EL
SIMBOLO EN VIVENCIA PURA.
El
martes recibí por correo varias cartas, una de
ellas con recados reflexivos muy valorado por mi persona, por su actitud
al asumir la imagen, plasmando lo perdurable
a través de algún arquetipo
que rompe la esfera de un término cuando
lo atrapa, entonces, se puede
dialogar con él. “Es el lector el que
imbuye vida al poema, es el espectador el
que imbuye vida al objeto. La
poesía no está en el objeto, está en el sujeto.” Sólo con percibir, no sólo el
estar de acuerdo con lo leído, amén al reconocer como
lector lo que impacta de una entrevista. La poesía
está en el brote del ser,
ser más allá que llamarse “poeta”
salvando los faros vivenciales de
los objetos, atraídos por los símbolos
muy enraizados dentro de él mismo,
sobre todo observando, escuchando, palpando su entorno. Todo tiene un punto de partida. No hay lucha para el escribiente,
sólo escuchar lo
dicho por el otro. Ser oyente, es ser
conciencia, no un cómplice, ser un gran tejedor de este u otro universo cuando
las artes pasan a ser la historia de
“una nueva realidad”. Eso me atrapa, una realidad
forjada desde lo creativo y lo mágico de
saber ser un artista visual por esta gran época versátil
donde vivimos.
No es la
primera vez que Franklin Fernández, me sumerge en el ente, sujeto-objeto con gran temple y prudencia sin caer en el fingimiento; eso, me da la visión de una totalidad que no
nombra pero asoma: “Considero que la auténtica realidad yace oculta debajo de lo visible”. Desde este centro lo infinito
abre su puerta, siendo mi cotidiano signo,
como el agua, o el silencio. Hay
muchos espacios para dar indicio de que el mismo signo, no es igual en una obra
de arte. La abierta puerta de pasarse la vida
leyendo lo infinito diario. Hoy lo celebro con Franklin. Le doy las
gracias por darme una
razón para este continuar mis
lecturas diarias, porque como
bien lo dice en la entrevista: “yo transmito a
través de la imagen.
Las palabras son imágenes,
uno lee algo, se
forma una imagen
en la cabeza.” Muy sabias y acertadas sus palabras. Muy auténtico y eso lo he sentido dialogando
desde hace tiempo con su obra, y sobre
todo nunca ha negado sus maestros. Eso es muy importante para el que sabe
regenerar y crear una nueva visión que transmuta la misma obra: Poema-Objeto. Franklin, muestra
la palabra, nos da una lectura penetrante, invitando al lector a llevarse un fragmento
de su realidad global e intimista: “Lo convierto en
un pez o en un
ave, la idea es que palpite
frente al espectador”.
Un
artista es un lector. Franklin deja abierta esta puerta para nosotros, con
sus puntuales pensamientos,
ideas, pleno de búsquedas,
encuentros y esto sin
duda es huella, es orgullo para el arte que parte de lo
regional hacia lo espacial en renuevo cada instante, como el mismo universo del
ser humano, del ser en constante movimiento, vaciando y llenando cada abertura. Quien aún no conoce al ser y artista,
Franklin Fernández, esta entrevista, deja entrever un segmento del círculo de lo invisible -ya visible para
él, por ser un artista integral-, y cada lector, sin prejuicios,
es libre, como cada obra entrelíneas, es libre escoltando un código personal:
el símbolo en vivencia pura: … “la palabra no se
limita a estar
en un libro sino que puede ir más
allá.”
El abanico del mago. Poema-objeto. 1998. |
‘EL OBJETO DE LA POESÍA’.
Carlos Yusti.
C.Y.: ¿Escritor o artista de la plástica?
F.F.:
Ante todo poeta. Yo me defino como poeta. Lo que pasa es que en nuestro país
ese concepto es limitado. Se le llama “poeta” a una persona que recita versos.
O bien, porque los escribe. Pero a mi modo de ver el poeta actual, el poeta contemporáneo; puede ensayar otras
salidas. Necesita ahora de
grandes espacios, de grandes almacenes, instrumentos complicados, objetos,
herramientas y materiales necesarios que van más allá del simple lápiz y cuaderno
de notas tradicional. Entra en el terreno de los artistas plásticos.
C.Y.: ¿Cómo se le revela un poema-objeto?
F.F.:
Es algo confuso. Primero se me revela a través de una imagen o una palabra.
Según el ángulo de visión, el tono auditivo o el grado de sensibilidad. Pero
también a través de una idea o un concepto. Así nace, así comienza mi poesía.
Al margen de la expresión escrita, más o menos convencional.
Agua Cristalina. 2002. Poema-objeto.
C.Y.: ¿Por qué decidió ser un poeta poco convencional?
F.F.:
Bueno, la verdad es que esas son cosas que no se deciden. Yo no decidí hacerme
poeta, como tampoco decidí hacerme pintor. Estudiando artes plásticas, me
enamoré locamente de la lectura. Y estoy casi seguro que si hubiera estudiado
letras, me hubiese enamorado naturalmente de la pintura. Es evidente que el
lenguaje plástico estimula el lenguaje literario, o viceversa. Un objeto
también puede estimular una palabra.
C.Y.: ¿Sus poemas-objeto se oponen a la realidad circundante?
