viernes, 27 de abril de 2018

UN ADIOS A LEVY ROSELL




Estimados Amigos

Hoy  compartirmos con ustedes el acercamiento que nuestro amigo Eduardo Casanova Sucre hace del director teatral Levy Rossel  fallecido el pasado miércoles 25 de abril de 2018.



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Por Eduardo Casanova

La primera vez que oí hablar de Levy Rosell fue a comienzos de 1968, cuando pasé brevemente por Caracas, luego de casi cuatro años de estadía en Buenos Aires, rumbo a Dinamarca, en donde estaría tres años. Carlota Emilia, mi hermana había visto su obra musical "Vimazoluleka" (palabra creado por él con las primeras 2 letras de los nombres de sus amigos) y le había gustado mucho. 


Por el nombre de pila supuse que debía ser judío y talentoso, luego me enteraría de que era nativo de la ciudad de Coro, descendiente de catalanes y curazoleños, y muy talentoso. Lo conocí personalmente luego de regresar de Copenhague, cuando asumí la Dirección. Civil y Política de la Gobernación del Distrito Federal, que estaba a cargo de la política cultural de la capital. Había sido un eficiente y fiel colaborador de mi antecesor, José Luis Alvarenga, y le pedí que también trabajara conmigo, y por fortuna aceptó. Montó en 13 plazas distintas, durante 13 fines de semana, su obra "Caracas Urgente", y fue una de las bazas importantes del éxito del programa cultural de la Gobernación del Distrito Federal  que llevaba manifestaciones culturales a las zonas más importantes de la capital. Luego se dedicó a montar el estreno de otra obra muy importante, para lo cual puede ofrecerle, en retribución, el apoyo y la colaboración de la Gobernación. No era un colaborador servil o complaciente. Todo lo contrario, era exigente y podía ser hasta duro, pero de una honestidad indiscutible. 

Un joven Levy Rossel


Tal como Luis Morales Bance, Fredy Reina, Gerry Weil, Lilia Vera, Oswaldo Lares y dos o tres más, fue un apoyo fundamental para lograr aquella primavera cultural de Caracas que tuvo lugar en 1974 y 1975, y que sin que nos diéramos mucha cuenta tuvo una gran importancia en el desarrollo cultural del país. Nos hicimos desde entonces buenos amigos y fue una presencia importante en mi familia. El el gobierno del presiden de la república Luis Herrera Campíns lo nombraron Presidente de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte) y más de un político inescrupuloso se aprovechó de su candidez para utilizarlo indebidamente. Por fortuna, en 1974 me tocó ser su sucesor y pude defenderlo de más de un ataque injusto que le podría haber llegado por mampuesto. Seguimos frecuentándonos y ya en este siglo nos reencontramos en la Residencia Caraballeda, cuando Natalia, mi esposa, se convirtió en administradora y Eva, la mamá de Levy, era una de las residentes. El propio Levy se alojó por algún tiempo en el lugar y fue muy grato volver a conversar cotidianamente con él. 

Hace pocos años, en el estreno de mi obra "Chirimoya Flat", otro talentoso e inteligente teatrero, José Tomás Angola, aceptó incluirlo en el elenco cuando así lo pidió Levy, con lo cual se reencontró con el oficio de actor que siempre le fascinó. No voy a hablar de su trabajo teatral, que se defiende por sí solo, ni de los centenares de alumnos que le estarán siempre agradecidos. Me limito a señalar que a pesar de que los monopolizadores de la falsa verdad absoluta quisieron ignorarlo, al final se impuso la verdad verdadera y hoy todo el mundo acepta su importancia en la vida teatral venezolana. En junio de 2017 sufrió un accidente cerebrovascular y desde ese momento careció de las medicinas que le permitiesen sobrevivir, situación que lo llevó a un estado de indefensión imperdonable. Por desgracia la ineptitud y la corrupción chavistas hicieron que su final se precipitara y muriera con apenas 73 años recién cumplidos. Es algo que da tristeza y rabia y que ojalá sirva para precipitar la salida de los delincuentes que hoy se aferran al poder para seguir dañando a Venezuela. Levy cumplió con su parte, ahora nos toca a los demás.



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Eduardo Casanova



Estudió Derecho y Letras en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Nacional de Buenos Aires. En 1963 se estrenó su obra teatral Barrabasalia, escrita en colaboración con Arturo Uslar Braun, en 1975 se estrenó su comedia "El solo de saxofón". Luego, en 1968, recibió su título de abogado. Presidente de la Fundación para las Artes del Distrito Federal (Fundarte), 1984. Director del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), 1984-1987. Premio Guillermo Meneses por su obra narrativa (2000). Presidente del Círculo de Escritores de Venezuela, 1999 y 2001.  


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