HERMENÉUTICA Y POESÍA PARA DEFENDER LO BUENO, DONDE QUIERA SE ENCUENTRE
miércoles, 1 de abril de 2015
EL HUMO DEL CIGARRILLO ME HACE LLORAR
El escritor venezolano Carlos Yusti en la publicación mexicana "Humo Sólido" n° 3
EL HUMO DEL CIGARRILLO ME HACE LLORAR
He aquí una publicación artesanal y radical hecha y distribuida en
México D.F.: "Humo Sólido" n° 3, la cual cuenta con la curaduría
conjunta de su Coordinador Mario Guzmán, el fotógrafo venezolano Yuri
Valecillo y el redactor Jesús Garrido. En esta entrega, se reseña la obra literaria y plástica del
también venezolano Carlos Yusti (1960). Al dorso, se publica un texto de
Yusti titulado "Poesía, humor y otras veleidades", alusivo a una
crítica mordaz a la ortodoxia religiosa y de izquierdas, además del
Festival Mundial de Poesía. Por supuesto, no se rehuye, entrelíneas, la
confrontación propia del bipolarismo político en Venezuela. Siempre
apostamos por la crítica como bisturí vivaz que se opone a la
banalización del discurso político, cultural y estético de la nación,
sin importar que adversemos o no al gobierno. El Festival Mundial de
Poesía nos ha permitido confrontar lo nuestro con el resto del mundo,
por ejemplo leer a Reynaldo Pérez Só, Juan Calzadilla y Ledo Ivo al punto, muy a pesar
de algunos poetas regionales de poca calidad y claridad invitados por
funcionarios semiletrados.
Reynaldo Pérez Só
Lo sublime se destaca a la luz de la medianía
y el despropósito de unos cuantos, he aquí un hecho humorístico
incontrovertible que no justifica la desesperanza y sí a la crítica
real. Coincidimos con Yusti en el uso de colores vivos y chillones, como
los Cristos crucificados del arte naif venezolano, amén de los
referentes de la música popular, para configurar un discurso político e
insurrecto de propaganda y antipropaganda. Sólo que no es recomendable
la vindicación aparente de una propuesta retrógrada, ni que se confunda
la crítica ácida y necesaria con un discurso banal, reaccionario y
ágrafo. Es preferible romper con Dios y el Diablo por vía de una
verdadera bandera anarquista y descreída. Seguimos leyendo y comentando
la escritura desbraguetada de Carlos Yusti, la cual no es una línea
recta sino quebrada y curva. Eso sí, la diversidad del verdadero
pensamiento y la auténtica literatura sazona toda fructuosa y placentera
conversación.
Carlos Yusti. Fotografía de Yuri Valecillo. 1980
En Valencia de San Simeón el estilita, miércoles 1° de abril de 2015.
José Carlos De Nóbrega
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Poesía, humor y otras veleidades
Poesía,
humor y otras veleidades La ortodoxia política (o religiosa) carece por
completo de sentido del humor debido, quizá, a la manera lúgubre y enfática
como asume sus quehaceres en la vida, a esa importancia fanática de aferrarse a
una fe, a la patria, el honor, la virtud y toda esa suerte de quincallería
ideológica tan necesaria para sustentarse.
Los
dogmáticos y ortodoxos, del color que sean, son tan engreídos y pagados de sí
mismos que asumen posturas radicales, con ellos no hay término medio y quienes
no comulguen con su manera blanquinegra de concebir el mundo son sólo cosas
prescindibles.Los autoritarios y jactanciosos de siempre se
aferran a su verdad con locura extrema y creen con fe ciega en la historia (con
mayúscula) y suelen pronunciar frases de risa como aquella: “La historia me
absolverá”. También son capaces de aplastarle la cabeza al vecino por pensar o
soñar de manera irredenta y sin dogmas preestablecidos. Algunos queman los
cuerpos para matar las ideas y otros erigen muros, colocan bombas o construyen
campos carcelarios para encerrar la disidencia en todos sus aspectos. Sin pizca
de humor alguno llevan a cabo su trabajo policial con tal seriedad que
convierten el mundo en un lugar de bituminosa oscuridad.
