Juan Liscano y Carlos Yusti. Fotografía Yuri Valecillo |
Estimados Amigos
2015 es el año centenario del escritor venezolano Juan Liscano (1915-2001), razón por la cual le pedimos a nuestros amigos y colaboradores que realizaran un acercamiento personal a este importantes escritor. El primer texto que publicamos fue el de la escritora Graciela Bonnet que nos obsequió su texto titulado: Acerca de Juan Liscano, una aproximación personal. Hoy el escritor valenciano Carlos Yusti comparte con todos ustedes su visión personal sobre Juan Liscano.
Agradecemos la gentileza de Carlos Yusti al facilitarnos su texto para ser agregado a nuestro libro de arena digital.
Deseamos disfruten de la entrada.
Richard Montenegro
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Carlos YUSTI
En definitiva hay autores
que forman parte de ese inventario personal que son indispensables, y hasta
impostergables, leer. Autores a los cuales debemos otorgarle algunas horas de
lecturas por respeto y otras hipérboles que no vienen al caso. Sin duda Juan Liscano (1915-2001) ocupa un lugar destacado en ese inventario de escritores que hay que leer. En primer lugar debido a
que fue un escritor que se movió bastante bien en muchas áreas culturales a
saber. Después están sus libros y en la que el lector podrá encontrar en su
poesía y en sus trabajos ensayísticos una porción de esa buena literatura
escrita en el país, como es lógico con esos huecos de bostezos que nunca
faltan. Le conocí en una de esas Ferias del libro que se realizaban en la Zona
rental de la plaza Venezuela.
Juan Liscano en 1980 |
Con mi amigo el
fotógrafo Yuri Valecillo lo descubrí en el puerta como desamparado y sin
brújula; ya tenía sus años, no obstante conservaba cierto garbo distinguido. Con
premura juvenil lo abordamos. Yo le obsequié mi libro sobre Pocaterra y Yuri le
hizo algunas fotos. Estuvo paseando y conversando con nosotros por la feria sin
tanta parafernalia, luego vinieron los relacionistas públicos, disfrazados de
escritores como Rafael Arráiz Lucca y otros, cuyos nombres no recuerdo con
alevosa intención, y se lo llevaron entre esos elogios jabonosos de maestro y
poeta.
Rafael Arráiz Lucca |
También me obsequió Panorama de la literatura venezolana actual
en una segunda reimpresión, corregida y aumentada, libro que sería presentado
en el marco de dicha feria. El poeta Liscano nunca me convenció del todo. No sé,
pero su poesía es un tanto plana y en ocasiones resulta como un compendio de
palabras donde encontramos alguna con cierto tono disonante, un buen ejemplo
sería su poema Declives:
“Hábito: dudar de la esperanza
y sentirla
como carencia.
Agonía sin crisis, declive, desgaste,
lento derrumbe por
trozos,
memoria, ruinas, vestigios.
Cuando impere el desasimiento
¿Advendrá
la resurgencia?”.
El Liscano ensayista siempre me resultó
más grato a pesar que su estilo no era fluido y era como proclive a mostrar ese
lado conservador del mundo en la cual la existencia estaba amueblada de
espiritualidad y cosa; de esa bisutería zen de supermercado para lograr el
equilibrio interior.
Su libro sobre el panorama de nuestra
literatura se queda en el manual escolar que cita a determinados autores y obras en un
conteo profesoral y haciendo alarde de una crítica un tanto superficial lo que
lleva al lector a preferir a Julio Miranda y su libro Proceso a la narrativa venezolana, Caracas,. Ediciones de la Biblioteca
de la U.C.V. 1975. De igual modo es mejor Mariano Picón Salas, o al sempiterno
Orlando Araujo.
Orlando Araujo |
¿Motivos para leerlo? Podría ser para
tenerlo como ejemplo de aquellas cuestiones que deben evitarse al momento de
escribir poesía. Otro punto a favor de Liscano fue su trabajo investigativo de
nuestras fiestas folklóricas. Liscano sentó como algunos lineamientos para
repasar nuestras tradiciones. Luego tenemos su poesía quizá el punto fuerte de
su producción literaria.
