Crónicas del Olvido
“ARTURO USLAR PIETRI”, UNA VOZ EN EL VACÍO”, DE EDUARDO CASANOVA
**Alberto Hernández**
1.-
El 9 de marzo de 1997, Arturo Uslar Pietri dejó escrito en su volumen “Pizarrón”, el artículo “Mi confesión en la Sorbona”, en la oportunidad de la presentación en francés de su novela “El camino de El Dorado”. En esas líneas finales dice:
“Hoy, con la caída del Muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, desapareció el enfrentamiento y, con él, desde luego, la posibilidad de una “literatura comprometida”, por lo que, inevitablemente, se está regresando a la búsqueda del mundo perdido del hombre de pensamiento como testigo de su tiempo y como conciencia libre frente al mundo cambiante”.
En efecto, ese ´mundo cambiante´ nos ubica en un hombre que durante toda su obra, en todo el ejercicio de su pensamiento, estuvo al frente de una escritura, sí, comprometida, pero con lo que él mismo destaca, con el “pensamiento de su tiempo” y libre de escribir lo que le vino en ganas acerca de lo que pasó y pasaría en el país donde le tocó nacer, vivir y morir.
Uslar Pietri era visto como un hombre controversial. Su historia así lo revisa y lo estudia. Quien lo haya leído sabrá que no ocultó sus preferencias por un país libre de fanatismos y atavismos que pudieran conducir el país al desastre. Pero su voz no fue escuchada y cuando alguien lo oyó lo convirtió en el “enemigo” de ciertas causas perdidas.
La obra de Arturo Uslar Pietri, desde su infancia hasta el día que le tocó marcharse ha quedado como una huella profunda en la conciencia nacional. Hasta los que lo adversaban han tenido que reconocer que el “amigo invisible” es una de las voces éticas y literarias más importantes de Venezuela. Su vida íntima, hogareña, familiar, y su vida pública forman parte del legado de su tránsito por la tierra, por la que se entregó a escribirla y a decirla con propiedad.
2.-
Eduardo Casanova, el novelista, el escritor, el que habla del país desde sus adentros, desde su lejanía cronológica, el que nos trae el país a diario en sus crónicas, el que escribió la bella biografía de otro grande como Vicente Gerbasi, hoy nos entrega “Arturo Uslar Pietri, una voz en el vacío”, donde el autor caraqueño revela su proximidad con el vejo novelista y sus hijos. Es decir, Casanova confiesa su familiaridad con los Uslar Braun, como la que tuvo con el autor de "Mi padre, el inmigrante".
Estamos frente a un trabajo que nos revela, que nos anima a encontrarnos nuevamente con ese hombre que hablaba con los ojos puestos en los televidentes cuando desarrollaba su programa “Valores humanos”, el mismo que escribía semanalmente su columna “Pizarrón” en el diario El Nacional en la que esculcaba el país y el mundo desde su mirada y desde sus críticas. Casanova nos acerca a las novelas de Uslar, nos allega a la calidad de cada una de ellas, donde estuvimos en el pasado de aquellas batallas que nos independizaron, con los personajes que hicieron posible la Nación que ahora se debate entre la vida y la muerte.
Por eso traigo las palabras de aquella vez en París, para ubicar al hombre en el instante en que nuestra biografía se contiene en la de él y nos hallamos bajo los restos de ese muro que no termina de caernos encima y de aquella URSS que aún persiste en sostenerse gracias a una herencia sangrienta que podría terminar con nuestra nacionalidad.
Por eso es importante esta biografía de Uslar escrita por Eduardo Casanova, porque es nuestra historia vaciada en el hombre que siempre habló del país, el de nuestros adentros y el país que se reflejaba en el mundo, con sus errores y aciertos.
3.-
La lectura de esta biografía nos llevará a todos los títulos escritos por nuestro personaje, como si no se agotara su ánimo para contarnos a Venezuela, la casi borrada del mapa emocional y la que se intenta borrar desde nuestros huesos aún en pie. Entonces nos leeremos en “Las lanzas coloradas”, en “Oficio de difuntos”, en “El camino de El Dorado”, en “La visita en el tiempo” y quedará la huella de los “30 cuentos” que siempre serán referencia en la narrativa de nuestro país y de la lengua castellana.
Historia, literatura, poesía, polémica, ensayos, teatro: un hombre de todos los géneros. Un conversador insigne guiado por su enorme cultura.
El título usado por Eduardo Casanova da cuenta del silencio de un país frente a las advertencias de quien sembró en la conciencia nacional la necesidad de verse en la tierra: cultivarla desde las mismas riquezas que ella nos aportaba para beneficio de todos. Queda, para muchos, como uno de los “notables” a quien le han endilgado otros apelativos.
Uslar es un hito en nuestra cultura política, literaria, teatral, poética. Es un punto de partida para muchos, desde su infancia durante la dictadura de Juan Vicente Gómez hasta la última palabra que pronunció un poco antes de morir.
Para no dejar espacio vacío en su biografía, en su rica historia personal y pública, esta biografía de Eduardo Casanova que acaba de ser publicaba en Amazon. Com.
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