En la
novela ya clásica de Milan Kundera, La broma, el protagonista es encarcelado
por enviar a su novia comunista, yguardiana
feroz de los mandatos del partido, una tarjeta postal
con una
frase:
“El
optimismo es el opio del pueblo...
¡Viva
Trotski!”.
El
autor de la frase les explica a sus camaradas que sólo ha sido una broma, pero
ellos que no pueden desperdiciar el tiempo en reírse lo encarcelan en un campo
de trabajos forzados. Gajes de la ortodoxia política carente de humor y
aferrada a unos percudidos principios de obediencia y lealtad.
Cuando era militante, más aguafiestas que
recalcitrante, junto con mis otros compañeros de partido pintábamos murales
propagandísticos. Recuerdo que utilizábamos colores cálidos y chillones. Ya
esto era una afrenta porque a los izquierdistas de siempre les gustaba el negro
y el rojo.
La gente que militaba en el MAS, el MIR y la heroica marca registrada
que todavía hoy se conoce como PCV, partidos de la izquierda comunista, socialista
o parlamentaria para ese entonces, también realizaban sus dramáticos y tétricos
murales respectivos, pero con la particularidad de que firmaban dichos adefesios
de propaganda como brigada El Che Guevara, brigada José Martí, brigada Asalto al
Cuartel Moncada y en ese plan. A mis compañeros y a mí eso de las brigadas nos resultaba
algo chistoso; había como mucha pedantería militante. Para mofarnos comenzamos a
estampar nuestra rúbrica en los murales y entonces los firmábamos como brigada Daniel Santos, Toña la Negra o Felipe Pirela. La respuesta de nuestros adversarios políticos
fue la de tildarnos como irresponsables, inmaduros. Nos recuadraron como malandros
con veleidades políticas y otra serie de epítetos e insultos obscenos que de seguro
no venían en el libro rojo de Mao.
Lo escrito
por el poeta Charles Simices colofonal: “Toda la noción de jerarquías y las instituciones
que le dan soporte dependen de la ausencia del humor. La dimensión ridícula de la autoridad no debe mencionarse.
La Iglesia, El Estado y la academia coinciden por completo en esta idea. El emperador
desnudo se pasea siempre entre súbditos silenciosos. Todo cuanto es espiritual,
enaltecido y abstracto considera lo cómico como algo profano y blasfemo. Es imposible
imaginar una teoría cristiana o fascista del humor. Al igual que la poesía, el humor
es subversivo. El único remedio, dirán los ideólogos de cada bando, es la
prohibición absoluta. La edificación moral es un negocio macabro, y la dictadura
de la virtud, como sabemos, tiene un aire fúnebre”.
El humor
y la poesía son veleidades escuálidas (o pequeñoburguesas como se les llamaba antañazo)
que los autoritarios y ortodoxos no pueden permitirse. Me resultó extraño que el
actual gobierno venezolano convocara a un Festival Mundial de Poesía. Luego de la
violación flagrante de los derechos humanos, sin duda dedujeron que un poco de barniz
poético no le vendría nada mal a este régimen infartado de referéndum.
Poetas del
mundo, uníos, pero sin maricadas.
No obstante
la sangre se resiste a cualquier lamparazo poético, a cualquier brochazo metafórico.
La poesía
no es acomodaticia, pero muchos poetas sí. Hay gran cantidad de poetas que tienen
el don del arribismo bastante desarrollado. Además algunos están tan atareados con
eso de la Historia que se desviven trabajando la hojalata de las palabras para sacarle
algún brillo metafórico trascendental y este trabajo arduo de artesanía los amarga
mucho, los cascarrabiza a tal modo que pierden todo sentido del humor en sus versos
y viven con el sol desplanchado en sus días; todo ello hace que al final sus poemas
queden de cretona, algo envarados y acartonados, especie de poesía de mampostería
decorativa ideal para protocolarios actos oficiales y afines.
