Amanecer sobre la tierra. vista imaginaria del planeta tierra en el espacio exterior con el sol naciente. Imagen tomada de Freepik. |
Estimados Liponautas:
Hoy tenemos el tremendo gusto de compartir esta entrada que nos dedicó nuestro amigo José Pulido en nuestro aniversario.
Muchas gracias José Pulido y muchas gracias a todos los amigos que con su aporte han permitido que este blog siga existiendo.
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Durante la fugaz pero inolvidable infancia, la palabra “grupo” solo me hacía pensar en mi escuela de todos los santos días, que se llamaba Grupo Escolar Arístides Rojas. Recuerdo otras: Grupo Escolar República de Bolivia y así por el estilo.
En la adolescencia la palabra “grupo” también significaba que íbamos a jugar pelota con la pandilla del barrio y al retorno nuestras madres nos regañarían ferozmente por ensuciar o romper los pantalones. Nuestra vestimenta se adaptaba a todos los momentos. Uno no se ponía un pantalón de jugar pelota para que no se le rompiera el pantalón de ir a la escuela. Eran uno y el mismo. Un pantalón es lo que es. Más metafísico imposible.
En la juventud nos convertíamos en grupo para ir a bailar y a parrandear con unos amigos que tampoco tenían mucho dinero como para pagar las cervezas. El grupo necesitaba hacer vacas y las hacíamos. La vaca no es solo la hembra del toro, según el diccionario de la Academia Española de la Lengua y los pueblos conocedores de ganado vacuno. De acuerdo al Diccionario de Venezolanismos, la palabra “vaca” es también una “Colecta de dinero que se hace entre varias personas para compartir un gasto determinado”.
Grupo Escolar República de México. Imagen tomada de FAC |
Más tarde, en la juventud tirando hacia la adultez, el susodicho término “grupo” significaba “reunirse para llevar a cabo planes políticos ilusorios”.
Y ahora, en la vejez, he estado incursionando en un grupo que hace tai chi.
La palabra “grupo” solo me ha dejado uno que otro amigo a lo largo de la existencia, pero creo que eso es suficiente para una sola palabra.
Alumnos de la EBN Arístides Rojas con la maestra Josefa Rojas. Imagen tomada de Letra y Artes de Zamora Aragua. |
En este tiempo de pandemia y soledades, estoy en contacto con un grupo muy extraño integrado por un solo personaje, aunque con una voluntad y una perseverancia que lo convierten en una laboriosa multitud.
Me estoy refiriendo al Grupo Li Po. O sea, aquí entre nos, a Dimitri Li Po.
EN LAS REDES
En Facebook y Twitter aparecen con frecuencia muchos trabajos importantes o interesantes publicados por diversos medios. Es una difusión permanente firmada por un personaje: Dimitri Li Po. Se trata de una especie de transporte especial, llamado Grupo Li Po, que lleva los textos y sus imágenes con mucho aprecio hasta donde los lectores confluyen.
El Grupo Li Po también tiene trabajos propios, aunque en algunas ocasiones su administrador necesita valerse de un teléfono celular ante las fallas de su computadora debido a los apagones y el desfallecimiento de Internet. Lo sé porque en el año de la cuarentena susodicha he mantenido bastante contacto con Dimitri y he podido intuir sus dificultades, aunque él no anda mencionándolas. Ni siquiera se queja. Está pendiente de realizar lo mejor posible ese empeño, una actividad ejecutada en el tiempo libre que le deja el ejercicio venezolano de sobrevivir.
Nadie puede imaginar las dificultades con que el misterioso Dimitri Li Po hace su blog, en cuyos espacios da cabida a escritos, ensayos, entrevistas, poemas y otras creaciones. Él difunde con esmero y pasión que se agradecen. Cada vez que puede enriquece los trabajos con su diseño o agregando referencias, videos, imágenes alusivas.
Esto lo viene haciendo desde el 2007 y la mayoría de las veces apenas recibe uno que otro agradecimiento, pero eso no impide que continúe su labor. No le he preguntado si tomó el nombre del poeta chino, pero creo que sí. Es probable que Dimitri haya sentido mucha admiración por ese poeta de la antigüedad: Dimitri se desvive por todo lo cultural, la comunicación, el arte, la creación literaria, la poesía.
Del poemario titulado Eres tan bella como una flor, pero las nubes nos separan, tomé esta referencia biográfica sobre Li Po, el poeta cuyo nombre está ahora sonando como un blog:
“El poeta Li Po nació en la ciudad de Shuiye en el año 701. Durante su juventud vivió durante un tiempo como eremita y luego viajó por el país. En 742 se estableció en Changan, la capital del imperio Tang. Fue presentado al emperador y frecuentó la corte hasta que cayó en desgracia, y más tarde se le desterró temporalmente por su apoyo al príncipe Yong durante el estallido de una rebelión.
Murió en el año 762. Le tocó vivir una época de paz y de relativa libertad ideológica que se tradujo, entre otras cosas, en la promoción de la poesía por parte de los emperadores. Escribió más de diez mil poemas, de los que se han conservado unos mil. Y en ellos abordó todos los temas: el amor, la nostalgia, el canto a la vida de los ermitaños, el elogio de los caballeros, la guerra, la Naturaleza, la vida en las regiones fronterizas y, como buen bebedor, los placeres del vino. Junto con su contemporáneo y amigo Du Fu está considerado uno de los poetas más importantes de la poesía china”.
No sé cómo es Dimitri, ni cómo se llama en realidad. Pero su labor encierra un significado que es admirable. He aprendido a ser su amigo virtual. He aprendido a valorar su esfuerzo. Y celebro con él los catorce años en que ha estado realizando un trabajo que sin ninguna duda lo hace por amor al arte. Un amor que funciona en todos los tiempos.
Los Pilares de la Creación. |
Alcanzamos las 748 entradas
José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne |
Felicito al Grupo Li Po por su aniversario de valiosa y grata existencia de la divulgación de la poesía y las Artes.
ResponderEliminarGracias al poeta José Pulido por esa hermosa salutación que ha dedicado a este fecundo y laborioso grupo cultural. Felicitaciones
EliminarMuchas gracias por tu felicitaciones y por tu apoyo Magaly Salazar Sanabris. Disculpa la tardanza en responderte.Abrazos
EliminarLa haremos llegar tu agradecimiento al poeta José Pulido. Gracias nuevamente Magaly Salazar Sanabris.
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