Tomasa Ochoa se vino con sus duendes benignos a Valencia y espolvoreó, con el santo y seña de su poesía, el silencio que sus libros entregan. Digamos que Tomasa, sumergida en la brillante soledad de sus ochenta años, acarrea las imágenes y se hace ropaje interior en ese imaginario que Montalbán sembró en su existencia.
Después de “Canto Uno”, “Montalbán: Mi canto es el viento” y “Páginas en el espacio”, esta mujer de la tierra y del surco nos entrega “Viento de sequía sobre el arado” (Colección Poesía María Clemencia Camarán/ Secretaría de Cultura del Gobierno de Carabobo, 1996), textos que se recogen entre los años 79 y 92 en una hermosa demostración de lucidez poética, en la que la sencillez, por profunda y destacada frecuencia, forma parte de su aliento vital.
2.-
“Si ven mis ojos fijos/ como lanza apacible/ traspasando murallas/ sin prisa alguna, / no pregunten nada. / Piensen, solamente”, donde el silencio aguza el misterio, la mirada calcada en el tiempo, en la manera de tocar las paredes y muros para descubrir la exactitud de los días, sin preguntas, en el absoluto de la contemplación.
Este libro de Tomasa Ochoa privilegia un paisaje decantado localizado en la férrea pasión por seguir añadiendo milagros a las cosas y la naturaleza.
“En lo angosto de las aguas, / allí donde se oculta la noche, / soy fugitivo/ de una verdad que agoniza”, dice desde la orilla de algún lugar que la oye ser parte de una sombra.
¿Cuántos climas de adentro lleva la poeta en su encargo misterioso? ¿Cuántas cicatrices en la piel de su vestidura?
3.-
Esa misma contemplación, atraída por los mensajes del misterio, esculca en la presencia de quien maneja todas las cosas, a quien se dirige condescendientemente:
“Dios, la tierra está dura. // No te esfuerces/ haz lo que puedas”,
en un acto de confianza donde el monólogo se hace lluvia en la tierra, en la germinación de las ideas, en la semilla alimenticia de la imagen. Dios es una voz que se oye, en lo hondo, pero también sobre la tierra valorada por la estaciones.
Una poesía que es presencia sutil, casi como si no se oyera en la casa, en el corredor que amplía el paisaje, el patio, el campo, ese paisaje de naranjales en la tierra alta de Carabobo. Patio de Gerbasi, esa “última tierra de Teófilo Tortolero, cargado de muerte y sombra solariega. La naturaleza contiene los gestos que apresamos para no morir eternamente.
“Me desquicia el sonido bruco/
de una hoja que se desprende/
al primer impulso del viento, la incomprensión/
de las chicharras que se me atormentan, /
esta soledad/
incapaz de salir conmigo/
y el tiempo que me aguarda”.
El tiempo, siempre el tiempo, sustancia de la existencia poética, amigado con la humana destreza de un paisaje que cambia.
4.-
“Viento de sequía sobre el arado” forma parte del recogimiento, de la bruma donde la muerte habla: “No he tenido un lugar/ cálido y compasivo/ donde morir, / ni tiempo”. Pero el lugar, la arcadia, el “anhelo vacío”, se muestra generoso “escaleras arriba/ doblada de cicatrices”.
Tomasa Ochoa es una continua revelación. Para los que la tenemos reciente en la lectura es un modo de vivir sin dejar de reflejarnos en su religiosa condición de poeta, dado de brillos y sombras, enhebrada por una voz que determina su cuantiosa y grácil imaginación.
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La poetisa y pintora carabobeña Tomasa Ochoa Cordero, nació un 15 de enero de 1915 en las tierras altas de Carabobo, específicamente en el pueblo de Montalbány falleció el jueves 20 de enero de 2011 en la Valenciade Venezuela o de san Desiderio. Como poetisa llegó a publicar cuatro libros que llevan los siguientes títulos: Canto uno, Montalbán; Mi canto es del viento (Separata, 1981); Páginas en el espacio (Ediciones del Gobierno de Carabobo, 1991) y Viento de sequía sobre el arado (Ediciones del Gobierno de Carabobo, 1996). Como pintora llegó a participar en diversas exposiciones artísticas efectuadas en los estados Carabobo y Aragua, siendo destacable la admisión de sus obras en tres ediciones del Salón Michelena, el salón más antiguo e importante de Venezuela.
