viernes, 30 de abril de 2021

ANTHONY ALVARADO: UN POETA EN LA VÍA PÚBLICA.

Un acercamiento al libro "Consejos para sumergirse en el agua".

 



Urbe, ubre et orbe


Claudio dixit: en los límites de la ciudad no basta

una navaja, hay que llevar el plomo sobre los huesos,

bajo la chaqueta, aunque no haya frío.

En tus provincias de sol la muerte logra colarse como una

serpiente de coral, con sus colores de feria

y colmillos de aguja –el newspaper emitiendo estadísticas,

el lugar donde ha sido encontrado, con dentadura (desa)parecida.

Claudio dixit: los meses y los años ya no tienen días, sino víctimas.

Un hace tanto hubo, contra un son tantos ahora.

Sobre las rayas del paso peatonal se ha dibujado una figura

que ha dicho: el mundo es del tamaño de la cantidad de asesinos.

Aún hay intersticios sin violar, sin nada que temer,

en cada esquina un ligero temblor lo envuelve a uno.

Claudio dixit: hasta de lo que depende su vida,

como podría ser su rutinario sueño,

se puede convertir en su ruina.

El orbe es un círculo donde las presas se reproducen,

es necesario el equilibrio, una carne para alimentarse.

El valor de las hendiduras es alto, hay que acostarse

sobre la acera o un lugar oculto por paredes de barro,

un poco de tierra para acentuar los dolores, una cicatriz disfrazada

sujetando un cuerpo doloroso.

César dixit: ataos los unos a los otros.

Anthony Alvarado



"Consejos para sumergirse en el agua", poemario del joven poeta falconiano Anthony Alvarado* (Pueblo Nuevo, 1982), no deja de ser un conjunto de textos con los que logra ventilar una unidad, así como asumir los riesgos que toda inmersión implica. Con seguridad estos "consejos" van para todo trashumante, ¿qué poeta no lo es?, dada la circunstancia de tener que sumergirse porque en esa superficie de los pasos cotidianos la vida no ofrece sino las esquirlas que dejan las sórdidas batallas de la sobrevivencia. Nadar bajo las aguas exige un esfuerzo poco común, por lo que se hace imperioso dominar el movimiento del cuerpo entero, lentamente bracear con las palabras y en cada bocanada de aire entender que si bien el cuerpo se aligera de peso y puede flotar, ellas, las palabras, convienen en hacer de salvavidas; es, entonces, cuando empieza la tarea del poeta: ordenar un mundo fragmentario, en caos, dispersos sus elementos más significativos, para abrirle paso al taumaturgo que termina por hacerle juicio a los más apartados objetos en su camino de degradación, en cuyo acontecimiento quedan en evidencia esos frágiles vínculos con el hombre. Las palabras sobrenadan en esos tránsitos, escudriñan en los rincones de las casas viejas esa posibilidad de reconstruir otro mundo, otra realidad, como esa fiesta de colores que extrae André Derain de recónditas aglomeraciones para crear un nuevo aire en el espacio de sus pinturas. Pero esa frescura y esplendor del color parecen estar negadas al poeta que más bien divaga entre objetos que han perdido su utilidad, que yacen a su paso como obstáculos a la más elemental forma de vida. Cuerpos sin rostros, cráneos, tejidos, tendones, huesos que, en vez de reconstituirse, se desconfiguran en una odisea de la palabra poética signada por la negatividad. En ese recorrido "En la vía pública" el final no puede ser más desalentador: "entrecortado y desmembrado como una flor sin pétalos". Alvarado concibe como universo acuático ese transcurrir de la vida en su ciudad, recostada del mar como camino de penitencia donde hasta la memoria empieza a desvanecerse. Entre los poemas de este libro particularizo "Todo lugar", porque en este texto el poeta parece focalizar su cosmovisión de la poesía: "La metáfora se desprende de los techos de zinc,/ se desliza entre la roca como ofidio,/ si la mantienes cautiva desnuda su piel de manchas/ y te ofrece sus huesos en fragmentos./ A través de la corteza de los árboles abre brechas/ por donde mana la resina, para luego ser/ ámbar, joya del poema. (...) Ha extendido sus ramajes por toda la ciudad,/ ocupa lugar entre los ausentes,/ algunos la han visto subir por los cerros y las barriadas/ mientras otros intentan mantenerla en la página". Interesante disyuntiva, velada crítica a ese oficio de poeta que se surte de la mirada de su entorno, que sustrae los materiales de su arte de esa metáfora del mundo que está allí para todos en estado puro, pero, he aquí la disyuntiva, no todos tienen la facultad de percibirla. Las metáforas carecen de autonomía, acontecen como fugaces instantes y solo la intermediación del poeta les otorga la potestad de decir. 

