martes, 13 de abril de 2021

RETRATO DE UN MAESTRO:“Rafael Vegas/ El gran educador visto por un exalumno”

 



Crónicas del Olvido

RETRATO DE UN MAESTRO

-Alberto Hernández-

1.-

Acabo de terminar de leer este libro, “Rafael Vegas/ El gran educador visto por un exalumno”. Acabo de sentir la falta de pulso en el cuerpo de Rafael Vegas. La falta de aliento en quien forjó tantas almas en este país. Acabo de ver sus párpados cerrados. Pero también constato la calidad humana de quien escribió el libro, de quien trazó el mapa vital de un hombre que muy poca gente conoce y que yo he terminado de admirar y acercar a mis afectos.

Esta es la historia de un ciudadano cuya vida regresa gracias a quien fuera su alumno, su amigo, pero sobre todo es la vida de su padre heredado. 

He leído la biografía de un hombre a través de la vida de otro, de la vida de quien la escribió, de quien la vivió con el protagonista de estas páginas que Eduardo Casanova trazó con toda su memoria, con su alma y –seguramente- con el llanto contenido.

He leído un libro venezolano. El libro de un venezolano para otro venezolano. Este es el libro de un personaje excepcional. Y quien lo ha puesto en mis manos ha sido también, como muchas veces lo ha dicho el mismo Eduardo Casanova, mi amigo y mi maestro en muchas aventuras, en muchas lecturas y en muchos afectos, pero también en darme a conocer a sus amigos, aquellos que aparecen, muchos de ellos, en estas páginas.

Rafael Vegas se jugó la vida muchas veces. Su primera experiencia fue la del “Falke” y luego las que le agregó una enfermedad que lo acompañó por casi toda su existencia. No obstante, hizo de ella un gran remanso para construir: ha sido hasta ahora el mejor Ministro de Educación que ha tenido este país, sin dejar de mencionar a Gustavo Herrera y a Arturo Uslar Pietri, con la diferencia, como apunta Eduardo Casanova, de que el doctor Vegas fue maestro de aula, director de colegio y creador de programas educativos. Larga fue la travesía profesional, vocacional y afectiva de este hombre por el suelo venezolano, sin olvidar que también ejerció como médico en el Hospital Psiquiátrico de Sant Boi de Llobregat en Barcelona, España, en medio de las más terribles condiciones políticas: la violencia del fascismo franquista, razón por la cual tuvo que huir a Francia para salvar su vida y la de su familia. 

El tránsito de Rafael Vegas ha sido resumido por Eduardo con el esfuerzo de quien ya ha escrito otra biografía, la de Vicente Gerbasi, experiencia que lo condujo exitosamente a perfilar a un personaje que lo tocó tan cercanamente. Fue su tutor, por lo que me atrevería a decir que también está la biografía de Eduardo Casanova en estas páginas que acabo de leer con la misma tensión con que se lee una novela. 

2.-

El doctor Rafael Vegas dejó para la posteridad una larga lista de obras a su país. Obras que no han tenido mucho eco en cronistas e historiadores. Nuestro personaje fue el creador de la Ley de Escalafón del Ministerio de Educación, así como de la Sociedad de Mutuo Auxilio para los Educadores, del Servicio Médico-Asistencial para los Maestros. También fue el creador de las unidades de preescolar en Venezuela, de la educación mixta en escuelas y liceos y del bachillerato en dos ciclos. Para ejecutar esta idea contó con la participación de educadores como Luis Beltrán Prieto Figueroa, Humberto García Arocha, Rafael Pizani, Juan Francisco Reyes Baena, J.M. Siso Martínez, quienes pusieron todo su empeño para instituir la Comisión Técnica Especial Revisora del Pensum y Programas Escolares. Logró que el estado adquiriera los terrenos de la Hacienda Ibarra para la construcción de la Ciudad Universitaria. Fue uno de los promotores de la “Asociación Venezolana de Mujeres”, de la “Casa de Orientación de Menores”, de la “Casa Pre y Post Natal María Teresa Toro”. Organizó el Gabinete Psico-Pedagógico del Colegio Santa María, al lado de Lola Fuenmayor. Fue presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría. Fundó el Sanatorio Altamira.

Pero su obra mayor, a la que le dedicó todo su esfuerzo, todo su vigor, toda su alma, fue el Colegio Santiago de León de Caracas, una de las mejores instituciones escolares de la historia pedagógica venezolana. Se dedicó a tiempo completo a esta labor hasta sus últimos días. Hasta que el Mal de Chagas lo venció luego de una larguísima lucha contra esa enfermedad. 

3.-

Acabo de leer dos vidas. Acabo de pasearme por una Venezuela casi borrosa, lejana para quienes hoy nos vemos sometidos por la incuria, la desmemoria y una pobreza espiritual y afectiva muy dolorosa. Acabo de pasearme por la respiración de un hombre que fue dibujado por la mano de quien fue un niño a su lado y creció sin dejarlo de sentir siempre a su lado. Eduardo Casanova acaba de entregarse en este libro con el último aliento de quien fuera su padre, el padre escogido, el padre genio que seguirá existiendo mientras existan estas hojas escritas por quien lo supo revelar con toda su carga de emociones.

Acabo de leer la vida de un maestro. Eduardo Casanova fue el niño que nos lo hizo ver con emoción agradecida. 

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Eduardo Casanova




Estudió Derecho y Letras en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Nacional de Buenos Aires. En 1963 se estrenó su obra teatral Barrabasalia, escrita en colaboración con Arturo Uslar Braun, en 1975 se estrenó su comedia "El solo de saxofón". Luego, en 1968, recibió su título de abogado. Presidente de la Fundación para las Artes del Distrito Federal (Fundarte), 1984. Director del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), 1984-1987. Premio Guillermo Meneses por su obra narrativa (2000). Presidente del Círculo de Escritores de Venezuela, 1999 y 2001.  


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Alberto Hernández. Fotografía de Alberto H. Cobo.


Alberto Hernández, es poeta, narrador y periodista, Fue secretario de redacción del diario El Periodiquito. Es egresado del Pedagógico de Maracay con estudios de postgrado de Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar. Es fundador de la revista literaria Umbra y colabora además en revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Ha publicado un importante número de poemarios: La mofa del musgo (1980), Última instancia (1985) ; Párpado de insolación (1989),  Ojos de afuera (1989) ganadora del 1r Premio del II Concurso Literario Ipasme; Nortes ( 1991), ; Intentos y el exilio(1996), libro ganador del Premio II Bienal Nueva Esparta; Bestias de superficie (1998) premio de Poesía del Ateneo de El Tigre y diario Antorcha 1992 y traducido al idioma árabe por Abdul Zagbour en 2005; Poética del desatino (2001); En boca ajena. Antología poética 1980-2001 (México, 2001);Tierra de la que soy, Universidad de Nueva York (2002). Nortes/ Norths (Universidad de Nueva York, 2002); El poema de la ciudad (2003). Ha escrito también cuentos como Fragmentos de la misma memoria (1994); Cortoletraje (1999) y Virginidades y otros desafíos.  (Universidad de Nueva York, 2000); cuenta también con libros de ensayo literario y crónicas. Publica un blog llamado Puertas de Gallina. Parte de su obra ha sido traducida al árabe, italiano, portugués e inglés. 

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