martes, 16 de julio de 2024

JOSÉ RAFAEL POCATERRA SEGÚN CARLOS YUSTI

 





POCATERRA SEGÚN YUSTI

 July 28, 2019  




José Carlos De Nóbrega



Nuestro amigo prosista y pintor Carlos Yusti celebra aún de manera polémica y empática a José Rafael Pocaterra, egregio homenajeado de Filven Carabobo 2019 junto a Ana Enriqueta Terán, en su libro “Pocaterra y su mundo” (Gobierno de Carabobo, 1991).


Ana Enriqueta Terán.1940.


Se nos antoja, pese a la nota del autor al inicio, una biografía portátil crítica del polígrafo valenciano. Yusti la configuró a la luz de una lectura desenfadada pero atentísima de su obra por demás imprescindible. También incidió la conversa con otros lectores y escritores como Luis Alberto Angulo, María Narea y Alfonso Marín. Por supuesto, la habida con su carnal, el fotógrafo y socio del proyecto Yuri Valecillo.

José Rafael Pocaterra (1889-1955) siempre fue un escritor que estuvo en el ojo del huracán de los acontecimientos de su tiempo


Al igual que en la novela “Sostiene Pereira” de Antonio Tabucci, Yusti parodia la cultura necrofílica de las efemérides con un efectismo político-literario libertario. Ya lo decía el mismo Pocaterra en “Cartas Hiperbóreas”: Prefiero ser un derivado de “anarkos” hegeliano que un teorizante de pacotilla o un “Zaratustra” empastelado.


Es obsceno el desmontaje de la historiografía modelada por los poderes fácticos, así como de la recepción conservadora mentecata y pseudo-liberal farisaica que le tributaran a la obra de este narrador hiperrealista.


No obstante, Yusti bucea -sin anacrónica escafandra ni exótica manguera de oxígeno- las contradicciones políticas del biografiado: De la apostasía a un conformismo burocrático movido por la decepción ideológica.


 Acierta el biógrafo destemplado en el sentido vitalista que excede la condición autodidacta de Pocaterra: Esa extraña mixtura de lo nostálgico, lo enternecedor y lo abyecto que se desparrama en su el discurso literario de los Cuentos Grotescos y Memorias de un venezolano de la Decadencia.


Tanto Pocaterra como su díscolo glosador, despotrican de la decadencia goda y politiquera inducida de Valencia y ese concepto horroroso que se denomina valencianidad: “La Valencia actual es el horrible y sucio patio trasero de la ciudad capital (…) De los vestigios de su majestad colonial sólo quedan derruidas casas heridas por el tiempo y la desidia”. // La valencianidad es más que un contado número de apellidos, es una actitud ante la vida, es un lirismo de derechas entre el divismo y la cursilería”. Ni el biografiado se revuelve en la tumba (sino que se duerme de lado fastidiado), ni el biógrafo se indigna gesticulando en la inutilidad y la polémica estéril.




Es más, la crítica endurecida de Pocaterra posee vigencia hoy, pues la ciudad se debate en una decadencia al hastío y la proliferación insufrible de los delitos patrimoniales de presidentes y gobernadores de estado, empresarios incultos y ciudadanos anestesiados.

Cipriano Castro


¿Quién se acuerda que Cipriano Castro, paladín antiimperialista, fusiló sumariamente al General y escritor valenciano Antonio Paredes? ¿Y qué se dijo del círculo rastacuero valenciano que festejó a Castro ofreciéndole cual abuelas desalmadas a cándidas y vírgenes adolescentes? Sólo Pío Gil en su tiempo. El círculo andino, por lo menos, se fajó en el campo de batalla, de allí su repulsión a los centrales. En el libro de Carlos Yusti ni en los escritos de Pocaterra –claro está- no queda muñeco cabrón godo sin cabeza.

Antonio Paredes


La polémica que escarnece en apariencia al biografiado, se edifica en un recurso literario compartido por el compa biógrafo: La hipérbole que configura la caricatura socio-política de uno y otro tiempo. Sea criticando “el machismo folletinesco” o la poesía declamatoria de Pocaterra, esto nos parece mucho más válido que la estulticia de los profesores de literatura de ayer y hoy. Qué decir del despropósito político partidista y su funcionariado cultural bobo y chupasuelas.


