Un grupo de niñas juega en el patio de La Xauxa al margen de las actividades que se están llevando a cabo al otro lado de la escuela. /CARMEN SECANELLA |
Estimados Amigos
Hoy compartimos esta vieja nota para que la comparemos con nuestro ahora.
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- Cada vez nacen más escuelas que enfocan la educación desde metodologías no directivas y libres, como alternativa a las centros públicos convencionales
- En la Xauxa Xica, de Molins de Rei, los niños y niñas aprenden según sus necesidades y experimentaciones, con el educador que observa y propone y con una gran implicación familiar
- Los modelos no directivos comienzan a introducirse también en las escuelas públicas, a pesar de estar sujetas al currículo que fija el departamento de Enseñanza de la Generalitat
Pau Rodríguez
05/07/2013
En el patio de entrada de la guardería La Xauxa Xica,
Nuria y Luis, educadora ella y padre y musicoterapeuta él, cantan
canciones rodeados de críos. En el interior, un niño lee solo un
cuento, mientras otro, en un rincón, experimenta con unas figuras
geométricas lo que él aún no conoce pero que llama matemáticas. Al otro
lado de La Xauxa, en el patio de recreo, dos niñas se columpian
despreocupadas y sin la supervisión de ningún adulto. Lo que en
cualquier escuela o guardería parecería un desbarajuste, es en cambio el
escenario habitual de una escuela libre -o no directiva, según la
terminología-, como lo es esta guardería de la ciudad metropolitana de
Molins de Rei.
"Normalmente
propongo una actividad, después de observar cuáles son las inquietudes
de los niños, y quien quiere participa y, si hay uno que está de mal
humor y prefiere estar solo, pues ningún problema", explica Nuria, la
educadora de La Xauxa. Esta escoleta, ubicada en
una nave industrial de Molins -compartida con entidades juveniles-, es
una de las 50 que integran la Red de Escuelas Libres de Cataluña (XELL,
en catalán), una plataforma que agrupa proyectos educativos que
compartan la pedagogía no directiva. Es
decir, que el educador no da órdenes, sino que son los niños los que, a
través de sus necesidades -sujetas a su proceso evolutivo- y a través
de la experimentación, aprenden. Y el maestro adopta el papel de
observador y acompañante, "mucho más importantes de lo que parece",
destaca Nuria.
En los últimos años,
han proliferado en Cataluña los proyectos alternativos al sistema
educativo ordinario, asociaciones de padres y madres que se
autoorganizan, con la ayuda de educadores y pedagogos, para crear
espacios educativos libres. En sólo dos años, desde la XELL han
recibido casi un centenar de propuestas por parte de familias que
querían sacar adelante un proyecto de este tipo. ¿Quizás como reacción a
los recortes en las escuelas públicas? "No lo creo, pero seguramente
algo ha tenido que ver la crisis, no económica sino de valores, que
estamos viviendo, y que nos lleva a replantearnos cosas como la
educación que queremos que tengan nuestros hijos, diferente a la que
recibimos nosotros", expresa Ana Sebastian, miembro de la XELL.
Sin embargo, del centenar de proyectos que le constan a la XELL,
algunos no terminan consumándose, y otros son puramente
circunstanciales, ligados al crecimiento de un grupo de niños cuyos
padres optan por este tipo de pedagogía. Es el caso de La Xauxa. "Lo
pusimos en marcha unas familias que ya nos conocíamos de un grupo de
crianza", explica Marta, una de las madres que fundó la escuela, hace
dos años. La mayoría de familias que optan por esta educación es porque
ya en casa utilizan métodos no directivos para subir a sus hijos. Pero
su principal problema llega cuando los críos empiezan a tener edad
escolar, momento en que el departamento de Ensenyament debe reconocer
los proyectos como escuelas, y a menudo no lo hace -aunque no existen
cifras-. Ahora, en La Xauxa la docena de ñiños que la integran tienen
entre dos y seis años.
"No
queríamos una escuela donde se sentaran todos en silencio en la mesa,
donde se les mutilara la creatividad en favor de la memorización",
explica Marta. Esta madre cree que, como los adultos, "los niños
aprenden más cuando lo hacen por voluntad propia, movidos por sus
inquietudes y necesidades". Mientras su hija se columpia en el patio,
Marta fija la mirada en una escalera de mano que le sirve de ejemplo.
"Si un niño quiere subir esta escalera, y no puede, tranquilamente
bajará y lo volverá a intentar otro día, hasta que se sienta cómodo; si
lo forzamos a subir, acabará teniendo miedo, o cayendo, y al final
tardará el doble en subir la escalera. ¿Qué importa cuando aprenda a
subir?". Esto, aplicado a las matemáticas o a la lectura, según Marta,
es una de las esencias de la educación libre.
