martes, 23 de noviembre de 2010

"...yo no hago una diferencia entre la “literatura para adultos” y la “literatura para niños”:

Una entrevista a Michael Ende hecha por la revista Playboy a finales de 1983


Michael Ende en 1939


Estimados Amigos

Hoy le obsequiamos esta entrevista a Michael Ende que fue publicada en 1983, en el número de octubre de "Playboy" (versión breve). 

Esperamos la disfruten.






Playboy: Con El espejo en el espejo vuelve a estar entre los best seller, ¿qué sintió cuando vio su nombre en las listas? 

Ende: Vergüenza.

P: ¿Se avergonzó?

E: En cierta forma sí, me preguntaba qué había hecho para que esto ocurriera; en general los best seller son los mejores libros, por lo que inicialmente me pareció un malentendido. Pero estoy seguro que también hay libros ahí como Werther de Goethe que fue un éxito en todo el mundo. 


P: ¿Usted no sabía que sus libros eran buenos?

E: No, en absoluto. Tardé dos años en escribir La historia interminable, originalmente debía ser de unas cien páginas pero la situación escapo de mis manos y cuando el libro estaba terminado yo no sabía si era algo bueno o el mayor desastre nunca antes escrito. Cuando mi esposa y mi editor lo aprobaron, yo no tenía el valor de hacerlo. Pensaba que si bien alguien aceptaba mi trabajo y se interesaba en él; también era posible que hubiese escrito un kitsch esotérico que se quedaría solo en eso y que nadie querría leer. 

P: Pero fue un éxito.

E: Y también una carga. Llegan muchas cartas que superan toda capacidad de respuesta. 

A Michael Ende no le hubiese hecho gracia esta caricatura

P: ¿Qué dicen las cartas? 

E: Una carta que me gusto mucho fue la de un obrero que decía: "Querido Ende, solo quería decir que acabo de leer su libro y llore durante media hora, me hizo mucho bien. Un cordial saludo" También hay cartas de señoras mayores que dicen encontrar esperanza en los libros. 

P: ¿Le agrada despertar ese efecto?

E: ¿Qué efecto?

P: Dar consuelo en las situaciones difíciles. 

E: Quizá, los griegos le llamaban "catarsis", al nudo que se disuelve y tras lo cual las personas se sienten mas saludables.

P: Sus críticos le acusan de fomentar el escapismo.

E: Lo sé, en Alemania todo el mundo es maestro, todos clasifican y critican. Hubo un tiempo que en los debates se me preguntaba sobre la función social de mis libros; incluso con mis amigos tenía que justificar continuamente mis escritos hasta que me di cuenta de lo estúpido que era eso. Yo no pido que lean mis libros ni quiero enseñar a nadie, solo quiero escribir ¿Qué hay de mi propia diversión al escribir, de crear los libros que quisiera leer? Hoy vivimos en una era totalmente ideológica, donde se cree un deber el emitir un mensaje para los demás.

P: Pero usted también lo hace 

E: Sí, me veo obligado a ello; sin embargo, lo que se refiere a una teoría en concreto, eso no lo expreso en mis libros. Por supuesto que tengo una visión del mundo y una idea del significado de la vida, en donde la historia tiene mucha importancia.


P: Pero… 

E: Estoy convencido de que fuera de nuestro mundo perceptible, existe un mundo real del cual proviene el hombre y hacia el cual se dirige nuevamente. Es una idea que discuti extensamente con mi padre, a quien le debo lo que soy y la idea del mundo como algo misterioso. Para mi la naturaleza no es una mera suma de química y física. 

P: ¿Considera que eso nos afecta?

E: Sí, me temo que es por desconocer esa otra realidad que somos un desastre. Por ejemplo, nuestro sistema económico probablemente se derrumbará en los próximos 15 años. También existe el problema del calentamiento global que aumenta año con año, cada motor de gasolina genera mas calor y no debe emitirse mas, si la temperatura aumenta en promedio anual dos grados, los casquetes polares se deshielan y el nivel del mar sube dos metros, a este paso Florida quedará sumergida en poco tiempo, el cambio de las condiciones terrestres provocarán un diluvio del que sobrevivirán pocas personas que tendran que comenzar desde cero.

P: Tambien existe el problema de la sobrepoblación.

E: Sí, aunque hasta hoy no me he podido explicar por qué es un problema en aumento, realmente es un misterio puesto que las familias cada vez tienen menos hijos.



P: ¿Usted tiene hijos?

E: No, aunque me hubiese gustado tenerlos, hubo un tiempo en que sufrí por eso, veía cochechitos y deseaba tener un niño que jugara con ellos, poder subirlo a mis hombros.

P: Tal vez por eso escribe para los niños. 

E: No lo creo, yo no hago una diferencia entre la “literatura para adultos” y la “literatura para niños”; no puedo entenderlo, porque yo soy como era hace cuarenta años, sin ningún cambio sustancial.

P: Hace cuarenta años usted tenía trece. 

E: Si, justamente en la pubertad.

