Avenida Bolívar norte. Años 80 |
BAUHAREKE :
Por una ciudad humana y con un desarrollo sustentable
La ciudad es un ente definido por algunos autores como una concentración urbana formada por un conjunto de edificios públicos y privados, divididos o comunicados entre sí por calles, plazas y parques, y habitado por un gran número de personas dedicadas a las mas variadas actividades económicas; no dependiendo su alimentación del territorio habitado. Sociológicamente hablando la ciudad es el fruto de una civilización con un alto grado de complejidad que le permita desarrollar una organización que le provea de un equilibrio y una economía que permita su existencia en un largo periodo de tiempo.
Las ciudades son entes cambiantes muy similares a los seres vivos, ya que nacen, crecen, son capaces de reproducirse y finalmente mueren; aunque a diferencia de los seres vivos las ciudades en ciertas ocasiones son capaces de volver a la vida.
Todo lo anterior nos sirve de abreboca para entrar en el área que realmente nos interesa que no es más que las ciudades de este país, haciendo especial énfasis en la ciudad de Valencia.
La Peregrina frente al actual rectorado de UC. Años 50. |
Dentro del lenguaje de tipo político promedio, tanto en una república anterior como en la actual, es común el uso de la palabra crecimiento dentro de los más variados contextos. No nos parece adecuado su uso cuando se refieren a las ciudades, estas no deben únicamente crecer si no desarrollarse, porque aunque muchas veces estos términos son utilizados indistintamente no significan lo mismo. El crecimiento lo entendemos como un proceso de acumulación paulatina de elementos que hacen más grande una estructura pero sin mantener o aumentar la eficiencia del conjunto; mientras que el desarrollo es un proceso paulatino de aumento de la complejidad de las relaciones que se dan entre los nuevos elementos que surgen para paliar nuevas necesidades de una manera eficiente. Esto implica que puede haber y de hecho es lo que ha sucedido en este país, se ha dado un crecimiento sin desarrollo.
Avenida Bolívar norte cerca del rectorado de la UC. Años 60 |
Cuando observamos una fotografía aérea podemos apreciar a la ciudad como un tapiz, un tejido, un hilvanado de elementos varios que busca ser un todo armónico. Particularmente creemos que el tejido urbano de una ciudad debe ser policéntrico, es decir debe poseer varios núcleos organizados con cierto grado de autonomía de tal manera que se pueda dar una muy variada retroalimentación entre los diversos núcleos a través de diversos ejes físicos de desarrollo que conformarían a esta ciudad ideal. Creemos que debe haber más de un eje físico de desarrollo. En el caso de la ciudad de Valencia esta no el norte ni el sur, ni el este ni el oeste: es un todo orgánico y la totalidad de esos ejes físicos deben estar supeditados a un único eje crítico que contemple las variables ecológicas, estéticas, funcionales, económicas y sociales que puede hacer única a esta ciudad.
La ciudad debe recuperar, preservar y crear espacios donde la naturaleza pueda oxigenar una grisácea concepción de desarrollo, olvidando la idea de que estos espacios, son meros elementos decorativos sino coprotagonistas en esa peculiar danza que es la rueda de la vida. Todo esto por supuesto resguardado por su respectivo marco jurídico para evitar caer en el mal de la discrecionalidad de los funcionarios de turno.
Valencia. Fotografía de Yuri Valecillo. |
El municipio como ente administrativo está en la obligación de poseer un concejo urbanístico que pueda regimentar el desarrollo individual de proyectos arquitectónicos, de forma tal que esos desarrollos se puedan imbricar en una concepción de ciudad que aún está por pensarse; en donde la individualidad creativa del arquitecto se integre a la concepción de desarrollos sustentables, a las características climáticas y las corrientes estilísticas ancestrales, permitiendo así la creación de un ente que amalgame la funcionalidad, la economía de recursos, la ecología y la estética sin que alguna de ellas esté menoscabada, sin embargo no debemos únicamente buscar esto, se debe promover una mutación en la estructura mental en los habitantes de ésta ciudad que paulatinamente los lleve a convertirse en ciudadanos a carta cabal. Valencia, durante la gestión del finado alcalde Paco Cabrera (fue alcalde desde su 1995 hasta el año 2008), se preciaba de ser la ciudad espejo de Venezuela y la comparábamos en ese momento con con el aspecto que tenía en gestiones anteriores a la de Cabrera, podríamos haber dicho que si lo fue.
En la Valencia del 2023 se pueden apreciar las ingentes cantidades de desperdicios en las calles al caer la noche a pesar de la política efectista de la vampírica gobernación y alcaldía actuales de habilitar grandes cuadrillas de limpieza que funcionan también como vallas promocionales vivientes. Para mantener una ciudad limpia no debemos dedicarnos últimamente a recoger la basura que arrojan los transeúntes como única estrategia. Para tener una ciudad verdaderamente limpia tenemos que poseer una ciudadanía, y una administración pública, que haya internalizado los conceptos de desarrollo sustentable y pertenencia a la ciudad. El día que esto suceda tendremos una ciudadanía con mentes limpias, que repercutirán de una manera positiva en los entornos públicos y privados de esta ciudad. Aún nos falta nombrar la cualidad que con mas ansia queremos que posea esta ciudad: la amabilidad, si queremos una ciudad amable se debe promover una campaña educativa que permee todos los estratos socioeconómicos de Valencia que favorezca la empatía, la solidaridad, el trabajo en equipo y la participación ciudadana todo en aras de un único objetivo que no es más que el de tener una ciudad con rostro humano.
Richard Montenegro
Valencia. Fotografía de Yuri Valecillo. |
Chévere. Qué tal si Montenegro nos da el privilegio de publicar uno de esos cuentos en este blog
ResponderEliminarBuenos días, Alí Reyes. Envía el material al buzón grupolipo@gmail.com. Será revisado por el grupo y se decidirá si es publicado o no. Hay una larga fila de material enviado y por publicar, Así que hay tener mucha paciencia.
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