácticamente infinita. 

De modo que pasen y lean. Por mi parte, solo me queda desear una feliz tercer órbita a Ficción Científica y a su capitán, el gran —en más de un sentido— Jose Antonio Cordobés. A sus pies, maestro. 

Miguel Santander Agosto de 2015




Descarga la Antología Tres Años Caminando Juntos pulsando aquí.

Índice de Tres Años Caminando Juntos 

1−2  Prólogo [Tres años caminando juntos] [Prólogo/Epílogo] de Miguel Santander  (2015)  

3−11  Terapia de progresión [Relato Corto] de Anabel Enríquez Piñeiro  (2015)  

12−13  Estación A [Relato Corto] de Carmen Rosa Signes Urrea  (2009)  

14−20  Granjeros espaciales [Relato Corto] de Cano Farragute  (2015)  

21−27  Tenía la carta en la mano [Relato Corto] de Víctor Hugo Pérez Gallo  (2010)  

 1º del Premio Óscar Hurtado (2010) [Cuento] 

28−29  Capilla Blanca [Relato Corto] de Patricio Peralta  (2015)  

30−36  Marty [Relato Corto] de José Luis Díaz Marcos  (2015)  

37−40  Cuando los vértices se juntan [Relato Corto] de Richard Montenegro  (2015) 

41−44  El teletransportador [Relato Corto] de Marcelo Delisio  (2015)  

45−49  Greix [Relato Corto] de Pacoman  (2015)  

50−54  ¿Quién habló de robots? [Relato Corto] de Marcelo Delisio  (2015)  

55−60  Recon [Relato Corto] de Dan Aragonz  (2015)  

61−67  Dueños de si mismos [Relato Corto] de Manuel Moledo  (2015)  

68−69  Díptico [Relato Corto] de Jorge Baradit  (2015)
  
70−77  Huka-Yami [Relato Corto] de Lilia Morales y Mori  (2015)  

78−79  Mantis [Relato Corto] de So Blonde  (2015)  

80−83  Samira [Relato Corto] de Josep Cascales  (2015)  

84−91  Malleus Maleficarum [Relato Corto] de Ainhoa Gallardo  (2015)  

92−95  Hay cretinos hasta en el infierno [Relato Corto] de María L. Castejón  (2015)  

96  El relevo [Relato Corto] de Ricardo Manzanaro Arana  (2015)  

97−99  El Tren de la Felicidad de "Felicity Happyness" [Relato Corto] de Alicia Pérez Gil  (2015)  

100−102  El sector C-33 [Relato Corto] de Mario Peloche  (ene 2015)  

103  Día de lectura [Relato Corto] de Ricardo Manzanaro Arana  (2015)  

104−105  Génesis [Relato Corto] de Richard Montenegro  (2015)  

106−109  La crónica [Relato Corto] de Lilia Morales y Mori  (2015)  

110−116  Escaramuza junto al arroyo Las Piedras [Relato Corto] de Sergio Gaut vel Hartman  (2005)  

117  Otra más [Relato Corto] de Ricardo Manzanaro Arana  (2015)  

118−122  Dueños de si mismos [Relato Corto] de Manuel Moledo  (2015)  

123−124  Muerte en la noche [Relato Corto] de Josep Cascales  (2015)  

125−130  Amor [Relato Corto] de Teresa Pilar Mira de Echeverría  (2015)  

131−137  La novena sinfonía de Macedonio [Relato Corto] de Sergio Gaut vel Hartman  (1985)  


138  Evaluación [Relato Corto] de Ricardo Manzanaro Arana  (2015)  

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Miguel Santander


Investigador en el Observatorio Astronómico Nacional de Madrid.


Escritor de Ciencia Ficción ganador del Premio UPC en 2012 y con tres libros editados:







La epopeya de los amantes (2014)  ganador del premio UPC de 2012








Actualizada el 12/12/2022



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