¿Fue un sueño? ¿Acaso mi imaginación infantil creo una maravillosa
ilusión, a partir de imágenes inconexas pero fascinantes? ¿Tal vez el paso de
tiempo la deformó, magnificándola? Creo que no. Corría 1977. Tendría, pues,
once años. Tumbado en el sofá después de comer, seguramente con un tebeo entre
las manos y la televisión de fondo, el dulce sopor de un día aún cálido me
amodorraba. Me incorporé de pronto. En la pantalla en blanco y negro se
dibujaba una imagen extraordinaria: globos, en forma de naves espaciales,
sobrevolaban la ciudad de San Sebastián.
Se trataba de una crónica de su festival de cine anual, pero aquello de
lo que estaban hablando se apartaba por completo de lo común: ¡La Guerra de
las Galaxias! ¿Acaso algo con título semejante podía dejar de fascinarme? Y
su sorprendente campaña publicitaria, para acompañar al estreno, no tenía
paralelo con nada visto con anterioridad. Aquello no era una película, era un
acontecimiento. A continuación ahondaron en mi asombro con unos minutos de su
metraje, con Luke Skywalker –todavía no sabía que se llamaba así–, al mando de
un cañón láser disparando a cazas TIE, mientras el Halcón Milenario se evadía
de sus ataques. Si no morí aquel día, ninguna emoción podrá acabar conmigo.
Ese día redefinió la vida de un montón de chavales de mi generación,
que habríamos acabado siendo algo por completo distintos sin la película de
George Lucas. No sé si mejores o peores; diferentes seguro. Espera de semanas,
meses, en una época en la que los estrenos de películas, fuera de las capitales
de provincia, se demoraban de un modo enloquecedor; lectura de la adaptación al
cómic, de la novelización; compra de cromos, una de las pocas colecciones que
logré completar, junto a la de Mazinger Z. Hasta colas para ver
imitaciones baratas como Buck Rogers o Galáctica. La chiquillería
de los setenta, que nos habíamos criado con reposiciones de Tarzán y John
Wayne, con Rin Tin Tin, Bonanza y El Virginiano,
cruzábamos el umbral hacia una nueva dimensión de placeres imaginativos. Nos
convertimos en frikis avant-la-lettre. La corrupción del inocente hecha
realidad, pero a nadie se le ha ocurrido interponer una demanda.
Nunca una víctima se sintió tan satisfecha de entregarse sin
condiciones a su verdugo.
http://armandoboix.netii.net/
*******
STAR WARS: UN AJUSTE DE CUENTAS DESDE LA VENERACIÓN
Recuerdo
claramente mi primer contacto con La
Guerra de las Galaxias; mirando la
televisión (cuando sólo había dos canales) hablaban de una película que estaba
arrasando en los EE.UU. y mostraronla escena del Halcon Milenario abandonandoTatooine
mientras unos soldados imperiales observan como la nave se aleja hacia el
espacio, desde aquel momento quedé rendido a su magia… y aún lo sigo estando a
día de hoy.
El
Halcón Milenario despegando de Tatooine. Mínuto 1:25 a 1:30
La Guerra de las Galaxias (StarWars, 1977, George Lucas)
revolucionó el cine completamente, introdujo una nueva forma de promocionar los
estrenos, a lo grande: un gran presupuesto de promoción, gran variedad y
calidad de material publicitario. Varió completamente el cine fantástico de
entretenimiento (básicamente el de ciencia ficción) dignificándolo: grandes
presupuestos que permitieron unos efectos especiales como nunca se habían hecho,
por ejemplo el control de velocidad de la cámara que permitía rodar las naves
espaciales con un realismo nunca antes logrado. El diseño de producción es
magistral, 38 años después sigue luciendo como el primer día. Siendo honestos,
Stanley Kubrick en 1968 estrenó su 2001:
Una odisea del espacio (2001: A
Space Odyssey) con unos tremendos efectos especiales y un cuidadísimo diseño
de producción. Pero su guion es profundo y difícil, además la autoridad censora
de los EE.UU. le otorgó la clasificación: Apta para mayores de 13 años, lo que
alejó a las familias de las salas donde se proyectó. Esta fue la imagen del
futuro en el imaginario colectivo hasta que llegó Blade Runner conocida en Venezuela como El cazador implacable (Blade Runner, Ridley Scott, 1982), pero
esa es otra historia que merece ser contada en otro momento.
