CÓMO SOBREVIVIR
CON 36.000 DÓLARES AL AÑO
CON 36.000 DÓLARES AL AÑO
-Tiene
que empezar a ahorrar -me previno hace unos días el Joven con Futuro-. A
usted le parecerá estupendo vivir al día, pero como siga así acabará en
el hospicio.
Me aburría pero, como sabía que de todas formas me lo iba a decir, le pregunté qué debía hacer.
-Es muy sencillo -contestó impaciente-, solo tiene que abrirse un fondo
fiduciario del que no pueda sacar dinero cuando le venga en gana.
No era la primera vez que me lo decían. Es el sistema número 999. Ya
probé el sistema número 1 en los primerísimos compases de mi carrera
literaria, hace cuatro años. Un mes antes de casarme fui a ver a un
corredor para que me aconsejara dónde invertir un dinero.
-Son solo mil -admití-, pero tengo la sensación de que debo empezar a ahorrar a más no tardar.
Caviló.
-Los bonos Liberty no son para usted. Es demasiado fácil canjearlos por
dinero contante. Lo que usted necesita es una buena inversión,
conservadora, como tiene que ser, y, además, en algo de lo que no pueda
estar retirándola cada dos por tres.
Al final
escogió para mí un bono a un interés del siete por ciento que no
cotizaba en bolsa, le confié mis mil dólares, y así fue como ese mismo
día comenzó mi cruzada para amasar capital.
También ese mismo día terminó.
Párrafos iniciales del texto "CÓMO SOBREVIVIR CON 36.000 DÓLARES AL AÑO "
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La editorial Zut publica un libro suyo de ensayos
inéditos y Gallo Nero ofrece dos textos en los que abordó sus problemas
de dinero. El escritor, que vuelve al cine también en una nueva versión
de «El gran Gatsby», está más de moda que nunca
Puede resultar extraño que, en los años veinte, un
joven tuviera dificultad para llegar a fin de mes ganando más de treinta
mil dólares al año; que disfrutara de una vida ampulosa y «chic» pero
que no le cuadraran los números. Ese hombre se llamó Francis Scott
Fitzgerald y tuvo la feliz ocurrencia de poner por escrito ese dilema
monetario en un texto sensacional en 1924, «Cómo sobrevivir con 36.000
dólares al año», y al que le seguiría una secuela, «Cómo sobrevivir con
casi nada al año», de no tanta calidad pero igualmente sorprendente.
Ambos textos los ha recogido en un precioso minilibro la editorial Gallo
Nero, que ha añadido un artículo de William J. Quirk, «La declaración
de la renta de F. Scott Fitzgerald», encargado en su momento por un
amigo y biógrafo del escritor, Matthew J. Bruccoli, que había conservado
los papeles de la vida laboral del narrador, de 1919 a 1940.
Un cheque de cine
«Mi mujer y yo nos casamos en Nueva York en la primavera de 1920,
durante la época en que los precios alcanzaron las cotas más altas que
jamás haya conocido la humanidad», dice el autor de «El gran Gatsby»:
«Acababa de recibir un cheque importante del cine y me sentía un tanto
condescendiente con los millonarios que recorrían la Quinta Avenida en
sus limusinas: y es que a mis ingresos les había dado por duplicarse
todos los meses». Fitzgerald cuenta cómo pasó de no recibir casi un
centavo por sus escritos a ser rico, a gozar de una existencia lujosa,
pues, lejos de plantearse ahorrar, un desenfadado optimismo les llevó a
él y a su mujer Zelda a hospedarse en el hotel más caro de Manhattan.
Allí empiezan los problemas para estos «nuevos ricos», como se llaman a
sí mismos, meticulosamente expuestos por el escritor con ironía, dado
que a los tres meses no les queda un dólar. La pareja asistirá,
incrédula, a cómo la falta de previsión, por un lado, y el deseo de
seguir yendo al teatro, comer en restaurantes y viajar, por el otro, son
difícilmente compatibles. Por ello, verán atónitos que los 36.000
dólares «no habían dado para nada» y acabarán por mudarse a Francia tras
recibir la noticia de que allí la vida es más asequible (asunto que se
explica en el segundo de los textos).
