lunes, 1 de abril de 2013

Internet no puede entregar liderazgo ni organización que sustente la acción política ni tampoco una estrategia para la toma del poder

LOS REVOLUCIONARIOS DE INTERNET




Por: Carlos Ilich


Hoy prácticamente Internet ha pasado a ser parte de la vida de la gran mayoría de los chilenos. El común de las personas pasa prácticamente horas frente al computador: niños, jóvenes, trabajadores, dueñas de casa, etc. Mirando video juegos, noticias de espectáculos, pornografía, artículos de consumo, noticias, etc. Todo esto lo hacen aislados de otros ciudadanos y de compañeros de trabajo. Muchos muestran aspectos totalmente falsos de sus personas con el objetivo de estafar o de establecer algún tipo de relación.

Si bien Internet ha tenido alguna relevancia en el ámbito de relaciones sociales, la alienación que ha producido en el común de las personas los ha llevado a perder la calidad de la relación social que existía antes de que surgiera esta tecnología informática y no se dan cuenta de que Internet en el plano político tiene una relación dual.

Por un lado, los sectores políticos y políticos sociales han centrado gran parte de sus comunicaciones: denuncias y movilización del movimiento popular. Por otro, ha facilitado la transferencia de capitales especialmente de los bancos como también ha beneficiado la globalización imperialista.

Debemos considerar siempre que Internet no surgió para que las masas se educaran y tuvieran mayor conocimiento, sino que surge debido a la necesidad y a las exigencias de las grandes corporaciones financieras del mundo para poder movilizar de un país a otro, de una transnacional a otra, millones y millones de dólares, sobretodo especulativos, solamente presionando una tecla.

Hoy Internet está al alcance de las masas, en primer lugar, con un uso comercial y, luego, se expandió al ámbito social y político convirtiéndose en un medio de información y denuncia de la explotación de los trabajadores, la miseria en que viven los pueblos, el saqueo de los países y pueblos del mundo por los países imperialistas. También impulsó las mentiras sobre las guerras entre los países imperialistas y los países que no se subordinan a sus intereses. En Internet se expresa también la “lucha de clases“: movimientos sociales, partidos políticos, revolucionarios, ecologistas, etc. puedan informar al mundo sobre sus luchas. No se puede desconocer que Internet ha tenido éxito en difundir y movilizar en pos de las protestas y luchas de los pueblos del mundo.

Sin embargo, por mucho que se difunda y movilice, Internet no ha llevado y no llevará tampoco a ninguna revolución. Se puede informar, denunciar, realizar foros, debates, movilizar etc., pero Internet no puede entregar liderazgo ni organización que sustente la acción política ni tampoco una estrategia para la toma del poder.

La ilusión de dirigentes sociales y políticos que piensan que la acción política por intermedio de Internet reemplaza la necesidad de un partido político disciplinado es falsa. Internet puede facilitar un movimiento pero sólo la oposición política concreta de un partido revolucionario puede dar la dirección táctica y estratégica en pos de luchas exitosas.

La oposición político-social está definida por la acción real: manifestarse en las calles, poblaciones liceos, universidades, en las fabricas, etc.

Expresarse en reuniones públicas formular ideas, proponer planes, estrategias, dirigir, orientar, resolver problemas, trabajar organizado y de manera disciplinada define a un militante revolucionario.

Al contrario, meramente sentarse frente a una computadora aislado enviando frases y manifiestos define a un militante de computadora, es una forma de seudomilitancia que aísla de las acciones políticas concretas reales. Es un solo acto verbal, un activismo que no tiene consecuencias.

Las comunicaciones por Internet se vuelven un acto político cuando están ligadas de forma orgánica por intermedio de militantes en los movimientos sociales y políticos que desafían el poder imperante y que necesariamente involucra riesgos para el militante revolucionario.

El militante revolucionario se sustenta en un compromiso político con un proyecto de sociedad.

Los militantes de computadora o virtuales no arriesgan nada y no logran nada: la revolución está solo en sus cabezas


Tomado de Seremos más




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