Elenco original de Star Wars |
La Guerra de las Galaxias
definió el futuro en colores blancos, negros y gris marengo, con superficies de
metal y vinilo, limpio… y totalitario.
Sin duda, George Lucas desarrollo su visión del futuro limpio, blanco y
pesimista en su primera película THX 1138 (1971). Afortunadamente en
La Guerra de las Galaxias, el
resquicio de esperanza sale victorioso, cosa que no ocurre en su primera
película. La Rebelión es más sucia, más desordenada, pero más digna que el
Imperio y con unos colores un poco más cálidos,que acaban triunfando sobre el
aburrido cromatismo imperial.
Las naves
espaciales nunca volvieron a ser iguales (al menos durante 22 años), se
acabaron las naves cromadas, fusiformes y lisas. En La Guerra de las Galaxias, las naves son tan grandes, como el
atrevimiento del traductor que engrandeció el conflicto bélico entre estrellas de
Lucas a un magnifico conflicto galáctico, con millares de estrellas
enfrentadas… y para surcar esas distancias galácticas son necesarias naves
gigantes. Naves creadas en el espacio para viajar por el espacio y nunca
aterrizar en planeta alguno. Las naves ganaron millones de detallitos y
resquicios, siendo el epítome del detallismo la Estrella de la Muerte, una
ciudad de acero, llena de estructuras en su superficie.
De nuevo las naves
imperiales están impolutas, recién salidas de fábrica. Mientras que las naves
rebeldes están sucias, con “oxido espacial”, los cazas rebeldes están
desconchados y abollados… pero son superiores a los imperiales (¿quizás por
poseer una unidad R2 de copiloto?): el caza X-Wing, el que pilota Luke Skywalker
(interpretado por Mark Hamill
con 22 años), es muy superior al Tie Figther imperial. Darth Vader
(interpretado por David Prowse y con la voz de James Earl Jones que
en el doblaje español fue la de Constantino Romero)
y en el doblaje latino fue la de Carlos Petrel) pilota
un Tie Advanced, que resultó ser un prototipo pues no volvió a aparecer en las
siguientes películas. El caza bombardero rebelde, el Y-Wing es más potente y
robusto que… que ninguno: ya que el primer cazabombardero imperial, el
Tie Bomber, aparece en la segunda película.
Aunque
en aquel invierno de 1977 sólo tenía 9 años, nunca había visto nada parecido,
nada tan real, ni tan alucinante. Ayudaba que en casa la tele era en blanco y
negro, y que nunca íbamos al cine. Conseguí que mis padres aceptaran llevarnos,
a mi hermana y a mí… cuando la película llegara a Granollers. Barcelona está a
27 kilómetros de Granollers, pero en términos de estrenos de cine, podían pasar
meses y meses en llegar.
El argumento, el
guion, de La Guerra de las Galaxias
no es nada del otro mundo. Es un Opera Space; aventura espaciales sin ningún
respeto por la física ¿Cazas maniobrando en el espacio?... lo más parecido que
veremos jamás en la realidad ya lo mostró Kubrick, ese mágico rendezvous de la
nave y la estación espacial. La Guerra de
las Galaxias es un arquetípico viaje iniciático del joven protagonista
repleto de clichés y lugares comunes del género de aventuras. Es difícil
encontrar algún crítico cinematográfico que habiendo reseñado la película, no
se haya afanado por encontrar docenas de influencias, plagios, homenajes y
demás débitos. Todo es cierto, sin duda, pero George acertó; estuvo en el lugar
correcto y en el momento adecuado, demostrando su gran visión comercial al
acordar con Fox, la productora de la película, que él se quedaba con los derechos
del merchandaising de la película: muñequitos, posters, camisetas…
De estas
influencias que los miles de críticos han señalado, el mismo Lucas ha
reconocido que es deudor de las películas bélicas de combates aéreos de los
años cincuenta, y que determinaron el montaje de las escenas de combate de naves: The Dam Busters (Michael Anderson,
1955) en el ataque a la Estrella de la Muerte.
