Una conversación con Martín Szinetar, propietario de la Librería Nexos
Conversación con Martín Szinetar, propietario de la Librería Nexos
Por Jessica Labrador
Nuestro suplemento literario se complace en presentar hoy una conversación con Martin Szinetar, propietario de la Librería Nexos, sobre el origen de ésta y cómo ve él, el mercado de libros usados en Venezuela. La Librería Nexos abrió sus puertas en Mérida desde hace ochos años, aproximadamente, en la avenida 3 Independencia, entre calle 30 y 31. Es la segunda librería de libros usados en el área de las humanidades de la ciudad.
Jessica Labrador: ¿Cuál es la historia de Nexos, cómo se formó?
Martin Szinetar: Se formó por dos profesores jubilados de la Universidad de los Andes, uno de la Facultad de Humanidades y Educación, de la Escuela de Historia, mi persona, y otro de Economía, Rafael Cartay, que ha escrito sobre diversos temas, de gastronomía sobre todo, y soñaron tener una librería de libros usados.
J.L: ¿Recibe todo tipo de libros para la venta o tiene una línea?
M.S: Recibimos libros que encajan con nuestro perfil, en buen estado, de interés para la gente lectora y que sean económicos. Nuestro perfil es humanístico, es decir, libros de historia, arte, literatura, educación, etc.
J.L: A propósito de ser económicos, ¿es proporcional la idea del libro usado a la del libro barato?
M.S: Sí hay proporcionalidad, aunque no en todos los casos. Nosotros les compramos a algunas editoriales libros nuevos, pero éstos tienen que ser saldables, es decir, económicos, para que se puedan vender a un precio menor en comparación con otras librerías. No puedes vender libros caros, pero si, por ejemplo, quieres la primera edición del Quijote, no la vas a conseguir a un precio sumamente económico, por el valor de la obra en la historia de la literatura. Igual, si quieres una primera edición de Borges y que haya sido firmada por él, no la vas a conseguir tan económica. Los libros usados, los libros de segunda mano, digamos, son relativamente económicos, algunos precios dependen de su contenido y su importancia.
J.L: ¿Cómo define y ve el mercado de libros usados, sobre todo en Venezuela?
M.S: El mercado tiene distintos niveles. Cuando te metes a Internet y pones libros usados, en Argentina, sólo en Argentina, la red arroja 140 librerías de libros usados. En Nueva York, en Broadway, está Strand Book, una librería con cuatro millones de libros usados. En Venezuela no hay un mercado definido. En Caracas no pasan de cuatro librerías, La Gran Pulpería, El Buscón, entre otras.
J.L: ¿Qué actividades se hacen constantemente en Venezuela o Mérida para la promoción de los libros usados?
M.S: La Feria del libro usado organizada por Roberto Chacón, cuya primera Edición fue el año pasado en la Facultad de Humanidades y Educación (Mérida) y la segunda viene en Abril. La FILU también le ha abierto un espacio, en la edición pasada hubo dos stands de libros usados.
J.L: ¿Qué tipo de relación hay entre las librerías y las bibliotecas, en
este caso Nexos?
M.S: No creo que haya una relación como tal. En el caso de Nexos vendimos
en dos oportunidades a una biblioteca pública de la ciudad, es decir, que la
relación fue comercial.
J.L: ¿Qué opina de la actividad editorial de la Biblioteca Ayacucho y El
Perro y la Rana, por ejemplo?
M.S: No tengo información al respecto, no la tengo clara. He comprado
buenos títulos a muy buen precio, dos bolívares, creo, pero no sé si eso sea
rentable. El Estado asume todo el costo
de producción y los vende a un precio bastante económico, y no está mal.
J.L: ¿De dónde vienen los libros usados?
M.S: De personas que quieren desprenderse de su biblioteca, personas
jubiladas, sobre todo, que no saben qué hacer con sus libros y quieren
venderlos.
J.L: ¿Qué autores y libros recomendaría?
M.S: Recomendaría Sigmund Freud y su obra Interpretación de los sueños, y autores que me gustan, Alberto Moravia, y de su
obra, Los Indiferentes (1929) y La Romana (1947). Pero hay que tomar en
cuenta que la oferta del libro es vasta, y cada quien la combina a su manera, y
cuando esa combinación no coinciden entre los lectores, las personas,
difícilmente hay comunicación.
Fotos: Rosa María Salih/ Reportera Gráfica del Diario de los Andes
Tomado de El club de la serpiente
11/06/2024
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