Richard Montenegro
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Alberto Hernández. Fotografía de Alberto H. Cobo.
Alberto Hernández, es poeta, narrador y periodista, Fue secretario de redacción del diario El Periodiquito. Es egresado del Pedagógico de Maracay con estudios de postgrado de Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar. Es fundador de la revista literaria Umbra y colabora además en revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Ha publicado un importante número de poemarios: La mofa del musgo (1980), Última instancia (1985) ; Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989) ganadora del 1r Premio del II Concurso Literario Ipasme; Nortes ( 1991), ; Intentos y el exilio(1996), libro ganador del Premio II Bienal Nueva Esparta; Bestias de superficie (1998) premio de Poesía del Ateneo de El Tigre y diario Antorcha 1992 y traducido al idioma árabe por Abdul Zagbour en 2005; Poética del desatino (2001); En boca ajena. Antología poética 1980-2001 (México, 2001);Tierra de la que soy, Universidad de Nueva York (2002). Nortes/ Norths (Universidad de Nueva York, 2002); El poema de la ciudad (2003). Ha escrito también cuentos como Fragmentos de la misma memoria (1994); Cortoletraje (1999) y Virginidades y otros desafíos. (Universidad de Nueva York, 2000); cuenta también con libros de ensayo literario y crónicas. Publica un blog llamado Puertas de Galina. Parte de su obra ha sido traducida al árabe, italiano, portugués e inglés.
Richard Montenegro. Perteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas tangibles y electrónicas hispanas Fantastic-Films Neutrón, Alfa Eridiani, Valinor. miNatura, Tiempos Oscuros y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.
Avalancha de manuscritos no solicitados: la literatura paralela que nunca llega a publicarse
Voces del sector editorial cuentan las vicisitudes de los textos descartados con motivo de un libro que fantasea sobre su contenido
SERGIO C. FANJUL
Madrid - 10 MAY. 2025 - 23:30 VET
La gente escribe, porque la gente tiene muchas cosas que contar y con las que asombrar al mundo, y cuando la gente acaba de escribir manda esas cosas para ver si se las publican. Es un comportamiento natural del ser humano, casi una necesidad fisiológica, el orden correcto del mundo (editorial). Los que las publican, las editoriales, y los que tratan de que las editoriales las publiquen, las agencias literarias, reciben decenas, cientos, miles de manuscritos de escritores de toda clase, rango y condición que esperan ser bendecidos con el beneplácito de los que detentan el criterio. Ser ungidos por los cálidos mecanismos de la imprenta. Brotan como flores, surgen como hongos. Son los manuscritos no solicitados. Muchos los llamados, pocos los elegidos.
“Recibimos todo el tiempo manuscritos, ya sea por la web, por mail o físicamente, folios encanutados. Algunos hasta diseñan la cubierta, como para ahorrarnos trabajo. O mandan su libro autoeditado, como si eso aumentara las posibilidades de ser seleccionado”, dice María Fasce, directora literaria de Alfaguara, Lumen y Reservoir Books. Suele existir la creencia de que mandar un manuscrito a una editorial equivale a tirarlo a la basura, pero, buenas noticias, resulta que las editoriales los tienen en cuenta.
La editora María Fasce posa en Madrid, el 12 de febrero de 2025.
ANDREA COMAS
Fasce asegura que en sus sellos se da respuesta a todo. Eso sí, las posibilidades son remotas. Más que tirarlo a la basura, mandar un manuscrito no solicitado es como lanzar un mensaje al mar en una botella. Puede llegar a puerto, pero solo empujado por corrientes muy favorables. Y eso que en España se publican, entre todo tipo de artefactos librescos, unos 90.000 títulos al año. Algunos autores inéditos tratan de llamar la atención en medio de todo este jaleo: envían grandes cajas decoradas o camisetas de merchandising. Todo vale por sacar la cabeza.
