Una vieja nota que no debe dejar de divulgarse.
Autor: Colectivo Creador de la Muestra de Cine Indígena de Venezuela
Fecha de publicación:
Fecha de publicación:
7 de marzo de 2012.-
El Colectivo
Creador de la Muestra de Cine Indígena de Venezuela, extiende su solidaridad y en virtud de la misma denuncia
lo vivido por nuestra Productora General y Cineasta Leiqui Uriana Henríquez cuando
se dirigía a mostrar su trabajo de la Serie “Ser un Ser Humano” Un retrato colectivo de la
Humanidad y participar en la Mesa Redonda “El rol
de las y los documentalistas en la protección de la diversidad cultural” en
el Festival Internacional de Cine Invisible de Bilbao,
al cual fue invitada por parte de la ONGD Kultura, Communication y
Desarrollo KCD.
En ocasión a dicho viaje, Uriana fue víctima de
los procedimientos que se vienen implementando en el mundo en el marco
de la supuesta lucha antiterrorista. Los cuales atentan en general contra
los derechos de todos, porque le permiten a las autoridades sospechar
que cualquiera puede actuar en contra de la seguridad global, realizar
actos terroristas o transportar sustancias ilícitas. La selección
suele –como en este caso fue- visar a personas de acuerdo con su pertenencia
étnica y condiciones socioeconómicas y a las presunciones injustas
que en virtud de estas se construyen.
Es así que sucedieron los hechos a los cuales
nos referimos cuando Uriana pretendía tomar un vuelo de Caracas a Madrid,
el diía 3 de marzo de 2012 a las 2.30 de la tarde desde el Aeropuerto
Internacional Simón Bolívar de Maiquetía. Uriana se disponía a chequearse
en el “counter” de la aerolínea Iberia, momento en el cual fue
abordada por funcionarios de la Guardia Nacional que le indicaron que
debían acompañarla a revisar su equipaje y procedieron a interrogarla
sobre el motivo de su viaje y sus actividades cotidianas, a lo cual
Leiqui, presentó su documentación (pasajes, carta de entrada a España,
Carta de invitación del Festival, Credencial Estudiantil, Visado, Programación
del Encuentro, entre otros).
Luego de eso y según el propio relato de la compañera
: “ fuimos a sistema de rayos x, allí me pasan
unas 3 veces y los soldados no me dicen nada sino que comienzan a interrogarme,
a dónde vas? Cuánto dinero llevas? A que te dedicas? Dónde vives?
Y me determinan hacerme una placa.
El soldado que me custodia me
dice cuando me lleva a la oficina “ve que si escondes que llevas algo
eso cabe penalidad,¿ lo sabes?” Allí me puse nerviosa, porque sabía
que no llevaba nada, pero cuando me dicen que tengo algo extraño en
el estomago me asustó y me asombró porque pensé que me intentaban
criminalizar por algo…. Para colmo, cuando llegamos a la oficina como
4 o 5 tenientes o oficiales, sin presentarse ni identificarse comenzaron
a interrogarme, a preguntarme lo mismo, a prohibirme hacer llamadas,
recibir llamadas o escribir texto. Me sentía tan sola y tan vulnerable.
En ese momento, Leiqui Uriana fue víctima de varios
excesos por parte de los funcionarios, lo cual consideramos contrarios
a los valores de nuestra sociedad y causados por valoraciones fundadas
en la discriminación.
Luego de haber sido sometida a los rayos X, le fue
indicado por uno de los funcionarios que debía hacerse una placa en
una clínica privada y que ella debía pagarlos “la placa
hay que hacerla en una clínica y tienes que pagarla, porque la guardia
nacional no tiene los equipos médicos ni los recursos para hacer ese
tipo de exámenes”.
Lo cual Uriana no acepta en un primer momento porque no tenía dinero destinado para tales efectos. En un segundo momento, le es indicado que debe practicarse un enema, el cual debe pagar (100 bolívares) y que no puede ponerse ella misma sino que ha de ser colocado por una tercera, no identificada como miembro de la Guardia Nacional, sino como una trabajadora de limpieza del aeropuerto y que cumpliría el rol de testiga.
Lo cual Uriana no acepta en un primer momento porque no tenía dinero destinado para tales efectos. En un segundo momento, le es indicado que debe practicarse un enema, el cual debe pagar (100 bolívares) y que no puede ponerse ella misma sino que ha de ser colocado por una tercera, no identificada como miembro de la Guardia Nacional, sino como una trabajadora de limpieza del aeropuerto y que cumpliría el rol de testiga.
“Yo les digo que no tengo plata.