P: ¿Tuvo problemas en esa epoca?

E: No realmente, desde los seis años tengo recuerdos sobre el mundo artístico en que se desenvolvía mi padre, sus pinturas, las charlas con los amigos quienes no se medían al hablar… así que inhibiciones en el ámbito sexual nunca hubo en casa.

P: Salvo en sus libros, donde no menciona el tema.

E: Es cierto, de hecho es un conflicto literario, simplemente no soy capaz de expresarlo; la descripción clínica de los hechos es totalmente diferente a lo que experimento cuando estoy con una mujer, la temperatura de la piel, las sensaciones, el tacto; todo eso es terriblemente difícil de expresar en papel. Goethe utilizo el término Iste para referise al pene y Rilke escribió sonetos fálicos, pero yo no puedo siquiera imaginarlo.

P: ¿Ha realizado alguna escapada erótica?


E: Sí, porque no soy un hombre que sea muy fiel y a veces ocurre que no soy tan fuerte como para no sucumbir a los encantos femeninos.

P: ¿Y su esposa lo tolera? 

E: No del todo, pero sabe que es inevitable; en cada hombre existe un ser que ama hacer el mal. Mi esposa a pesar de todo sigue siendo alegre y le debo una gran compensación no sólo por eso, sino también por mi libro que no hubiese surgido sin ella; tiendo a la depresión y son tiempos difíciles que debe lidiar conmigo y ayudarme a mantenerme a flote.

P: ¿Qué es lo que le deprime?

E: Mi depresión proviene de una sensación de fracaso total, son momentos en que me siento y veo todo negro a mi alrededor, caigo en un completo desánimo y me digo ¿para qué todo esto? ¿qué quiero lograr? Las cosas nunca van a cambiar. 

P: ¿Eso le sucede por falta de tiempo?

E: No, claro que tengo tiempo; pero soy muy exigente conmigo mismo. 


P: ¿De qué forma?

E: Bueno, si un hada viniese y me preguntara qué quiero, entonces desearía poder presentarle un plan completo de un mundo nuevo y que ella lo hiciera realidad; aunque ya Shakespeare en su tiempo lo hizo. Es decir, lo que intento es encontrar una lengua, independientemente de lo que ella describa, que sea por sí misma, hermosa. Continuamente miramos la fealdad del mundo y de esa manera nos enfermamos y corrompemos nostros mismos, anteriormente el hombre tenía un mundo hermoso, ahora sólo existe en las oraciones y en la mente.

P: ¿Usted ora?

E: Sí, porque soy cristiano… vergonzoso ¿no? 

P: No, envidiable

E: Pero debo decir, que dudo que aquel a quien llamo Cristo sea el mismo al que la Iglesia cristiana le reza. La fe no es para mi algo totalmente interior o una esperanza de lo que vendrá en un futuro como ocurre con Alá en el Islam, creo que vivimos en ese mundo prometido ahora mismo y que existe una jerarquía infinita de inteligencias superiores, pero no como dice von Däniken de los residentes de otras estrellas, sino como los llamados ángeles y arcángeles.

P: ¿Cree que encontraremos un ángel antes de llegar a la destrucción total?


E: Eso creo

P: ¿Es algo muy importante? 

E: Sí, debido a que la humanidad es el ombligo del mundo. Para mi, el cosmos es un inmenso anfiteatro donde los dioses y demonios miran lo que hacemos aqui, sino, no entiendo el por qué tendríamos que vivir.

P: Pero también terminan con nuestras vidas. 

E: Es cierto, lo viví durante la escuela, quería ahogarme. Aún me avergüenzo de ello porque mis padres ya habían tenido suficientes preocupaciones. Durante la época nazi, mi padre fue considerado un artista degenerado y no se le permitía exponer sus obras así que mi madre tuvo que sostener la casa trabajando como masajista y yo pensaba que debía ser fuerte y aplicado; obtener un seis en el certificado fue demasiado para mi, pensé que no podían considerarme responsable y estuve un día entero en la presa Isar en Munich pero no lograba decidirme, lo intenté una y otra vez pero no lo logré.

P: ¿Por cobardía? 

E: Sí, eso he pensado. La escuela me enseñó de forma muy dramática que era un fracasado y no servía para nada, incluso no pude suicidarme; por un tiempo estuve muy retraído, después se restableció la tranquilidad en la casa aunque siempre hubo continuos roces.

 P: ¿Por qué?

E: Mi padre tuvo la oportunidad de trabajar en algo fuera de la pintura y mi madre le pidio que lo hiciera para ayudar al gasto familiar, pero él no lo hizo.

P: ¿Admira la firmeza de su padre?

E: Sí, lo admiro mucho pues en cuanto al arte, era intransigente. 

P: ¿Qué recuerdos tiene de la guerra?