Comparativa de escenas del ataque a la Estrella de la Muerte y The Dam Busters
No puedo por menos que
comentar el homenaje a los artesanos del Stop Motion, donde destaca Ray Harryhausen, que es la partida de “ajedrez holográfico de monstruos” entre Chebwacca (interpretado
por Peter Mayhew)
y R2D2 (interpretado por Kenny Baker). Técnica que se usó en la segunda película de
la saga para mostrar a Solo y a Luke cabalgando a lomos de sus tauntaun en el helado
planeta Hoth.
La
partida de ajedrez que homenajea a Ray Harryhausen
Sin embargo, la
película consigue que los jóvenes espectadores se identifiquen con Luke, que
pasa de jugar con sus navecitas a rescatar a una princesa y salvar a la Galaxia,
siendo condecorado por ello. Dicho sea de paso la ceremonia es un poco cutre e
infantil. En la realidad los condecorados no portan armas en la ceremonia. Pero
claro Luke y Han Solo (interpreta do
por Harrison Ford con 35 años, que ya había trabajado con Lucas en American
Graffiti (George Lucas, 1973)), no dejan de ser pistoleros del espacio y La Guerra de las Galaxias un wéstern
espacial. Nótese la secuencia en la que Luke disfrazado de soldado imperial
libera a la Princesa Leia Organa (interpretada por Carrie Fisher de
21 años) , que lo recibe en una pose que quiere ser provocativa pero a la vez compatible
con la clasificación de apta para todos los públicos. Pose, que aunque extraña
para una prisionera condenada a muerte, no deja de tener su impacto en el
atolondrado Luke. Pero lo que realmente nos hubiera gustado es ser como Han
Solo: un tipo seguro de sí mismo, sin preocupaciones más allá de salvar el
pellejo (todo lo contrario que Luke, que se echa la Rebelión completa a sus
espaldas), libre, simpático y cara dura… más aún cuando la segunda película: El imperio Contraataca (Star Wars: Episode V – The Empire Strikes Back,
Irvin Kershner, 1980) acaba de definir completamente el personaje: un
sinvergüenza sin duda, pero leal, que ha seducido a la Princesa.
George Lucas miente
cuando dice que su guion era mucho más grande y que solo se grabó una parte, y que
el resto permitió crear las otras dos películas de la trilogía original. Hay
suficientes evidencias, hay suficientes detalles que demuestran que no hay
unidad argumental entre las tres películas. Justo lo contrario del exquisito
trabajo de guión que realiza Robert Zemeckis para la segunda parte de su
Regreso al Futuro: Regreso al futuro II (Back to the Future Part II, Robert
Zemeckis, 1989).
Mientras
llegaba el tan ansiado estreno completé dos colecciones sobre La Guerra de las Galaxias que más que
calmar, acrecentaban el ansia por verla de una vez. Yo sólo había hecho
colecciones de cromos que venían en pastelitos o yogures. La Guerra de las Galaxias fue mi primera colección “de pago” (sólo
hice otra más “de pago”: Mazinger Z). Cada sobre con cinco cromos costaba 2
pesetas.
La
colección la editó Pancosa y fue un éxito tremendo, en la hora de recreo, en el
patio del colegio se formaban corrillos de niños intercambiando cromos. Yo conseguí
acabarla, incluso guardé algún sobre vacio, pero el tiempo pasa y crecí, y
también creció mi estupidez; tras una docena de años di permiso a mi madre,
para que tirara el álbum a la basura. Curiosamente mi madre, que nunca tira
nada… aún hoy me arrepiento.
La
otra colección que hice fue de 4 pósters sobre La Guerra de las Galaxias. Para obtener una de las láminas había
que reunir 10 tapones (creo que recordar que eran 10) de botellas de Coca Cola
de 1 litro (no había un formato mayor en aquel tiempo). Llevabas los tapones a
la tienda donde comprabas las Coca-colas y podías elegir entre una de las cuatro
láminas. Tuve los cuatro posters mucho tiempo colgados en mi habitación, una
excepción a mi costumbre, pues no era niño de colgar deportistas, cantantes o
películas. En otros lugares estas láminas las promocionó Burger King, en
aquellos tiempos no habían desembarcado en Granollers ninguna de las cadenas de
hamburgesas norteamericanas… y lo que tardaron en hacerlo.
Los Jedi son poco más que unos magos de perfil bajo.