F.F.:
¿Cómo se van a oponer? Mis objetos se integran a la realidad, se nutren de
ella. La amparan, abrazan, acarician. Están muy unidos a la realidad. La crean
y recrean constantemente. ¿Sabes lo que me dijo Elizabeth Schön unos días antes
de morir? “La realidad tiene algo muy
bello: ella se deja moldear por el hombre”.
Libertad. Poema-objeto. 2004.
C.Y.: ¿Sus poemas-objeto son castos?
F.F.:
¿Castos?, no. Tal vez puros, incorruptibles. Pero no son castos. No son castos
porque no son santos, ni sagrados, ni venerables. Nada que ver con la santidad,
ni con la castidad.
C.Y.: ¿Cuál es su concepción de la literatura?
F.F.:
La literatura es una suerte de retórica instrumental. Es un poco de “esto” o
“aquello”: narrativa, prosa, teatro.
Eso que llamamos poesía en prosa. Para no meterme en problemas
prefiero decir que la literatura es el hombre. Su forma de ser, sentir y
pensar. Cada habitante de esta ciudad es un poema en sí mismo.
Football. Poema-objeto instalación.
C.Y.: ¿Qué piensa de Internet?
F.F.:
¡Internet es un arma de doble filo! Desde un punto de vista ético, es una
necesidad vital. Desde un punto de vista antiético, es el recurso
comunicacional más peligroso que existe.
C.Y.: ¿El arte como elección o como erección?
F.F.:
¡Ah, el arte como erección, como elevación, como firmeza espiritual! ¡La poesía
como instrumento de penetración en el conocimiento humano!
Franklin Fernández en la entrada de una iglesia en Clarines. Estado Anzoátegui
C.Y.: ¿Para qué sirve la política en la literatura?
F.F.:
Para destruir al hombre. Porque la política es un poder, es la búsqueda del
poder. Y la poesía es el antipoder. La política no nos sirve para meditar, sino
para destruir. No está allí para cavilar, sino para demoler al hombre.
C.Y.: ¿Algún nuevo proyecto literario?
F.F.:
No soy muy prolífico que digamos. Escribo poco. Lo que no quiere decir que no
esté trabajando constantemente…
Cine, poema-objeto,2002.
C.Y.: ¿Algo sobre el panorama literario actual?
F.F.: Yo no soy quién para dar una opinión al respecto. Pero como en todo, hay buena y mala poesía. ¡Ahora resulta que todo el mundo es poeta en nuestro país! Pero lo que yo veo es un clima de oportunismo salvaje. Gente que se publica a mansalva. Creo es importante vigilar. Aún, en la muerte, es importante vigilar al hombre.
Partida. Poema-objeto 2004. |
FRANKLIN FERNÁNDEZ
1973 - Nace en Caracas, Venezuela. 2003 - Licenciado en artes plásticas. I.U.E.S.A.P.A.R. (Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón). Caracas. 1999 - Taller de Poesía del C.E.L.A.R.G. (Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos). Caracas. 2006 - Actualmente se desempeña como promotor cultural. Es vocal y colaborador en el Ateneo Miguel Otero Silva de Barcelona y "encargado" de la tienda de la Fundación Red de Arte, "La Red del arte Venezolano", de Puerto La Cruz. E-mails: brossamadoz@gmail.com brossamadoz@hotmail.com
Copyright by ©Franklin Fernández Todos los derechos reservados.
Libros publicados:
“Temple Ajeno”. 1990. “Puertas que no me Pertenecen”. 1991 (Mención Honorífica Bienal Latinoamericana José Rafael Pocaterra 1987–1988). “Luto de otra Boca”. 1992. “Cuarto de Ceniza”. 1994. “Antología Poética”, “La rama bifurcada”, Poetas del Estado Carabobo. 1986-1994. “Cuadernos Cabriales N° 54”, editado por el Ateneo de Valencia. “Cenizas de Espera” 2003. “Cinco mañanas juntas” 2003 “Lo callado del silencio” (2004). Antología de Escritores del Estado Carabobo: "Palabras de Anunciación y de otras Adyacencias" (Editado por la Alcaldía de Valencia en homenaje a los 450 años de la ciudad de Valencia. Noviembre 2007). Escritoras venezolanas ante la Crítica. IV antología de la Asociación de Escritores de Mérida. Venezuela. Fondo Editorial Ramón Palomares. 2008.
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Carlos Yusti en Barcelona, con la estatua de Colon al fondo, al final de la Rambla donde desemboca en el puerto.
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Carlos Yusti (Valencia, 1959). Es pintor y escritor. Ha publicado los libros Pocaterra y su mundo (Ediciones de la Secretaría de Cultura de Carabobo, 1991); Vírgenes necias (Fondo Editorial Predios, 1994) y De ciertos peces voladores (1997). En 1996 obtuvo el Premio de Ensayo de la Casa de Cultura “Miguel Ramón Utrera” con el libro Cuaderno de Argonauta. En el 2006 ganó la IV Bienal de Literatura “Antonio Arráiz”, en la categoría Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de ocasión. Como pintor ha realizado 40 exposiciones individuales. Fue el director editorial de las revistas impresas Fauna Urbana y Fauna Nocturna. Colabora con las publicaciones El correo del Caroní en Guayana y el Notitarde en Valencia y la revista Rasmia. Coordina la página web de arte y literatura Códice y Arte Literal
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