El poema y discurso que Pocaterra dedicó a Valencia en su cuatricentenario

Coincidimos con Yusti la influencia del Círculo de Bellas Artes y, especialmente, de los caricaturistas Job Pim y Leoncio Martínez (no obviemos a Goya, ni a José Guadalupe Posada ni a Munch) en el grabador y dibujante oscurantista que fue Pocaterra en su discurso narrativo y periodístico que pateaba el culo al periodiquismo rastrero de la época.


La caricatura plástica contribuyó al tratamiento que el biografiado dispensó a la psicología profunda y esperpéntica de sus personajes, al punto de anteceder al argentino Roberto Artl en el grotesco criollo desarrollado en sus novelas y cuentos con siete locos y lanzallamas.


Por fortuna nuestra y desgracia de los cultores de efemérides inútiles, Carlos Yusti no se enamora de su tema, tal como hicieron Caballero con Betancourt y Gómez o, peor aún, Nelson Acosta Espinoza y Heinrich Gorodeckas con la adequidad. Deja respirar a José Rafael Pocaterra en el mar interior de las contradicciones y paradojas que lo dignifican en la memoria.

Biblioteca Manuel Feo La Cruz. Valencia, Venezuela.

Revisen la Biblioteca Feo La Cruz en su pavoso edificio cellista, no vaya a ser que este libro los muerda para bien.

    


Tomado de Abismo Literario


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José Carlos De NóbregaEnsayista y narrador venezolano (Caracas, 1964 - Valencia, 2023). Licenciado en educación, mención lengua y literatura, de la Universidad de Carabobo (UC). Forma parte de la redacción de la revista Poesía, auspiciada por la misma casa de estudios. En 2007 su blog Salmos compulsivos obtuvo el Premio Nacional del Libro a la mejor página web.

En 2015, fue profesor invitado por la Universidad de Salamanca para dictar un curso sobre literatura venezolana, auspiciado por la Cátedra Ramos Sucre de la USAL y el CENAL.


Ha publicado dos volúmenes de ensayo: Sucre, una lectura posible (Universidad de Carabobo) y Textos de la Prisa (Gobernación del estado Carabobo) en 1996. Los libros de ensayos Derivando a Valencia a la Deriva (2007) y Salmos Compulsivos por la Ciudad (2008, versión digital en www.letralia.com) han sido publicados por las editoriales “El Perro y la Rana” y “Letralia” respectivamente. En mayo de 2008, la Editorial Letralia publicó Para machucar mi corazón: Una antología poética de Brasil (serie Transletralia, versión digital en www.letralia.com), de la cual es el compilador y el traductor. En 2011 apareció el libro de ensayos Salmos Compulsivos, bajo el sello editorial Protagoni, c.a..


El Fondo Editorial Fundarte publicó el libro de cuentos El Dragón Lusitano y otros relatos, en 2013. En 2014,


Fundarte hizo públicas dos traducciones a saber: los libros de poesía Las imaginaciones / El soldado raso. de Ledo Ivo y la novela La Pasión según G.H., de Clarice Lispector. También tradujo Dispersión / Indicios de Oro, del poeta portugués Mário de Sá Carneiro.


Ha colaborado en diversas publicaciones periódicas: Poesía, La Tuna de Oro, Tiempo Universitario, Letra Inversa del diario Notitarde, Laberinto de Papel, Revista Nacional de Cultura, Imagen, suplemento Letras del diario Ciudad Ccs, el diario Vea y Fauna Urbana


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Carlos Yusti en Barcelona, con la estatua de Colon al fondo, al final de la Rambla donde desemboca en el puerto.



Carlos Yusti (Valencia, 1959). Es pintor y escritor. Ha publicado los libros Pocaterra y su mundo (Ediciones de la Secretaría de Cultura de Carabobo, 1991); Vírgenes necias (Fondo Editorial Predios, 1994) y De ciertos peces voladores (1997). En 1996 obtuvo el Premio de Ensayo de la Casa de Cultura “Miguel Ramón Utrera” con el libro Cuaderno de Argonauta. En el 2006 ganó la IV Bienal de Literatura “Antonio Arráiz”, en la categoría Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de ocasión. Como pintor ha realizado 40 exposiciones individuales. Fue el director editorial de las revistas impresas Fauna Urbana y Fauna Nocturna. Colabora con las publicaciones  El correo del Caroní en Guayana y  el Notitarde en Valencia y la revista Rasmia. Coordina la página web de arte y literatura Códice y Arte Literal



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