miércoles, 2 de noviembre de 2016

A Sandy Juhasz la corteza no basta



Plegaria



Busco un templo más vivo
sé que existe
el sonido descalzo de las campanas
tocando el rubor del cielo que un pájaro santigua
la eternidad bajo la yedra
el sol hasta apretar la cintura de la tarde
en la piel de los leopardos
la salvaje ortografía de tu salmo

donde se escuchan las plegarias de las serpientes

Texto de Sandy Juhasz extraído del libro La corteza no basta.


Sin templo, con vivacidad 

En el primer verso del primer poema de este primer libro de Sandy Juhasz, se dice: “Busco un templo más vivo”. Los tres versos que más se acercan al final del último poema de La corteza no basta, se atreven a decir: “el universo en su corteza/ nos arranca de golpe/ cortados de raíz de pájaros de ramas”. Entre tales extremos, este poemario bautismal plasma el sentido de su decir como una respuesta propia, y apropiada, a la decisión de acatar los latidos y las virtualidades de lo real que subyacen a la rugosa costra, a la corteza mortecina que el vivir incompleto no cesa de imponerle a la vida toda, natural y humana. En cuanto al latido verbal de estos poemas, sería justo admitir que en ellos se despliega un territorio textual a salvo del trato mortecino con el lenguaje 
y de la renuncia a la libre imaginación que constituyen el polo opuesto al poema verdadero. 

Sostenido por esos dos atributos, La corteza no basta se presenta ante el lector que no pierde de vista aquella diferencia como un libro que alienta la esperanza 
de toda una obra por venir. 
Alfredo Chacón



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Caracas 6 de octubre de 2016

Estimados amigos de la resistencia, reunidos en esta agradable librería: El Buscón




“Giramos una y otra vez sobre las colinas y sobre el pueblo, y vi como el hombre es el amo de la nave y ella la dueña del aire. Vi la alquimia de la perspectiva reducir mi mundo y toda vida a granos en una copa. Aprendí a ver, a poner mi fe en otras manos que no fueran las mías. Y aprendí a maravillarme. Aprendí lo que todo niño soñador debe saber... que no hay horizonte tan lejano que no lo puedas alcanzar y conquistar”.

Beryl Markham, West with the night

Traducción del íngles, mía.

Beryl Markham


Así describe la pilota pionera, británica, su primera experiencia al despegar de  la corteza terrestre, confiando que ese elemento invisible, el aire, sostendrá las alas que la elevarían al cielo.

Sandy Juhasz


Nuestra autora, Sandy Juhasz, además de poeta también ha podido (en endebles naves, suerte de Vespa con alas de libélula), alejarse de la corteza terrestre y jugar con el viento, refutando al horizonte como su límite.

Yo más bien coincido con Gabriel García Márquez, que, al notarlo muy nervioso en un aeropuerto, un periodista le pregunta que si temía a la muerte. El escritor responde…“A la muerte no, ¡pero a los aviones, si!”

Pero a Sandy le gusta volar y al dominar esa destreza puede reducir al mundo y  la vida a granos en una copa. Es lo que logra con su poesía.

Pero además de alcanzar y conquistar el horizonte con alas, y reducir el mundo, Sandy propone en sus poemas ver más allá de la corteza. Imaginarse el fuego debajo de la corteza, abrazar y escuchar la vida de un árbol detrás de su corteza, compartir la corteza del pan con amigos, ver más allá de la corteza de las personas para entender y apreciar su ser.

En fin, la corteza no le basta.



Pero estoy hablando más sobre la autora que sobre el libro y sus poemas, por lo cual voy a dejarle la palabra a Edda  Armas y Alfredo Chacón, dos maestros del arte poético.




Permítanme cerrar, hablando de volar, con una frase del gran aviador y poeta  Saint Exupery:

“Uno es para siempre responsable de lo que se domestica”.




Sandy llevará la responsabilidad de sus poemas, nosotros, en Oscar Todtmann editores, asumimos la nuestra por su edición, con la esperanza de que ustedes, queridos amigos, acepten, por favor, la responsabilidad de ser nuestros amables lectores.

Gracias!

Carsten Todtmann

Editor


Apamate



Al mediodía despiertas del sueño de los caimanes
el viento baja como un animal
de tu risa infinita
la frescura estelar olfatea la sombra
cuando desmientes la sed del aire
Santo de mis rezos
concédeme la transparencia de las habas
antes que el día sea pájaro


Texto de Sandy Juhasz extraído del libro La corteza no basta.



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