El escritor Miguel Alcázar acaba de publicar el libro Manuscritos no solicitados(Jot Down Books). En él recopila precisamente esos textos que las editoriales rechazan y que forman una especie de literatura paralela, la literatura que pudo ser y no fue. Así se encuentran textos muy diversos: un plagio involuntario de Las ciudades invisibles de Italo Calvino, o una novela escrita con ChatGPT, o una protagonizada por anillas, martillos y arandelas u otra basada en las peripecias de los habitantes del número 13 de la Rue del Percebe creados por Ibáñez. En otra, Federico García Lorca se salva de la muerte, pasa a la clandestinidad y desde allí lidera la lucha antifranquista.
El escritor Miguel Alcázar, autor de 'Manuscritos no solicitados' (Jot Down Books). CEDIDA POR EL AUTOR
La verdad es que son ideas brillantes, pero hay que tener en cuenta un pequeño detalle: Alcázar se ha inventado estos textos, en un ejercicio literario propio de Borges o Perec. Y hay quien, en redes sociales, ha caído en la trampa y ha estallado en cólera contra el autor por difundir estos materiales, una práctica que consideran humillante. Tampoco es raro: Alcázar juega a la confusión, como también hacía con las críticas literarias inventadas de su anterior libro, La crítica literaria en los años 90 (La uÑa RoTa). “Son un homenaje a los soñadores, a la gente apasionada, a aquellos a los que se le ha jodido la vida por la literatura”, dice el autor. No hay que perder la esperanza, aunque un rechazo editorial puede tocar mucho la autoestima y las narices: James Joyce, George Orwell o Marcel Proust también fueron rechazados.
A pesar de la invención, Alcázar conoce bien ese mundo porque fue lector externo para editoriales. Son las personas que leen los manuscritos y les dan (o no) su visto bueno para su consideración por parte de la editorial. La primera criba. Y Alcázar tiene el orgullo de haber dado paso a algunos libros de autores como Sergio del Molino o Patricio Pron. “Se trata de hacer un informe serio, con una valoración comercial, otra literaria… Pagaban unos 80 euros por libro. Pero para que veas que hay cierta arbitrariedad, a veces le pasaba los manuscritos a mi pareja para, bajo mi nombre, poder abarcar más material”, cuenta. “Los manuscritos que llegan suelen ser aburridos, o normales, o mediocres… Pero eso no es muy diferente de la mayoría de lo que se publica”, señala.
Todos los libros tienen algo bueno, aunque sean malos
Curiosamente, los lectores editoriales están expuestos a diversos materiales literarios de dudosa calidad que quizás no sean los más saludables para formar el gusto. “Nunca he leído peor que cuando estuve de lector editorial”, dice Alcázar, “los que deciden lo que se publica llevan con ellos ese bagaje de mala literatura. Pero, bueno, igual es hasta beneficioso. Como dijo Cervantes, no hay ningún libro que no tenga algo bueno, por malo que sea”.
Las agencias literarias, esas que median entre autores y editoriales, también reciben manuscritos. “Es una locura, recibimos unos 25 de media cada semana”, dice Palmira Márquez, directora de Dos Passos. El género que más se les aparece es el thriller. A pesar de que en su web comunican que ya no aceptan más, hay escritores que se presentan corpóreamente en la agencia para pedir una cita. En su caso, no les da la vida (laboral) para responder a todos. Eso sí, prestan especial atención a esos que les llegan de editores que no les ven cabida en su sello (pero puede que sí en otros) o recomendados por los escritores representados por la agencia (que llegan casi al centenar).
Palmira Márquez, directora de la agencia literaria Dos Passos. MILAGROS MOLINARI (CEDIDA POR DOS PASSOS)
Los criterios de publicación no son estrictamente literarios. Los libros que contengan una intrahistoria, que puedan generar una noticia o que se dediquen a temas de actualidad tendrán más posibilidades de ser publicados. Además, muchas veces las editoriales no buscan un texto, sino un autor: alguien con relevancia, con seguidores, con una personalidad singular. Con un perfil. La industria editorial es una industria, no un museo.
¿Se escribe cada vez más? “Vamos a más, hay una incontinencia tremenda. Mucha gente piensa que tiene una vida suficientemente interesante para ser contada, pero al final nuestras vidas son todas bastante anodinas. Afortunadamente, hoy se compran muchos libros en España”, dice Márquez.
