Imagen tomada de aquí |
Estimado Liponautas
Navegando en la Red conseguimos este texto del escritor español José María Pérez Zúñiga y nos pareció pertinente compartirlo con ustedes.
*******
Lunes, 3 de diciembre de 2018
Venezuela
La ceguera más lamentable es la que provoca la propia ideología, cuando te impide apreciar la realidad. Y más cuando se trata de una realidad lacerante, la de un país donde no existen los derechos humanos y se aboca a la miseria a millones de personas. Tenía muchas ganas de conocer la realidad de Venezuela, de la que sólo sabía por las informaciones contradictorias de los medios de comunicación y por las declaraciones de algunos políticos españoles, que hablan desde el desconocimiento o desde el más puro cinismo. Y ahí tenemos a José Luis Rodríguez Zapatero y a Íñigo Errejón, que deben de haber visitado una Venezuela que no es de este mundo. Porque en la Venezuela de hoy no existe ninguna noción de normalidad, algo que es palpable desde que uno aterriza en el aeropuerto de Caracas, donde ya se respira la dictadura, con una hiperinflación que impide a la mayoría de las personas cubrir las necesidades básicas, y donde el sueldo mensual de un profesor universitario, por ejemplo, no te da para completar una cesta de la compra diaria. Un país donde sólo hay ya dos clases: los que han decidido quedarse aun malviviendo para levantar el país y los que se mueren de hambre. Porque había otras personas, que ya se han ido a buscarse la vida a otra parte. Y no se trata de jóvenes, sino de padres y madres de familia que no tienen quien les acoja. Pero hay una tercera clase, sí, la de un régimen que continúa esquilmando uno de los países con mayores recursos naturales del mundo. Porque las democracias son más frágiles de lo que creemos, y los derechos hay que ejercerlos y defenderlos, pues cuando uno empieza entregando la dignidad puede terminar perdiendo la vida. Y eso vale tanto para Venezuela como para España. Aquí todavía podemos caminar tranquilos por la calle, eso sí. En Caracas, las calles están desiertas a partir de las seis de la tarde. Un toque de queda que ni siquiera tiene que declarar el régimen chavista, porque ya está dictado por el miedo, la inseguridad y la pobreza. Pero aún quedan algunos oasis, como la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde esta semana se ha celebrado la III Feria del Libro del Oeste, que tenía como país invitado a España. Una España que, sin embargo, hoy mira para otra parte, y donde no existe unanimidad para condenar una dictadura que está acabando con la vida de muchos venezolanos y españoles. Ayudarlos es también nuestra responsabilidad.
IDEAL (La Cerradura), 2/12/2018
TOMADO DEL Blog de José María Pérez Zúñiga
*******
José María Pérez Zúñiga (Madrid, 1973) se doctoró en Derecho por la Universidad de Granada, y ha compaginado la literatura con la enseñanza universitaria. Colaborador habitual en prensa, actualmente es columnista del Diario IDEAL (Vocento). Ha publicado las novelas Grismalrisk o bien El juego de los espejos (Dauro, 2002), Rompecabezas (Seix Barral, 2006), Lo que tú piensas (Kailas, 2008), La tumba del Monfí (Almuzara, 2012), Cine Aliatar (Valparaíso Ediciones, 2017) y Para quien no brilla la luz (Berenice, 2018); los libros de relatos El círculo, Abraxas y otras ficciones (Dauro, 2001) y Miradas nuevas por agujeros viejos (Páginas de Espuma, 2014), Breviario (Ayuntamiento de Granada, 2005), libro de aforismos y otras prosas breves y Mensajes de papel, antología de artículos publicados en prensa (Diputación de Granada, 2012); así como las adaptaciones Nochebuena de fantasmas, de Charles Dickens (Vicens Vives, 2008), Miguel Strogoff, de Julio Verne (Vicens Vives, 2009), Grandes esperanzas, de Charles Dickens (Vicens Vives, 2012) y ensayos como Caleidoscopio (Dykinson, 2017) o Alternativas al sistema de financiación de las Comunidades Autónomas: hacia un nuevo modelo de organización territorial del Estado (Aranzadi, 2018).
Gracias por este artículo
ResponderEliminarGracias por tu visita Alí Reyes
ResponderEliminar