Enrique Bernardo Nuñez |
Recientemente comenzaron las labores de "ampliación de la Avenida Universidad de Naguanagua. La supuesta ampliación de la avenida realmente fue una maniobra para restarle espacios a los peatones. Se redujo el espacio destinado a las aceras y se se talaron todos los arboles existentes en las islas antes de que estas también fueran reducidas de manera drástica. A pesar de toda la propaganda positiva que pueda tener el alcalde Alejandro Feo La Cruz en el programa Alta Tensión que transmiten todas las mañanas por la radio emisora La Mega 95.7, podemos decir que en muchos aspectos su gestion francamente es deficiente y el colmo de su ineficiencia fue coronada con esta supuesta mejora de las vias de comunicación del Municipio Naguanagua. ¿Que genio del urbanismo considera que restarle espacios a los peatones puede mejorar la vialidad y el nivel de vida del ciudadano en este municipio? Desmejoremos al peatón y beneficiemos al parque automotor y a la contaminación.
En este momento que vivimos una ola de calor inclemente es cuando mas se necesita la sombra de los árboles, árboles que fueron talados injustamente para ser sustituídos por escualidas palmas de dudoso crecimiento.
Creemos que este es el momento para hacer un llamado de Alta Atención al Alcalde y al equipo del programa matutino de LA Mega 97.5 para que verdaderamente se preocupen por resguardar los intereses de todos los habitantes de Naguanagua. Es hora de ejecutar políticas tangibles y efectivas dejando de lado las políticas de promoción mediática.
Y por favor le pedimos a todos los alcaldes que en nombre del sentido común dejen a los árboles en paz.
15 de Mayo de 2015
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Es mas que notorio en Valencia, la falta de interés de sus habitantes y de sus autoridades por el patrimonio común de esta ciudad. Aquí las victimas usuales del "progreso" son los arboles. En Valencia hay casos emblemáticos como los arboles talados para desarrollar la segunda etapa del metro, actualmente paralizada y que en ese estado solo genera problemas. Y más recientemente podemos ver como en la horrorosa restauración de la plaza Bolívar los arboles fueron "podados" sin tener en cuenta ningún criterio estético o fitosanitario. Definitivamente la alcaldía de Edgardo Parra no tiene criterio alguno para realizar las cosas. Despues de tan nefasta restauración nadie se ha pronunciado ni siquiera la Sociedad Bolivariana Carabobeña una organización que supuestamente debería proteger la memoria del Libertador.
Pero al parecer esta no es una actitud nueva. Por esta razón publicamos este texto que Enrique Bernardo Nuñez , el escritor más importante de esta ciudad, publicó en 1954.
Léanlo y saquen sus conclusiones.
Richard Montenegro
Protestas por la tala de Camorucos frente al centro comercial "El Camoruco" durante la gestión del alcalde Francisco Cabrera en el decenio de los 90. |
CORTE DE ÁRBOLES
"¿Por qué usted no escribe sobre el corte de árboles en Valencia?" -me dice un amigo con aire indignado. "Pero ¿cree usted que eso traiga algún resultado?" -le contesto. Ya el mal está hecho. Además, ¿cuántas veces se ha escrito en los diarios de Caracas y de toda Venezuela acerca de la ruin costumbre de talar árboles? Yo mismo escribí muchas veces, sin otro resultado que el de ver el derribo de otros árboles. Siempre una tala de árboles viene precedida de una campaña a favor de los mismos. Es la protesta contra toda defensa que se haga de los árboles. La "Sociedad Amigos de Valencia" lleva a cabo una reforestación de las sierras que rodean la ciudad. Han plantado no sé cuántos arbolitos, los cuales darán ancha sombra si los dejan crecer. En respuesta, los encargados de las obras de Camoruco procedieron a cometer su arboricidio. La destrucción de árboles en Valencia viene desde hace tiempo. Frente al Teatro Municipal había unos hermosos apamates, y fueron cortados. Los árboles de la Plaza de la Libertad, cortados. En la Plaza Bolívar quedan algunos por milagro. Mientras más hermoso sea un árbol mayor es el peligro que lo amenaza. Aquí no hace mucho cortaron los de la Avenida del Cementerio, como han cortado centenares de árboles en todas partes, para reponerlos, eso sí, con unos cuantos arbolitos importados. La gente nace con cierta predisposición contra el árbol, una predisposición que no logra corregir la misma Universidad. ¿Ve usted aquel arbolito que nace? Ya tiene encima mil ojos que acechan el momento de cortarlo. Hace pocos años, creo que en 1948, vi derribada en Bárbula la más hermosa avenida de árboles que pueda imaginarse, casi todos centenarios, con el objeto, según se informó, de instalar allí una colonia de locos. A un lado y otro del camino se hacinaban inmensos troncos de árboles derribados. Puede que los que hayan cortado los árboles de Camoruco sean escapados de la colonia de Bárbula. La foto publicada por "El Nacional" no deja lugar a dudas. Esos hombres que allí aparecen no pueden ser sino locos escapados de Bárbula.
