Estimados Liponautas
Hoy compartimos una del recuerdo...
¿Habrá servido de algo esta iniciativa?
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Acción promovida por John Naranjo
Cientos, o tal vez miles de dibujantes, guionistas y editores no pueden trabajar gracias a la discriminación que la Ley del Libro de Colombia le hace al cómic.
José es un dibujante de historietas que tuvo que irse a
Argentina para poder vivir de su trabajo. Leonardo viajó a los Estados
Unidos buscando un mercado dónde poder vivir de su talento. Al igual que
ellos, durante los últimos 30 años, muchos dibujantes colombianos han
tenido que emigrar a países que, como España, Francia o Inglaterra, sí
cuentan con un mercado del cómic. Ellos han triunfado en los países que
los recibieron, pero la situación en Colombia aún no ha cambiado.
La Ley del Libro en Colombia tuvo origen en 1973 y se actualizo 20 años después, con lo cual se llegó a la Ley 98 de 1993, la cual nos rige hoy en día. Esta ley ha beneficiado la cultura de la palabra escrita, permitiendo una exención de impuesto a la renta a los editores y diversas exenciones arancelarias, pero gracias a unas políticas en las importaciones y de protección del mercado local que datan de los años sesentas, se excluyó, entre otros, al cómic.
La producción de la historieta en Colombia se ha visto relegado casi a la clandestinidad. Por falta de estímulo a nivel local, se ha perdido la oportunidad de entrar en un mercado que mueve globalmente 14 mil millones de dólares. El cómic en Colombia está grabado con el 16% de IVA, mientras que los demás productos impresos, incluidos los periódicos y las revistas, están libres de este impuesto.
Gracias a un "mico" (como le llamamos en Colombia a un apéndice hecho a una ley a última hora, para favorecer intereses particulares), la industria de la historieta y del cómic no se ha desarrollado en Colombia. El talento existe, al igual que los lectores, y cómo nunca antes una industria del cómic y de la historieta podrían aportar para que los niños, los jóvenes y, por que no, muchos adultos se acercaran a la cultura de la lectura. Es hora de acabar con el mico más viejo de Colombia. Si estás de acuerdo, por favor firma esta petición.
La Ley del Libro en Colombia tuvo origen en 1973 y se actualizo 20 años después, con lo cual se llegó a la Ley 98 de 1993, la cual nos rige hoy en día. Esta ley ha beneficiado la cultura de la palabra escrita, permitiendo una exención de impuesto a la renta a los editores y diversas exenciones arancelarias, pero gracias a unas políticas en las importaciones y de protección del mercado local que datan de los años sesentas, se excluyó, entre otros, al cómic.
La producción de la historieta en Colombia se ha visto relegado casi a la clandestinidad. Por falta de estímulo a nivel local, se ha perdido la oportunidad de entrar en un mercado que mueve globalmente 14 mil millones de dólares. El cómic en Colombia está grabado con el 16% de IVA, mientras que los demás productos impresos, incluidos los periódicos y las revistas, están libres de este impuesto.
Gracias a un "mico" (como le llamamos en Colombia a un apéndice hecho a una ley a última hora, para favorecer intereses particulares), la industria de la historieta y del cómic no se ha desarrollado en Colombia. El talento existe, al igual que los lectores, y cómo nunca antes una industria del cómic y de la historieta podrían aportar para que los niños, los jóvenes y, por que no, muchos adultos se acercaran a la cultura de la lectura. Es hora de acabar con el mico más viejo de Colombia. Si estás de acuerdo, por favor firma esta petición.
Al firmar la petición estarás enviando esta carta
Destinatario: Señores Presidente de La República, Presidente del Senado y del Congreso. Señora Ministra de Cultura
Por medio de la presente nos permitimos solicitar la
eliminación de las exclusiones que hace la Ley del Libro en su Artículo
Segundo (Ley 98 de 1993). Gracias a estas exclusiones, que encontramos
discriminatorias, se ha impedido el desarrollo de la industria del cómic
en Colombia.
La industria del cómic mueve en el mundo más de 14 mil millones de
dólares, además es una puerta de entrada a la cultura de la letra
impresa y es una fuente de empleo para dibujantes, guionistas, editores y
en general, para toda la cadena de producción que esta industria
cultural podría tener.
Estamos convencidos de que una "locomotora" de progreso para nuestro
país podría ser la locomotora cultural. Es una locomotora ideal por que
es compatible con el medio ambiente, genera empleos especializados y
puede llegar a ser una fuente de ingresos para el país muy importante,
como lo es para Inglaterra o EEUU, que cuentan con programas de
emprendimiento cultural en estas áreas. En la actualidad los dibujantes
de cómic, los escritores y los editores tienen que hacer sus proyectos
para mercados foráneos, puesto que el cómic está gravado con el IVA, lo
que lo hace inviable comercialmente en el mercado colombiano.
Les agradecemos nos brinden una pronta respuesta a este llamado que lleva más de 30 años en proceso.
Tomado de Actuable
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