En Anagrama, reciben anualmente entre 600 y 1500 textos silvestres. “Hace un par de años decidimos pausar la recepción de manuscritos no solicitados porque nos resultaba muy difícil mantener un plazo de respuesta razonable. Estamos trabajando en un formulario web que nos permita reactivar y digitalizar el sistema de recepción”, dice la editora Ana Rodado. Los manuscritos recibidos se registran y revisan antes de pasar al comité de lectura, que prepara un informe. Si el informe resultante es positivo, lo lee una editora de la casa.
Fichajes inesperados
“Existe el malentendido de que los editores no miramos nada, y que tenemos un nuevo Ulises sobre la mesa y no nos damos cuenta”, dice Fasce. Sin embargo, como señala, hoy es más fácil que nunca detectar talento: se puede rastrear en las redes sociales, en la prensa, por el boca a oreja, por las múltiples vías en las que un autor puede llegar hoy a las editoriales. El primer descarte también puede ser fácil para los que deciden: a veces basta con ver cómo se presenta el escritor en su mail o en su carta de presentación, o la temática del proyecto o la lectura de las primeras páginas.
María Fasce dice que, en 32 años de profesión, no ha hallado demasiado material publicable en la avalancha de manuscritos que llegan a su mesa. En otros casos sí que aparecen: la agencia Dos Passos fichó de esta manera a autores como Alba Carballal o Daniel Remón. Durante cuatro ediciones ideó una forma de canalizar esos manuscritos mediante el premio Dos Passos a la primera novela, que publicaba Galaxia Gutenberg y que ganó, por ejemplo, Daniel Jiménez con Cocaína.
Esther García Llovet, escritora, fotografiada en Plaza de Colon, Madrid en enero de 2022. Entró en Anagrama mandando su manuscrito. OLMO CALVO.
En Anagrama entraron autores de la talla de Alejandro Zambra, Juan Pablo Villalobos o Esther García Llovet. “Estuve mandando mi novela Submáquina durante seis años a diferentes editoriales y muchas hacen esa cosa tan española que es que no te dicen que no, no te dicen nada, y entonces yo esperaba y esperaba”, cuenta García Llovet. “También guardo cartas de rechazo que son elegantes y muy explícitas, como para ponerlas en un marco”, añade. Como se hartó de este mundo, de los constantes intentos por publicar dándose con la cabeza contra un muro, escribió un libro con un título muy apropiado: Cómo dejar de escribir. Hizo un último intento.
Un 28 de diciembre, Día de los Inocentes, recibió una llamada: “Señora García Llovet, ¿quiere hablar con el señor Jorge Herralde[entonces editor de Anagrama]?”. La escritora pensó que era una inocentada. Pero no lo era. Desde entonces, ha publicado cinco novelas en Anagrama, con muy buena acogida, que han construido el extraño universo de lo llovetiano. “Publicar es muy complicado, sobre todo si no conoces a nadie de las editoriales. Aunque ahora hay más editoriales que cuando yo empecé, editoriales indies, muy buenas. Y me alegro un montón”.
El golpe de Fidel Castro contra nuestra democracia
Por Virgilio Ávila Vivas
Octubre 8, 2023
Saqueos en Caracas, 27 de febrero de 1989
En nuestra historia reciente se sucedieron dos hechos de gran relevancia y trascendencia histórica: el 27 de febrero de 1989 y el 4 de febrero de 1992. El primero, que fue bautizado como el Caracazo, viene a ser uno de los episodios más controversiales de los años finales de la democracia. Se ha querido presentar como una explosión espontánea, pero un estudio a fondo de este asunto sugiere otra cosa.
Empecemos por el “detonante”: un aumento de céntimos en el precio de la gasolina. Acabábamos de llegar al gobierno; habían transcurrido apenas 20 días cuando se produjeron protestas en Guarenas contra el aumento del pasaje que se produjo a raíz del ajuste de la gasolina. Inmediatamente, con la difusión que se le dio a esto a través de algunos medios de comunicación, se estimuló una situación de violencia y saqueos que -a la distancia y con más elementos de análisis- no me queda duda de que fue controlada por la extrema izquierda venezolana. Esta convicción -que va a contracorriente de la opinión generalizada de que todo ocurrió por generación espontánea- la sostengo luego de haber estudiado a fondo la participación de sectores de la izquierda comunista y de evaluar cómo en tan corto tiempo se pudo generar una situación tan perfecta si no hubiese sido el resultado de un plan para desarrollar actos vandálicos.