Una veja vista de la avenida de Camoruco cuando existía el Tranvía |
Los árboles de la Avenida Camoruco, o la famosa bóveda de apamates y de cedros que le daban sombra, procedían de la época de Guzmán Blanco, cuando el Ilustre tenía casa en aquel paraje, y cuyas ruinas se vieron hasta no hace mucho. Las sucesivas Juntas de Fomento compuestas de los vecinos, tuvieron a su cargo el cuido y replantación de estos árboles.
Adolfo Ernst |
Eran vestigios de otra época, de otra mente, de otro estilo de vida. Una época donde como nunca se dio culto al árbol. Este culto vino a señalar en Venezuela una etapa en la evolución de las costumbres. Las plazas, antes de tierra, o de piedra y ladrillos, se vieron cubiertas de árboles y flores. Se plantaron muchos a lo largo de las avenidas. Hubo ciudadanos cuya memoria podría honrarse sólo porque fueron grandes plantadores de árboles. Adolfo Ernst recibía encargo de averiguar si el gas del alumbrado causaba algún daño a los árboles, y tras laborioso estudio demostraba que ninguno les hacía.
Esa tala de árboles en vísperas de conmemorarse el Cuatricentenario de la ciudad es bastante significativa. No se guardó ningún miramiento a lo que ellos representaban. Eran testimonio de amor a la naturaleza y a la ciudad, de fe y esperanza en el porvenir. En síntesis, el poema acariciado en la mente y el corazón de varias generaciones. Buen asunto para el Cuatricentenario el derribo de estos árboles.
Campus Bárbula en 1974. En la esquina derecha pueden ver el edificio de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) en construcción.Pulsa sobre la imagen para verla más grande |
Esa tala de árboles en vísperas de conmemorarse el Cuatricentenario de la ciudad es bastante significativa. No se guardó ningún miramiento a lo que ellos representaban. Eran testimonio de amor a la naturaleza y a la ciudad, de fe y esperanza en el porvenir. En síntesis, el poema acariciado en la mente y el corazón de varias generaciones. Buen asunto para el Cuatricentenario el derribo de estos árboles.
Enrique Bernardo Nuñez
“El Nacional”, 30 de julio de 1954
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Richard
Montenegro. Perteneció a la redacción
de las
revistas Nostromo y
Ojos de perro azul; también fue parte
de la plantilla de la revista universitaria
de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo.
Es colaborador del blog del Grupo
Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/.
Es autor del libro 13 fábulas y
otros relatos, publicado por
la editorial El Perro y la Rana
en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista
del Grupo Li Po publicada por
la misma editorial en 2008 y en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica editado por
el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y
relatos han aparecido
en publicaciones periódicas venezolanas tales como:
el semanario Tiempo Universitario
de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa
del diario Notitarde, El Venezolano, Diario
de Guayana; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista
de Creación Literaria y de Humanidades
de la Universidad de Málaga y en portales o
páginas
web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la
colombiana Cosmocápsula.
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estoy buscando las poesia de este viejo y no encuentro nada ...
ResponderEliminar.-..-.Valencia Donde Nació el Pádre Creador en este Tiempo de Juicio Final al Mal, y al de la Muerte; para dejar de Envejecer y Morír.-..-.
ResponderEliminarPor lo visto el mal de la tala no respeta fronteras: Vivo en el norte de México, una región semidesértica en donde cualquier árbol debería ser cuidado como una joya, pero eso es lo que menos parece importarles a nuestros ineptos gobernantes, que hace un año y en aras del "progreso" de esta ciudad hicieron un derribo espantoso de muchos de ellos, algunos incluso centenarios. En una ciudad en donde lo que hace falta son frescura y sombras, la locura antiárboles ha sentado sus reales.
ResponderEliminarComo dices parece ser unamal universal. Cada vez hay mas asfalto y menos árboles. En gran parte es nuestra culpa porque hemos sidos incapaces de unir esfuerzos en pro de la defensa del patrimonio común. pero nunca es tarde pra comenzar algo bueno. Gracias por dejar tu comentario Perla Ortiz Murray
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