E: Tenía doce años cuando experimenté por primera vez un bombardeo en Munich, recuerdo que recorrí las calles quemadas mientras cantaba, la euforia se apoderó de mí, aún no me lo explico bien, no es que quisiera estar en medio del fuego sino que me atraía la luz como a una polilla, fue terrible. Luego durante el ataque a Hamburgo en 1943 estaba ahí en casa de un tio, aquello fue realmente un juicio final, lo veo una y otra vez en mis sueños, los cadáveres rescatados de la gente reducida al tamaño de un bebé, los sobrevivientes totalmente angustiados y perdidos como en un laberinto de ruinas calcinadas, recuerdo a uno llevaba inútilmente un cuadro a la espalda, probablemente lo único que logró rescatar.


P: ¿Tuvo que luchar? 

E: No, porque con la llegada de los tanques americanos nos alcanzó el final de la guerra sin que haya tenido que participar. A pesar de que en la escuela a los niños se les daba un casco y una bazuca preparada, tres de mis compañeros cayeron, yo me fui de la casa justo antes de que me reclutaran y juré no sostener un fusil entre las manos, hoy sigo sin tener armas, por eso si los ladrones entraran a la casa les diría: ¡llévense todo lo que hay! 

P: ¿No se defendería? 

E: No 

P: ¿Defendería a su esposa?

E: No lo sé, es que estoy naturalmente horrorizado ante lo que la gente armada puede hacer, sé lo que sucede cuando la gente dispara, lo he visto. 

P: ¿En la guerra? 

E: No, después de la guerra. Un tiempo vivimos en las afueras de la ciudad y cruzábamos un camino a pie a través de un bosque, ahí vi a unos soldados americanos, uno tomó asiento junto a sus hijas e hizo tiro al blanco con personas, como si fueran latas; yo estaba muy asustado y escondido tras los árboles vi como les disparaban.


P: ¿Por qué cree que Dios lo permitió?

E: Porque es necesario, el mal es tan necesario como el bien. En la historia de la Salvación de Cristo, Judas es completamente necesario. Desdémona es tan importante como Yago. El punto de vista histórico y estético no conoce la moralidad. 

P: ¿Está interesado en la política?

E: Antes sí, pertenecí a la personas que en 1968 siguieron el esperanzador camino del movimiento estudiantil; sin embargo los ortodoxos instauraron un terror psicológico en donde me sentí como el último niño. No podía creer que todo eso de Marx y el pelo largo nos llevara a una solidaridad real.


P: ¿Así que renunció? 

E: Sí. 

P: ¿Completamente? 

E: No, artísticamente sigo en desarrollo, con espíritu de lucha, hago lo que deseo y si alguien me dice: toma un millón pero haz lo que yo digo, le contesto que puede quedarse con él. Para mi, el dinero no juega un papel determinante. He visto que la gente quiere continuar con las películas de La historia interminable, en forma totalmente comercial por supuesto; luché hasta el cansancio por evitarlo, hice un gran escándalo pero de nada sirvió. 

P: Tiene los derechos de autor para solucionarlo.

E: Sólo aplican para mi libro, no para la película. 

P: ¿Qué hace cuando no escribe?


E: Sufro crisis financieras, en el pasado a veces no lograba pagar el alquiler, tenía medio litro de leche y poco más. Creo que se debe designar una cierta suma de dinero para todos, de modo que las personas se beneficien por igual, satisfacer las necesidades básicas de cada individuo, incluso si ese dinero no se recupera.

P: ¿Cuáles son sus necesidades básicas?

E: ¿Ahora? Tengo una casa con jardín, son cinco mil metros cuadrados y siete habitaciones; entonces necesito un coche, libros, ropa, alimentos y bebidas.

P: ¿Eso significa que cada uno debe tener una casa con jardín y un coche?

E: Sólo si lo necesita.

P: ¿Quién diría que no lo necesita? 

E: Es cierto, hablemos de una cantidad determinada entonces, digamos 112 marcos al mes, de esa manera las personas no sufrirían, al menos no morirían de hambre y frío. No hablo de un trabajo formal pero sí de una ocupación remunerada. Sostengo que las actividades cotidianas son un trabajo del que no se obtiene paga. 

P: Afortunadamente su trabajo es bien pagado y placentero además. 

E: No puedo quejarme. 

original en alemán


prk: traducción libre al español.

Puede visitar la entrada original pulsando aquí




2 comentarios:

  1. ¡Me alegra haber encontrado esta entrevista! Me ha regalado memorias del alma del hombre que inspiro una de mis películas preferidas. Se que su libro es mucho mas extenso y complejo, y que el no estuvo muy de acuerdo con ese "salto artístico" del papel a la pantalla pero, personalmente, creo que esta hermosa historia animada refleja el espíritu que en esta entrevista dejo traslucir Michael Ende. Finalmente, la película nos llevo también a un mundo mas allá de los sentidos, uno que adopta las formas y sentimientos que habitan en el que sueña. Parafraseando al escritor, yo diría que Michael Ende, Wolfgang Petersen, Klaus Doldinger, Giorgio Moroder, Falkor (o Fújur) y Limahl nos llevaron sin saber sobre sus hombros para ver la belleza de un mundo escondido, un mundo en el que muchos podemos sanar el alma y aprender a amar.

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