Para poner el tema en contexto, debo señalar que todo lo que se desencadenó desde el 27F hasta el 4F fue orquestado, sin ninguna duda, con la misma receta de actos similares que posteriormente, en nuestros días, se han desarrollado en otros países de AméricaLatina bajo la dirección y activación de Cuba y el Foro de Sao Paulo, donde se elaboran los lineamientos de todas las explosiones y manifestaciones políticas desestabilizadoras, con el único fin de destruir las democracias en nuestra región. Pero esto no es plan de reciente data, sino una estrategia que se inició el 23 de enero de 1959 con la visita Venezuela de Fidel Castro, quien le solicitó una audiencia a RómuloBetancourt y se encontró con el firme y lógico reclamo del presidente venezolano.
Betancourt recibió a Castro, pero lo increpó por haber llegado al aeropuerto de Maiquetía con un séquito que portaba armas de fuego. Durante la mencionada audiencia, Castro solicitó un trato preferencial especial para las compras de petróleo que Cuba estaba por hacerle a Venezuela. Betancourt fue enfático en rechazar tales pretensiones de recibir petróleo barato, por cuanto el crudo venezolano se negociaba a un precio internacional. Si quería Castro comprarlo, esas eran las condiciones.
Ese día marcó la implosión de las relaciones de la Venezuela democrática -liderada por Rómulo Betancourt- y el Partido Comunista cubano, representado por Fidel Castro. Para dar una idea del impacto de este episodio, baste con señalar que una consecuencia directa fue la creación en Venezuela, por parte del Partido Comunista local, de la organización subversiva FALN en 1962. Se iniciaron las guerrillas y la insurrección armada. Ese y muchos otros hechos que siguieron en el tiempo ponen en evidencia que aquel desencuentro entre Castro y Betancourt no fue simplemente una desavenencia entre gobernantes, sino un episodio de una confrontación que comenzaba a gestarse entre dos países sin los cuales no se comprende bien la historia reciente de buena parte de América Latina: Venezuela, que estrenaba la democracia en medio de dictaduras y le trazaba al continente un rumbo de libertades y apertura. Y Cuba que incubaba una autocracia y buscaría imponer su influencia a toda costa para rodearse de aliados y apropiarse de valiosos recursos.
En ese contexto se sucedieron golpes de Estado durante todos los años del ejercicio presidencial de Betancourt. El primero fue el golpe de Castro León en el Táchira, el 20 de abril de 1960. Luego vinieron el Carupanazo, el 4 de mayo de 1962, y el Porteñazo, el 2 de junio de 1962. Esos golpes, que fueron rápidamente neutralizados, iban en la misma línea de la insurrección comunista, estimulada y apoyada por Fidel Castro, que desde el primer momento fue ganado por la idea de las guerrillas. Pero los golpes fueron anulados y las guerrillas estaban siendo derrotadas. Entonces vino la invasión de Cuba a Venezuela.
Enfrentamientos durante el Carupanazo.
Esta invasión se materializó con el desembarco enMachurucuto, el 8 de mayo de 1967 de un grupo de guerrilleros cubanos y venezolanos preparados en la isla caribeña. Tampoco tuvo éxito esta acción. En menos de 96 horas la avanzada invasora fue cercada y derrotada.
Poco tiempo después, en 1971 -ya sofocadas las guerrillas aunque con la persistencia de pocos focos aislados- se da el primer paso del nuevo plan con el ingreso de HugoChávez y otros jóvenes a la Academia Militar. Castro y sus aliados sabían de estrategia y ya no querían seguir recurriendo a la invasión ni a guerrillas ni a golpes de Estado. Ahora lo que vendría sería una conspiración desde el seno de la propia escuela de formación de nuestros oficiales en combinación con la izquierda comunista y la complicidad de Cuba. En ese cambio de idea y en esos planteamientos jugó un rol principal el comandante Douglas Bravo.