A pesar de haber
sido los guardianes más que visibles (incluso un pelín prepotentes) de la
república por más de 1.000 generaciones como se nos cuenta en La amenaza Fantasma [la primera de la segunda trilogía: La
guerra de las galaxias: Episodio I – La amenaza fantasma (Star Wars: Episode I The Phantom Menace,
George Lucas, 1.999)], Luke no sabe nada de los Jedi hasta que Obi-Wan Kenobi
(interpretado por el veterano y afamado actor inglés Alec Guinness)
le comienza a explicar… eso sí, Luke conoce
la existencia de la Rebelión que lucha por restaurar la República y sabe
manejar un caza de combate X-Wing, conoce los protocolos de comunicación de los
grupos de combate rebeldes e incluso lo ascienden a jefe de grupo… sin una sola
hora de vuelo y ¡Con 10 minutos de explicaciones! Quizás no debe sorprendernos
tanto, pues en medio del rescate de la princesa Leia, Luke es capaz de
convencer a todo un contrabandistade gatillo fácil como Han Solo. Los que vimos
la película en el cine sabemos que Han Solo disparó primero matando a Greedom,
por lo que este no llega a disparar en la cantina de MosEisley... cuestión que
posteriormente, los productores intentaron ocultar.
Han Solo disparó primero
El experimentado
contrabandista que es Han Solo, se deja convencer por el granjero paleto que es
Luke prometiéndole oro y más oro ¿Quién va a dárselo? y ¿Por qué? Hazañas que
más deben sorprendernos al comprobar su edad… recordemos que mientras C3PO (interpretado por Anthony Daniels) se baña en
aceite, Luke juega con una nave de juguete (una lanzadera Clase-Lambda) dando
las consabidas pasadas de derecha a izquierda y de izquierda a derecha,
mientras sueña pilotarla.
Luke
jugando con su Lanzadera de juguete |
Tanto Obi-Wan como
Vader son mandos intermedios. Leia le recuerda a Obi-Wan que sirvió bajo las órdenes
de su padre, que no era Jedi como nos mostraron en la última película de la
saga: La guerra de las galaxias: Episodio
III –La venganza de los Sith (Star Wars: Episode III Revenge of the Sith,
George Lucas, 2.005). Pero lo más sangrante es lo de Vader. No sólo es el
esbirro de Moff Tarkin
(interpretado por el gran Peter Cushing) que constantemente le da órdenes y Vader se le reporta
continuamente. De hecho Leia cuando es hecha prisionera llega a decir:
“… Gobernador
Tarkin. Debí figurarme que sujetaba la correa de su perro Vader. …”
Hamill y Cushing |
En la reunión de la plana mayor de la Estrella de la Muerte, Vader no tiene asiento propio, debiendo permanecer de pie. Lo que sugiere que Vader es una suerte de comandante de las fuerzas de operaciones especiales imperiales o una suerte de SS en el ejército nazi de la segunda guerra mundial. El emperador ni es nombrado… aunque si hay Imperio suele haber emperador, excepto en el Imperio británico que nunca pasaron de tener reyes. Lo peor es que Darth Vader es derribado por el Halcon Milenario… cosa difícilmente explicable para el piloto excepcional en que se acabará convirtiendo en la posterior saga (pero previa en la cronología interna de la saga, por lo que ya lo era cuando es abatido por Solo), pero lo más doloroso es que queda abandonado a su suerte, en un final abierto poco digno para él. Afortunadamente en la segunda películase perfila definitivamente su personaje como el malo más maloso del cine de aventuras.
El
7 de Noviembre de 1977 se estrenó en España, sólo cinco meses después de su
premiere mundial en el Teatro Chino de Hollywood
El teatro chino de Hollywood el 25 de Mayo de 1977, el día del estreno mundial. |
No
recuerdo cuando llegó a Granollers, pero si recuerdo que la televisión seguía
informando puntualmente de la película, filtrando más escenas, lo que no hacía
más que acrecentar mis ansias por verla.
¿La Fuerza? ¿Qué fuerza?