La impotencia del nuevo rico
Su traductora, Julia Osuna, dice que «pocos son los autores que han
logrado plasmar tan bien la impotencia cómica del nuevo rico en nuestra
sociedad cambiante»; algo en lo que estará de acuerdo su colega Yolanda
Morató, que se ha encargado de traducir y prologar para la editorial Zut
«Mi ciudad perdida. Ensayos autobiográficos», una colección de
diecisiete artículos que Fitzgerald deseó ver agrupados sin éxito, pues
su editor, Max Perkins, no lo consideró oportuno en aquellos años
treinta en que recibió la propuesta.
Scott Fitzgerald y Zelda Sayre |
Mención aparte merecen dos textos, «Una breve autobiografía», en
realidad una catalogación de años en los que bebió champán, vino y
diversos cócteles, y «Acompañen al señor y a la señora Fitzgerald a la
número…», en el que reseña sus estancias en los hoteles en donde
estuvieron alojados. Estos artículos (Morató adjunta la cantidad que
percibió por cada uno: 50 dólares el más barato, 1.500 el más caro),
junto con el que da título al libro, «Mi ciudad perdida», sobre sus
idas y venidas de Nueva York, y varios otros de gran valor humorístico y
vivencial se completan con «Ecos de la era del jazz», donde el escritor
expresa su nostalgia por una época que le había dado «más dinero del
que jamás hubiera soñado».
Reedición con prólogo de Vargas Llosa
Durante estas semanas, los lectores de Francis Scott Fitzgerald van a
estar de enhorabuena, porque coinciden varias traducciones de sus obras
en las librerías españolas. Las editoriales han vuelto a apostar por él
con nuevos y remozados prólogos –que seguramente contribuirán a atraer
la atención de nuevos lectores–, mientras llega la nueva adaptación de
«El gran Gatsby», de Baz Luhrmann, que supondrá el tirón
imprescindible.El sello sevillano Paréntesis ha lanzado una traducción
de «El gran Gatsby» (1925) de la mano de José Luis Piquero, a la que le
siguieron unos pocos meses después, también gracias al mismo traductor y
editorial, «Al otro lado del paraíso», la primera de sus novelas,
publicada en el año 1920. Un poco más tarde, Anagrama ha ofrecido una
versión revisada de la historia de Jay Gatsby a cargo de Justo Navarro,
que ya con anterioridad, en 1989, había traducido al español todos los
cuentos del escritor de Minnesota. Asimismo, la editorial Alfaguara
acaba de reeditar también «El gran Gatsby» con un prólogo del reciente
Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa en el que repasa y hace un
exhaustivo análisis de cómo se vivieron aquellos «años locos» en los
Estados Unidos y de «la irregularidad e impremeditación de la vida en
una época de alegre irresponsabilidad y decadente encanto».
El detalle
«REMAKE» DE UNA PELÍCULA MÍTICA
De «El gran Gatsby» vamos a oír hablar mucho. No se han lanzado sólo
nuevas traducciones y ediciones en todo el mundo, es que Hollywood se ha
puesto en marcha para readaptar este clásico de las letras
norteamericanas. Y con un inconveniente serio: la anterior versión de
esta novela. Un filme mítico que contaba con dos intérpretes que
demostraron estar a la altura del proyecto y del guión: Robert Redford y
Mia Farrow. El actor, director e impulsor del Festival de Sundance,
logró con este trabajo una de sus interpretaciones más laureadas. Para
que no haya deméritos, la nueva película contará con Leonardo DiCaprio.
«Cómo sobrevivir con 36.000 dólares al año»
F. Scott Fitzgerald
Gallo Nero
96 páginas, 10 euros.
Tomado de La Razón
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