El ingreso de Chávez a la Academia Militar fue el 8 de agosto de 1971, en tiempos de Rafael Caldera. Egresó y recibió el sable de manos del presidente Carlos Andrés Pérez el 6 de julio de 1975. Es decir, su carrera la hizo bajo dos gobiernos democráticos que se sucedieron en el poder, una alternancia que él se encargaría de eliminar. Pero, volviendo a aquellos años, hay que decir que fue cuando apareció por primera vez en escena la influencia de uno de los mentores de Chávez: José Esteban Ruiz Guevara, secretario general el Partido Comunista en Barinas, quien se convierte en la persona más cercana al entonces cadete con sus consejos y sus clases de marxismo. Este era primo hermano del general Ramón Guillermo Santeliz Ruiz, oficial que colaboró con el ingreso a la Academia de bachilleres de varios liceos.
En la línea de tiempo de este análisis, hay un episodio que hoy resulta ocioso insistir en verlo como un hecho aislado y que fue bautizado por los medios como “la noche de los tanques”. Ocurrió el 26 de noviembre de 1988, estando encargado de la presidencia Simón Alberto Consalvi, ministro del Interior del gobierno de Jaime Lusinchi.
Aquel fue un incidente muy extraño, que según los implicados habría sido producto de una confusión. Lo cierto es que sus alegatos hoy resultan aún menos convincentes que en aquel momento. Lo cierto es que de esto no se supo más nada y no se le dio la importancia que realmente tenía.
Vino luego la huelga de la Policía Metropolitana, a finales de la administración de Lusinchi. Oficiales de este organismo solicitaban reivindicaciones para ingresar a la cúpula de la policía, bajo el argumento de que debían dirigirla sus propios miembros. ¿Es casualidad que para el momento del llamado Caracazo la PM estuviera ya bajo otras condiciones de comando? Veamos los hechos.
El Caracazo estalla apenas 15 días luego de instalarse el gobierno de Carlos Andrés Pérez. La planificación de este evento que se inició en Guarenas, estimulado por gente de izquierda y comunistas, con el acompañamiento de algunas televisoras que facilitaron que se extendiera una situación tan delicada en todo el país. Este evento estaba evidentemente planificado para finales del gobierno de Lusinchi, pero por alguna razón se retrasó y se inició unos días más tarde, el 27 de febrero, con la excusa del aumento de la gasolina. Los primeros brotes no fueron debidamente contenidos, la televisión transmitía en vivo y el caos continuó hasta regarse por toda Caracas.
Cuando esto ocurrió, nos tomó a todos prácticamente por sorpresa. Recuerdo que ese día yo salí del Alto Hatillo a las 6:00 de la mañana bajo una lluvia muy fuerte y con un tráfico totalmente desbordado. En medio de la situación, llegué al despacho de la Gobernación y me dirigí al Palacio de Miraflores a conversar con el presidente Pérez.
Nuestra conversación fue muy rápida y las instrucciones fueron terminantes. El gobernador se ocuparía del abastecimiento de los grandes mercados del Distrito Federal y del equipamiento de los hospitales de la red hospitalaria del Gobierno del Distrito Federal. El presidente se reservaba la conducción policial y militar de los acontecimientos. Acontecimientos que, si los analizamos y los vemos bien, tienen las mismas características de actos similares que han ocurrido en Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Colombia, y otros con la misma estrategia de aquel entonces.
En el caso de Caracas, la policía se encontraba fuera de su función operativa, que es la vigilancia y custodia del orden público. Como he señalado, veníamos de una huelga que respondía a las aspiraciones de controlar y manejar el ente de modo que estuviera en manos de los mismos policías y no de un personal traído de las cúpulas de la Guardia Nacional. O sea, que el estallido “espontáneo” se dio justo cuando se sabía que la policía no iba a responder como era debido.
Estoy seguro de que, si siguen estos indicios, se verá la verdad: que todos estos eventos fueron diseñados por Cuba y el Foro de Sao Paulo.
