Virgilio Decán era un visionario. También era un caballero, un hombre gentil de otra época. En varias ocasiones almorcé con él por invitación de un amigo de ambos: el poeta Luis Pastori. Don Virgilio era culto y decente. Su hija Ivanova me honra con su amistad.
Ivanova y su padre Virgilio Decán, 1975. |
Soy un hípico. Me emocionaba escuchar a don Virgilio Decán, Aly Khan, cuando narraba las carreras de caballos. Porque solo él podía mirar a un caballo que venía de último y decir que estaba comenzando a volar. Casi siempre ganaba ese caballo que la voz de Aly Khan anunciaba como una posible sorpresa con apenas expresar “Allá viene…”.
Creo que los caballos fueron similares a los dioses y les quedó cierto misterio alentador en todo lo que hacen. Espero que don Virgilio esté con ellos, en un prado sin fin, mirándolos correr. Porque toda su vida la empleó en reconocer el valor y la belleza de ese animal que puede ser símbolo de cualquier civilización. Está en el ajedrez, está en la ruta de la seda, acercó aldeas y países. Y es completamente histórico.
Héctor Alonzo López y Aly Khan. Imagen tomada de Locutores y Emisoras de Venezuela. |
Un día, don Virgilio me dijo esto: “Cada quién tiene un caballo. La esperanza es como un caballo. Lo importante es tenerla y cuidarla. No importa si llega a la meta. Su poderío y su belleza deberían ser suficientes para hacernos sentir bien”.
José Pulido.
Entrevista a Virgilio Decán (Aly Khan) - Programa "Sin Censura" (I Parte)
José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne |
Me estoy enterando por acá de su biografía. Pero quisiera contribuir con algo por aquí:
ResponderEliminarhttps://tigrero-literario.blogspot.com/2020/09/el-narrador-de-caballos-cronica-relato.html