Lucas creo la
Fuerza como una religión y los Jedi como sus sacerdotes, por eso pone en boca
del Gobernador Tarkin:
“… Los jedis están
extintos y el imperio gobierna la galaxia, tú mi amigo es lo único que queda de
esa antigua religión... “
Existen unos Lejanos* que Obi-Wan dice ver y de los
que Han Solo se mofa. Estos lejanos desaparecieron para nunca volver en el
resto de la Saga (bueno podrían ser los espectros de Yoda, Anakin y Obi-Wan que
se ven al final de la tercera película El retorno del Jedi (Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi,
Richard Marquand, 1983) (ver nota al final del texto). Otra cuestión jamás aclarada es la herejía de Obi-Wan
cometida durante el combate a sable laser con Vader:
“… Si
me matas me convertiré en algo más poderoso de lo que puedas comprender. …”
¿En qué? ¿En un
espectro? ¿Esa es la razón por la que se deja matar? y ¿Qué es eso de que
sucuerpo desaparece? ¿Qué Fuerza es esa? Y cómo es posible que un espectro de
Obi-Wan de ánimos y guie a Luke en el foso de la Estrella de la muerte, que le aliente
a ampliar su formación Jedi (en la segunda entrega)… y que nadie más, en toda
la saga, tenga su ángel de la guarda Jedi.
¿Cómo es posible
que Anakin, siendo un crío, sea viejo para ser adiestrado en la fuerza y Luke,
que es mayor, si pueda serlo?
Vader detecta la Fuerza
en Luke cuando este está en el foso atacando la estrella de la Muerte, pero a
su hermana, Leia, a pesar de que la tortura físicamente y psicológicamente, (destruyendo
delante de sus ojos su planeta, Alderaan) no detecta ningún indicio de fuerza. Sencillo,
Lucas no había decidido todavía que Leia fuera hermana de Luke. Además poseer una
gran Fuerza no implica necesariamente ser hijo de Darth Vader.
La Fuerza aún
estaba muy lejos de ser la Fuerza que gobernó el mundo en las siguientes
entregas… ¿los Sith? Ni estaban, ni se
les esperaba.
El
segundo recuerdo de La Guerra de las Galaxias se produjo un sábado por la
mañana, en ese horario que siete años más tarde ocupó el incomparable programa
infantil semanal La Bola de Cristal (Lola Rico 1984-88). De repente, comienza a sonar las
fanfarrias compuestas por John Williams en estado de gracia y la nave Tantive IV en misión diplomática es
atacada por el destructor imperial sobre el planeta Tatooine
El ataque a la nave de Leia,
así empieza La Guerra de las Galaxias
Con
la ingenuidad que da tener 9 años llegué a pensar que iban a poner la película
entera, comencé a saltar en el sofá y gritar de alegría… pero la alegría dura
poco en casa del pobre. Rápidamente aparecieron en pantalla presentadores que
comenzaron a hablar sobre La Guerra de las Galaxias, pero no a proyectarla.
Tendría que esperar aún un poco más.
La Guerra de las Galaxias es racista y machista.
¿Un soldado imperial negro? |
Un soldado imperial
negro, esa es la primera imagen del tráiler de La Guerra de las Galaxias: EpisiodioVII -El despertar de la fuerza (Star Wars: EpisodeVII – The Force Awakens,
J. J. Abrams, previsto se estreno el 18 de Diciembre 2015), que se lanzó el 28
de Noviembre de 2014. Una forma rápida y efectista de generar un gran impacto
entre las legiones de aficionados al Universo Star Wars. Recordemos que en las
seis entregas de la saga las fuerzas de Imperio están formadas únicamente por: humanos, varones y blancos:
ningún hispano, ningún asiático, ninguna mujer, ningún no humano se embutirá en
las armaduras imperiales, jamás: el sueño de cualquier miembro del Ku Klux Klan.
Primer Trailer oficial, La Guerra de las Galaxias:Epispodio VII - El despertar de la fuerza, estrenado el
28 de Noviembre de 2014
Los productores de
Disney (son los nuevos dueños del universo Star Wars) saben lo que se hacen;
nada más provocador que ver un negro con la armadura de los “marines”
imperiales. El heterodoxo Stormtrooper
imperial del tráiler está interpretado por el británico John Boyega. Para
tranquilidad de los aficionados, el segundo tráiler lanzado el pasado 16 de
Abril de 2015, se encarga de mostrar a John Boyega vestido de civil y huyendo de
fuerzas imperiales que les atacan, junto a la supuesta hija de Luke Skywalker
(interpretada por Daisy Ridley).