Y ellos no me dicen nada, me dejan allí sentada en la oficina y todo
soldado que entraba me preguntaba cosas y se iba. Hasta que finalmente
como 7pm me dicen que me deben aplicar un enema para sacar el cuerpo
extraño que tengo en mi estomago, sino no me podrán dejar ir. Ya de
quererme ir y de no responder más las mismas cosas, accedí al enema
y me asignaron una custodia femenina de apellido Flores con ella fui
al baño y delante de ella y de una testigo, una mujer que limpia los
baños me hicieron defecar dentro de una bolsa en un pote. Pero no bastó
una vez, me hicieron esperar y volver a defecar otra vez. Ya a las 8
pm, el avión se va la soldado dice “sin novedad” y me saca del
baño corriendo a firmar un documento en blanco en un libro de actas,
ella me decía: “ apurate, ¿no te quieres ir?”, y me custodió hasta
subirme en el avión”
Son los anteriores hechos los que este Colectivo
denuncia, en tanto violentaron claramente los derechos constitucionales
que acompañan a todas las personas como derivados de su dignidad.
El proceder sin justificaciones, y siendo que esta
no es la primera vez que un miembro de nuestra comunidad es blanco de
prácticas contrarias al decoro y a la dignidad que toda persona tiene,
y, que consideramos evidente que la selección de Leiqui Uriana para
ser sometida a estos controles se derivó de su pertenencia étnica
y a su condición de mujer, nos motiva a manifestar públicamente nuestra
solidaridad y a exigir sean redoblados los esfuerzos para la construcción
de una sociedad pluricultural y multiétnica donde los derechos individuales
y colectivos de todos y de todas sean respetados.
Estas realidades contrastan las declaraciones emanadas
en la Decimosexta sesión del Consejo de Derechos Humanos
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), realizada en
Ginebra, Suiza, donde se aseveró que los venezolanos tienen garantizados
de manera "permanente y absoluta" sus derechos
humanos en la Constitución, “Venezuela
es un Estado Social de derecho y de justicia” (Ginebra 1 Marzo
2011). Igualmente el 7 de Octubre de 2011 en la 12da Reunión para el
Examen Periódico Universal de Derechos Humanos, la vocería venezolana
indicó que impulsaría una política más ambiciosa en materia de derechos
humanos y se destacó que para Venezuela, la presentación de este informe
ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
sería la oportunidad de “revisar
y profundizar las políticas públicas en materia de promoción de Derechos
Humanos para la construcción del Poder Popular”. Este discurso
fue ratificado en la Decimonovena sesión del Consejo
de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, el 29
de Febrero de 2012, citando los Principios de París.
Es necesario apuntar que toda la Administración
Pública se encuentra al servicio de la comunidad y que debe actuar
para garantizar los derechos de esta, y que debe abstenerse de prácticas
discriminatorias. Mandato que rige igualmente a los cuerpos de seguridad,
entre ellos a la Guardia Nacional Bolivariana, que sigue practicando
actos inconstitucionales y que hacen flaco favor a una iniciativa de
proceso de cambio, sobre todo cuando se acerca de nuevo el examen electoral para
Venezuela.
En virtud de lo cual se exige:
- Que los funcionarios públicos adopten códigos
de ética intercultural, ya que en muchos casos gana terreno la ignorancia,
el desconocimiento y la discriminación que existe en la cotidianidad
por parte de estos servidores públicos y que excluyen al otro a través
de la humillación y denigración.
- Que los funcionarios públicos entiendan, que ser indígena
o parecer indígena siempre plantea unos estereotipos, pero que no es
regla para determinar (sin miedo a equivocarse), que nuestros pueblos
indígenas estén vinculados a la “migración ilegal”, el contrabando
de productos ilícitos, y que dichas realidades, que no son positivas,
no pueden pasar por encima de la humanidad y atropellar sin razón a
alguien.
- Que los funcionarios públicos, en este caso la
“Guardia del Pueblo” deberían respetar la movilidad humana, dar
un trato digno y no concluir que todas las personas son "narcotraficantes",
"narcomulas" o "inmigrantes ilegales".
- Que presenten las disculpas que corresponden y que
no extendieron a Leiqui Uriana.
- Que expliquen las causas que los llevaron a actuar
de este modo y denunciamos el hecho que le fuese presentado a Leiqui
un documento en blanco, puesto que es un derecho fundamental conocer
el estado jurídico para poder ejercer en el momento presente y a futuro
un derecho a la defensa efectivo y a solicitar las reparaciones que
podrían causarse de un manejo irresponsable, discriminatorio o excesivo
en el cumplimiento de una función pública, tal como el resguardo del
orden y la seguridad.
Finalmente la labor que hace nuestra hermana Leiqui
Uriana seguirá contribuyendo desde diferentes escenarios a la eliminación
de estos estereotipos, la erradicación todas las formas de discriminación
y a la construcción de un país que reconozca a sus originarios padres
y madres indígenas.
El Colectivo
Creador de la Muestra de Cine Indígena de Venezuela,
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