martes, 5 de septiembre de 2023

MARÍA TERESA CASTILLO: LA ATENEÍSTA

Un texto de José Pulido


María Teresa Castillo


La estaba recordando en estos días, a la señora de la cultura, amiga de muchos y encontré estas palabras.

 

LA ATENEÍSTA


Un viento con olor de aguacero sopló de repente y ella entró al Ateneo de Caracas como si ese viento estuviese amarrado a su pañoleta. Su voz saltó aquí, allá, por ahí, "¿qué tal? ¿cómo le va?" hasta que el ascensor se la llevó con inclemente rapidez. 

En aquel momento tenía 95 años de edad y caminaba como una muchacha llevando una bandera. Y eso ocurría porque en realidad ella era una bandera humana simbolizando la constancia.

Todas las mujeres venezolanas que hoy dan un paso al frente en todos los trabajos, en disímiles protagonismos y en millones de búsquedas, transitan caminos que ella hizo más anchos, y sépanlo o no, tienen una deuda bonita con esa señora, que dedicó por lo menos 80 años de su vida centenaria a la tarea de mostrar cuánta fuerza ha puesto y seguirá poniendo la mujer para mejorar el mundo.

Ella fue pionera en el periodismo, en la acción cultural de vanguardia, en la actualización del conocimiento. Se atrevió a ir contra la corriente y a transformar la rutina en pasión de vida. En los años treinta y a lo largo de más de un lustro, mantuvo el primer programa radial femenino del país, con Ana de Amengual y Carmencita Serrano.

Parece que anduviera con ellas, que caminara acompañada de Josefina Juliac y Antonia Palacios; de María Luisa Escobar y Cachi de Corao. Parece que estuviera reporteando todavía en Ultimas Noticias, con  Analuisa Llovera y Carmen Clemente Travieso, bajo la conducción inigualable de Kotepa Delgado. Da la impresión de que conversa con Alberto de Paz y Mateos o con Alejo Carpentier.

En la recordada ocasión la vi con su misma sonrisa de optimismo imborrable, con el mismo brillo de linterna en los ojos; caminando arrolladora y dispuesta  a creer en los demás: esa siempre fue su actitud existencial. Si le mostraban una utopía, la acariciaba.

Todos los seres humanos eran iguales para ella y por eso estaba más allá de los desacuerdos y las rabias. Ese lugar por donde transitó, a veces con ganas de ver una película o de toparse con un grupo teatral ensayando, fue durante varias décadas un hervidero de actividades que alimentaron de entusiasmo creador a cada juventud. 

Cuántos grupos se han esfumado, cuántos amigos se han ido. Es como si se hubiera llegado a una etapa en que lo único factible es recordar. Solazarse con el recuerdo de los grandes momentos expresivos. Tu país está feliz, Rajatabla, Bolívar, los foros, los libros, miles de artistas de todo el mundo llegando a esa estación en un tren invisible.

Recuerdo aquí, en este vacío, a Horacio Peterson; recuerdo aquí en este vacío a Carlos Giménez, recuerdo aquí en este vacío a Peter Stein, a Jacques Lacan, a Julio Cortázar, a Miguel Otero Silva, a Pablo Neruda, A Barbarito Diez. Recuerdo aquí, en este vacío a Tomáz Pandur, Nicolás Curiel, José Antonio Rial, Gabriel García Márquez, Anna Julia Rojas, Margot Benacerraf. Recuerdo aquí en este vacío a cientos y cientos de grupos. A Javier Vidal, Julie Restifo, Isaac Chocrón, Esteban Herrera, Román Chalbaud, Rodolfo Santana. Els Joglar, La Commedia del Arte, El Ornitorrinco. Edgar Antonio Moreno Uribe tomando notas.

La recordé. Y sentí deseos de verla otra vez. Ondeando su alegría como una bandera. Ese optimismo ingenuo y limpio, que tanto dio. El aguacero se desató con furia y por alguna razón, las gotas parecieron miles de aplausos para ella. Miles de aplausos naturales para María Teresa Castillo. Estaba allí, solita, mirando los cortinajes de la lluvia. Era como la madre de todos, preguntándose en un susurro "¿dónde estarán los muchachos?".


María Teresa Castillo



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José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne

José Pulido

Poeta, escritor y periodista, nació en Venezuela, el 1° de noviembre de 1945.

Vive en Génova, Italia. 

En 1989 obtuvo el Segundo Premio Miguel Otero Silva de novela, Editorial Planeta. En el 2000 recibió el Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, por su poemario Los Poseídos. Ha publicado cinco poemarios y nueve novelas. Desde el 2018 el Papel Literario de El Nacional creó la Serie José Pulido pregunta y publica las entrevistas que ha realizado a creadores y artistas.

(Ha fundado y dirigido varios suplementos y revistas de literatura. Si se requiere información detallada sobre estas publicaciones, favor solicitarla a este  correo: jipulido777@gmail.com)

Forma parte de la Antología Por ocho centurias, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Salamanca, España, entre otras. Ha sido invitado a festivales en Irak, Colombia, Brasil, Chile, España y Génova. Participó, en 2012, como invitado de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que se celebran en SalamancaEn el 2018 y en el 2019 invitado al Festival Internacional de Poesía de Génova. 

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El puente es la palabra. Antología de poetas venezolanos en la diáspora.

Compilación: Kira Kariakin y Eleonora Requena, para Caritas.

Poeti Uniti per il Venezuela, Parole di Libertà  (Poetas Unidos por Venezuela, Palabras de Libertad) publicado por Borella Edizioni, evento respaldado por la Associazione culturale Orquidea de Venezuela, con sede en Milán.

Poemario Heridas espaciales y mermelada casera editado por Barralibro Editores

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