Segundo Trailer oficial, La Guerra de las Galaxias: Epispodio VII - El despertar de la fuerza, estrenado el
16 de Abril de 2015
Tampoco es la
primera vez que entre los buenos-rebeldes hay negros, el primero fue
Lando Calrissian (interpretado por Billy Dee Williams) y el más carismático, hasta ahora, fue el maestro Jedi Mace Windu
(interpretado por Samuel L. Jackson).
Más complicado se
hace recordar que La Guerra de las Galaxias (1977)
es una película blanca, machista y sin extraterrestres, bueno casi sin
extraterrestres. Todo los rebeldes son humanos, blancos, y varones… y la
Princesa Leia, eso sí resulta una princesa de armas tomar. No hay más mujeres
en la Rebelión y salvo la tía de Luke, tampoco las hay en la película. Todos
los humanos que aparecen son blancos y los no humanos o son monstruos a los que
exterminar, malvados con los que pelear/negociar (moradores de las arenas/jawas)
o son puro atrezzo en las calles y cantinas de Tatooine y claro está:
Chewbacca, un versión 3.0 del perro de Han Solo.
A finales de los
setentas, en los EE.UU. ya ha desaparecido la segregación legal entre blancos y
negros, eso no significa que estos se mezclen alegremente para divertirse:
bailar, ir al cine, o que no haya segregación de facto económica, laboral o
residencial. En la década de los setentas aparece el fenómeno cinematográfico
de la Blaxpoitation (películas hechas por
negros para público negro) dirigido a un
creciente mercado creado al calor del orgullo racial, que se inicia con el movimiento
político-racial Black Power en la década anterior y
cuyo estandarte más importante y visible (para los blancos) es el boxeador
Mohamed Ali (nacido Cassius Clay).
No es que no
hubiera películas con actores negros, que si las había (donde destacaba Sidney Poitier); películas serias, con
contenido y otras pretenciosas. Cosa distinta eran las películas de puro
entretenimiento y evasión; para toda la familia, donde la aparición de un actor
negro podía ahuyentar a muchas familias blancas por temor a ver una película
seria, sobre los problemas raciales o de violencia y drogas que proliferaban al
calor de la fuerte crisis económica que padecía los EE.UU. y el mundo desde
1973. En España estábamos en plena transición democrática, en 1977 los partidos
políticos y los sindicatos acuerdan los pactos de la Moncloa, para evitar que la inflación que estaba en el 26% anual se
convirtiera en hiperinflación,
cuestión que se consiguió, lo que permitió retrasar, entre otras razones, la
llegada a España de la crisis hasta los ochentas.
La Guerra de las Galaxias fue el
éxito más grande de taquilla visto hasta ese momento. Y todo cambió, los
directivos de FOX decidieron ordeñar el producto con nuevas películas, creando
una saga. Para ello había que suavizar el producto, lijar sus aristas,
contentar a todos los grupos y minorías, introducir nuevos personajes que los
identificasen, como el ya comentado Lando o el Almirante Ackbar
entre los no humanos. Incluso en 1981 se reeditó la primera película, ahora
bajo el nombre de Star Wars: Episode IV -
A New Hope, la posterior
remasterización en 1997 añadió más infografías de efectos especiales, retocó algunas
escenas como la ya comentada de Han Solo “gatillo fácil” en la cantina o añadió
nuevas escenas no incluidas, como la primera aparición de Jabba el Hutt.
Chewbacca es
injustamente discriminado en la ceremonia de las condecoraciones. ¿Acaso no
está junto a Solo en todas y cada una de las acciones intrépidas que éste hace
a favor de la Rebelión? ¿No es el único que sigue a Solo cuando éste empieza a
perseguir a un grupo de soldados imperiales dentro de la Estrella de la Muerte?
¿Es qué no participa del rescate de la Princesa? ¿No es el copiloto del Halcón
Milenario cuando abaten a Vader? ¿Por qué entonces no lo condecoran a él
también? ¿Es despreciado, es segregado por no ser humano?
Carl Sagan hablando de Star Wars con Johnny Carson en The Tonight Show en 1978
En 1997, 20 años despues, en los MTV Movie Awards el wookie Chewbacca finalmente recibió su medalla.
