Estimados amigos
Hoy lunes popular en Venezuela continuamos con la siguiente entrega de antología mínima de la revista Nanacinder, la revista de la Colonia Psiquiátrica de Bárbula, que el escritor valenciano Pedro Téllez hizo para complementar su ensayo en la revista La Tuna de Oro de la Universidad de Carabobo (UC) .
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Pedro Téllez. Fotografía de Yuri Valecillo |
Hoy les hacemos llegar dos textos. Uno en verso y el otro en prosa. Los autores son Dolores Gómez Ch. y María Antonia. No tenemos mas datos sobre ellos.
Deseamos disfruten de la entrada.
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Revista La Tuna de Oro. Órgano de la Cultura Universitaria. Nº 39. enero-marzo 2002. |
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LA COLONITA
A la Colonita de Anare,
donde sopla brisa suave
he venido yo a cantar
con mi guitarra del alma
a orillas de este palmar.
Yo vivo en este palmar,
donde goza mi corazón
y tengo tanta expansión
como las olas del mar,
como las brisas del mar.
Aquí vivo yo contenta
y plena de poesía
las montañas que el sol dora,
y la bella luz del día,
cuando se asoma la aurora.
Una fuente cristalina
donde me voy a bañar
y alegres golondrinas,
que gorjean en el palmar
armonizan mi cantar...
No tengo que trabajar,
vivo al colmo de mi deseo,
y canto, como y paseo
por las riberas del río
y por las playas del mar.
Mi vida en estas riberas,
se desliza suavemente
con mis cultas enfermeras
y un médico inteligente
que me inspira este cantar.
A la Colonia de Anare
donde sopla brisa suave
he venido yo a cantar
con mi guitarra del alma
a orillas de este palmar.
Dolores
Gómez Ch.
EL MONOLOGO DE MARÍA
ANTONIA
El que quiera vivir
feliz que se opere el corazón así como lo hice yo, testigos en los Estados Unidos.
Oriente soy. Queremos un padre de 15 años, para que vea por los viejos
ancianos, ángeles ancianos.
Es decir, quiero mi
casa para vivir, con una compañera y un papá del suelo porque el del cielo
está viendo por todos. Adiós mis padres y todos los trabajadores auxiliados a
la mano y a la planta de pie, donde estamos parados de nuestro Señor.
Todos nos hemos
quejado, todos nos hallamos ciegos, porque estamos en el lugar que no hay
corazón.
Los claveles están
naciendo en los jardines de Bárbula y las rosas arrastradas no las quieren
recoger. Yo me le quejo a Caracas, la Capital, por más que el Gobierno cambie.
Se acaban las carreras de toros. No se puede ganar dinero disponiendo de las
vidas. El toro es para comer y al que mata al toro pregunto para quién es sino
para los gusanos, para alimento de la tierra, que ella no nos da de comer.
Mi cárcel fue el
sufrimiento y en la cárcel estoy contenta, distraída de los cariños y apartados
los sentimientos. Esto lo he hecho yo hoy cumpliendo con nuestro Señor a
quien se le da el corazón.
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Pedro Téllez (Valencia, Venezuela, 1966). Ensayista. Conferencista. Bibliófilo. Médico psiquiatra. Ha publicado los libros: Añadir comento (1977). Fichas y remates (1998), Tela de araña (1999), La última cena del ensayo (2005)y Un Naipe en el camino de El Dorado (2007). Ha sido redactor en la revista Poesía y colaborador de la revista Zona Tórrida, publicaciones de la Universidad de Carabobo. Colaborador en publicaciones periódicas tales como Predios, Arte de leer, Mañongo y Tiempo Universitario.
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