Si se ve la dimensión real del ajuste de la gasolina, resulta difícil tomarlo hoy como argumento válido. Pero sí se puede entender que fue uno de varios elementos que sirvieron para estimular el saqueo y actos vandálicos que ya estaban programados. La extrema izquierda y la izquierda comunista venezolanas siempre han negado esto. Han insistido en fue sido por generación espontánea que salieron a saquear aquellas hordas que no estaban de acuerdo con el aumento de unos céntimos al litro de gasolina. Por eso hay que volver a revisar todo y tomar en cuenta, por ejemplo, que el Caracazo ocurrió cuando se agudiza la célebre crisis del comunismo en la Unión Soviética y apareció en el terreno política Mijaíl Gorbachov.
A la luz de estos datos se ve que todos estos hechos vienen configurándose desde 1959, que no hubo generación espontánea, sino planificación de eventos muy concretos para imponer las doctrinas marxistas, comunistas, que se han ido apoderando geopolíticamente de nuestros países. Con esto se demuestra que el fracasado golpe del 4 de febrero -con sus incidencias militares y en combinación con el Partido Comunista y la izquierda- fue un eslabón de una cadena de conspiración. Lo que empezó en 1959 para destruir la democracia en Venezuela. El propio Chávez insistió una y otra vez que la revolución bolivariana empezó el 27F, aunque repetía la versión de que era un estallido popular porque necesitaba darle una raíz popular a la intentona que él lideró.
Lo más grave es que en su momento hubo gente a quien el país reconocía como figuras relevantes y que contribuyeron a desestabilizar el gobierno del presidente Pérez y legitimaron las acciones contra la democracia. Sin duda, el famoso grupo de los “Notables” fue un instrumento más en la siembra de los vientos que trajeron esta tempestad.
Dr. Arturo Uslar Pietri: "En Venezuela, jamás ha existido una verdadera oposición política""
EL 4F no fue una intentona para derrocar al presidente Pérez, fue un golpe contra las instituciones democráticas de Venezuela, contra el Estado de derecho y contra la idea de nación autónoma que se había cultivado con tanto esfuerzo.
Esa autonomía era la pesadilla de Castro, que no lograba convertir en nuestro país en el socio pudiente que tanto necesitaba. Una pesadilla que logró superar para imponernos otra peor
Hoy le hacemos entrega de una nota que habla de la inventora española Ángela Ruiz Robles, creadora de la enciclopedia mecánica. Esta nota nos la hizo llegar nuestro amigo PacoMan.
En el título usamos el título de Adelantada jugando con ese viejo cargo de estructura de la corona española, el Adelantado un alto dignatario español que llevaba a cabo o adelante una empresa pública por mandato de servicio, cuenta y bajo designio real. Ángela era una Adelantada porque inició una empresa pública aunque no por órdenes reales sino por interes propio en mejorar la educación y usamos el adjetivo de Adelantada sobre todo porque ella fue una adelantada a su tiempo al desarrollar el concepto de la enciclopedia mecánica.
Esperamos que disfruten de la entrada
Atentamente
La Gerencia.
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Madrid
Ángela Ruiz Robles, la ignorada inventora del ebook en 1949, tendrá una calle en Madrid
Esta pedagoga leonesa afincada en Ferrol inventó el primer prototipo de libro digital para facilitar la enseñanza a sus alumnos y aligerar la carga de libros
La Enciclopedia mecánica incorporaba sonidos, un gran número de gráficos, auto iluminación, la posibilidad de escribir al propio lector, enlaces textuales, información multimodal y contenidos actualizados
El Ayuntamiento de Madrid quiere reconocer a la inventora, que tendrá la calle Ángela Ruiz Robles en el distrito de Villaverde
Fátima Caballero
22 de febrero de 2018 21:34 h
Ángela Ruiz Robles (1895-1975) es otro ejemplo de cómo los creadores de la historia (en masculino) han sido injustos con las mujeres. Esta maestra y pedagoga en la II República y después en los peores años del franquismo tras la Guerra Civil, fue la primera en inventar el precursor del actual libro electrónico en 1949.
Ha sido Michael Hart quien se ha llevado el mérito de ser el inventor del ebook ya en el año 1971, pero si rastreamos más en la historia, concretamente más de veinte años atrás, Ruiz Robles, leonesa de nacimiento y posterior residente en Ferrol hasta su muerte, fue la creadora del primer prototipo de dispositivo electrónico, que incluso patentó.