"Por
qué intuyo que hemos adoptado a otra lamentable forma de vida"
En clara alusión Jar Jar Binks un gungan
originario de Naboo. Sorprende ese desprecio hacia una forma de vida
inteligente (por torpe que sea) en un Jedi. Sobre todo si consideramos que
Binks, acabó siendo su guía, su intervención fue más que necesaria para poder
establecer la alianza entre los gungan y los naboo, que luchará en la batalla
de Naboo con el rango de Bombad General
y finalmente alcanzará el rango de Senador de la República… quizás no debe
sorprendernos tanto: Kenobi llegó a maestro Jedi de rebote, es incapaz de
percibir que su discípulo le engaña, no suele cumplir las misiones que se le
encomienda, suele “dejar solo” a su compañero en las peleas con sable laser, se
le olvidará quien es R2D2 a pesar de ser su copiloto de su caza jedi Delta-7B
con el que va al planeta Kamino a investigar la construcción del ejercicio clon
en La Guerra de las Galaxias: EpisiodioII–El ataque de los Clones (Star Wars: Episode II – Attack of the Clones,
Georges Lucas,2.002) y lo más importante no será capaz de matar al Hitler del
futuro...sin duda un personaje sobrevalorado y con un infundado complejo de
superioridad rayando la alienfobia. Incluso algunos han llegado a decir que es
un Sith…
R2D2 es Arturito |
Y
por fin llegó el momento, un sábado por la tarde acudimos al cine Mundial de
Granollers (pero podría haber sido en el cine Majestic perfectamente, es
posible que mi memoria me falle), sólo mi madre y yo, mi hermana fue castigada
por llegar tarde a casa una tarde previa (cosa que no solía hacer) y mi padre
trabajaba. Aún recuerdo la excitación de esperar sentado en el gallinero a que
nos trasladaran a una galaxia muy lejana, hacía mucho tiempo, pero mucho
tiempo: Y por fin la magia dio comienzo… y aún sigue. No puedo escuchar los
acordes iniciales sin que se me alegre el ánimo. Y allí estaré de nuevo, en la
oscuridad del cine, esperando con excitación las fanfarrias que anuncien la VII
entrega de la saga de La Guerra de las Galaxias.
by PacoMan
Nota:
*Una vez publicada la entrada, Rodolfo Martínez, escritor y editor de Sportula amablemente me hizo ver el error que cometía:
"... Esos "lejanos" que aparecen en la primera peli y que luego desaparecen no tienen nada que ver con Lucas.
Son un error de traducción. El original se refiere a "the remote", es decir, el cacharrillo volante a control remoto con el que Luke se está entrenando con la espada de luz.
Es la traducción española la que crea una referencia mística a unos lejanos que no existen. En realidad Luke dice que casi ha podido ver el remoto y Han Solo dice de la fuerza "que valga para un remoto es una cosa, que valga para los vivos, otra muy distinta". ..·
by PacoMan
En 1968 nace. Reside en Málaga desde hace más de tres lustros.
Economista y de vocación docente. En la actualidad, trabaja de Director Técnico.
Aficionado a la Ciencia Ficción desde antes de nacer. Muy de vez en cuando, sube post a su maltratado blog.
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Actualizada el 24/09/2023.
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Carpanta, Curtis Garland y sus amigos desembarcan en la Mercè.
Pregón de Javier Pérez Andújar
STAR WARS: UN AJUSTE DE CUENTAS DESDE LA VENERACIÓN
Actualizada el 01/03/2024
yo también me emociono cada vez que oigo la Rebel Fanfare...son sentimientos, sensaciones.....nada me lo trasmite como Star Wars...¡¡¡¡
ResponderEliminarHola. Luke ya era un experto piloto en Tatooine, lo dice en la cantina cuando contratan a Han Solo. Además, cuando atacan a la Estrella de la Muerte lo han de hacer con todo lo que tienen por lo que reclutan a todo aquel que sepa pilotar algo que vuele (esto sería lo normal siendo un ejercito en circunstancias como lo era el rebelde). Por último, si no recuerdo mal Luke no era el jefe del grupo. Lo que si que recuerdo bien es que era el «rojo cinco». Si es de suponer que el nº 1 es el jefe, pues eso.
ResponderEliminar:-)