martes, 23 de agosto de 2016

La danza llevada en la sangre de Juan Monzón y Valencia Danza Contemporánea



Un fragmento de la obra H2O presentada en el antiguo Ateneo de Valencia , hoy Museo de Arte de Valencia. Fotografía de Sergio Antillano. En la gráfica los bailarines Milagros Bordones y César Arrayago


La Escuela de Danza Contemporánea de Carabobo y la compañía Valencia Danza contemporánea han sido creación de ese ser humano excepcional que es el artista Juan Monzón.


Un acercamiento al público asistente al acto del Martes literario del MUVA. Fotografía de Sergio Antillano.

Hace unos meses conversaba con Laura Nazoa, quien celebraba entusiasmada el otorgamiento del Premio Nacional de Danza 2015 a Monzón, y ella al referirse a él me decía que Juan no sólo le había enseñado lo que ella sabía de danza, sino que él, como amigo, le había proporcionado mucho más que eso, y entendí que su sentimiento correspondía a lo que yo misma pienso sobre el gran Juan Monzón.


Juan Monzón

Venezuela y Carabobo le deben mucho a este ser humano, quien vino niño de las Islas Canarias (nació en Santa Cruz de Tenerife), y a raíz de la gran crisis de España después de la Guerra Civil le tocó emigrar con su familia para ejercer, desde sus once años, gran cantidad de oficios en la lucha por la supervivencia.


Fotografía de Sergio Antillano


Nos ha contado Juan, con detalles no exentos de humor y gran ternura, las muchas cosas que vivió entonces, las necesidades y los apremios que siempre terminan enseñando tanto; nos ha contado también de su maravilloso encuentro con la danza a través del Maestro Grishka Holguin, mexicano pionero de la danza contemporánea en Venezuela, y del proceso posterior que significó bailar con los que han sido los grandes de este arte en Venezuela, como José “El Negro” Ledezma, otro iniciador de gran talento de danza contemporánea en el país, fundador del Taller de Danzas de Caracas en 1974.


Grishka Holguin

Su proceso fue extenso, difícil, aguerrido, hermoso porque había descubierto su gran pasión por este arte y ya no descansaría en su proceso de aprendizaje y realización, sino que también, en su afán pedagógico, ha querido formar gente y lo ha logrado de manera magistral.


Fotografía de Sergio Antillano.


Creo que la ciudad de Valencia, o algunas de sus autoridades, aún no han tomado conciencia de lo que significa tener a Juan Monzón entre nosotros, y lo que ha significado en estas últimas décadas su labor pedagógica en la creación del grupo de Danza Moderna más importante de Carabobo, además de la escuela en qué forma, desde niños, a sus discípulos.


 José “El Negro” Ledezma

Aparte de ello, la noción creativa de Juan, su talento en el diseño coreográfico, ha posibilitado el nacimiento de maravillosos espectáculos, con un mínimo de recursos.


Fotografía de Sergio Antillano.


Su conocimiento de la vida y el arte le han llevado a construir coreografías sobre los temas más difíciles y colocando en el escenario escenas fascinantes.


Fotografía de Sergio Antillano.


Y entre esas relaciones que logra en la investigación del movimiento y la plástica se ha atrevido a involucrar a la literatura. Juan se ve motivado por la música, la escena, el cuerpo, la palabra, el color, la forma, el movimiento, el sonido significativo, y extrae distintos significados que ordena en función de realizar una totalidad armónica, donde entran en concordancia elementos inesperados para producir, a su vez, novedosas circunstancias.



Laura Antillano



Publicado en Ciudad VLC el 13 de agosto de 2016

H2O la obra


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1 comentario:

  1. Excelente como es de esperar de este Blog, donde siempre hay una lectura amena, más no superficial acompañada de un registro acertado de imágenes. Gracias Grupo LI PO

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