“Procedimiento mecánico, eléctrico y a presión de aire para lectura de libros”, se llamó su primera patente con número 190.698. La Enciclopedia Mecánica fue ideada por esta inventora con un propósito: liberar a sus alumnos de la carga que suponía llevar tantos libros a la espalda. También para “aliviar la enseñanza: con el mínimo esfuerzo, conseguir los máximos conocimientos”, explicaba la propia Ruiz Robles en una entrevista en televisión a finales de los años 50. “He aquí un prototipo llamado a revolucionar el concepto que tenemos de los libros”, la presentaba el periodista.
Ahora, el Ayuntamiento de Madrid va a reconocerla dándole una calle en el distrito de Villaverde, según se aprobó este jueves en Junta de Gobierno y adelanta eldiario.es. “La asignación del nombre de Ángela Ruiz Robles a una calle situada en el Área de Planeamiento Boetticher y Navarro se enmarca en la línea de reconocimiento a mujeres relevantes de la historia madrileña y española hasta ahora invisibilizadas”, explican desde el Ayuntamiento de Madrid.
Esta reconocimiento a su trayectoria como pedagoga e inventora estará situado cerca del Centro de Innovación de Madrid, según explica la propia Manuela Carmena a eldiario.es. “Es bueno saber que nuestras calles tienen a maestras y pedagogas, porque tenemos que pensar que los maestros son definitivos en la vida de muchas personas”, reflexiona la alcaldesa. “A cuántos de nosotros no ha sido definitivo una determinada maestra, y Ángela es que fue innovadora hasta el punto de crear el libro mecánico que tiene cifras, tiene dibujos, y en definitiva fue el precursor del ebook de nuestros días”, celebra.
Ruiz Robles, más conocida por sus alumnos como Doña Angelina, fue una maestra comprometida con la enseñanza en la que fue una pionera. Comprometida también con los más necesitados, a los que atendió con especial mimo para darles la libertad a través de la educación a la que no tenían tan fácil acceder. Se trasladó a Ferrol tras sacar su plaza de maestra en unas oposiciones y allí abrió un centro de enseñanza donde daba clases nocturnas gratuitas a personas con pocos recursos.
Idiomas, luz y sonido
Pero si algo se le debe reconocer para hacer justicia a todo un género es su faceta como inventora. A ella se deben tres ingenios muy importantes para la enseñanza: la máquina taquimecanógrafa, un atlas lingüístico gramatical y la enciclopedia mecánica aprobada por el Ministerio de Educación y ciencia como texto de enseñanza.
El prototipo La Enciclopedia Mecánica o libro mecánico incorporaba en 1949 sonidos, un gran número de gráficos, auto iluminación, la posibilidad de escribir al propio lector, probabilidad de enlaces textuales, información multimodal y contenidos actualizados. También idiomas: castellano, inglés y francés. Poco espacio y poco peso contenían la mayor cantidad de materias escolares posible: todo en el tamaño de un solo libro. Y se podía leer tanto en vertical como en horizontal. De ahí que Ángeles Ruiz Robles pueda ser considerada una de la precursoras del actual libro electrónico o ebook.
Constaba de varias bobinas enrolladas. Una de ellas contenía todas las asignaturas y la otra el abecedario y números que permitían hacer cálculos y textos. El invento, que creó en solitario, no pudo ser desarrollado ya que nunca encontró la financiación necesaria. Era de metal, un elemento caro en la época. Pero la gallega de adopción planteó que se hiciera incluso con materiales más baratos como el plástico.
El Plan Memoria de Madrid, que depende del Área de Cultura y Deportes y reconoce a figuras relevantes en las calles de Madrid, ha introducido criterios de igualdad de género en la selección de personas homenajeadas. Así, entre las últimas placas de este Plan que se han colocado en la ciudad figuran las dedicadas a cuatro creadoras e intelectuales vinculadas a la generación del 27: la abogada Victoria Kent, la escritora María Lejárraga, la periodista y escritora Luisa Carnés y la poeta Ernestina de Champourcí.
El eslabón perdido del libro electrónico. Ángela Ruiz de Robles