Imagen tomada de Pinterest


Las metáforas del ingenuo Mario Jiménez que plagiaba los versos de Neruda (El cartero, de Antonio Skármeta) constituyeron un escándalo para doña Rosa, la madre de Beatriz González, seducida por Mario a través de la interpósita figura del poeta de Isla Negra con sus Odas elementales. Burlona, satírica, la comedia de doña Rosa con Mario y el mismo Neruda, constituyen el "peligro" que advierte la madre ante el hecho de que Mario, a causa de las metáforas, pasara de lo lírico a los hechos. Son peligrosas, entonces, las metáforas cuando se les profiere, más todavía cuando los poetas "intentan mantenerla en la página". Sí, la fuente es libre, en estado bruto afloran las metáforas de esas canteras, el detalle está en cómo apropiárselas, darle tallado propio a lo informe. 



Metáfora "El cartero de Neruda"


Buena parte de ellas se pierden en la desmesura de los paisajes urbanos y algún pintor de vez en cuando logra desvelar lo que hay detrás de su apariencia. Pero Anthony Alvarado tiene bien planteada la estrategia en su libro, por aquello de que todo poeta debe conocer las armas con que sale a la calle. En la segunda parte del poemario, "Consejos para buceadores", echa las cartas de su arte poética. Son textos más depurados, cincelados aforísticamente, en los que pone en claro el propósito de su escritura. "Se edifica una escritura -nos dice- / que se destruye a sí misma,/ el fragmento sobrevive a la hecatombe./ El lenguaje se vuelca sobre esos trozos,/ construye el poema". Sin ambages, la escritura poética es secuela azarienta, su devenir como poema no es tan siquiera producto de quien se precia de ser el autor, sino que más allá del ensayo del poeta cuando "implosiona" el sistema de la lengua, la concreción de este es el resultado del que solo nos dará cuenta el avisado lector, cuando nos advierte de su experiencia con la sonoridad, los ritmos, las significaciones, fragmentos y efectos en su alma receptora, y a quien tocará el verdadero derecho de validar y conjurar el texto que tiene entre mano. Alvarado se anota en una hoja de ruta propia, si bien de larga tradición, de la que podemos decir sale airoso y robustecido para enfrentar nuevas experiencias. Concluyo citando otros textos suyos de "Consejos para buceadores", los que dan fe de su oficio con la escritura. 


Ramón Ordaz.


Anthony Alvarado





* *

Quitamos la máscara al rostro

del ídolo, hallamos un espejo.


* *


Lo más indicado a la hora de escribir es corregir,

mucho más importante que la acción misma.

La escritura se nutre de lo que vamos tachando.

Lo que quiere decir que el vacío

también ocupa su espacio.


* *


Conseguir una meta, alcanzarla

no depende más que de sostenerse

fríamente de las circunstancias,

que van presentándose como

peldaños, no como una cuerda.


* *


El poeta solo debería dar el sentido puro,

pues así la forma estaría en manos del lector.

Este ubicaría las palabras a su antojo,

saciaría su necesidad de hacer entendible el poema.

Aunque para lograrlo se pierda su original sentido.


Para descargar el Poemario pulse aquí


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Anthony Alvarado. Paraguaná,Venezuela, 1982. Poeta, escritor y docente universitario. Se ha desempeñado en el teatro y la edición a través del grupo Tiquiba y la Fundación Literaria León Bienvenido Weffer. Ha publicado Piedras sobre la Cruz (coautoría), Antología de la cueva (coautoría), Harakiri a traición y Consejos para sumergirse en el agua (2017). Poemas suyos aparecen en la selección Nuevas Voces (editado por el Instituto de Cultura de Falcón), Me Urbe (antología binacional Chile – Venezuela). Además posee una extensa publicación de artículos y ensayos publicados en la prensa falconiana y revistas de la región.

Actualmente cursa la maestría en Literatura Hispanoamericana de la UNEFM


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