La educadora Núria y el padre y musicoterapeuta Luis, durante una de sus actividades. /CARMEN SECANELLA |
Más implicación familiar y un educador observador
En la educación libre, cada escuela es un mundo y enriquece su
proyecto de manera diversa, pero si hay algún patrón que se repita en
la mayoría de casos es el papel del educador -o maestro- y el de las
familias . En el caso del educador, adopta un rol "de observador",
explica Sebastián, de la XELL. "Es fundamental que identifique bien las
necesidades e inquietudes de los niños, porque luego los debe
presentar actividades que quieran hacer y a través de las cuales los
niños y niñas aprendan", detalla.
"Si el ambiente está bien preparado y con estímulos, el niño
experimenta y aprende casi sin ayuda", apunta Nuria, "sólo es necesario
que lo orientes". En La Xauxa, como la mayoría de estas escuelas, el
reparto y carácter de los espacios es fundamental. "El espacio de
concetración está lleno de objetos de estimulación a través del tacto,
de material Montessori -que introduce a las matemáticas a través del
experimento-, de juego simbólico...", enumera Marta. "Pasar de lo
concreto a lo abstracto es mucho más sencillo que al revés", observa la
Nuria, en contraposición a lo que hacen en las escuelas ordinarias.
El otro patrón que se repite es el que cumplen las familias, parte
indisociable y activa de la escuela. La Xauxa, de hecho, funciona de
manera asamblearia, y aunque en la comisión pedagógica quien lleva la
voz cantante es la educadora, en la de logística, por ejemplo, son los
padres y madres los que se organizan para fijar el techo o colgar una
nueva estantería. Pero el rol más importante de las familias "es el de
acompañamiento", tal como explica Sebastián, para concretar que en la
mayoría de escuelas libres un padre o madre acompaña al educador a
diario.
En La Xauxa, uno de los padres que suele acompañar es Luis, musicoterapeuta, que aprovecha siempre para preparar con Nuria actividades musicales. Ahora, sin embargo, en la escoleta se
plantean rebajar la presencia familiar en el día a día, porque han
observado que, a veces, esto descoloca al hijo del acompañante de
turno.
Son muy importantes los espacios. En esta imagen, el de concentración. CARMEN SECANELLA |
Primeras experiencias en la escuela pública
En el sistema educativo público empieza a haber algunas experiencias
de educación libre -o que podrían entrar dentro del amplio abanico que
abarca este concepto-. De momento hay cuatro, se llaman "escuelas
vivas", todas son de nueva creación -con cuatro años de existencia como
máximo-, y una de ellas es la escuela Encants, del barrio de Sant
Martí de Barcelona.
Estos casos son
particulares porque están sujetos al currículo que fija el departamento
de Enseñanza, que de momento Agnès Barba, la directora de los Encants,
asegura que cumplen. "De hecho, estamos de acuerdo con el currículo,
pero no con la forma de enseñarlo; ¡no nos importa lo qué si no el
cómo!", destaca Barba. Su proyecto, "en continua reflexión y
replanteamiento a medida que avanzan los cursos", apunta la directora,
sigue los criterios de no directividad. Pero con matices propios. En
su caso, leen mucho a los alumnos, y fomentan, desde edades tempranas,
"el aprendizaje a través del diálogo entre los niños, orientado por el
educador, pero basado en las experiencias que intercambian los alumnos y
en los intereses que surgen de la conversación".
Lo que no se sabe aún es si el proyecto de Encants pasará las pruebas
de evaluación del departamento, porque las primeras se hacen en segundo
de primaria, y la escuela, como es nueva, sólo llega por el momento a
primero.
A diferencia de las
escuelas libres privadas, Encants tiene el reto de estar sometida a
condicionantes como las ratios o a una parte de los docentes que no
habituados a la metodología. Eso sí, lo que permite Encants es poner al
alcance de todos esta pedagogía, ya que en el resto de escuelas
libres, al ser asociaciones, son los padres quienes las mantienen a
través de sus cuotas. La Xauca, por ejemplo, cuesta 170 euros al mes.
En la puerta de la escuela Encants, justo la semana que terminaba el
curso, un grupo de madres defendía sin temor el modelo de escuela donde
van sus hijos. "¿Qué recuerdo haber aprendido durante mi paso por la
escuela? Nada. En cambio, mi hijo vuelve cada día en casa entusiasmado
con lo que hace", sentencian.
Tomado de El Diario
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