Prólogo a Enemigos de
las sombras III: Estirpe de pesadillas
(2018) David Martín Roca
PRÓLOGO
Las poco recomendables redes
sociales tienen la ventaja de poner en contacto aficionados aislados
entre sí. En este sentido 2016 fue un año interesante para los
aficionados malagueños al género (ese conglomerado de ciencia
ficción, policiaco, fantástico, detectives victorianos y terror):
Facebook y las fuerzas gravitacionales planetarias hicieron confluir
a los dispersos aficionados hacia la Tertulia Malagueña de ciencia ficción y fantástico (TerMal),
simultáneamente David Martín Roca publicaba la primera entrega de
Enemigos de las Sombra I: Elespejo de Mulgrave. Las fuerzas telúricas duran lo que
duran pero en ese ínterin David también cayó en el pozo
gravitatorio de la TerMal y allí nos conocimos. Los egos y las
fuerzas centrípetas comenzaron a repeler y expulsar lo que antes era
atraído. Afortunadamente dio tiempo a crear otros núcleos de
aficionados al género como Losirregulares en Malaka y el Clubde lectura de Literatura Fantástica en Málaga. Y si bien es
cierto que yo abandoné la órbita termalita, en los irregulares
sherlockianos sigo rindiendo pleitesía a la amistad entablada con
David.
Cuando vi por primera vez la portada
del primer libro de la saga me asaltó el título del cuento
canónicoi
holmesiano: El ritual de los Musgrave (1893 The Musgrave
Ritual) la indumentaria victoriana que nuestra heroína luce así
lo confirma. Y no andaba desencaminado, como ahora veremos.
La innegable protagonista de esta saga es Drea Crane la muy hermosa (sólo es necesario contemplar las magníficas portadas de la saga creadas por Rombos para confirmarlo), inteligente y hábil luchadora. David ya nos avisa en la solapa de la novela: “De algún modo no encaja en el Londres victoriano”. Drea nos revelará más habilidades y la razón por la que no parece encajar en el mundo victoriano. Todo Sherlock que se precie tiene a su Watson, ese papel queda en manos del elegante abogado John Farway que nos desvelará que no hace asco a la acción, pese a ser un civilizado gentleman británico. Faltaría a la verdad si dijera que estamos ante unos sosias de Sherlock y Watson, estamos ante un par de investigadores de lo oculto. La ese mutada en ele que diferencia el Ritual de los Musgrave y el Espejo de Mulgrave es lo que diferencia lo cotidiano de los asombroso y sobrenatural. El canon holmesiano no despreció el mundo de lo desconocido (outré), pero no entró de lleno en él y cuando lo hizo: El sabueso de los Baskervilles (1902, The Hound of the Baskervilles) o La aventura del vampiro de Sussex (1924, The Adventure of the Sussex Vampire) resultó ser una historia con final Scooby-Doo (subgénero detectivesco nombrado así en honor a la serie de dibujos animados producida por Hanna-Barbera estrenada en 1969, que se caracterizada por resolver los casos con una explicación racional y científica a los fenómenos fantásticos investigados). Este no es nuestro caso: Enemigos de la Sombra es una saga de la eterna lucha de la luz, con Drea como rutilante estrella principal, frente al oscuro mal sobrenatural.
Los detectives de lo oscuro son casi
tan antiguos como Sherlock que apareció 1886, aunque está
claramente inspirado en el Caballero Auguste Dupin de Edgar Allan
Poe cuya primera aparición fue en 1841. Flaxman Low es el primer
detective de lo oculto moderno, nace en 1898 de la mano de Hesketch
Prichard y su madre Kate bajo los seudónimos H. Heron y E. Heron.
Pero los más afamados detectives de lo oculto son John Silence
(1908) nacido de la pluma de Algernon Blackwood y Thomas Carnacki(1910) creación de William Hope Hodgson.
No debe sorprendernos que el género
naciera en la época victoriana: ciencia-ficción y terror (con lo
difícil que era diferenciarlos en un principio, ahí está nada
menos que el Frankestein (1818) de Mary Shelley), fantasía y
detectives nacen, crecen y se desarrollan en el máximo esplendor del
imperio británico. Géneros que son puros monstruos de la razón,
hijos del progreso que domina el mundo a golpe de bayoneta y salakov,
que trajo comodidad y bienestar a la burguesía británica y que
repartió migajas al proletariado naciente y al sempiterno lumpen que
el muy real Jack solía destripar con eficiencia y fruición allá
por 1888… ¡Como olvidar esa extrapolación socio-económica que es
La máquina del tiempo (1895, The Time Machine) de H.G. Wells! Pero la cuestión del nacimiento de los géneros en la era
victoriana deberá ser abordada en otra ocasión.
Ahora sólo cabe abandonarse a la
elegante y mullida prosa de David, con tono firme nos va a llevar
cogidos de la mano para no perdernos en la trepidante acción
descrita. La lectura de esta saga es completamente aditivita. Me
cuesta horrores separar mis ojos de los renglones donde Drea y John
despachan, con apuros, los riesgos que les acechas tras las sombras.
La edición del Genal facilita su lectura: en un formato grande y con
la flexibilidad justa para que sostener el libro no sea una molestia.
Sé que cuesta fijarse en el atrezo,
en el fondo (background) de la narración, la acción y el
sentido de la maravilla lucen tanto que nos impide colocar el foco de
atención en otro punto. Se de muy buena tinta, no en vano soy uno de
los conejillos de indias que leemos los primeros borradores y me
dedico a buscar incongruencias temporales y argumentarles del
borrador. Ya me gustaría saber de ortografía, gramática y estilo
para poder hacer las veces de corrector, pero no es mi caso. Por eso
me concentró en el trasfondo. Largas y entretenidas son las sesiones
de debate junto al amigo Reinaldo Manso y el propio David sobre
fútiles aspectos de la narración, que sin embargo han sido
profusamente documentados por David y apuntillados por Reinaldo y yo
mismo.
Pero no les entretengo más, John
está esperándoles en la próxima página. Tras los tres casos
resueltos en las dos primeras entregas, ahora se plantea un nuevo
reto… pero voy a dejar a David que siga narrando esta nueva
aventura a través del doctor John Watson… ¡Perdón! a través del
abogado John Farway. ¡En que estaría yo pensando!
Frente a la mesa donde estaban Paco Mancera y David Martín se encontraba Picasso con ganas de unirse a la celebración del libro. La casa que esta al fondo a la izquierda es su casa natal. |
by PacoMan
Málaga 10 de Abril de
2018
i
Conjunto de las 4 novelas y 56 cuentos escritos por Arthur Conan
Doyle con Sherlock Holmes de protagonista.
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by PacoMan
En 1968 nace. Reside en Málaga desde hace más de tres lustros.
Economista y de vocación docente. En la actualidad, trabaja de Director Técnico.
Aficionado a la Ciencia Ficción desde antes de nacer. Muy de vez en cuando, sube post a su maltratado blog.
Y colabora con el blog de Grupo Li Po
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