George Steinerescribió: “Es preferible que el poeta se corte la lengua a que ensalce lo inhumano,
ya sea por medio de su apoyo o de su incuria. Si el régimen totalitario es tan eficaz
que cancela toda posibilidad de denuncia, de sátira, entonces que calle el poeta
(y que los eruditos dejen de editar a los clásicos a unos kilómetros de los campos
de concentración). Debido precisamente a que es el sello de su humanidad lo que
hace del hombre un ser, un ser ávidamente inquieto, la palabra no debe tener vida
neutral en los lugares y el tiempo de la bestialidad”.
Este Festival
Mundial de la Poesía convocado por las huestes culturales del gobierno actual se
me antoja una soberana ridiculez y no reírse es desperdiciar el momento. Además
la risa puede salvarnos de situaciones embarazos. Y siempre para consolarme recuerdo
aquel verso de Vicente Gerbasi:
“De la noche
venimos y hacia la noche vamos”.
Lo recuerdo
sobre todo cuando la compañía eléctrica me corta la luz por retraso en los pagos.
O cuando los jerarcas del poder, con su seriedad de funeraria cinco estrellas, decretan
la oscuridad y el terror por razones de Estado.
Ahora escuchen el merengue del cantante dominicano Cárlos David.
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Carlos Yusti (Valencia,
1959). Es pintor y escritor. Ha publicado los libros Pocaterra y su
mundo (Ediciones de la Secretaría de Cultura de Carabobo, 1991);
Vírgenes necias (Fondo Editorial Predios, 1994) y De ciertos peces
voladores (1997). En 1996 obtuvo el Premio de Ensayo de la Casa de
Cultura “Miguel Ramón Utrera” con el libro Cuaderno de Argonauta. En el
2006 ganó la IV Bienal de Literatura “Antonio Arráiz”, en la categoría
Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de
ocasión. Como pintor ha realizado 40 exposiciones individuales. Fue el director editorial de las revistas impresas Fauna
Urbana y Fauna Nocturna. Colabora con las publicaiones El correo del Caroní en Guayana y el Notitarde en Valencia y la revista Rasmia. Coordina la página web de arte y literatura Códice.
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José Carlos De Nóbrega. Ensayista y narrador venezolano (Caracas, 1964 - Valencia, 2023). Licenciado en educación, mención lengua y literatura, de la Universidad de Carabobo (UC). Forma parte de la redacción de la revista Poesía, auspiciada por la misma casa de estudios. En 2007 su blog Salmos compulsivos obtuvo el Premio Nacional del Libro a la mejor página web.
En 2015, fue profesor invitado por la Universidad de Salamanca para dictar un curso sobre literatura venezolana, auspiciado por la Cátedra Ramos Sucre de la USAL y el CENAL.
Ha publicado dos volúmenes de ensayo: Sucre, una lectura posible (Universidad de Carabobo) y Textos de la Prisa (Gobernación del estado Carabobo) en 1996. Los libros de ensayos Derivando a Valencia a la Deriva (2007) y Salmos Compulsivos por la Ciudad (2008, versión digital en www.letralia.com) han sido publicados por las editoriales “El Perro y la Rana” y “Letralia” respectivamente. En mayo de 2008, la Editorial Letralia publicó Para machucar mi corazón: Una antología poética de Brasil (serie Transletralia, versión digital en www.letralia.com), de la cual es el compilador y el traductor. En 2011 apareció el libro de ensayos Salmos Compulsivos, bajo el sello editorial Protagoni, c.a..
El Fondo Editorial Fundarte publicó el libro de cuentos El Dragón Lusitano y otros relatos, en 2013. En 2014,
Fundarte hizo públicas dos traducciones a saber: los libros de poesía Las imaginaciones / El soldado raso. de Ledo Ivo y la novela La Pasión según G.H., de Clarice Lispector. También tradujo Dispersión / Indicios de Oro, del poeta portugués Mário de Sá Carneiro.
Ha colaborado en diversas publicaciones periódicas: Poesía, La Tuna de Oro, Tiempo Universitario, Letra Inversa del diario Notitarde, Laberinto de Papel, Revista Nacional de Cultura, Imagen, suplemento Letras del diario Ciudad Ccs, el diario Vea y Fauna Urbana.
Saludos. Un gran trabajo. Una pasión.
ResponderEliminarSaludos. Un gran trabajo. Una pasión.
ResponderEliminarGracias Mario por tu visita y por dejar tu comentario :)
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