Fue un escritor inquieto es su quehacer
literario y lo escrito por Juan Gustavo Cobo Borda es bastante acertado: “Parecía
no tener reposo y por ello su obra no dibuja una parábola armónica. Siempre
tensa y ansiosa, se abre en una búsqueda impaciente y llena de altibajos y
fracturas. Tradicional, a pesar suyo, sus innovaciones cambian con frecuencia
de rumbo. Quizás por ello sus últimos poemas, como los recogidos en
Resurgencias (1995), registran la desaparición inexorable del pasado rural en
una ciudad también febril como Caracas. Se había quedado sin tierra. Así las
cosas, de la infancia y su recuerdo evanescente asoman frágiles a esa casa del
ser que el poeta busca edificar con su verbo remunerante y nostálgico”.
Juan Gustavo Cobo Borda |
Su revista Zona Franca fue en su momento una lectura necesaria para ir descubriendo a determinados autores. Su otra creación fue el Papel Literario. Un suplemento, que si se ha der ser honesto, siempre fue excluyente, pero cuya calidad con respecto a los temas y los poetas ( o ensayistas) que desfilaron por sus páginas era inmejorable. El lema del Papel Literario siempre me resultó antipático: “Las colaboraciones son rigurosamente solicitadas”. Quizás buscaban calidad y por esa razón podaban las aspiraciones de vuelo de tanto poeta (o escritor) bisoño en ciernes. Por esa razón el suplemento cultural de Nelsón Luis Martínez fue una alternativa combativa y ajena a esa pavosidad de excelencia y calidad.
Tuvo su adeptos y devocionarios de
rigor. Estuvo al frente de Monte Avila Editores durante bastantes años y no era
raro que muchos elogiaran (oral y por escrito) sus poemas y su espíritu de
polemista feroz por la prensa. Favor con favor se paga dice el viejo adagio.
Juan Liscano. Fotografia Yuri Valecillo. |
Al final Juan Liscano estaba algo
decepcionado y aseguraba haber perdido el tiempo en algunas actuaciones
públicas intrascendentes, en el “articuleo” de algunos diarios y en acciones
vitales sin asidero. Una lucidez pesimista sobre su trabajo literario le
corroía. Comprendió tarde que la literatura es más que relaciones públicas; que
la literatura trascendente se fragua en ese campo minado de la literatura como
bohemia hamponil, de sanguijuelas disfrazadas de poetas y de escritores con
esas ambiciones rastreras de corredor de fondo para llegar a la meta de la
academia, del homenaje a destiempo o del premio nacional de lo que sea. La
gloria es también cuestión de trepadores y sablistas. Liscano tan aséptico, tan
persona pensó que el arte, la literatura era cosa de caballeros. Y más que
polemistas era tenido por sus aláteres como un viejo cascarrabias a destiempo.
El que desee leer ciencia ficción en
torno al poeta y al ensayista Juan Liscano sólo tiene que darle un vistazo al
libro Juan Liscano ante la crítica.
Con una inmejorable selección, prólogo y notas de Oscar Rodríguez Ortiz. Lo leo
siempre para recordar que la literatura se escribe con la uñas arañando en la
pizarra del tiempo. En fin la literatura como un chirrido importuno que
atraviese todos los confines. Esto del tiempo no es una metáfora rebuscada. El
tiempo es a la larga ese único e inmejorable lector.
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Carlos Yusti (Valencia,
1959). Es pintor y escritor. Ha publicado los libros Pocaterra y su
mundo (Ediciones de la Secretaría de Cultura de Carabobo, 1991);
Vírgenes necias (Fondo Editorial Predios, 1994) y De ciertos peces
voladores (1997). En 1996 obtuvo el Premio de Ensayo de la Casa de
Cultura “Miguel Ramón Utrera” con el libro Cuaderno de Argonauta. En el
2006 ganó la IV Bienal de Literatura “Antonio Arráiz”, en la categoría
Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de
ocasión. Como pintor ha realizado 40 exposiciones individuales. Fue el
director editorial de las revistas impresas Fauna
Urbana y Fauna Nocturna. Colabora con las publicaciones El correo del
Caroní en Guayana y el Notitarde en Valencia y la revista Rasmia.
Coordina la página web de arte y literatura Códice y Arte Literal.
Richard Montenegro. Perteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.
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Saludos. Juan Liscano, un editor serio. Cómo no recordar Monte Avila Editores.
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